Entre Raymond Carr y Tuñón de Lara (I)

Por cierto, decir que Stalin traicionó a “España”, es decir, al Frente Popular, no pasa de ser un tópico bastante idiota. De no ser por Stalin, en Frente Popular no habría durado seis meses. Y tuvo posibilidad de ganar. En cuanto a Carr, ya señalé, citando a Fusi, su gran influencia en la patética historiografía española.

(en julio de 2012).

Cuando, hace tiempo, reseñé en Libertad Digital el libro Spain betrayed, colección de documentos secretos soviéticos sobre nuestra guerra, me preguntaba qué harían los historiadores hoy oficiales para contrarrestar sus pruebas. La respuesta está a la vista: deformar los hechos en el molde de sus prejuicios. Éstos, arraigados durante décadas se resisten a morir, y acabamos de tener un ejemplo de ello en una reseña de R. Carr sobre el citado libro, publicada recientemente en ABC cultural, y antes en la prestigiosa New York Review of Books. Carr, prestigioso hispanista, no logra, lamentablemente, escapar a tópicos que hoy pueden considerarse demolidos.

El mito troncal sobre la guerra, elaborado por la propaganda de izquierdas, especialmente la comunista, y del que derivan casi todos los demás, es la imagen de una lucha entre la democracia republicana y el fascismo o la reacción. Pese a que su falsedad sale a la luz tan pronto entramos en los datos reales —y los documentos de Spain betrayed hablan por los codos al respecto— el mito persiste contra viento y marea, ayudado por la impresión injustificada de que defenderlo significa, aún hoy, defender la democracia.

Mitos de la Guerra civil, los (Bolsillo (la Esfera))

Carr expone la tesis tratando de desmentir la opuesta: “La propaganda franquista presentó el alzamiento nacionalista militar contra el gobierno legal de España como una necesidad patriótica para impedir la toma del poder por los comunistas. El hecho es que los comunistas carecían de la posibilidad de organizar un golpe de Estado en potencia, sino que el gobierno de Giral no incluía ni a comunistas ni a ningún representante de otros partidos de clase obrera”. Pero la posición de los nacionales fue algo más compleja, y la realidad general también.

El problema debe plantearse de otro modo. En octubre de 1934 ocurrió una sangrienta insurrección marxista-separatista. Entonces, la mayor parte de quienes se sublevarían en 1936, empezando por Franco, defendió la legalidad republicana, en lugar de aprovechar la ocasión para dar un contragolpe desde el poder y destruir así fácilmente a la izquierda y a la república. ¿Por qué, habiendo tenido esa oportunidad, esperó la derecha a 1936 para sublevarse, cuando ya no tenía el poder ni el control del dividido ejército, y corría muy serio riesgo de derrota? Tan serio que el golpe de Mola fracasó, y de no ser por el puente aéreo de Franco, la derrota de los sublevados habría sido segura.

Esta cuestión no la plantea Carr ni casi ningún estudioso, y sin embargo encierra toda la clave de aquella historia. Pues las mismas fuerzas que en octubre de 1934 habían intentado explícitamente imponer un régimen de tipo soviético, más otros partidos que habían apoyado moral y políticamente la intentona, ganaron las (fraudulentas)  elecciones en febrero de 1936, coligados en el Frente Popular. Ello produjo horror a las derechas.

¿Estaba justificado ese horror? Carr y tantos más suponen que no. Según ellos, la izquierda en 1936 era básicamente democrática y moderada, y lo que temían las derechas, en realidad, era perder sus supuestos privilegios. Sin embargo es imposible hablar de democracia ni de moderación en la fracción mayoritaria del Frente Popular, constituida principalmente por el sector principal del PSOE (el de Largo Caballero, Lenin español y líder nada arrepentido de la insurrección del 34) y por los comunistas. Cuando se alude a la debilidad numérica del PCE por entonces se olvida su notable y creciente influencia política, y su estrecha alianza con el PSOE de Largo. Recordemos además a la poderosa CNT, anarquista, que, tras apoyar electoralmente al Frente Popular preparaba activamente su revolución. A ninguna de estas fuerzas puede llamársele democrática ni moderada.

Pero, se dice, el gobierno frentepopulista no estaba en manos de esos revolucionarios, sino de los moderados, capitaneados por Azaña y apoyados desde fuera por el sector socialista de Prieto. Sin embargo, ¿eran éstos realmente moderados y demócratas? Para Prieto y Azaña, la derecha no tenía “títulos” para gobernar, aunque ganara las elecciones, como en noviembre del 33. Azaña había intentado golpes de estado al perder las elecciones de 1933, y los dos habían apoyado, activa o moralmente, la insurrección de octubre del 34, y aunque la consideraban un error, seguían justificándola. Su programa electoral incluía la amnistía y reposición en sus cargos de cuantos se habían sublevado contra la legalidad y contra un gobierno legítimo de derechas, y la persecución judicial para quienes hubieran cometido excesos defendiendo la Constitución. Sobre todo anunciaba reformas destinadas a “republicanizar el estado” (politizando la justicia, entre otras cosas), de modo que la derecha no pudiese volver al poder, quedando como una presencia testimonial y justificadora de una pretendida democracia. Al volver al gobierno, Azaña se apresuró a prometer que el poder no saldría ya de manos de las izquierdas.

