España y el catolicismo

Blog I: Ideas para ¿VOX? / El fracaso matrimonial (Salud social, VI): http://www.gaceta.es/pio-moa/ideas-vox-fracaso-matrimonial-salud-social-vi-01072014-1923

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Consideremos este párrafo de Menéndez Pelayo: “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas“.

Presenciamos el lento suicidio de un pueblo que, engañado por gárrulos sofistas, emplea en destrozarse las pocas fuerzas que le restan y hace espantosa liquidación de su pasado, escarnece a cada momento las sombras de sus progenitores, huye de todo contacto con su pensamiento, reniega de cuanto en la Historia hizo de grande, arroja a los cuatro vientos su riqueza artística y contempla con ojos estúpidos la destrucción de la única España que el mundo conoce, la única cuyo recuerdo tiene virtud bastante para retardar nuestra agonía. Un pueblo viejo no puede renunciar a su cultura sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia muy próxima a la imbecilidad senil

Este segundo describe bastante bien una corriente que alcanzó su apogeo tras la quiebra moral del 98, repleta de interpretaciones simples, cuando no meramente sandias. Me he ocupado algo de ellas en Nueva historia de España, y un debate al respecto sería interesante, aunque difícil, vista la incapacidad aparente para debatir hoy en España, indicio de otras incapacidades más profundas. En cuanto al primero, no puede menos de sorprender en un intelectual de la inteligencia y altura de don Marcelino.

En primer lugar, suena a exceso de simplificación reducir el Siglo de Oro a algunas hazañas de tipo religioso, por muy notables que fueran. En segundo lugar, el texto es profundamente derrotista: los tiempos de la espada de Roma, etc., habían terminado dos siglos y medio antes, y desde entonces España había pasado a recibir bastantes martillazos de los herejes, su luz había palidecido extraordinariamente, si le quedaba alguna, y había dejado de producir sanignacios, pese a haberse mantenido católica en todo momento. En tercer lugar, describe una historia falsa: en ese largo período de decadencia, la unidad de España se había mantenido, y atribuir a retrocesos religiosos las tensiones disgregadoras de la I República o los separatismos posteriores resulta extraño, cuando en dichos separatismos influyeron tanto, precisamente, interpretaciones religiosas no tan lejanas de las defendidas por Menéndez Pelayo: tras la derrota carlista en la tercera guerra, Vascongadas y Cataluña quedaban como los reductos más auténticamente católicos en un régimen liberal que traicionaba las supuestas esencias hispanas de antaño. Sin olvidar que, en épocas anteriores, el Papado había favorecido decisivamente la secesión de Portugal. Quizá el gran erudito era a veces más papista que el Papa.

Hay otras objeciones al texto citado: de ser el catolicismo la esencia de España, nuestro país sería indiscernible de otros países católicos, como Italia, Polonia, Irlanda o Francia (esta última, “la hija predilecta de la Iglesia”). Además, la tesis no es propiamente cristiana, de acuerdo con el dicho “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Por otra parte, ¿habría que excluir de la calificación de españoles a los oriundos no católicos? ¿O reducirlos a una ciudadanía de segunda clase?

Obviamente, el cristianismo es la base de la cultura occidental y un factor clave en nuestra historia, pero ¿cómo ha afectado ese hecho al carácter e historia de nuestro país? España pudo ser especialmente católica, o católica de un modo particular, por haberse reconstituido como país de frontera ante el Islam, y luego como la potencia que hubo de bregar en primera línea con el Imperio otomano y las potencias protestantes, además de con la “hija predilecta de la Iglesia” y, a veces, con las intrigas del mismo Papado. El esfuerzo hispano no fue solo político y militar, sino en el pensamiento, el arte, etc. Pero desde el siglo XVII el país fue quedando cada vez más superado por los progresos y fuerzas de otras naciones que habían pasado a ser punteras: Francia, Inglaterra y, en un sentido cultural, Alemania. Nuevo hecho demostrativo de que el catolicismo, por sí solo, no suponía la grandeza o la potencia del país. Es más, cuando aparecen, a principios del siglo XIX, los estados nacionalistas o liberales, más homogeneizadores y fuertes que los de tiempos pasados, la Iglesia, o gran parte de ella, se convierte en una rémora, al pretender la pervivencia de formas de derecho, propiedad y soberanía anticuadas, que no solo impedían a España ponerse a la altura de otros países, sino que, de imponerse, la habrían hundido definitivamente, reduciéndola a una colonia de los más fuertes, los cuales podrían incluso habérsela repartido.

