Dos crisis históricas, dos generaciones y una novela

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(Con ruego de difusión)

     DOS CRISIS HISTÓRICAS,  DOS GENERACIONES Y UNA NOVELA. (Conferencia)

   La crisis de la II República

Todas las sociedades y países sufren a lo largo de su historia crisis graves, de las que pueden salir fortalecidos, debilitados o destruidos, según sepan reaccionar. Por poner un caso clásico, Roma estuvo muy cerca de perecer en Cannas, pero se rehízo y al final venció a Cartago. A España le costó siglos superar  la derrota ante el islam. Con  Enrique IV, Castilla pudo haber naufragado en luchas civiles, sin unirse a Aragón ni recomponer España. En la Guerra de  Independencia, la reacción popular venció a los invasores, pero  el país quedó internamente dividido.  Estas crisis pueden venir de una intervención externa o de factores internos. Las crisis internas suelen obedecer a disensiones sin posible acuerdo, que paralizan a la sociedad o generan guerras civiles. Muchos países han sufrido estas contiendas, a veces con efectos  devastadores, a veces revitalizantes, como la de Secesión en Usa o la española de 1936-39. En cambio las españolas del siglo XIX no solucionaron una depresión que, con momentos más álgidos o más atenuados, se arrastró hasta la Restauración en 1875.  A su vez, la Restauración afrontó nuevos desafíos internos que terminaron por hundirla, siendo su última consecuencia la II República. Con esto nos situamos ante la gran crisis del siglo XX, materializada en el derrumbe de la república y la guerra Civil, crisis prolongada por el peligro de la Guerra Mundial y de una nueva guerra interna más una posible invasión.

La cuestión se entiende mejor  atendiendo a la  naturaleza de las sociedades humanas. En todas ellas fluyen y se oponen diversos intereses, sentimientos, ideas y proyectos, corrientes sociales en conflicto que pueden llevar al choque o a la disgregación. Para mantener un orden aceptable, la sociedad genera espontáneamente el poder y la ley. La causa última de una guerra civil o una revolución radica en la caída de  la ley, sea porque esta es rota desde el poder, sea porque una gran parte de  la población la rechaza y quiere sustituirla radicalmente por otra más acorde a lo que cree ser sus intereses.

¿Cómo se dio este proceso, en concreto, en los pasados años 30? Ante todo, debemos apartar la distorsión propagandística en cuatro puntos: A) La legitimidad republicana no vino de unas elecciones municipales, ganadas por los monárquicos, sino de la cesión del poder por parte de una monarquía en quiebra moral. B) Los partidos propiamente republicanos eran débiles y no todos de izquierda, como suele suponerse. De hecho, el mayor y más votado fue el Radical de Lerroux, que había superado su  energumenismo de principios de siglo y evolucionado hacia la derecha. C) La derecha no conspiró desde el primer momento contra el nuevo régimen, como se dice, sino que lo aceptó, aun si con reticencia. D) Contra esa false versión, fue de las izquierdas de donde surgió la oposición inicial a la república, esto es, del Partido Comunista y de los anarquistas. Además, el PSOE y los separatistas catalanes y vascos solo apoyaron al régimen condicionalmente, en la medida en que este les abriera paso hacia sus objetivos, es decir, hacia la  que llamaban dictadura del proletariado, por parte del PSOE, o  hacia la disgregación de España. Eran partidos  revolucionarios, no demócratas.

Por consiguiente, y  dado que anarquistas y socialistas tenían las organizaciones más fuertes y masivas (el PSOE gracias a su previa colaboración con la dictadura de Primo de Rivera), la república nacía muy débil. Solo podría consolidarse fortaleciendo a los grupos no revolucionarios, como los republicanos moderados y las derechas que lo aceptaron, a regañadientes pero sin violencia. Todo esto lo he documentado a fondo en mi trilogía sobre la república y la guerra, y, como puede verse, cambia radicalmente muchos enfoques de la historiografía actual, lastrada por la propaganda.

Ya antes de tener su Constitución, la república sufrió el primer ataque, no a su legalidad, aún inexistente, pero sí a su legitimidad: la quema de un centenar de  iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza católicos. El crimen partió de izquierdas republicanas y lo significativo es que lo amparó el gobierno, cuya inhibición delictiva dio un tremendo golpe al prestigio del nuevo régimen, creó una profunda división en el pueblo e  impulsó a conspirar a algunos derechistas, muy pocos.

La  Constitución dividió aún más al pueblo, por la cuestión religiosa sobre todo.  Dado el peso de la tradición cristiana en España, algunos radicales pensaron en una ley laica, pero no anticatólica, para no profundizar el enfrentamiento; pero fue Azaña, republicano de izquierda y contrario a la moderación, según él mismo advirtió, quien rompió aquel principio de acuerdo. Así, hizo votar una Constitución  que reducía al clero a una ciudadanía de segunda y restringía los derechos de los católicos. En ese sentido, aunque no en todos, era una Constitución antidemocrática, en la que no cabía toda la sociedad y que propiciaba el choque social, como advirtió Alcalá-Zamora.

Comprender a Azaña, por entonces el personaje más prestigioso de la república, exige atender a sus propios designios, expuestos públicamente: deseaba un “programa de demolición” de las tradiciones españolas, en particular las religiosas, y en su irrealismo, osó decir que España dejaba de ser católica. Para realizar su plan demoledor, Azaña contaba con los sindicatos y partidos más extremistas de izquierda, a los que pensaba dirigir por la que llamaba “inteligencia republicana”. Apuesta de nuevo irreal por cuanto él mismo acusaba a los suyos  de botarates y cosas peores, y de  hacer “una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”. Frases parecidas abundan en sus diarios, y aún más fuertes en los “padres espirituales de la República”, Marañón, Pérez de Ayala y Ortega, una vez comprobaron el fracaso de la experiencia. Importa leer a Azaña para entender aquel régimen: la demolición pretendida exigió a republicanos y socialistas restringir severamente la democracia, para terminar demoliendo… la  legalidad republicana que ellos mismos habían impuesto.

La precaria democracia de la Constitución mermó aún con la Ley de Defensa de la República, que permitía al gobierno actuar con verdadero despotismo. Aun así, todo lo aceptó, aunque a regañadientes, el  perjudicado grueso de la derecha. La CEDA, su principal partido, aspiró a cambiar la Constitución, pero siguiendo los trámites legales.

Los asaltos violentos a la ley empezaron con las insurrecciones anarquistas. También el golpe de Sanjurjo, que fracasó ridículamente al no apoyarlo casi nadie en la derecha. Poco después, una nueva insurrección ácrata, con el episodio de Casas Viejas, hundió políticamente a Azaña. El régimen fue de crisis en crisis, hasta las elecciones de noviembre de 1933,  en las que las izquierdas cayeron espectacularmente: el partido de Azaña bajó a  de 26 a 5 diputados, el Radical Socialista, de 59 a 4, y el PSOE de 115 a 59. En cambio el Partido Radical de Lerroux subía de 90 a 102 y sobre todo el partido derechista-católico CEDA, fundado unos meses antes, llegaba a 115. La derecha antirrepublicana, monárquicos, tradicionalistas y Falange, obtenían entre todos unos 40.

¿A qué obedeció un vuelco tan radical?  Se ha especulado mucho sobre ello, pero las causas saltan a la vista: bajo el gobierno de izquierda se había multiplicado el desorden público mientras la miseria y el hambre volvían a los niveles de principios de siglo. Las reformas propuestas, agraria, militar, educativa y autonómica habían fracasado, todas por la misma causa, el sectarismo y la incompetencia, como denunciaba amargamente el mismo Azaña, quien, sin embargo, continuaba con sus proyectos de demolición.