Los presuntos moderados resultaban no serlo, por tanto, ni tampoco demócratas, excepto por comparación con los comunistas, socialistas bolcheviques y anarquistas. Pero fue tal el miedo de las derechas a estos últimos, que inmediatamente apoyaron a Azaña como un último valladar frente al proceso revolucionario. El mismo Azaña observó con sorna cómo se había convertido en “ídolo” de la derecha.

Había razones para ese miedo. Pues aunque, como dice Carr, los comunistas no estaban en condiciones de hacer una revolución inmediata, ni lo pretendían, sí estaban empeñados en dar pasos decisivos hacia ella, como no puede dudar quien haya consultado sus documentos. Uno de los pasos principales consistía en la disolución de los partidos derechistas y el encarcelamiento de sus líderes, empezando por Gil Robles. A ese fin presionaban constantemente a los republicanos en el (precario) poder. En cuanto al PSOE de Largo, desestabilizaba al gobierno de Azaña y luego de Casares con el fin de provocar una crisis y heredarlo legalmente. De esta manera podía emprender la revolución directamente desde el poder, con aparente legitimidad y sin correr el riesgo de una insurrección que podría ser vencida como la del 34. En cuanto a los anarquistas, su nuevo proceso revolucionario estaba en preparación acelerada. Estas evidencias suelen omitirlas o minimizarlas quienes mantienen el mito señalado.

La guerra civil y los problemas de la democracia en España (Nuevo Ensayo)

El resultado fue una situación caótica que en cinco meses causó casi 300 muertos y más de mil heridos, asaltos a decenas o cientos de centros políticos, periódicos y domicilios particulares derechistas, quema de cientos de iglesias, algunas de gran valor artístico, agresiones y exacciones de todo tipo, innumerables huelgas generales y parciales, atracos políticos, formación y desfiles de milicias, etc. ¿Obrarían los republicanos del gobierno como muro frente al proceso revolucionario, o bien le allanarían el camino? ¿Sería Azaña un Ebert o un Kerenski? Las derechas, pintadas en la propaganda como provocadoras de los desmanes, a fin de justificar la rebelión que preparaban, fueron las que pidieron reiteradamente en las Cortes la aplicación de la ley por el gobierno y el cese de la imposición de la fuerza en la calle. Pero sus peticiones fueron acogidas con insultos, gritos y amenazas de muerte, que terminarían cumpliéndose en el líder monárquico Calvo Sotelo, escapando Gil-Robles por los pelos. El gobierno no se comprometió a cumplir con su más elemental misión de garantizar el orden, e incluso se proclamó “beligerante contra los fascistas”, causantes de una proporción mínima de las agresiones. En estas circunstancias, los republicanos deslegitimaban su poder, si es que no lo habían hecho desde el principio con su programa de impedir la vuelta de las derechas al gobierno. Éstas fueron comprendiendo que ante el acoso revolucionario no podían contar con un poder capaz de imponer la ley, y eso las empujó a una rebelión casi a la desesperada.

Es dudoso que Carr aceptase con tanta benevolencia una situación semejante en su país. Él puede, si quiere, llamar legal o democrático a semejante gobierno pero no debe esperar que una persona informada comparta su criterio. Su frase explicativa podría invertirse de la siguiente manera: “la propaganda izquierdista presentó el movimiento de julio del 36 como un ataque injustificado contra un gobierno legal y democrático. El hecho es que el país soportaba la presión de un gobierno decidido a impedir que la derecha volviera al poder, así como la violenta actividad de partidos que preparaban activamente la revolución, sin que dicho gobierno hiciera nada práctico por cumplir y hacer cumplir la ley, favoreciendo así el proceso revolucionario”. Esta versión concuerda mucho más con los hechos que la de Carr, a la que siguen apegados tantos historiadores y políticos.

La fuerza de los prejuicios se hace patente en opiniones como ésta: “En lo que se ha llamado su fase bolchevique, (…) Caballero usó la retórica de una revolución proletaria sin ninguna intención de organizar una edición española de la Revolución Bolchevique de octubre de 1917”. Lo aseguran también Preston y otros. Pero el PSOE, dirigido por Largo Caballero, no sólo rompió en 1933 con los republicanos de izquierda y optó por la dictadura del proletariado, sino que marginó al sector moderado de Besteiro, creó un comité especial para organizar la guerra civil (textualmente), urdió maniobras desestabilizadoras contra el gobierno legítimo de centro derecha en el verano de 1934, lanzó en octubre del mismo año la más mortífera insurrección del período republicano, con un total de casi 1.400 muertos en 26 provincias. Vencida la insurrección, persistió en sus ideas y prácticas, y en 1936 volvió a eliminar políticamente a Besteiro, se enfrentó con el sector menos violento de Prieto, a quien los seguidores de Largo estuvieron a punto de linchar en el célebre mitin de Écija, organizó milicias y fomentó un clima social en extremo violento después de las elecciones de febrero de ese año. Si a esto le llama Carr “retórica” y “falta de intención revolucionaria”, ya extraña menos que considere democrático y legal al gobierno del Frente Popular.