España tuvo la mala suerte histórica de que el liberalismo llegara asociado a la Revolución Francesa y la invasión napoleónica, lo que creó un sinfín de malentendidos en cuanto a patriotismo, nacionalismo, religión y política. Los antagonismos empezaron a reducirse y armonizarse con el régimen liberal de la Restauración, pero este sufrió, a partir del trauma del 98, el embate de los utopismos y los separatismos, un nuevo reto histórico ante el que fracasó, dando lugar a las ulteriores convulsiones de la II República y la Guerra Civil. La tremenda experiencia de esta última provocó una fuerte reacción en el sentido querido por Menéndez Pelayo, acompañada, paradójicamente, de un desarrollo social en sentido divergente.

Los desencuentros entre catolicismo y liberalismo no son forzosos, pero han marcado los siglos XIX y XX, causando desastres, mientras ahora el gobierno socialista vuelve a las andadas. No estaría de más explorar esa experiencia histórica y buscar una síntesis que respetase lo de Dios y lo del César.

(En LD, 16-3-2011)

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43 Respuestas a España y el catolicismo

  1. Catlo dice:

    ramosov (del hilo anterior)
    Tras la Segunda Guerra Mundial en Europa occidental se impone, o se la imponen los USA, la poco liberal idea de que la radio y la televisión son servicios públicos que deben estar en manos de los estados. La radio y la televisión han  sido las piezas clave que han servido a esquemas bipartidistas con una polarización de la opinión fácilmente controlable. En España asistimos a un repolarización que refuerza el esquema con la emergencia televisiva, en este caso en manos privadas, de Pablemos. Esa revitalización de la polarización en todo caso presenta un corrimiento notable hacia la izquierda tanto de los partidos de izquierda como del PP. Por tanto, cualquier opción fuera de ese nuevo encuadre lo va a tener más que difícil a no ser que haya buen apoyo mediático para alguna opción que tratase de salirse del esquema. Esa eventualidad no se percibe por ningún lado.
    Fíjense que, en cualquier caso, la tendencia que se va marcando como caramelo ideológico va en la dirección de la herejía de la apokatástasis.

  2. Agente Spasic dice:

    Bueno, por eso quien mejor entendió España en los últimos siglos fue Franco y su sistema, que no fue un tradicionalista (de hecho les cortó las alas) ni tampoco un liberal, pero en su régimen la religión fue algo bastante importante y no meramente un florero independientemente de los choques que tuviese con la jerarquía católica. Además de ser muy muy realista y conocer los problemas reales del país no fue un fundamentalista democrático al estilo “occidente” ni uno que pensase que España tenía que lamerle el culo al mundo liberal-anglosajón, ni a los poderes financieros internacionalistas … porque sabía lo que había tanto aquí como fuera, denunciando precisamente a esos poderes que tanto sufrimos. Un tipo hábil que no tuvo ni medio pelo de tonto.

  3. 4c dice:

    Queremos quedar bien nosotros y señalar lo escandaloso de los otros. 
    Hay maneras y maneras de quedar bien.
    La destrucción es vista como un mal, pero sólo es un mal si se está en el punto de vista de la conservación. El mercado continuamente destruye los mundos de ayer por la tarde, en su afán de ofrecer lo nuevo. 
    Desde el punto de vista de la conservación, esto es muy duro. El mismo paso del tiempo, que avejenta, es algo muy duro.
    Los adolescentes quieren que el día nuevo pase algo que no había pasado el día anterior, quieren al paso del tiempo, y ya sólo por eso se está más en la destrucción.
    La destrucción y la generación de lo nuevo, además de ser consecutivas y alternables en su orden, son también, y a su vez, distintas partes del mismo momento.
    De modo que la generación de lo nuevo siempre es destructivo.
    Y si todo lo destructivo es malo, entonces es malo todo lo nuevo. Todo lo destructivo no puede ser malo. Si lo fuese, viviríamos totalmente en el lado del mal. Y sabemos que eso no es así.
    Esto los conservadores no lo entienden, y los progres lo saben. El progre denuncia las injusticias, muertes, dolores, pero cada una de las denuncias sólo es un ataque a los conservadores. Tales denuncias las hace con el propósito de hacerles sentir, a los conservadores, responsables de la destrucción, de modo que sientan culpa, y de esta manera los enferman. Tal propósito, tal constante vigilancia, trasciende a los acusados, y se refleja en el conjunto de la sociedad.

  4. 4c dice:

    ¿Por dónde se les da a unos y a otros? Aceptando, el mundo tal cual es, con su necesidad de destrucción incluida, con la necesidad, ineludible para la vida, de echarse cargas a la espalda, así se vence, al mismo tiempo, a la comodidad y al resentimento.
    Y esto es válido también para la situación presente de España. Todas las naciones que existen han muerto y renacido más de una vez. Puede que hasta a Suiza le haya pasado eso, o quizás a Suiza no, pero a todas las otras sí. 
     