Y ante el triunfo de la derecha, la legalidad sufrió su peor embestida: los anarquistas lanzaron su insurrección más sangrienta,  pero casi fue lo de menos. Los socialistas, separatistas catalanes y en menor medida los vascos, y las izquierdas republicanas se declararon en pie de guerra contra la voz de las urnas. Azaña y los suyos presionaron a Alcalá-Zamora,  presidente de la república, para que anulase las elecciones y amañase otras nuevas con garantía de triunfo izquierdista. Al fracasar sus manejos, Azaña urdió un nuevo golpe con la Esquerra catalana. El plan fracasó al no lograr atraerse al PSOE, no porque este se mantuviera fiel a la Constitución, sino porque preparaba a su vez una insurrección, concebida textualmente como guerra civil, para imponer la dictadura de su partido, por lo que no pensaba dejarse dirigir por “burgueses”. He detallado esto último, por primera vez, en el libro Los orígenes de la Guerra Civil.

A lo largo de 1934, las izquierdas y el PNV desafiaron la ley para subvertir al gobierno legítimo, hasta culminar en la insurrección de  octubre, que dejó 1.300 muertos y enormes destrucciones materiales, sobre todo en Asturias pero no solo. Los rebeldes fueron derrotados porque la mayoría del ejército defendió  la Constitución, anulando la acción de los militares golpistas de izquierda, y porque casi nadie, salvo en la cuenca minera asturiana, secundó  los llamamientos a la guerra civil. Las derechas pudieron replicar al golpe con un contragolpe que liquidase de una vez la república, y así lo habrían hecho de ser fascistas, como les acusaban las izquierdas con deliberada falsedad. Pero el gobierno derechista defendió la legalidad republicana. De hecho salvó a la república

El camino a la guerra

La república, malherida, aún pudo haberse repuesto si los rebeldes de octubre hubieran rectificado. Pero la mayoría socialista optó por bolchevizar el partido para convertirlo en un instrumento de insurrección más perfecto. Los demás planearon recobrar electoralmente el poder, pero con un programa mucho más radicalizado que el republicano de 1931. Para ello se unieron en lo que se llamaría Frente Popular.

Lo lógico habría sido que los vencidos en las urnas y luego por las armas se desacreditaran por completo, pero ocurrió lo contrario: pasaron de acusados a acusadores. Al efecto desataron una masiva campaña nacional e internacional culpando a la derecha de haber realizado una represión sádica en Asturias. He examinado las acusaciones, mezcla de exageraciones y simples embustes, que sin embargo han aceptado largo tiempo la mayoría de los historiadores. En realidad, la represión fue escasa y los partidos que habían asaltado la república fueron mantenidos en la legalidad. Pero las denuncias izquierdistas fanatizaron a mucha gente y envenenaron a la sociedad. La insurrección había fracasado, en definitiva, porque los odios no habían alcanzado un grado muy alto, pero la campaña sobre la represión en Asturias los exacerbó, lo cual ayuda a explicar la  crueldad con que se desarrolló la contienda a partir de julio de 1936.

Por si la ley  no había sido ya lo bastante vulnerada, el presidente Alcalá-Zamora, un católico deseoso de pasar por  progresista, ayudó a destruir el partido moderado de Lerroux y  expulsó del gobierno a la CEDA con manejos antiparlamentarios poco legítimos. Hubo de suspender las Cortes, y para rehuir el peligro de ser juzgado por la Diputación Permanente,  convocó elecciones anticipadas para el 16 de febrero de 1936. El Frente Popular se arrogó la victoria  en un clima de violencias, coacciones  y odios desatados, reconocido por el  propio Azaña: Los gobernadores (encargados de velar por la pureza del escrutinio) habían huido casi todos. Nadie mandaba en ninguna parte, y empezaron los motines». Los fraudes  han sido corroborados por  las memorias de Alcalá-Zamora recuperadas hace pocos años. Las votaciones nunca fueron publicadas, lo que agrava el carácter no democrático de aquellos anómalos comicios.

A partir de ahí, la Constitución y cualquier sentido de la legalidad cayeron por tierra, según muestran todos los testigos, incluido el socialista Prieto. Azaña constata,  apenas pasado un mes de las elecciones: “«Hoy nos han quemado Yecla: 7 iglesias, 6 casas, todos los centros políticos de derecha y el Registro de la Propiedad. A media tarde, incendios en Albacete, en Almansa. Ayer, motín y asesinatos en Jumilla. El sábado, Logroño, el viernes, Madrid, tres iglesias. El jueves y el miércoles, Vallecas… Han apaleado a un comandante, vestido de uniforme, que no hacía nada. En Ferrol a dos oficiales de artillería; en Logroño acorralaron y encerraron a un general y cuatro oficiales. Creo que van más de doscientos muertos y heridos desde que se formó Gobierno, y he perdido la cuenta de las poblaciones en que se han quemado iglesias y conventos. Con «La Nación» (periódico de derechas) han hecho la tontería de quemarla». Para Azaña, aquellos incendios no pasaban de tonterías.

Y era solo el comienzo. En cinco meses el paro subió en flecha, más de 300 personas fueron asesinadas o murieron en disturbios, fueron quemadas cientos de iglesias, así como sedes y periódicos de derechas, registros de la propiedad, etc. Alcalá-Zamora fue destituido ilegalmente y con la misma ilegalidad se despojó de numerosos escaños a las derechas. La justicia pasó bajo el control de los sindicatos. Los gritos de “Viva Rusia” o “Viva la República” se oponían a los de “Viva España”. En las Cortes se proferían amenazas de muerte a los líderes de la oposición, hasta llegar al asesinato de Calvo Sotelo.  La ley no protegía a la mitad, al menos, de la población, que defendía la unidad de España y el cristianismo y que, en palabras de Gil-Robles, no se resignaba a morir. Las izquierdas y separatistas parecen haber creído siempre que la democracia consistía en que mandaran ellos, sin importarles los medios ni las consecuencias.

Resumiré, en fin, los golpes sucesivos que desde el gobierno y desde la calle aniquilaron la ley y los elementales principios de convivencia, creando un proceso revolucionario: la quema de conventos,  bibliotecas y escuelas, las insurrecciones anarquistas, una Constitución solo a medias democrática, la Ley de Defensa de la República, el golpe de Sanjurjo, el rechazo izquierdista a la decisión de las urnas, la subversión cuajada en la revolución del 34, la campaña de falsedades sobre la represión de Asturias, los manejos ilegítimos de Alcalá-Zamora, las elecciones fraudulentas de 1936 y el arrasamiento final de cualquier norma democrática por el Frente Popular. La consecuencia fue  la guerra civil, emprendida por las izquierdas en 1934 y reanudada en 1936 debido a la destrucción de la legalidad. Se dieron entonces los dos factores señalados al principio: abuso sistemático del poder  por las izquierdas y separatismos, y un sector del pueblo fanatizado por doctrinas utópicas e irreconciliables, que rechazaba la propia ley republicana.

Me importa señalar que no se trata de una interpretación más de la historia, sino de la que mejor casa con los hechos conocidos y los explica. Pues, por más que ha levantado irritación en ciertos medios políticos y académicos, nunca hasta ahora ha sido rebatida.

Segunda crisis histórica

Hoy nos hallamos de nuevo ante una profunda crisis democrática, nacional, moral y económica, con semejanzas y diferencias con la de los años 30. En cuanto a las diferencias,  no existen unas violencias desatadas como entonces, aunque los odios aumentan y la violencia terrorista ha sido una constante, debido al mal tratamiento de ella por los gobiernos. La semejanza clave consiste en la progresiva destrucción de la legalidad  constitucional, acelerada en los últimos ocho años, que trataré brevemente.