Los Mitos Del Franquismo (Historia)

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Los años dorados del franquismo y el “milagro español”: https://www.youtube.com/watch?v=pzfMPUSWdII

 

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59 Respuestas a Entre Raymond Carr y Tuñón de Lara (I)

  1. Hegemon dice:

    La literatura española del siglo XIX no es mala, en conjunto, pero es poco original, sigue modelos sobre todo franceses y en general es inferior a la francesa y la inglesa, no digamos a la rusa. Pero eso no es decir que sea cutre, ramplona o paleta.

    Habría que explicar más eso de “inferior” indicando cuales son los baremos en los que se basa para catalogar a una literatura asó, si no, caeríamos en el subjetivismo personal de “me gusta” ; “no me gusta”.  Considerar a La Regenta, por ejemplo, inferior a las novelas francesas, inglesas o rusas no creo que sea acertado. Seguir modelos de otros países no convierte al de España en inferior. 

  2. jaquejaque dice:

    Pues no le falta razón .

  3. Pío Moa dice:

    “Considerar a La Regenta, por ejemplo, inferior a las novelas francesas, inglesas o rusas no creo que sea acertado” ¿Qué novelas? Pues señale por qué la Regenta es superior a “las novelas” etc.

  4. Pío Moa dice:

    “Seguir modelos de otros países no convierte al de España en inferior”. Hay casos en que la copia supera al original, pero son raros. La falta de originalidad no suele ser una virtud, aunque a veces la originalidad sea simple extravagancia. 

  5. Lasperio dice:

    De lo bueno, poco. 

  6. Lasperio dice:

    De lo poco, bueno. 

  7. Hegemon dice:

    Pues señale por qué la Regenta es superior a “las novelas” etc.

    Yo no he dicho que sea superior. Es que catalogar a las novelas cono “inferiores” o “superiores” no tiene sentido. Nada más. 

  8. Hegemon dice:

    El título completo es: “El Club de los poetas muertos”

  9. Hegemon dice:

    ¿En qué es superior o inferior La Regenta a Los Miserables? ¿O en qué se puede comparar La Regenta con las novelas de Dickens? 

    ¿Es superior o inferior Velázquez al Greco o a Picasso?

    Absurdo. 

  10. NIKITO dice:

    Esta señora a la que admiro…se comporta como una estúpida…https://www.elmundo.es/loc/famosos/2019/07/10/5d25926efc6c83534b8b466d.html?cid=BOOMA&utm_source=taboola&utm_medium=exchange, y me es lícito dudar de lo que dice….o ¿es que piensa que lo que le pasó en su tiempo no tenía importancia y ahora si.?….

  11. NIKITO dice:

    Hegemon esas dudas no se sostienen por ningún lado….claro que es lícito afirmarlo….por ejemplo Velazques es superior (incluso con Picaso la comparación es ociosa) a el Greco (el cual me subyuga, su Conde Orgaz, cada vez que me paso por Toledo voy a la Iglesia en donde está expuesto como si fuera a misa) ….

  12. Hegemon dice:

    ¿En qué es superior?

  13. NIKITO dice:

    Otra tontería Hegemón, la poesía hay que sentirla….y ver una muchacha bonita también…..¿y que conclusión sacas de una cosa u otra? nada de nada….los seres humanos somos mucho más que sentimientos….es más muchas veces los sentimientos (legítimos porque los tenemos) nos traicionan….los elementos valorativos (racionales) estan muy por encima, porque le son propios y exclusivos del ser humano….también nos pueden traicionar obviamente….y ese es nuestro enigma…. 

  14. NIKITO dice:

    es superior lo que tu racionalmente expongas como superior….!¡¡ese es tu criterio!!! y el mio será ese mismo  (entonces formamos escuela) u otro….dos escuelas distintas….el a mi me gusta ….es para los helados en una tarde calurosa de verano…..

  15. NIKITO dice:

    como tu muy bien has dicho….

  16. NIKITO dice:

    en el fondo la cantante Arteta viene decir….hace tiempo, cuando yo estaba muy buena me violaron…..y lo digo ahora porque ya no lo estoy….

  17. NIKITO dice:

    por cierto Los Miserables…no tiene comparación con la Regenta, esta es muy superior…

  18. Hegemon dice:

    Osea, que es superior porque el criterio de Nikito así lo dice. Es decir, “mes gusta”, “no me gusta”. 

  19. Hegemon dice:

    por cierto Los Miserables…no tiene comparación con la Regenta, esta es muy superior…

    ¿En qué no tiene comparación?

  20. NIKITO dice:

    en Los Miserables el desgraciado lo es por su condición fisica….La Regenta lo tiene todo, y todo es decir todo, y es una desgraciada…..

  21. NIKITO dice:

    para un drama……??????

  22. NIKITO dice:

    A mi me fascinó “Dias del Ayer” de Stefan Wueys….y me decía  ¡¡qué bien escribe este aleman, que bien escribe!!!….y un dia me di cuenta: Yo no sé como escribe el aleman….lo que si sé seguro es lo bien que traduce ..su traductor…..

  23. NIKITO dice:

    Hegemon eso ( 11,59) lo dices tu por decirlo….porque se te ocurre…

  24. Álvaro dice:

    Sobre el colonialismo anglosajón que sufre España:¿y las personas patriotas que trabajen en locales con nombre en inglés?Supongo que para ellos la situación no es fácil.

    Con respecto a la entrada en locales con nombre en inglés:Me da mucho más coraje entrar en locales españoles presentándose en inglés que entrar en locales anglosajones que defienden su lengua.