  5. 4c dice:

    Sí, también ahí han muerto y renacido en varias ocasiones. Y así es como deberán seguir para seguir en la vida. 

  6. 4c dice:

    Asumir cargas: “Ej q es un paraíso fiskal”. 

    “Démocratie directe, direkte demokratie, democrazia diretta, democrazia dregt”.

  7. Anselmo dice:

    -
    Parte de este artículo, a pesar del tono populachero, les podría interesar: “Copérnico: El embaucador”.
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    http://goo.gl/qNyfnW
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  8. manuelp dice:

    Bueno, no estoy muy de acuerdo con lo que nos dice don Pio en este hilo. El párrafo de Menéndez Pelayo que no le gusta es el corolario de otros anteriores:

    Esta unidad se la dio a España el cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso.
    ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
    Si en la Edad Media nunca dejamos de considerarnos unos, fue por el sentimiento cristiano, la sola cosa que nos juntaba, a pesar de aberraciones parciales, a pesar de nuestras luchas más que civiles, a pesar de los renegados y de los muladíes. El sentimiento de patria es moderno; no hay patria en aquellos siglos, no la hay en rigor hasta el Renacimiento; pero hay una fe, un bautismo, una grey, un pastor, una Iglesia, una liturgia, una cruzada eterna y una legión de santos que combaten por nosotros desde Causegadia hasta Almería, desde el Muradal hasta la Higuera.
    …………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
     ¡Dichosa edad aquélla, de prestigios y maravillas, edad de juventud y de robusta vida! España era o se creía el pueblo de Dios, y cada español, cual otro Josué, sentía en sí fe y aliento bastante para derrocar los muros al son de las trompetas o para atajar al sol en su carrera. Nada aparecía ni resultaba imposible; la fe de aquellos hombres, que parecían guarnecidos de triple lámina de bronce, era la fe, que mueve de su lugar las montañas. Por eso en los arcanos de Dios les estaba guardado el hacer sonar la palabra de Cristo en las más bárbaras gentilidades; el hundir en el golfo de Corinto las soberbias naves del tirano de Grecia, y salvar, por ministerio del joven de Austria, la Europa occidental del segundo y postrer amago del islamismo; el romper las huestes luteranas en las marismas bátavas con la espada en la boca y el agua a la cinta y el entregar a la Iglesia romana cien pueblos por cada uno que le arrebataba la herejía.

    http://www.iglesiareformada.com/Menendez_8_epilogo_Historia_Heterodoxos_espanoles.html

    Quizá la mejor síntesis de todo esto sea la que expresó Francisco Franco en su testamento político. En el crisol de su catolicismo fundía los tres principios fundamentales para España: Cultura, Justicia Social y Unidad.

    http://www.aguaron.net/franquismo/testamento.htm

  9. Pío Moa dice:

    Si fuera cierto lo que dice Menéndez Pelayo, no habría modo de diferenciar, ya desde Recaredo, a España de Francia o de Italia. Y ciertamente el régimen de Franco se suicidó al declararse católico. Esas retóricas no son lo mejor de Menéndez Pelayo.

  10. Pío Moa dice:

    Y la idea de patria es antiquísima. La Reconquista se hizo por “la pérdida de España”, que entonces no se identificaba no con la cristiandad, sino con una pequeña parte de la cristiandad, precisamente España.

  11. manuelp dice:

    No creo que el franquismo se suicidara al declararse católico. Lo que hizo mal fue no hacer lo que se había hecho  hacía bastantes siglos, es decir, poner al catolicismo jerárquico los frenos de la nación, que fue lo mejor que hizo en todo su reinado Felipe II. 

    La idea de patria si es antiquísima, pero no así la idea de nación. Es verdad que don Marcelino en esta obra temprana de los Heterodoxos se pasó un tanto de apologeta católico, pero la Historia nos ha venido a demostrar el acierto básico de su tesis primigenia: Cuando desaparezca el sentido católico- y ya casi está desaparecido- España -al menos como ha sido tradicionalmente- también desaparecerá.

  12. manuelp dice:

    También es verdad que la renovación necesaria de ese sentido católico no va a venir de la jerarquía católica, ni española ni vaticana. Al igual que fueron los Reyes Católicos los que impulsaron la reforma de la iglesia española en el siglo XV, de la que salió fortalecida, se necesitaría un movimiento político capaz de dinamizar a esta iglesia igual que a todos los demás estamentos de la sociedad.