La transición de la ley a la ley, es decir, de la legitimidad franquista a la democrática, fue  bastante fácil gracias al legado del franquismo: una sociedad próspera y, sobre todo, reconciliada, olvidada de las furias que habían destrozado la república. Luego también se reconciliaron los partidos y políticos, pero lo hicieron sobre equívocos peligrosos. El peor,  la identificación de antifranquismo y democracia, convirtiendo en demócratas por excelencia al PCE  y a la ETA. Y los demás antifranquistas se identificaban con el Frente Popular, presentándolo como abanderado de la libertad. Esta doble falsificación, ideológica e histórica, con proyecciones políticas del mayor alcance, pudo asentarse porque la derecha renunció a la lucha de ideas, refugiándose en un torpe y romo economicismo. Desde entonces la democracia ha sufrido cuatro grandes plagas: el terrorismo, una corrupción y derroche  rampantes, los separatismos y la degradación de la  justicia. Pues bien, todas esas amenazas y peligros han procedido, nuevamente, del conglomerado antifranquista. Y no es casual.

Así, la reconciliación de los políticos sobre base falsa generó una perturbación de la democracia, visible en una Constitución ambigua y en parte incumplible, elaborada, con oscurantismo y maniobras al margen de las Cortes. Después, los errores iniciales no se corrigieron, sino que se han ido agravando hasta llegar a la depresión actual.

En los años 30, el peligro mayor para España era el revolucionario y el segundo el separatista. La caída del Muro de Berlín ha alejado el revolucionario, pasando a primer plano el segundo. Al comenzar la Transición, el separatismo era irrelevante, pero desde entonces ha crecido por tres vías: el desleal e inconstitucional uso del poder autonómico para adoctrinar contra España desde la escuela; la no menos ilegal inhibición del poder central ante tales desafueros; y el terrorismo de  la ETA.

Sobre las dos primeras vías no hará falta extenderse, porque saltan demasiado a la vista, incluyendo la degeneración de la justicia, reflejada en un Tribunal Constitucional cuya misión, se ha dicho, consiste en hacer constitucional lo que es anticonstitucional. En definitiva, los gobiernos regalaron a los separatistas los medios económicos, mediáticos y de enseñanza con los que socavar la nación española. Pero casi nunca se ha analizado  la influencia corrosiva de la ETA.

Cuando comenzó a asesinar en 1968, la ETA recibió apoyo moral, propagandístico y material de gran parte del clero vasco  y no solo vasco, de la oposición antifranquista, de  parte de la prensa bajo el mismo franquismo, de los regímenes argelino, castrista y, sobre todo,  del francés, que obsequió a la ETA un santuario desde donde atentar impunemente. En muchos países europeos, la simpatía por los asesinos se manifestó estruendosamente con motivo del juicio de Burgos en 1970 y de la ejecución de varios terroristas en 1975.  La ETA llegaba al posfranquismo semidesmantelada, pero con el marchamo de antifranquista por excelencia junto con el Partido  Comunista y, por tanto, de “demócrata”. El País  y otros centros de opinión y poder insistían en que no debía tratársela como el grupo de pistoleros que era, sino ofrecerle  una “solución política”, aparte del acoso policial. La “salida política” implicaba aceptar el asesinato como un modo de hacer política. Un cambio de régimen suele acompañarse de una amnistía que facilite la nueva andadura, pero la amnistía a los etarras no fue una concesión del gobierno de UCD sino que fue arrancada a este por la presión de movilizaciones callejeras en Vascongadas y de los simpatizantes de la ETA en Madrid y Barcelona. Lo cual desprestigió al gobierno y fortaleció a los terroristas.

Así,  la banda criminal pudo rehacerse con rapidez y convertirse, gracias a la “salida política” en una plaga espantosa para la legalidad democrática. Los separatistas no violentos en Vascongadas y Cataluña  vieron una excelente oportunidad para “recoger las nueces” presentándose como alternativa a la ETA, a cambio de lo  cual el gobierno debía ceder más y más competencias, so pretexto de “quitar base” a los radicales. Y la UCD, luego el PSOE y el PP, las cedieron en un camino hacia la disgregación del país.

Probablemente aquella “solución política” ha sido la política más nefasta, no solo por impulsar los separatismos, sino por su permanente erosión del estado de derecho,  de la ley. Como he analizado en Una historia chocante, esa línea solo cambió, aunque no del todo, con  Aznar, y con espléndidos frutos. La ETA fue acosada y frustrados casi todos sus atentados, ilegalizadas  sus terminales políticas y mediáticas, rebajada su influencia popular en las Vascongadas. El Pacto Antiterrorista pareció asegurar que el PSOE también pasaba por fin a defender la ley  democrática.

Pero fue una ilusión. El PSOE volvió al poder explotando de forma ilegal el más sangriento atentado de la historia de España, todavía no aclarado. Y a continuación convirtió el Pacto antiterrorista en Pacto con los terroristas: no solo recobró la vieja línea de la salida política, sino que la convirtió en colaboración con los asesinos, a quienes premió legalizando sus terminales, que pasaron a recibir dinero público y a hacer una intensísima agitación política; les facilitó el censo de domicilios de los ciudadanos;  les dio proyección internacional en el Parlamento europeo y otros foros; trató de  silenciar y desacreditar a las víctimas directas de los asesinos; alentó unas nuevas autonomías, empezando por Cataluña, que dejaban en marginal la presencia del estado en las regiones; de paso extendió la corrupción entre políticos y jueces y  disfrazó de “proceso de paz”, injuriando a la inteligencia, estas y otras ilegalidades delictivas contra la Constitución y la unidad de España. He expuesto las causas de tales felonías, que han cuarteado la legalidad democrática: el PSOE comparte con la ETA demasiadas cosas. Ambos son socialistas, antifranquistas viscerales, se llaman “progresistas”, tienen una idea negativa de la historia de España, que en la ETA se muestra en agresividad feroz y en el PSOE en indiferencia por la unidad nacional. Y enemigos de Montesquieu.

Zapatero ha causado una involución antidemocrática, cuya concreción legal, es decir, ilegal, ha sido la ley de memoria histórica, totalitaria desde su misma concepción, pues intenta imponer una determinada versión del pasado. Al tratar de ilegitimar el franquismo, esa seudoley  ilegitima la transición, la monarquía y la democracia salidas de él. Intenta volver a la “ruptura” querida por las izquierdas y los separatistas después de Franco para enlazar con el Frente Popular, que ellos confunden con la república. Pues recuérdese que fue dicho frente el que dio el golpe de gracia a la ley republicana.

Los defectos iniciales de la Constitución pudieron haberse corregido, y con Aznar se emprendió  el camino con vacilaciones pero los últimos gobiernos socialistas han convertido la ley básica en papel mojado, gracias también a la ausencia de oposición real por parte del PP. España ha evolucionado negativamente hacia un estado dominado por una casta política corrupta que controla todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, que puede permitirse impunemente arruinar el país, mentir desaforadamente, colaborar con el terrorismo y asolar el estado de derecho.