  25. NIKITO dice:

     pues Álvaro….mejor no salgas…y te quedas en tu casa…..
     

  26. Hegemon dice:

    Supongo que el subjetivismo de Nikito invita al sarcasmo. No seré yo. 

  27. Álvaro dice:

    Nikito:Menos mal que aún quedan locales españoles presentados en español suficientes como para pasarlo más o menos bien,pero estamos muy atosigados con la cultura anglosajona.En mi ciudad hay una discoteca lllamada ‘Banana’ y este lunes habrá una fiesta allí.Una amiga me ha apuntado para entrar allí,pero le he dicho que,por favor,me borrara de la lista.

  28. Pío Moa dice:

    Hegemon, deje de poner en mi boca tonterías que solo se le ocurren a usted. Así no hay discusión posible.

  29. Pío Moa dice:

    Comparar La Regenta con Los miserables no tiene sentido. Los temas y el tratamiento difieren por completo. Tiene sentido compararla con las de tema similar en  Tolstoi o  Flaubert.

  30. Hegemon dice:

    Hegemon, deje de poner en mi boca tonterías que solo se le ocurren a usted. Así no hay discusión posible.

    ¿Pero, de qué habla?

  31. Hegemon dice:

    No sé quien dijo, no lo recuerdo, sobre Galdos que no había obra igual que la del español en todo el siglo XIX. Se refería a los Episodios Nacionales. 

    Sin duda, los autores ya tienen diferencias literarias dependiendo de si son ingleses, españoles, franceses o rusos. No es lo mismo la “jovialidad” (por llamarla de alguna manera) de Dickens narrando la marginalidad de Londres, que un español describiendo una escena igual por ejemplo, de Madrid.  

  32. Hegemon dice:

    Por cierto, a los que me llaman “moabita” o me dicen que soy “el protegido de Moa”, les recuerdo que soy, con mucho, el participante más censurado del blog.

  33. Pío Moa dice:

    Está muy en su punto que los golfos que mangonean y desprestigian las universidades públicas retiren doctorados honoris causa a Franco y se los den a Santiago Carrillo.

    Se los den, es decir, a uno de los jefes del sector más sanguinario de los bolcheviques asaltantes de la república en 1934, asalto derrotado por Franco al igual que la revolución reemprendida en 1936 nuevamente por don Santiago, entre otros. El antiguo líder de las juventudes socialistas quedará para la historia como uno de los principales responsables de la matanza de Paracuellos, de los intentos de volver a la guerra civil (¡qué vocación!) mediante el maquis, y también de la liquidación de bastantes camaradas que pudieran hacerle sombra, según su camarada Líster y más testimonios. Tuvo un momento de gloria en la Transición, cuando se condujo civilizadamente, más civilizadamente que González, Guerra y otros héroes de la no resistencia a la dictadura y los nunca vistos cien años de honradez. Pero desde hace años Carrillo ha decidido volver por sus viejos fueros, por la “memoria” embustera de los rencores y los odios. Merecido honoris causa en una universidad tan degradada.

    Por no hablar del constantemente homenajeado Negrín: el político que enajenó las reservas de oro españolas, saqueó los bienes de particulares y del patrimonio artístico e histórico español, e intentó prolongar la guerra civil para continuarla con la mundial (de la que también libró Franco a España). Y hazañas parecidas.

    Asimismo han vuelto las izquierdas a agitar contra Fraga el espantajo de otro de sus héroes predilectos, Julián Grimau, hombre de las checas, del SIM, o muy íntimamente ligado a esa organización creada por Prieto a instancias de la NKVD e imitadora de los métodos soviéticos. Grimau no solo estuvo involucrado en la represión (torturas y asesinatos) contra la llamada quinta columna derechista, sino también contra anarquistas y trotskistas.

    Estos héroes definen a la perfección a quienes los tienen por tales.

  34. Pío Moa dice:

     

    Cipriano Mera, uno de los más destacados y honrados jefes militares anarquistas, fue capturado después de la guerra civil en el Marruecos francés y entregado a España. El comisario español le preguntó cómo siendo albañil había llegado d mandar un cuerpo de ejército. Mera respondió:

    — Un hombre puede nacer, señor comisario, con cualidades innatas para ser militar o artista, pero las exigencias sociales le obligan a ser albañil o zapatero u otra cosa cualquiera. Yo fui albañil por necesidad y no porque me encantara serlo. Además, sepa usted que los albañiles solemos tener una rara intuición, tal vez estimulada por la índole de nuestro trabajo, que puede servir para ejercer con destreza otras profesiones.

    Sabias palabras, que no impidieron, sin embargo, su sentencia a la última pena en consejo de guerra. “Como detalle anecdótico –cuenta en sus memorias—debo decir que, enterados los camaradas comunistas de que había sido condenado a muerte, organizaron una chocolatada en la prisión de Porlier. Por lo visto ansiaban mi ejecución con el mismo ahínco que los franquistas del Tribunal Militar”. Al parecer el paso del alcohol estaba muy vigilado, pero no así el de chocolate.