  13. Hegemon dice:

    Noto cierta contradicción en Menendez Pidal en cuanto dice que no existía concepción de patria, hasta el Renancimiento, pero si menciona el de nación para finalizar hablando de españoles y no de cristianos si fuera correcto cuando dice:
     
     ¡Dichosa edad aquélla, de prestigios y maravillas, edad de juventud y de robusta vida! España era o se creía el pueblo de Dios, y cada español,
     
    Como dice don Pío, si sólo hubiera sido el catolicismo el nexo de unión, tal vez la España, tal cual la conocemos hoy, no existiría puesto que podría haber surgido otra distinta con Francia o Italia igualmente católicas. Pidal no explica entonces la anomalía, por llamarla de alguna manera, de Portugal. Portugal, no obstante, fue un continuo anhelo para la monarquía hispánica mucho más que Francia o Italia, como idea de completar una unión que no acababa de finalizar. Si el cristianismo fue toda la razón, la Reconquista se habría parado en el Ebro, en el Duero o en el Gudalquivir y conformarnos ahí con nuestro cristianismo y no continuar con una idea de España territorial que parece suepra sólo la condición religiosa.
     
    Yo creo que Menedez Pidal tiene buena parte de razón pero no toda a la hora de achacar a sólo la condición católica de los españoles nuestra grandeza y los logros conseguidos. Sólo con esa idea no se explican muchas cosas que si han existido en la concepción de los españoles y en la formación de España física, moral, cultural, social, política y también cristiana.

     
     

  14. Hegemon dice:

    Perdón, me refiero a Mendez Pelayo no a Menedez Pidal. Los he confundido el nombre.

  15. Hegemon dice:

    Perdón otra vez, Menéndez Pelayo…y Menéndez Pidal….me como las letras….y las tildes.

  16. Ro dice:

    Decía don Pío (en el hilo de ayer): “La idea de la apokatástasis es difícil de rebatir, pues cuesta imaginar un castigo absoluto por unos pecados que inevitablemente son relativos y limitados por la propia limitación del ser humano.”
    Esto es un error. El castigo no es que fuera por los pecados finitos, sino por la falta de arrepentimiento. Dios siempre te perdona si te arrepientes, pero sino, no.
     
    Estos temas de Dios y la religión y las herejías son muy difíciles. No solo interviene la razón sino la fe y el amor y la gracia que tengamos para entenderlo. Pero todos sabemos algunas cosas que casi son de sentido común y que además son los dogmas de la Iglesia. Es decir, todo el mundo sabe que del infierno no se sale, es decir, que es condenación eterna. Abandonad toda esperanza, pone en sus puertas según Dante.
     
    Más dogmas de sentido común: 
     
    El concilio de Constantinopla de 543 (creo) condenó esa doctrina de Origenes en los siguientes términos:
     
    D-209 Can. 7. Si alguno dice o siente que Cristo Señor ha de ser crucificado en el siglo venidero por la salvación de los demonios, como lo fué por la de los hombres, sea anatema.
     
    D-211 Can. 9. Si alguno dice o siente que el castigo de los demonios o de los hombres impíos es temporal y que en algún momento tendrá fin, o que se dará la reintegración de los demonios o de los hombres impíos, sea anatema.
     
     
    Es la primera vez que veo sobre apocatástasis. No sabia lo que era y ahora que he leído algo sobre ello no estoy seguro de que Dalmacio Negro le dé el mismo significado a la apocatástasis que el que le dió Origenes. Pero a la pregunta título del comentario de don Pío ¿Está la raíz de nuestros problemas en la apokatástasis?, se puede contestar que sí. Las herejías son lo peor que hay, y el origen de todos nuestros problemas porque nos separan de la Verdad.
     

  17. Ro dice:

    (Y del hilo de hoy)

    ¿Pero qué es más importante Dios o el Cesar?

    ¿Que no se puede diferenciar a España de Francia si es cierto lo que dice Menendez Pidal?. Caben dos opciones: Podría ser que entonces desde el punto de vista de Dios o fueran iguales o fueran diferentes dependiendo de lo que cada nación hubiese amado a Dios y cumplido con Él.

    Si ciertamente Dios es lo más importante. Lo mejor que se puede hacer es estar a bien con Dios. Y realmente como muestra la historia cuando se está a bien con Él, son los mejores momentos históricos de los paises. 

  18. Arcangel dice:

     Y ciertamente el régimen de Franco se suicidó al declararse católico
     
    Sr.Moa, implica Ud. de alguna manera con su aserción que nuestro recién coronado Rey Felipe VI, hubiese suicidado a su propio régimen si lo hubiera declarado católico en su discurso, tal y como muchos reclamaban aquí.