Este proceso ha sido denunciado desde el principio por algunas personas, entre las que me cuento. Pero la denuncia  no ha surtido el efecto natural de impulsar una movilización que frenara el abuso de los partidos y la devastación de la ley.  El descontento social no ha cuajado en una alternativa viable y fiable, y la rebeldía civil de los primeros tiempos de Zapatero fue manejada y conducida  a la nada por el partido de Rajoy, más interesado en mantener un reparto de poder tan beneficioso para los grandes partidos como perjudicial para el país. Todo ello revela un envilecido estado moral de la sociedad, manifiesto en muchos otros síntomas como una auténtica colonización por el inglés, una gibraltarización del país  contemplada con asentimiento bovino por la mayoría, el  botellón juvenil, la telebasura, los índices de fracaso matrimonial y familiar, de fracaso escolar, de expansión de las drogas,  alcoholismo, aborto, violencia doméstica, delincuencia y población penal, prostitución, etc.  Una sociedad capaz de elegir a personajillos como Zapatero demuestra una grave decadencia. Sociedad, además, envejecida y por tanto con menos capacidad de reacción, con un bajo índice de nacimientos que puede hacer quebrar la Seguridad Social entre otras cosas.  La observación general y de las elecciones parece indicar  una generación sumida en un hedonismo pedestre ya insostenible, en la apatía, la confusión y una despreocupada ignorancia, empezando por ignorancia de la propia historia, que suele llevar a repetir lo peor de ella, como indicaba el filósofo Santayana.

Con ello abordamos la cuestión generacional. La generación actual se ha educado en la aceptación de una triple corrupción, intelectual, económica y sexual, presentada como propia de la democracia. y estas son las consecuencias. Dado el agotamiento de los partidos surgidos de la transición y la ausencia de alternativas, no se vislumbra una solución racional y activa, sino una descomposición aún mayor. Observaba el historiador Vicens Vives que en la historia encontramos generaciones vitales y creativas, y otras apagadas y mortecinas. La actual parece de las segundas, pero, por supuesto, nada es definitivo y no cabe perder la esperanza de que el panorama vaya aclarándose antes de que sea demasiado tarde,  y que de la crisis no salga España desbaratada, sino fortalecida.

La crisis de los años 30 fue mucho más dura que la actual en todos los sentidos, y además se prolongó desde 1933, año del  rechazo de las izquierdas a la decisión de las urnas, hasta 1947 o 48, cuando el maquis, que intentaba resucitar la guerra civil, quedó vencido. Quince años llenos de riesgos e incertidumbres con una guerra de casi tres años, una guerra mundial que estuvo muy cerca de arrastrar y engullir al país, varios años de hambre y escasez causados por las circunstancias bélicas europeas y luego por el injusto aislamiento internacional, además del citado maquis. Y sin embargo  aquella generación fue capaz de afrontar tan duras pruebas y salir adelante, inaugurando la época  de paz más larga y fructífera vivida por España en dos siglos, y que ha continuado, aunque cada vez menos fructífera, hasta la crisis presente. A esa generación le debemos mucho todavía, y sin embargo ninguna ha sido más injuriada y calumniada, un indicio de la miseria moral presente.

En los años 30 pudo  haberse ahorrado la guerra si los partidos de derecha hubieran obrado con más energía y acierto o si la izquierda y los separatistas hubieran aprendido la doble lección de su derrota electoral en el 33 y de su derrota armada en el 34. Como nada de ello sucedió, la colisión se hizo forzosa. Entonces salió a la luz un sector importante de la sociedad que mantenía  unos valores, salud social y sentimiento patriótico  que la capacitaron para rebelarse contra la aniquilación del país y de su cultura cristiana. En la misma izquierda hubo un Besteiro  y algunos más que, al menos de forma testimonial, salvaron algo de  la honra de sus partidos. Hoy no percibimos algo así en una casta política a la que podrían aplicarse los dicterios de Azaña a sus republicanos. No puede ser más evidente  la devastación producida desde Suárez por la renuncia a las ideas, a la verdad histórica y a unos principios morales en política.

 Historia y literatura

Y es aquí donde entra el tema de la novela Sonaron gritos y golpes a la puerta, que ya desde el título expresa la situación creada después del 18 de julio de 1936.  La novela no fue planeada para reivindicar aquella generación, pues no es una novela de tesis, sino histórica, que transcurre entre 1936 y 1946. Pero la reivindicación surge espontáneamente por el contraste con la actualidad.

Hay que decir que la literatura, el cine y el arte en general, modelan más la opinión pública que los estudios históricos, algo que la izquierda descubrió desde muy pronto y que la derecha ignora o carece de talento para competir. Por eso tanta gente traga  bazofias como la serie de televisión Cuéntame o Amar en tiempos revueltos, o una literatura de tres al cuarto, pero muy efectiva por cuanto no encuentra oposición.   Sonaron gritos… podría cumplir un papel en contra de esa avalancha a condición de que encontrase suficiente difusión y, sobre todo, que su calidad fuera buena.  La difusión no depende de mí,  y los grandes medios de masas y suplementos literarios han hecho a la novela un vacío casi absoluto, como a mis otros libros. En cuanto a la calidad,   no sonaría muy convincente que yo les contase las bondades de la novela. Sí he procurado huir del costumbrismo, y los personajes no son tópicos ni típicos, sino fuertemente individuales, no corrientes pero tampoco inverosímiles. Sus aventuras, situaciones y destino, en cambio recuerdan a los de muchos miles de jóvenes y no tan  jóvenes de la época. Una novela histórica corre dos peligros: que la historia se coma a la ficción, quedando un mal libro de historia y una mala novela, o que la ficción se coma la historia y, por ignorancia o prejuicios del autor, el trasfondo histórico quede  en exceso distorsionado, como pasa tan a menudo. Mantener el equilibrio es difícil, y no me corresponde decir si lo he conseguido. Pero citaré algunas opiniones expuestas libremente en diversos blogs de internet, sin las  servidumbres  comerciales y editoriales que a menudo subyacen a  las reseñas de los periódicos de mayor tirada.

Extracto de la bitácora de Aquilino Duque, Premio Nacional  de Literatura, Premio Fastenrath de la Real Academia, premio Leopoldo Panero de poesía y otros, que  reseña, bajo el título “Una novela dantesca”: “Al lector familiarizado con Moa no puede sorprenderle el documentado conocimiento de una época; lo que sí le sorprende es su inventiva. Eso le permite enfocar la tragedia española y mundial  con una visión dantesca en tres grandes cantos, dos de los cuales no hay inconveniente en caracterizar como Infierno y Purgatorio. El tercer canto no es menos grande, pero identificarlo con el Paraíso sería excesivo en un hombre de poca fe como lo es el personaje a través del cual habla el narrador. Esos tres grandes episodios son la guerra civil en Cataluña entre el anarquismo desenfrenado y la quinta columna, la arriesgada gesta de la División Azul y la represión en Galicia de las guerrillas comunistas. 