    Esta alegría de los comunistas nacía de que Mera había sido uno de los que, en marzo de 1939, habían participado en el golpe de Casado para acabar de una vez con el Frente Popular. Como es sabido, los comunistas y Negrín deseaban prolongar la guerra civil en espera del comienzo de la mundial que, pensaban, haría intervenir a Francia e Inglaterra en España y transformaría en victoria la segura derrota de las izquierdas. En la práctica se trataba, a aquellas alturas, de elegir entre Stalin y Franc, y la mayoría de las izquierdas prefirió rendirse rendirse a Franco, que no había prometido la menor clemencia., antes de segur bajo la férula staliniana y prolongar estérilmente las víctimas y las penalidades de la población (aunque se habla mucho del hambre de los años 40, hubo bastante más en la zona de Negrín en 1938 y comienzos del 39).

    Interesa recuperar este momento de la historia porque derrumba uno de los mitos que se intentan pasar por historiografía seria en los últimos años: el mito de “los vencidos”. Preston y otros muchos han jugado sin tasa con la simpatía romántica hacia los perdedores, pero en realidad existían entre éstos casi tantos odios como los que todos tributaban a los vencedores. Debí haber incluido este apartado en el libro Los mitos de la guerra civil, pero se me pasó por alto. Recientemente, en un debate de Telemadrid organizado por Isabel San Sebastián, salió el asunto a colación y pude indicar algo que suelen omitir los propagandistas del FrentePopular disfrazados de historiadores: los odios, torturas y asesinatos entre partidos de las izquierdas, causantes de una guerra civil entre ellas, en mayo de 1937 en Barcelona, hasta culminar en marxo de 1939 en una nueva guerra intraizquierdista con miles de muertos y numerosos fusilamients, finalizando así la guerra civil general.

    Una razón de la pervivencia del franqusmo fue sin duda el recuerdo de aquellos episodios. En la memoria colectiva, la república y el Frente Popular quedaron como un desastre de indeseable repetición, y cuando, tras la guerra mundial y en condiciones teóricamente muy favorables, los comunistas intentaron reanudar la guerra civil mediante el maquis, toparon con un rechazo casi generalizado de la población, que pronto redujo el intento guerrillero a simple bandolerismo. Sólo una inmensa dosis de desfachatez por parte de la izquierda ha permitido en estos últimos veinte años la promoción de una versión beatífica de la república, y de stalinistas, anarquistas y jacobinos como defensores de la “democracia”.

    Cipriano Mera fue, como dije, uno de los personajes más honrados y consecuentes de las izquierdas. El director general de prisiones fue a hablar con él:

    “—Vengo, señor Mera, con el conocimiento del excelentísimo señor ministro de Justicia (Eduardo Aunós, dice, aunque debía ser Esteban Bilbao) para aconsejarle que solicite usted el indulto, pues le será concedida la libertad rápidamente

    –Debo manifestarle, con todos mis respetos, que ya hace meses vino a proponerme lo mismo que usted un conocido abogado, al cual le dije lo que voy a repetirle: que mi persona no solicitará del régimen franquista el indulto

    –¿Por qué razón?

    — Sencillamente, señor director general, porque cuando ustedes se levantaron contra la República, un servidor se encontraba en la cárcel, y al salir en libertad me ofrecí lealmente, pese a haberme perseguido como militante anarcosindicalista, a defender la causa del pueblo frente a los que la habían traicionado. No tengo necesidad de exponerle ahora mi comportamiento hasta el último momento. Después se me hizo la extradición, se me condenó a muerte y, acaso por cálculo político, se me conmutó más tarde la pena. En virtud de estas razones yo no pediré el indulto ni beneficio alguno.

    [Lo de “la causa del pueblo” resulta de lo más discutible, pero ahora no viene al caso]. El director general le replicó:

    –¿Es que no desea usted la libertad?

    — A ese precio, repito, jamás.

    En honor a la verdad debo decir que el director general, que creo que se llamaba Aliaga, se mostró sumamente correcto”.

    Mera se exilió en Francia por no convivir con un régimen que, sin embargo, se portó con él mejor de los que sus correligionarios se habrían comportado con los franquistas, de haberlos vencido. No quiero decir que fuera la norma. Hubo unas 50.000 condenas a muerte, la mitad conmutadas. Peiró, ministro anarqusta que salvó a muchos derechistas del terror de las izquierdas, y por cuya vida intercedieron desde particulares a militares y eclesiásticos, fue fusilado por los vencedores. Volviendo al caso de Mera, éste recuerda en sus memoria:

    “Había vuelto el director general de Prisiones, quien me dijo:

    — He querido informarle personalmente de que el día 1 de octubre, por disposición de la Junta de Disciplina del Establecimiento, será usted puesto en libertad.

    — Muy bien.

    –Aquí me tiene, no como director general, sino como un padre para todo aquello que esté a mi alcance y le pueda ser útil una vez liberado.

    Le di las gracias y el director general añadió:

    –Desearía saber, sin embargo, dónde tiene usted el propósito de fijar su residencia y si piensa volver a trabajar en su oficio.

    –Mi residencia será la misma que he tenido antes y durante los años de la guerra: Tetuán de las Victorias, calle de Lepanto 22. Por lo que se refiere a mi trabajo nada puedo asegurarle porque ignoro si podré hacerlo en mi profesión: acaso tenga que vivir del estraperlo. En estos momentos soy incapaz de responderle con mayor precisión.