    No se si es esta la postura que Ud. mantiene en este caso del nuevo Rey, pero no se deducía esto de los anteriores posts y debates.¿Fue cauto y acertado entonces Felipe VI, al no declarar tal a su régimen o reinado?.

    Lo que también sabemos es que hizo una declaración con su misa privada y familiar.
     
    En esto, coincido con ManuelP al ciento por ciento:
     
    También es verdad que la renovación necesaria de ese sentido católico no va a venir de la jerarquía católica, ni española ni vaticana. Al igual que fueron los Reyes Católicos los que impulsaron la reforma de la iglesia española en el siglo XV, de la que salió fortalecida, se necesitaría un movimiento político capaz de dinamizar a esta iglesia igual que a todos los demás estamentos de la sociedad.
     
     
    Por otra parte. Lo que mas me impresionó y me agradó -por verídico-, del amoroso libro sobre la Historia del Mundo Angélico, del Padre Fortea:
     
    Quizá mi increencia esté destinado a hundirse torpedeado por esas criaturas angélicas. Es duro luchar todos los días en las trincheras del ateísmo contra esos seres alados. La infantería siempre está destinada a perder frente a la aviación. Hace falta demasiada fe para mantenerse en los dogmas agnósticos del siglo XIX. Soy consciente de que si me rindo, tendrá que ser una rendición incondicional.
     

    Un gran saludo

  19. Ro dice:

    Sto. Tomás de Aquino dice en su obra magnífica “El gobierno de los principes” dice que si el fin del hombre fuera la salud, debían gobernar los médicos, si fuera la riqueza debían gobernar los economistas, pero como el fin último del hombre es la beatitud eterna, el gobierno político debe ser orientado por el poder sacerdotal, marcando una relación directa, inmediata, esencial entre el bién político y el fin sobrenatural del hombre.
    (de una conferencia de Luís Roldán)

  20. CCURIOSO dice:

    El seleccionador nacional Vicente del Bosque a favor de la consulta independentista catalana.
    http://www.elperiodico.com/es/noticias/diada-2012/vicente-del-bosque-catalunya-tiene-derecho-defender-independencia-2204651
    estas declaraciones suyas fueron silenciadas en los medios.

  21. manuelp dice:

    Arcangel

    Jeje, contra los “seres alados” que encontraría duro luchar también el padre Fortea sería contra los húsares alados polacos.

    https://www.youtube.com/watch?v=HeaQzfE2kHw

    Así, la Cristiandad fue salvada dos veces ante Viena, la primera por la mejor infanteria del mundo, los españoles de los tercios.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Viena

    Y la segunda por la mejor caballería del mundo, los húsares alados polacos.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Kahlenberg

  22. malpharus dice:

    Pues estoy de acuerdo con Manuel, la Iglesia tiene que cambiar. Y es que dentro del catolicismo sólo se habla de la Iglesia y muy poco de Cristo. Se nos olvida el sentido mismo de la Fe: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto…” Hay que volver a Cristo y volver a las Sagradas Escrituras, y reducir la relevancia de la Iglesia. La Iglesia debe ser la consejera que acompañe a todo español hacia Cristo. Pero “solo se va al Padre a través de mi Maestro” (¡bendito sea su nombre!). Si España conociera a Cristo mínimamente el Cristianismo resurgiría. ¡Que se limite la Iglesia a seguir y presentar a Cristo, y que deje de querer cobrar peaje por llegar al Cielo…!

  23. malpharus dice:

    Al igual que en el Sistema Solar, el Sol representa el 99% de la materia. En la Iglesia, Cristo es el 99% del Cristianismo…

  24. malpharus dice:

    Cristo es un antisistema y un revolucionario. Cristo dijo:

    “…El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”

    Cristo dijo: “Si me amáis, guardareis mis mandamientos”.