   “Gritos y golpes no es una historia de buenos y  malos. Buenos y malos hay en ambos bandos, sobre todo si se tiene en cuenta la complejidad de los personajes y las situaciones. No quiero decir con esto que el autor se ponga en el fiel de la balanza o por encima del bien y del mal. Ese embeleco de la “tercera España” en la que algunos hemos caído alguna vez no va con él. El personaje que lleva el hilo conductor del relato es un adolescente, Alberto, que presencia el sacrificio de los suyos del que escapa de milagro y sobrevive gracias a un amigo, Paco, que lo arrastra a toda suerte de aventuras de alto riesgo. Paco es, más que el narrador, el gran motor del relato y, como casi todos los que desfilan por sus páginas, presenta profundos claroscuros, unos claroscuros dignos de personajes de novela rusa. Es imposible interrumpir la lectura de esos tres grandes episodios del relato, no ya por la inventiva de la intriga, que es trepidante siempre, sino por esa complejidad de los personajes que a veces raya en lo paradójico. El nudo del drama, que es el que se desarrolla en Rusia, es el que más abunda en estas situaciones en que el amor y la muerte se confunden en un estrecho abrazo. Por otra parte, la descripción de los combates en el sitio de Leningrado está a la altura por su conocimiento del terreno, de la táctica militar y de la psicología del combatiente, de algunas de las mejores páginas de Galdós en sus Episodios.
Obra en mi opinión divina, / si encubriera más lo humano, decía Cervantes de La Celestina. Otra de las razones por las que no es posible graduar de divina esta novela es porque en ella no hay nada humano sobre lo que se corra un velo. La mayor ruindad y el mayor heroísmo van juntos, lo mismo lo delicado y lo escatológico, y nadie es bueno o es malo por pertenecer a un bando o a otro. Tampoco cabe hablar aquí de tragicomedia, como en el caso de Calixto y Melibea. La calamidad del siglo XX no fue comedia como no fue divina, pero sí tuvo, en el caso de España, un final feliz. Al menos ese parece ser el punto de vista del narrador, y desde luego lo es del que suscribe. La gran enseñanza de la  obra no está en la moraleja dialogada, sino en los hechos y  los comportamientos. En cambio, por poner un par de ejemplos, tenemos al tío Narcís, catalanista, logrero, que trafica en objetos sagrados, se hace llamar Narciso al recauchutase oportunamente como los neumáticos de la época y hace su agosto con el estraperlo; o el párroco gallego que por “mala conciencia” es cómplice y encubridor de terroristas o guerrilleros o partisanos o como se les quiera llamar.
“La novela tiene estructura de drama, y su planteamiento, su nudo y su desenlace guardan curiosa correspondencia, salvando las naturales distancias, con los tres cantos de la Divina Comedia, de ahí que la califique de dantesca, como dantesco fue el marco histórico en el que se desarrolla. Tiene un epílogo en el que se resume una época como la nuestra sin valores, sin ilusiones, sin grandes esperanzas en la que la edad heroica por excelencia, que es la juventud, confunde el heroísmo con la heroína. Por eso yo creo que donde el relato se cierra de verdad es en la sorprendente anagnórisis cuasi póstuma en la que se ata el cabo que quedó suelto en la terrible escena inicial. Sólo entonces encuentra el protagonista  una respuesta a muchos enigmas de su condición humana. 

   “La prosa de Moa no es una prosa para pocos, sino para todos.  No les hace ascos a las masas, porque en el fondo y en la forma es un proletario; un proletario, eso sí, con ojos muy abiertos que descubren la perfidia sinuosa que encubre la grandilocuencia humanitaria, de cuyos mismos recursos dialécticos se vale para desenmascararla”.

Isabel Hernández, profesora de instituto, dice a su vez: Increíblemente buena novela de guerra, con el nexo del episodio del comienzo y la estupenda amistad de los dos protagonistas. Narración ágil, acción sin desmayos, conocimiento de tácticas de guerra y con la sensación de conocer también el terreno. Los personajes secundarios son muy buenos: Crates, Diego, el teniente Larumbe y otros mandos de la División Azul (El Zapatero, Saavedra).Esta segunda parte es la que más me ha gustado. Una gran novela de guerra o de aventuras en la guerra. Creación de caracteres masculinos extraordinaria. Paco es el mejor de todos, se parece a los héroes de Grecia. Sentí que lo matara. Berto muy humano. Todos los secundarios son soberbios, excepto las mujeres. Solo me gustó Pilar,  la madre de Paco.  El Epílogo me parece genial. Para ser buen novelista también hay que ser poeta y a lo largo de la novela se palpa.

El escritor Luis Segura, en su bitácora La cueva de los libros opina: Es una de las mejores obras de ficción, si no la mejor, en lo que llevamos del siglo XXI.   Los hechos los cuenta el protagonista, un profesor de filosofía retirado en los últimos compases de su vida, que, tras la muerte de su mujer, siente la necesidad de poner en orden sus recuerdos y contar su historia. Su lectura me ha evocado la obra maestra de Tolstoi, Guerra y paz. Quizá sea la exquisitez con la que intercala pasajes de amor y de guerra, aunque aquí vemos pocas cortes y todos los personajes viven bajo la sombra de la guerra. Pero también me ha parecido encontrar la idea de Tolstoi de que, quizá, la Historia esté dominada o dirigida por leyes o fuerzas cósmicas sobre las que el ímpetu de los hombres nada puede: “Una noche tuve algo así como una visión: miles de trenes cruzaban Europa con millones de soldados hacia la lucha mortal con otros millones, movidos por la voluntad de unos pocos hombres refugiados en castillos inaccesibles, incapaces de calcular las consecuencias y empujados a su vez por fuerzas difusas, cósmicas, de las que ellos no eran conscientes. Aquel choque colosal alumbraría un nuevo mundo, quizá horrible, y nosotros constituíamos un infinitésimo de aquella fuerza titánica”. Más tarde señala: Las tertulias en Madrid vividas por el exdivisionario son una espléndida fotografía de la época histórica y de las opiniones del momento, en las que una libertad práctica permitía a algunos rechazar el régimen franquista y desear desde una ocupación aliada hasta la vuelta del comunismo.  

Para Miguel Ángel Fernández, ingeniero: La novela ofrece un impresionante cuadro de la guerra civil en Barcelona, la campaña de Rusia y la postguerra narrados con un estilo muy personal. Describe los hechos y sentimientos más complejos en pocos trazos, con precisión de cirujano. Hasta el más paciente de los lectores se siente tentado a saltarse párrafos e incluso páginas de indiscutibles obras maestras, digresiones de Stendhal, reflexiones de Victor Hugo en medio de un apasionante relato, pero es casi imposible encontrar un párrafo inútil en Sonaron gritos. Es un monumento a la concisión. Sirva de ejemplo la relación entre Paco, Alberto, Iliena e Irina, una historia de amores, odios, celos, rivalidades, desapegos y venganzas que el autor resuelve en pocos párrafos y a la que muchos narradores le habrían dedicado varios capítulos.

Luis del Pino, a quien conocerán todos,  un poco en contraste con Aquilino Duque, la ha encontrado una novela “hermosa y delicada”: Que nadie espere una visión maniquea sobre la guerra. A través de las páginas de la novela van desfilando personajes que dejan claro que la maldad y la bondad son cosa de las personas individuales, más que de los bandos. Y que el idealismo, la capacidad de sacrificio o la compasión son pulsiones que nacen del corazón de cada persona, y no un producto de las ideologías. El autor trata a sus personajes, hasta los más despreciables, con un enfoque en el que los tintes heroicos o abyectos se funden en los contornos humanos, dando como resultado caracteres creíbles, de carne y hueso, en los que el mal y el bien conviven, a veces de forma indiscernible. Es esa desengañada compasión la que transforma en elegía la historia. Elegía por unos ideales muertos, por unos amigos muertos, por un pasado que se antoja casi irreal. Y a pesar de todo, por debajo o por encima de ese llanto, late en la historia la pulsión de la vida, en la que el humor y el amor conviven codo a codo con la tragedia, justificándola y trascendiéndola.