    — Señor Mera, podrá usted darse cuenta de que en la calle se puede andar libremente y vivir como es debido. Le repito que me tiene a su disposición.

    — Igualmente –respondí—le reitero mi agradecimiento. Me hago cargo, no obstante, de que al abrirme las puertas saldré simplemente a una especie de patio más amplio que el de la prisión. Respecto a lo demás, tengo ya cuarenta y nueve años y debe saber usted que mi ideal es el anarcosindicalismo. A esta edad no creo que nada ni nadie me pueda cambiar, pues considero que el respeto a la propia personalidad es el valor más positivo que el hombre pueda conservar”.

    Opino que el anarquismo es una de las utopías más estúpidas que el espíritu humano haya engendrado en el siglo XIX. No obstante sugestionó a gente de la calidad moral de Mera. Propongo que en su casa, o en el lugar en que ésta estuvo, ponga el ayuntamiento una placa conmemorativa.


     

  35. Alvo dice:

    Bueno, si el público decide dejar de ir a esa discoteca y otras que tanto le gustan a Álvaro, por el motivo que sea: suciedad, mala música, precios caros, robos dentro, el tipo de gente que va, nombre en inglés… el dueño tiene dos opciones: corregir ese motivo, o seguir igual… el verá.. 

  36. Alvo dice:

    De lo que se trata es de hacer que la gente se dé cuenta de la aberración que es promover una lengua extranjera en España como si fuera propia… el resultado debería ser que prescinden de usar los servicios de esas empresas… 

  37. Alvo dice:

    Hace poco convencí a un socio de que el nombre FatCat es una vergüenza… bueno, no sé si le convencí, pero le dije que no contara conmigo (con lo que yo sé hacer: ellos vieneron a buscarme) si se mantenía en inglés… y cedieron, tampoco pusieron mucha oposición… 

  38. Alvo dice:

    (y con la traducción al español tampoco, que es una mamarrachada, gato gordo ==> es que como los anglosajones hacen esas tonterías, pues estos también)… 

  39. Pío Moa dice:

     

     La guerra civil española se inscribe en las muchas alteraciones políticas y militares que tuvieron lugar en Europa entre 1918 y 1945, y que terminaron con la entrada  del continente en una profunda decadencia política, militar y cultural –aunque no económica–. Dentro de ese conjunto de conflictos, y si excluimos la desembocadura de todos ellos en la II Guerra Mundial, el de España es el que mayor trascendencia ha tenido y el que mayor interés bibliográfico y de todo tipo ha despertado, porque en él confluyen todos los intereses políticos y las ideologías cuyas rivalidades culminarían en la II Guerra Mundial, y desde ese punto de vista debe ser estudiado.

       En una frase célebre, el pensador Ortega y Gasset afirmó que “España es el problema y Europa la solución”. La frase en sí misma es un absurdo, por decirlo suavemente, pero ha tenido y sigue teniendo enorme influencia como una consigna programática para disolver a España. Según Ortega y muchos otros intelectuales y políticos de la guerra civil, la historia de España sería una “anomalía” o una “enfermedad”, solo curable asimilándose a una “Europa” mítica, de la que no entendían mucho y a la que no habían dedicado ningún estudio serio. Lo adecuado habría sido decir: “España tiene  muchos problemas (que por cierto terminarían abocando a la guerra civil), y Europa, es decir, el resto de Europa,  tiene otros probablemente más graves ( que no se molestaban en analizar y que  terminarían en una conflagración mucho más destructiva que la española)”. Aquellos europeístas ya habían conocido la I Guerra Mundial, una advertencia muy seria, pero al parecer no les había enseñando nada.

  40. Álvaro dice:

    Alvo:Algo me gustan,pero no me considero un apasionado de las discotecas.He expuesto este ejemplo como puede haber miles.Lo importante,como usted ha señalado,es intentar concienciar de que la colonización cultural por el inglés es una aberración.

  41. Lasperio dice:

    Más o menos así como Hegemon defiende su punto hacen los progres. 

    Entonces, en los programas de estudio del instituto, que es lo primero en donde meten las manos, te clavan literatura feminista, chicana, vanguardias sin gracia, literatura de negros y demás. Como tienen que incluir literatura antigua, cuando se trata de la hebrea te meten el cantar ese, que por ser literatura no sólo hebrea sino erótica. De los griegos, pues tal vez un fragmento de El banquete, aclarando que los griegos solían ser homosexuales. 

    El criterio es ideológico y no estético. Cuotas de esto y tal.

    Pudiendo meter a Jane Austen, te meten pedazos del ensayo de la Bovary… perdón, de la Beauvoir. 

    Pero también están los de derecha conservadora, que por seguir un criterio estético se pasan el pedagógico por el culo, y ya quisieran que los alumnos se leyeran Primero sueño, de Sor Juana, cúspide del barroco, obra imposible para los cerebros adolescentes, y hasta para los sesos de los ya mayorcitos. 

  42. Lasperio dice:

    “En efecto, un juicio estético es un juicio de base subjetiva que se hace con pretensión de universalidad. Desde esta perspectiva, un juicio estético va más allá de la mera expresión de preferencias personales. ”

  43. Lasperio dice:

    Ya luego no sé qué pasa. 