    Cristo, en definitiva es la única Verdad de nuestras vidas. El único Amigo. El único Hermano. El único Consuelo. La única Salida… 

  25. malpharus dice:

    Perlas: 

    ¿Pero que coño tiene que ver con Pedro el Papa de Roma, vamos a ser serios? Y que conste que el comportamiento de Francisco me parece correcto…

    Cristo no se prodigaba entre poderosos, ¡nunca!. No sé porque los Papas actúan de esa forma. No entiendo la relación entre Cristo y el Papa recibiendo poderosos que normalmente no tienen ninguna brillantez espiritualmente hablando, más bien lo contrario… No entiendo porque el evangelio de Cristo, les ha inspirado a construir todo un Estado y a comportarse como aquellos Sumos Sacerdotes de la antigüedad…

    El Rey firmó la ley del Aborto, porque es un hijo de la simiente de Caín. Y como aquellos judíos que presumían de ser de la simiente de Abraham… Juan Carlos es hijo de Satanás, porque hace las cosas de Satanás. No hay otra lectura posible sobre el tema… Satanás fue el primer homicida. Y el rey don Juan Carlos como buen hijo de su padre, firmó una ley que autoriza el homicidio…

    Todo esto dije entre católicos de toda la vida, y me aplaudían. La Iglesia necesita un cambio profundo. La gente tiene hambre de Cristo, pero Cristo no está en Roma… 

  26. Anselmo dice:

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    Bueno, para unos cuantos el castigo debe ser eterno, y es que si todos vamos a ser perdonados tarde o temprano, pues no sé, como que parece que estaríamos en un Si Dios existe, todo está permitido (sí, le quite el no). El hecho de que no haya castigos eternos permite otra clase de nihilismo.
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    Además, si todo es cuestión de arrepentirse, y si los efectos del fuego misterioso son análogos a los del fuego común y corriente, no dudo que la mayoría de los pecadores estarían sinceramente arrepentidos en un cuarto de hora. El propio Stalin, que debe andar en el infierno, acabaría salvado después de pasar un rato entre las brazas infernales. A no ser que Dios tenga cuantificadas las penas, como en los tribunales humanos. En cualquier caso, aunque Stalin pasase diez mil años ardiendo por cada persona que aniquiló, tarde o temprano se salvaría. Para nosotros podría parecer justo, pero desde la perspectiva de la eternidad seguro que todo esto se ve muy simple y hasta burocrático.
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    No sé por qué no lo practicaron, pero pudieron haber dicho los de la iglesia que el castigo que les espera a los muy malvados es la no existencia. Es decir, que al morir los pecadores son anulados del todo. Quizás la noción de lo abismal tenga mejores efectos sobre la conducta de las personas. Pero quién sabe. Además, parece que tampoco la teología se lo pueda permitir. Un Dios que anula existencias ya no parece muy bueno y amoroso que digamos.
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    También parece irrazonable, como dice Moa, que unos crímenes tan propios de la contigencia sean castigados para toda la eternidad. Incluso sería injusto si no se toman en cuenta algunos atenuantes, como una fisiología neuronal afectada desde el nacimiento, o como un sincero apego a una ideología criminal.
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    En cierto modo resulta extraño. Llegará el día en que el sol se convierta en una gigante roja. Llegará el día en que la tierra sea absorbida por aquel sol envejecido. Millones de años después aquel sol se convertirá en una enana blanca. Y luego, al parecer, se irá apagando y dejará puro polvo. Imagínense. Aun en ese entonces Francis Drake seguirá ardiendo entre las llamas del fuego misterioso. ¿No suena exagerado? ¿No suena irreal si consideramos que sus penas, ni siquiera entonces, habrían comenzado realmente pues en la eternidad todo lapso temporal apenas puede entenderse como un comienzo por muy amplio que sea?
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  27. malpharus dice:

    Hay que volver a la ortodoxia de la Ley, pero no a la Iglesia antigua encamada con el Poder…

  28. doiraje dice:

    Bueno, como suele ser habitual en ciertos temas que se escapan a la literal compresión de los hechos históricos, como es el hecho de la influencia de la dimensión religiosa en la historia de los pueblos, D. Pío logra percibir con acierto algunas verdades que se desprenden de los datos objetivos, pero su perspectiva queda limitada cuando lo intenta relacionar con el dato religioso, que es en último término dato de fe.
     
    Quizá el problema no dependa tanto de discutir cuán importante fue para la hegemonía o la decadencia de un pueblo sus creencias religiosas, sino cómo éstas se hacen presentes en la vida de un pueblo y determinan su evolución histórica.
     
    Que una nación como la española o cualquiera otra de varios siglos de historia, no puede reducirse a una sola dimensión, parece una verdad evidente. En efecto, si entramos en los detalles objetivos de los datos y hechos históricos, la visión suele ser abigarrada y las más de las veces hasta confusa. ¡Tantos factores entran en liza para explicar cualquier acontecimiento histórico! Sin embargo, aunque es necesario entrar en ese terreno del detalle para conocer de lo que estamos hablando, no es menos cierto que nos podemos perder si sólo logramos ver los árboles uno a uno y no en su conjunto, desde un aspecto global, pues resulta que esos árboles forman parte de un bosque que debemos tener en cuenta tanto o más como aquellos.
     