Una lectora que firma ZGZNA comenta : “He leído Sonaron gritos y golpes a la puerta  y, por desgracia, ya la he acabado. Ha sido un placer para mí sumergirme en las páginas de esta novela que cumple tan bien el precepto clásico de “docere et delectare”. Una novela, sobre todo, de acción – llevada magistralmente por el narrador – y de reflexión – puesta en boca de los personajes. He ido pasando sin esfuerzo por los escenarios tan diferentes y he ido aprendiendo de una manera distinta a como se aprende cuando se leen sus libros de historia o sus blogs. Se aprende de un modo más “vivencial” porque se está dentro del propio escenario y una se puede hacer mejor a la idea de la envergadura de lo que en esos momentos estaba ocurriendo.    Y me ha pasado algo curioso: la parte  que más me ha gustado es la de Rusia. Y digo que es raro porque yo no soy aficionada a la literatura bélica. Leí en la carrera los libros de épica que entraban en el programa y ya está. Temí que esta parte me cansara un poco pero, lejos de cansarme, es – para mí – la parte más especial. Tiene un “algo”, una magia, el aliento heroico de unos soldados que son héroes pero a la vez son seres humanos con todos sus matices y su complejidad, lejos de los arquetipos heroicos conocidos, que luchan en unas circunstancias extremas cuya dureza no se oculta a los ojos del lector. Y el paisaje; en literatura, el paisaje ruso siempre me ha resultado subyugante. Lo mismo me pasa en esta novela. El narrador refleja con unas pinceladas precisas, acertadas y matizadas, esos ambientes fríos, esos cielos cambiantes e inmensos, la nieve, el hielo… Y de vez en cuando, mezcla la belleza del paisaje con la crudeza de la guerra: por ejemplo, esa cabeza de caballo helado que se asoma cuando atraviesan el río helado.  Contrastes terribles donde la belleza, el heroísmo, la crueldad y la muerte se entrelazan. Cabe destacar esa tremenda descripción del ambiente de la enfermería del frente.

    Y, en medio de tanto horror, ese “reducto del paraíso en medio del infierno” que hacen los cuatro – Berto, Paco, Iliena e Irina – en la dacha de ésta y que tan bien refleja el narrador con ágiles y precisas pinceladas antes de que sea destruido. Me recordó a las novelas de Turgeniev: aunque sean totalmente diferentes, cómo el autor ruso se recrea en reflejar climas de felicidad que luego el tiempo y las circunstancias destruyen. Y es que, como dice alguno de los personajes, “Lo que existe ahora no existía ayer. Lo de ayer no lo encontrarías en ningún lugar del universo, por mucho que buscaras”. No me extraña que el protagonista sienta nostalgia de Rusia, nostalgia por “La nieve, el barro y el fuego, por los bosques y pantanos, los sacrificios y el peligro constante, la acción extremada y penosísima pero con un sentido claro; al menos el sentido que le habíamos atribuido”. Hay dos momentos que añora el protagonista: el de Rusia y el de los Pirineos, los dos que a mí más me han subyugado.

   Por cierto, el narrador no tiene piedad por el lector: van desapareciendo todos los soldados de los que nos habíamos encariñado, reflejando así el poder devastador de la guerra. Pero es que ¡Hasta el pobre Crates! ¡Y después de haberse salvado ya una vez! Crates es, para mí, el personaje más entrañable y mi preferido. Me encanta ese diamante en bruto, con mucho sentido común y nada tonto, que absorbe todo lo que puede, aprende a leer e incluso saca su vena poética. Por cierto, son versos muy buenos. Y hablando de literatura, se agradece que los personajes hagan presente en sus diálogos al gran escritor cuya presencia sentíamos en esos escenarios: Dostovievski.   

     De los personajes masculinos me gusta que no responden a tópicos, son personajes redondos, complejos, con mezcla de luces y sombras. Me gusta que el autor no quiera moralizar ni con ellos ni con sus reflexiones. Los dos que me parecen más nietzscheanos son Paco y, sobre todo, Saavedra (No pude evitar acordarme del Rey Sancho II cuando muere); de ellos me gusta especialmente su sinceridad y la inteligencia brillante y poderosa del primero. Luis es el otro personaje que me gusta mucho: más Schopenhaueriano y Horaciano. Pero tanto el fuerte –Paco – como el frágil, Luis, se hunden bajo un peso que les supera.   Comentaré lo emocionante y trepidante del final de la primera parte y las dos grandes sorpresas que nos reserva el final de la primera y el final de la tercera en relación a la vida del protagonista ¡Qué bien nos sabe sorprender el autor! Hay dos alusiones a Baroja; no me extraña porque, como digo siempre, veo semejanzas entre los dos “Pío” aunque uno sea un hombre de acción y el otro, Baroja, no. Un inciso: cuando describe a los personajes de la pensión de Madrid, lo hace con un estilo tan barojiano que me parece que van a salir por allí Manuel y sus compañeros de pensión de La Busca.

En fin, hay otras muchas opiniones, en su mayor parte  favorables o entusiastas, pero no sigo por no aburrirles. Donde hay más discrepancias es en torno a los personajes femeninos. Para Luis Segura, “Las mujeres que recorren la novela,  Carmen, Luisa, Pilar, Mercè, Irina, Iliena, Eva o Lucía son unas cuantas, todas ellas con su carácter y personalidad particulares”.  En cambio ZGZNA opina que los personajes femeninos son planos y están construidos maniqueamente. Solo Iliena escapa un poco de esto, aunque tampoco mucho. Especialmente Carmen, la pobre víctima que se vacía de sí misma en eso que tanto les gusta a muchos de la abnegación (les gusta para otras, claro, no para ellos mismos). Como ejemplo pondré la primera vez que mantiene relaciones sexuales y que podría calificarse de una violación medio consentida; o la reacción tan inverosímil cuando le cuenta Berto su romance con Iliena”.  Isabel Hernández también cree que los caracteres femeninos están peor construidos que los masculinos, aunque se salva un poco Pilar, la madre de Paco y sus hermanas. En cambio otra lectora, Pilar Llorens, los encuentra mucho más interesantes: Pilar (la de la novela) es lesbiana y feminista y aparece  hosca y atormentada pero no mala persona. Los casos de Iliena e Irina me parecieron totalmente irreales, pero al volver a leerlos me di cuenta de que lo eran, pero a la manera de un sueño, para mí me recordaban un poco la leyenda de Tristán e Isolda, como una cosa fuera de la realidad una huida “al cielo” en medio del infierno, con el enloquecimiento de los dos amigos ante la belleza. Pero los dos grandes personajes son las hermanas Carmen y Luisa, que hacen un contraste extraordinario, la comunista y la “beata” que en un momento parece una arpía, la “liberada” y la moralista católica, y el destino de las dos, una llamada a desaparecer en Siberia y la otra consiguiendo su objetivo de crear una familia, aunque sea con alguien tan esquivo, tan aventurero y tan neura como Berto. Pero ¿acaso no suceden cosas parecidas en el mundo real? Carmen es el amor constante y Berto lo ve como su esperanza de salvación, mientras que Iliena despierta en él una pasión incontrolable: dos nuevas oposiciones llenas de sentido. Una siente dolor por Luisa y por Iliena, y un poco de fastidio por la tenacidad de la inteligente Carmen. Dejo aparte a Eva y a Lucía, por no extenderme. Para  Aquilino Duque: “Cada peripecia cobra además una profundidad insondable en cuanto aparece una mujer, unas veces como agente y otras como víctima del destino”.

Estas  opiniones, no siempre coincidentes, me hacen pensar que la novela no es del todo mala y que retrata pasablemente a una generación más vitalista y esforzada, menos confusa y  más capaz de afrontar los retos de la historia que la actual. Toda obra literaria tiene un componente ideológico más o menos patente, al margen de su calidad puramente artística, y creo, a partir de las reseñas expuestas, que Sonaron gritos podría desafiar a la literatura fuertemente ideologizada que hoy predomina sobre aquel pasado; y quizá ayudar a despertar una mayor vitalidad en la generación actual.