  44. Nebredo dice:

    ¿50.000 condenas a muerte y conmutadas la mitad? ¿Después de la guerra civil? Ruego más información acerca del estado de la cuestión. ¿Incluidos homicidios irregulares, rondaría los treinta-mil, estimación de Payne,  el todal de interfectos?
    Aunque quizá me engañe la memoria, creo recordar  que según entregas de hace meses eran aproximadamente veinticinco mil las condenas en total, ejecutadas unas quince-mil.
     
     

  45. Lasperio dice:

    Esto me recuerda el aciago día en que teníamos que decir que todas las mujeres son bellas. 

    Me negué hasta el puto final y me gané un ostracismo light.  

  46. Lasperio dice:

    -¿Admitiremos, señores filósofos, que las tías gordas, de esas que pesan tanto como el carruaje y las mulas que las arrastra, son bellas?

    -¿Quién lo niega?

    -Así es, Laspe. Yo nomás veo porno de gordas. Y en otros tiempos eran muy populares, como vemos en la escultura esa.

    -Es de hombres sanos, ¿dirán? 

    -Más aún: afirmamos que la salud no existe.

    -¿Todas las mujeres son bellas y la salud no existe?

    -En efecto. Eso sostenemos. 
     

  47. Lasperio dice:

    (…)

    -Pinche Laspe, seguro crees que no hay negras bellas.

    -…

    -Ni siquiera contestas, cabrón.

    -…

    -Un mal paso y te denunciamos, eh.

    -Me están malinterpretando. No pongan sus rudos sofismas en mi boca.

    -Pondremos otra cosa hasta que te compongas.

    -¿No que la salud no existe?

    -Es un decir nomás.  

  48. Pío Moa dice:

     

     Líster (su apellido real era Liste)  tuvo el raro privilegio de ser general de tres ejércitos aparte del español: el soviético, el polaco y el yugoslavo. Bien es verdad que en esos tres lo fue a título honorífico y como dirigente comunista más que como militar, pues realmente no se le conocen actividades destacables en ninguno. Donde tuvo actividad real fue en la guerra de España.

     

       Como todos los militares promovidos por el PCE, recibió en su tiempo una gran aureola propagandística como organizador serio en un ambiente de chapuceros y jefe de una división modelo (llegó a serlo de cuerpo de ejército). Al comenzar el conflicto, formaba parte del comité militar especial del PCE y era uno de los líderes de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), con las que se formaría el V Regimiento, en cuya dirección sustituyó a Castro Delgado. Participó desde el principio en combates en Guadalajara y sobre todo en Toledo, la resistencia de cuyo alcázar no consiguió doblegar, pese a llegar allí criticando agriamente a los métodos anarquistas y en especial a sus milicianas. En noviembre mandaba ya la primera brigada mixta y participó en los baldíos  intentos de embolsamiento de los nacionales, y luego mantuvo un sector del frente. Aparentemente, su conducta no fue mala, tampoco descollante entre las demás fuerzas en acción.  Posteriormente participó en todas las grandes batallas y ofensivas, como la del Jarama, Guadalajara, Brunete, etc., hasta el final mismo de la guerra. Según un militar azañista, de los jefes salidos de las milicias solo Modesto sabía leer un plano “Los demás (Líster, Mera, El campesino), además de no saber, creen no necesitarlo”[1], frase que tiene algo de baladronada, al menos en relación con Líster, que había cursado estudios militares en Moscú.

     

       Es difícil valorar la capacidad de Líster como conductor bélico. En líneas generales puede decirse que, si no consiguió ninguna victoria, al menos relevante, mantuvo a menudo una defensa firme, con gran dureza disciplinaria. Contribuyó en primera línea a tomar Teruel (donde hizo fusilar a bastantes soldados propios, al parecer remisos a la lucha), pero no pudo impedir su pérdida. En sus acciones ofensivas (Brunete, Zaragoza, Ebro) se le reprocha obcecarse con núcleos de resistencia menores que le retenían demasiado tiempo y esfuerzos.

     

       Líster demostró en todo momento una especial inquina hacia los anarquistas, por su prédica de la indisciplina y sus colectivizaciones, perjudiciales por prematuras según la línea del PCE. Como diría de su actuación contra las colectivización de Mora de Toledo, “Luego me acusaron de que si yo había fusilado y tal y cual; y yo he respondido que sí, que yo he fusilado, y que estoy dispuesto a hacerlo cuantas veces haga falta, porque yo no hago la guerra para proteger a los bandidos ni para explotar a los campesinos. Yo hago la guerra para que el pueblo tenga libertad”.

     

        Su operación más decisiva contra los anarquistas consistió en el aplastamiento, del Consejo de Aragón, en agosto de 1937, por orden de Prieto. El Consejo constituía la mayor experiencia libertaria de la guerra, pero  militarmente había resultado inane y económicamente dudosa. Líster ocupó la zona, hizo fusilar a bastantes anarquistas y algunos del POUM y encarceló a otros bajo la acusación de tráfico de joyas. Aquella operación demostró hasta qué punto la antaño levantisca  CNT había sido “domada” por  la política de Negrín, Prieto y los comunistas. Según la prensa comunista, el Consejo disponía de “gigantescos arsenales de armas y miles de bombas, ametralladoras, cañones y tanques”, y privaba a los campesinos de toda libertad y propiedad. 