    Porque el problema no es reconocer, sin más, que, en efecto, cierto pueblo ha sido a lo largo de su historia muy religioso, sino determinar cómo esa influencia ha determinado y en qué grado la evolución de los hechos históricos de un pueblo. Y en esta valoración es donde D. Pío pierde pie. Y pierde pie sencillamente porque no cree. Así de simple. Por muy bienintencionado o atinado y profesional investigador que se sea, no se le puede pedir acertar en lo que carece. Si no domino el alemán, nadie me puede exigir que valore en sus justos términos el valor literario de un texto en ese idioma, aunque sea del mismo Goethe. Diré sin más, de oídas, porque sé del valor de la obra de ese autor, que su calidad es muy alta, pero no porque haya apreciado sus atributos directamente del texto en una lengua para mí inaccesible.
     
    Cómo se puede “medir” u objetivar la presencia de Dios en una nación. Es difícil porque, como dice D. Pío con acierto, en el devenir de un pueblo existen muchas realidades además de las de fe. Pero, y aquí interpelo amablemente a D. Pío: ¿Es la presencia de Dios un factor más? ¿Se lo puede comparar con cualquier otro? En el caso de España, la presencia de Dios en los corazones de los españoles, su fe ¿no determinó la existencia misma de hechos históricos tan complejos y prolongados en el tiempo como la Reconquista, la formación del Imperio, la transmisión cultural como evangelización de los territorios de ultramar, la lucha contra los protestantes, las alianzas con Roma frente a la Reforma? Para un católico, la presencia de Dios, ni personal, ni social ni culturalmente, es una presencia más, otro factor de influencia como cualquier otro.
     
    Es cierto que España a partir del siglo XVII comienza a entrar en cierta decadencia, que con el paso de los años y los siglos va acentuándose. Pero, y sigo preguntando: ¿decae porque no consigue estar en sintonía con los tiempos? ¿Porque en España se desprecia la investigación científica? ¿Quizá porque no se hace liberal? ¿Porque no es amante de la democracia?… Es más, y me pregunto como católico que mira al pasado de Europa y de España ¿debemos considerar avances la pérdida o incluso el ataque a la presencia de Dios en la vida pública de esas sociedades crecientemente desarrolladas en su saber científico, en la división de poderes o en la autonomía moral del hombre frente a la radical heteronomía de la Ley de Dios? Así, sin ir más lejos y dando un salto a nuestro presente, ¿es un avance que hoy se celebre el día del orgullo gay?
     
    Son reflexiones en voz alta que me hago sin ánimo de dogmatizar, para animar la reflexión. La presencia y la posterior ausencia de Dios en un pueblo, como en el caso de España, no es un factor más que incide junto con muchos otros, en un plano si no de igualdad, sí de mayor o menor peso, de proporcionalidades, por así decir. No, la presencia de Dios en la vida de una nación, como lo es en la vida de un individuo, es un hecho cualitativa o esencialmente determinante. Es un punto de inflexión, marca un antes y un después. Así fue de un modo paradigmático para la formación de la identidad española y de su desarrollo histórico. Y su ausencia lo está siendo nuevamente para su extinción y muerte. Lo siento, don Pío, pero al menos en este punto don Marcelino tiene toda la razón.  

  29. manuelp dice:

    doiraje

    Yo tampoco soy creyente y, solo desde la perspectiva del análisis histórico, estoy de acuerdo con Menéndez Pelayo más que con don Pio. Por tanto la exactitud de ese análisis no depende de creer o no creer.

  30. doiraje dice:

    Bueno, quizá no dependa por completo, y que sea una cuestión de sensibilidad, por así decir. Usted intuye de forma más ajustada la importancia del hecho, lo calibra mejor que D. Pío.

  31. doiraje dice:

    Y esto habla muy en su favor, porque es algo verdaderamente excepcional.

  32. manuelp dice:

    Pues es algo raro, porque don Pío tiene “ojo de halcón” para la Historia. A lo mejor es que hoy se ha levantado con el pie izquierdo.

  33. doiraje dice:

    # Anselmo:
     
    Nadie sabe cómo será la vida después del muerte, nadie sabe cómo será el Cielo, el Infierno ni el Purgatorio. Pero los tres están relacionados con un mismo hecho, y lo enlazo con el comentario que hice más arriba: el grado de presencia de Dios en la criatura. En el Cielo, gozaremos de la contemplación beatífica, del goce infinito e inimaginable de poder ver a Dios cara a cara. El Purgatorio, es la expectativa del alma de ese goce que se demora y tarda en llegar, pero que es el motivo o la meta última que da sentido a la purificación espiritual. El Infierno, con llamas o sin ellas, es la pérdida de toda esperanza por siempre jamás de estar en contacto con Dios. La vida terrenal es un préstamo, somos administradores de un don que no nos pertenece, gestores de un patrimonio al que deberemos rendir cuentas a su propietario. Aquel que niegue a Dios en esta vida, que eche a perder su vida, ese don, ese patrimonio, será tratado de igual modo en el más allá. Nos condenamos nosotros, Anselmo. Y el Señor aplica la ley con todas sus consecuencias. Como decimos por aquí: en el pecado lleva la penitencia.