 

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88 Respuestas a Dos crisis históricas, dos generaciones y una novela

  1. Alvo dice:

    Malpharus,

    Dice usted lo siguiente:

    No puede ser aceptable para un cristiano que una persona quede condenada a la miseria porque en un lugar donde hacen falta tres trabajadores sólo hay uno al no resultar rentable tener más. De manera que ese uno, trabaja por tres… y los otros dos se comen los puños…”

    Lo primero de todo es preguntarle ¿quién sabe los trabajadores que hacen falta? ¿El que los contrata, los mismos trabajadores, o usted? Después, si ser o no ser rentable da igual y no es razón suficiente para despedir…. ¡pues que contrate a 1000 trabajadores!¿No?. Y para terminar dudo mucho que ese uno trabaje por tres, por ejemplo, si una tienda tiene que repartir 3 veces menos que antes, y por lo tanto despide a dos que sobran, el restante hará una tarea proporcional al reparto …….

     

  2. Alvo dice:

    Hegemón,

    Bueno, la verdad, es que si existen 20 libros de texto que cuentan todos lo mismo, pues usar uno de ellos es suficiente… La verdad es que las universidades en España son colegios grandes… La historia esa que cuenta usted sobre un departamento poniendo un examen sobre un problema que ni ellos mismos habían logrado solucionar en un mes, pues habla muy mal de esa escuela, porque uno piensa que los profesores de ese departamento actúan de mala fe y que más que a enseñar se dedican a entorpecer y lastrar a sus futuros competidores…. Y sobre todo el sistema de evaluación es una porquería: o sea, que esos profesores evalúan a sus alumnos por un examen que los profesores mismos saben que no lo va a pasar ni el tato … ¡Qué bien eh?! … Es decir, se evalúa LO QUE NO SABE el alumno, no lo que sabe ….

    Mi experiencia en la universad, complutense de Madrid fue esa …. Un cole para chavales crecidos …

  3. Alvo dice:

    Malpharus,

    Como los antiguos sindicatos americanos ¿no?: si un teatro quería contratar una orquesta, la ley le obligaba a contratar a dos … si alguien quería hacer una reforma en casa, la ley obligaba a contratar a más obreros de los necesarios: uno para instalar la caja eléctrica y otro para encenderla …. si uno quería que pintaran su casa, la ley le obligaba a contratar a dos pintores …. ¡y así todos felices comiendo perdices! ….. Le recomiendo que lea a Frederic Bastiat para ayudarle a ver esas falacias …

  4. Alvo dice:

    A mí se me daba muy bien hacer resúmenes y síntesis compactas de libros y por eso casi nunca tomaba apuntes y faltaba a la mayoría de las clases, total, ¿para qué?. Cada maestrillo tiene su librillo.

    Una vez presenté a un examen de Cálculo por error, porque yo ya lo había aprobado pero por no sé qué confusión creía que lo que tenía que hacer … Bueno, pues esa vez lo suspendí y me mandaron a septiembre, así …… así es la forma de evaluar a los alumnos, un exámen, que un día lo puedes aprobar y dos semanas después suspender, depende de lo que caiga, la lotería, o la fama que un departamento se quiera dar a sí mismo …. Da asco.

  5. Alvo dice:

    Si yo fuera profesor, también me podría inventar exámenes infernales para que los pase “ni dios”, y si todos los profesores del departamento nos ponemos de acuerdo en eso, después de un tiempo nuestra asignatura tendría la fama de ser “la más difícil de la carrera”, y tan campantes…

  6. manuelp dice:

    uno para instalar la caja eléctrica y otro para encenderla , Jejeje, ¿Así que las cajas eléctricas se encienden? y luego se sorprende de que le suspendieran el Cálculo que había aprobado por casualidad, claro que según su teoría hay que evaluar lo que sabe el alumno ¿y si es poco o nada, qué?.

    Ya veo que la Complutense se ha degradado mucho desde mis tiempos.

  7. Alvo dice:

    ¡Claro! Me refiero a la caja de fusibles, uno para instalarla y otro para encenderla: es decir, dar a la llave de la general. En relación a mi examen de Cálculo que primero aprobé, luego suspendí y después aprobé en septiembre le digo a usted lo mismo: seguro que usted también aprobó sus exámenes por casualidad: como es imposible que todas las partes de un temario entren en un examen, pues aplíquese el cuento a usted mismo. Y sí, pienso que hay que evaluar lo que sabe el alumno y si como lo pone usted, lo que sabe es poco o nada, pues la pregunta se contesta a si misma. (¡De nada!).

     

  8. manuelp dice:

    Hegemon (del hilo anterior)

    Por cierto. No es con la Cosntitución serviana donde la plebe se hace cargo de las magistraturas puramente religiosas sino dos siglos después, cuando la Ley Hortensia, creo, que los patricios, al final del conflicto, acceden a que los plebeyos puedan ostentar los cargos religiosos. No antes.

    Aparte de confundir la Ley Hortensia con la Ley Ogulnia.

    La crisis final de la lucha se produce con la Lex Ogulnia en el 300 a. C., que permitía a los plebeyos ejercer poderes religiosos y con la Lex Hortensia en el 287 a. C., que daba igual peso a la legislación promulgada por el senado o por la asamblea de la plebe. Ya no existirán diferencias jurídicas entre las dos órdenes y se inicia el poder de una nobilitas patricio-plebeya.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_patricio-plebeyo

    Yo no decía eso sino que fue Servio Tulio el que permitió a los plebeyos la participación en la política de Roma y lo hizo dándoles entrada en las nuevas tribus que creó y asignándoles por tanto dioses protectores que antes no tenían.

  9. manuelp dice:

    Alvito

    ¿Sabe usted lo que es el “centro de gravedad” de una red eléctrica y como se calculan las secciones de los conductores y por tanto los fusibles de esas cajas que dice usted que se “encienden”?

    http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1lculo_de_secciones_de_l%C3%ADneas_el%C3%A9ctricas

  10. Alvo dice:

    Manolito,

    ¿Y sabe usted la fórmula química de los plásticos usados para hacer la caja de fusibles y a qué temperatura se funden si la presión es de 7000 milibares y la temperatura es de 5 grados bajo cero? …. Bueno, como usted está empeñado en sacarle pelos a un huevo, aún sabiendo de sobra lo que quiero decir cuando digo “encender la caja eléctrica” pues hace usted como que no lo sabe …..

    — ¡Qué pasa!¡Que se ha ido la luz!
    — ¡Manolo! ¡Enciende los fusibles que estoy planchando!
    — ¡Los fusibles no se encienden coño!¡Como se nota que no sabes cuál es el centro de gravedad de la red de esta santa casa y mucho menos la sección de los conductores y por tanto los fusibles!
    — ¡Por eso me casé contigo!

  11. manuelp dice:

    Alvito

    ¡Ni p. idea!. Si se va la luz, salvo que viva en una casa con instalación eléctrica del siglo XIX o así o bien ha saltado el limitador de corriente o el disyuntor diferencial o alguno de los interruptores magneto-térmicos, en todos de cuyos casos no hay que “encender” nada sino rearmar el disyuntor saltado subiendo la palanquita correspondiente.

    Bueno como diálogo “con” un besugo ya está bien.

  12. Alvo dice:

    Manolito,

    Es como si yo le pregunto a usted, ¿y qué quiere decir esa p. en “¡Ni p. idea!”?¿Qué significa “idea” para usted?… ¿Y “casa”?¿Cuál es el origen de la palabra “corriente”? … Es usted el besugo, el que no quiere entender y actúa con muy mala fe, sólo porque así cree que puede obtener una victoria para finalmente decir “¡Ni p. idea!” … JAJAJA … La expresión “encender la caja eléctrica [los fusibles]” o “encender los fusibles” es algo que entiende todo el mundo, menos usted porque no le da la gana ….  