     

       En la retirada de Cataluña, Líster fue acusado de fusilar a prisioneros y a civiles que rehusaban acompañar a sus tropas, incluyendo a mujeres de derechas torturadas y fusiladas. Después se refugió en la URSS y el resto de su carrera gira en torno a luchas por el poder en el PCE, enemistándose especialmente con Santiago Carrillo con motivo de la disolución del maquis en la posguerra. Su devoción a la URSS nunca flaqueó, rompió con Carrillo cuando este criticó la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968.  En 1970 escribió el libro ¡Basta! Detallando numerosos crímenes de Carrillo contra los propios comunistas. Fundó un partido comunista disidente (PCOE) que no lograría desbancar al oficial, al cual se reintegraría en 1986, cuando Carrillo, a su vez, fue expulsado del partido.

     

       Líster había sido cantero en Galicia y emigrado de niño a Cuba. Vuelto a España en 1925, entró en los grupos de acción armada del PCE, por lo que al llegar la república fue enviado a formarse militarmente en la Academia Lenin y en la Academia Frunze (a esta volvería en el exilio).  Falleció en 1994, con 87 años.

     




    [1] Azaña, 1978, p. 189

     

  49. Pío Moa dice:

    El artículo está escrito hace siete años, cuando no se habían investigado los archivos correspondientes. Las cifras reales son en torno a 26.000 sentencias de muerta, con la mitad aproximadamente conmutadas. Su pongo que el estudio se publicara pronto.

  50. Lasperio dice:

    La Yeni, mulata gorda de intercambio, se pone triste. 
     
    Me la pone dura, la verdad. Bien podría ser amor.

    Pero ante todo quiero que se vea que los mexicanos no nos rajamos y que llegamos hasta el final, como machos, a sabiendas de que no tenemos la razón incluso.  

  51. Lasperio dice:

    Lo feo es que de veras haya gente así.

    Lo bueno es que uno pasa de eso, al punto de que casi pasa de todo. Una modalidad de la virtud. 

  52. Lasperio dice:

    Otros tragos amargos: oponerme a los tatuajes, las drogas, el socialismo y el aborto.

    Ja

    Creo que soy una persona medio aburrida.

    Las camisetas sin estampados, eh.

    Deben ser negras.

    Las blancas son para empleados de mostrador o gente en la playa o en algún culto.  

  53. Lasperio dice:

    Pero si sueltas mucha caspa lo mejor es optar por colores claros. 

  54. Pío Moa dice:

    Por qué La Ilíada es una obra cumbre.

    En primer lugar, los personajes están muy definidos: Aquiles, que ha decidido una vida corta a cambio de la gloria y aparece dominado por la cólera (su “talón de Aquiles”); el ingenioso Odiseo, sagaz y despiadado; Agamenón, el líder máximo, que siente necesario hacer valer su autoridad porque es en el fondo inseguro; “el rubio Menelao”, valiente pero acaso insignificante, por lo que implícitamente se entiende lo de Helena; Alejandro o Paris, un chisgarabís físicamente atractivo a quien termina despreciando Helena; Héctor, el héroe moralmente mejor de todos, pesimista sobre el desenlace de la guerra, pese a lo cual lucha con todas sus fuerzas como exigencia del deber, deseando morir antes de ver a Andrómaca esclavizada,  y sintiendo unos momentos de pánico ante el locamente enfurecido Aquiles.  

       El motivo de La Ilíada es la rivalidad por una mujer que no tiene culpa de nada dentro de una guerra general motivada por la ligereza de otra mujer a la que, sin embargo, se excusa por su extraordinaria belleza. Esto es muy importante: el poder de la belleza dentro de la conducta humana.

       La acción transcurre dentro de una angustia permanente de los aqueos, causada por las trifulcas entre Aquiles y Agamenón. La necesidad de hacer frente al peligro mortal aceptándolo como parte de la naturaleza humana.  El contexto es el destino, que está por encima de los deseos y normas humanos. Las intervenciones de los dioses podrían suponerse superfluas, por cuanto la narración de las alternativas en la lucha ya expresa los deseos y rivalidades que se les atribuyen. Pero en la mentalidad de la época, queda claro que en la lucha y en general la conducta de los personajes existe una fuerza ajena a sus inteligencia, valor o cualquier otra cualidad, que finalmente los gobierna. ¿Son entonces responsables de sus actos? La lección implícita es que sí lo son. Un problema que sigue atormentando a la gente hasta el día de hoy.

     

  55. comino dice:

    A la Regenta la mueve, para cometer su infidelidad, el aburrimiento. A madame Bovary, el aparentar. Y a Ana Karenina, el amor. Si esto es cierto, Ana Karenina sería mejor novela.

  56. comino dice:

     ”El motivo de La Ilíada es la rivalidad por una mujer que no tiene culpa de nada dentro de una guerra general motivada por la ligereza de otra mujer a la que, sin embargo, se excusa por su extraordinaria belleza. Esto es muy importante: el poder de la belleza dentro de la conducta humana”.
     
     ¿Estamos hablando de la misma mujer, Helena, en dos planos diferentes? ¿Uno el sentimental y el otro el bélico y sus consecuencias?

  57. Pío Moa dice:

    La  primera mujer es Briseida (o Criseida, las dos)

  58. comino dice:

    Briseida, parte del botín.