  34. doiraje dice:

    Bueno, respetemos, Manuel, los ritmos y las decisiones de cada uno.

  35. manuelp dice:

    Ya, pero en este sitio se supone que se debaten las cuestiones propuestas, el respeto va- o debe ir, que no siempre- de suyo.

  36. doiraje dice:

    Cierto, así es.

  37. malpharus dice:

    Jena, el cocodrilo… ahora subtitulado en español
    http://www.youtube.com/watch?v=PFaSxgVTf50

  38. doiraje dice:

    # Manuel:
     
    Muy atinado su comentario que copio aquí:
     
    “También es verdad que la renovación necesaria de ese sentido católico no va a venir de la jerarquía católica, ni española ni vaticana. Al igual que fueron los Reyes Católicos los que impulsaron la reforma de la iglesia española en el siglo XV, de la que salió fortalecida, se necesitaría un movimiento político capaz de dinamizar a esta iglesia igual que a todos los demás estamentos de la sociedad.”


    También estoy convencido de ello. No sé si será un movimiento político, como usted señala, o de otro tenor, pero surgirá, si no fuera, sí en los aledaños o en la periferia, como gusta decir este papa, de la Iglesia. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que tal revitalización consistirá en una renovación de la presencia de Dios en la vida de los hombres a todos los niveles, personal, social y cultural. Ojalá llegue cuanto antes.

     
     

  39. manuelp dice:

    doiraje

    El ingles Gerald Brenan dice en su “El laberinto español” que Cánovas del Castillo había estado estudiando las causas de la decadencia española en el siglo XVII en el archivo de Simancas y había llegado a la conclusión de que aquella se produjo sobre todo por el afán español de hacer más cosas de las que para las que existían medios. Yo, leyendo el libro de Cánovas sobre la decadencia española no veo esa conclusión por ningún lado y si veo que dice que la causa principal fue el gobierno de los corruptos y mediocres, al mismo tiempo que da tres objetivos básicos para España, la recuperación de Gibraltar, la reunificación con Portugal y la presencia en el norte de Africa.

    Con las enseñanzas de la historia, creo que las causas y los objetivos propuestos por Cánovas son bastante actuales- adaptando lo de Africa a la defensa contrar el islamismo que a no tardar nos amenazará-, y lo que hace falta es un líder que ponga en pie a la nación, por eso digo lo del movimiento político. Si no aparece ese líder y ese movimiento, dé por seguro que aparecerá- ya empieza- un nuevo frente popular que nos llevará al cantonalismo y a la miseria.

  40. manuelp dice:

    Lo que es completamente seguro es que las fórmulas liberal-capitalistas de eurobeatería, libremercadolatría y demás mojigangas sólo servirán para seguir hundiéndonos.

  41. Pío Moa dice:

    Nuevo hilo

  42. doiraje dice:

    Ya digo, Manuel, que no sé qué forma tomará esa regeneración o revitalización. La mayor presencia de Dios en la vida de un pueblo, como le decía a D. Pío más arriba, es un factor movilizador poderosísimo, de hecho el más potente, incomparable con respecto a cualquier otra motivación. Tanto es así que produciría consecuencias directas en todos los ámbitos de la vida pública: en el desarrollo social, político, cultural, económico… De hecho, la nación entera se vería relanzada con nueva ilusión. Así, las relaciones con hispanoamérica alcanzarían un vigor desconocido desde la época imperial; nuestra fortaleza reivindicadora del Peñón se vería estimulada y no nos arredraríamos ante las maniobras del Reino Unido ni ante la burocracia funcionarial europea, etc., etc. Es decir, se abrirían un montón de posibilidades que hoy vemos como quimeras o vanas especulaciones.
     
    Desde luego, como usted dice, del liberalismo y de esta Europa de burócratas masones no podemos esperar nada.
     
    Y mientras esto no ocurra, en efecto, el nuevo Frente Popular de desarrapados de Dios y de toda verdad volverán a hacer de las suyas, que siempre ha sido destruir todo lo que se le oponga o no entienda.