  13. Catlo dice:

    Igual nos libramos del rescate, lo cual sería un buena noticia. Recarte piensa que es posible.
    Alberto Recarte: “Se están cumpliendo las precondiciones para salir de la crisis”

  14. Catlo dice:

    Otros economistas piensan que no pedir ahora el rescate empeorará las cosas luego.
    “Retrasar el rescate es perder un tiempo precioso”: los analistas replican a Rajoy

  15. infans dice:

    Don Pio, la BBC ataca de nuevo: “The Invention of Spain” (“La invención de España”). Es un programa que quiere ilustrar los problemas identitarios actuales; quizás lo único malo es el título. Ya veremos, pero con ese titular no promete.
    http://www.bbc.co.uk/programmes/b01nk276 

  16. manuelp dice:

    Alberto Recarte es una persona que nunca me ha acabado de inspirar confianza, ni como político ni como economista, me parece de la estirpe de los Boyer, Conthe, etc es decir un “tecnócrata” a la nueva usanza pero con una diferencia fundamental con aquellos otros tecnócratas de los años sesenta del pasado siglo que es la carencia de unos principios morales sólidos aun cuando fueran un tanto obsoletos. Ya el hecho de presidir LD me parece muy significativo, después del episodio de la expulsión del sr. Moa de ese medio mis convicciones respecto al “liberalismo”- por lo menos el español- empezaron a cambiar notablemente. Y no es que yo sea un fanático de don Pío que cuando se pone estupendo tiene lo suyo, pero habla claro y es previsible y no le deja a uno patidifuso como estos “liberales” con sus ocurrencias, como FJL abogando por expulsar a Cataluña de España.

  17. Alvo dice:

    Bueno, la BBC en su línea de siempre, atacando y denigrando a España …. todo lo contrario que TVE que adora a Inglaterra, ya lo vimos con los presentadores de los JJOO de Londres … “es un gran país”,”es una gran nación”, decían sin parar esos imbéciles …

  18. Alvo dice:

    Hace poco vi en YouTube un vídeo de 1981 (?) en el que los presentadores británicos (BBC) de Eurovisión se mofaban de España… A ver si lo encuentro y pongo el enlace …

  19. Catlo dice:

    Desde luego, con la expulsión de Moa de LD también quedó muy tocada la credibilidad de ese medio. Cuando de lo que se trata es de la política económica del Gobierno, Recarte suele ser bastante comprensivo con aquel.

  20. LeonAnto dice:

    manuelp y Catlo: No hay que olvidar que Recarte era un prominente fontanero ucedeo, en La Moncloa, durante la presidencia de Adolfo Suárez, , y, a lo que se ve eso imprime carácter.

  21. manuelp dice:

    LeonAnto

    Si, no lo sabía eso del pasado ucedeo de Recarte, pero es congruente con la actuación de los liberales españoles en la Transición.

  22. malpharus dice:

    Je, je… al final va a resultar que Recarte es masón…

  23. Catlo dice:

    Los analistas más o menos liberales de Usa ven la cosa española peor que Recarte.
    La UE podrá rescatar a España pero no salvarla de sus políticos, afirma el WSJ
     
    ¡Estos también tienen cada cosa! Empiezan a entrerarse ahora de cómo funciona esto, tal vez porque alguien les ha traducido a Centeno.

  24. Catlo dice:

    Las mentes pensantes del separatrismno catalán llegan a esto: “Estamos en una situación singular: formamos parte del Estado español y por ello pertenecemos a la UE. Pero si queremos salir del amparo del Estado español, no comprendemos porqué no podemos seguir dentro de la UE. Ésa es la cuestión que hay que hablar con Europa”
    http://www.elconfidencial.com/espana/2012/10/31/se-desinfla-el-globo-independentista-ciu-duda-de-sus-dos-principales-bazas-108294/
    Fíjense ustedes en lo retorcidos que pueden llegar a ser estos locos. Empieza la frasecita diciendo que forman parte del Estado español y acto seguido habla de salir del amparo del Estado español. O sea que hablan de salir del amparo de sí mismos, por tanto su proyecto consiste en desampararse ellos solos para pedir que la UE los ampare después de haberse automutilado. Eso sí que hay que hablarlo, hombre, y así nos hacemos unas risas uropeas.

  25. malpharus dice:

    Hace años decía exactamente lo mismo el ínclito Garaicoechea en un programa de la televisión autonómica vasca… ¡Debería el Estado español ayudar a unas vascongadas independientes a ingresar en la UE! En un ejercicio de cinismo propio de un cínico, logicamente. Todo esto no ocurriría en una España bien gobernada… pero no es el caso. Ni lo será mientras este regimen persista…

  26. Catlo dice:

    ¿Y por qué los separatistas son tan papanatas que creen que estar en la UE es lo mejor que les puede pasar? Oye, que si ven que en la UE no les hacen mucho caso igual se echan para atrás. ¿Y no sería el colmo de la felicidad separatista una Cataluña independiente de verdad y completamente al margen de toda organización internacional? Un pequeño estadito gamberro para toda clase de chanchullos sería un buen negocio ¿a qué sí? No entiendo el empeño de pedir que la UE les acaricie el lomo.

  27. menorqui dice:

    Referido a los catalanistas, me gusta leer “locos” como me gusta ver un buen retrato de un conocido. Una vez hace mucho en barna me puse una gorra con la bandera “independentista” y con más pajero psicópata no me pude topar. Entonces . En barna circulan con fluidez las consignas para la gente enterada de algo y se mantienen los ojos abiertos. siempre se está cociendo algo y siempre se sabe algo en común que no se dice. Leon anto, u otros, dígannos, qué pasa allí? me muero por estar. hay una contra?

  28. Catlo dice:

    Cuando los españoles vivíamos libres de la pesadez de Halloween no teníamos estos muertos ni este muermo.
    Mueren tres chicas en una fiesta de Halloween en Madrid

  29. Richard de Fournival dice:

    Lo lamento por esas infortunadas muchachas, pero creo que nos encontramos frente a un castigo divino por la celebración de fiestas paganas y satánicas. Se veía venir.

  30. menorqui dice:

    La gente joven de las ciudades de España está en el mundo y en el mundo rige ésto. Falta industria de animación hispana, que es como crecen los niños, y ésta sale de usa por su libertad mercantil de usa, o por la inercia de cuando la había. El voraz liberalismo rige, crea poder. El poder es arte, idioma, religión, es todo. Lo fuerte no sale sino de la jungla. El designio moralizante puede destruir,pero no crear. Las cosas van bien cuando estás a favor de algo. A favor de qué estamos?

  31. Daedalos dice:

    Pues lo que dicen Alvo y Hegemon depende mucho de cada carrera. La mayoría de las asignaturas de carreras como medicina y matemáticas son difíciles, y en cualquier ingeniería de una escuela medio decente las cosas funcionan como dice Hegemon, pero en las carreras de ciencias sociales y humanidades pasa como dice Alvo, a excepción de derecho y contabilidad.
    Por cierto, que haya exámenes como el que menciona Hegemon no me parece un indicio de calidad sino de improvisación, o de mala voluntad, o de sadismo por parte del profesor, o, al menos, un caso de simple ignorancia en cuanto a lo exigido respecto a las capacidades reales de los alumnos. Es como si en un curso básico de griego el profesor evaluara a los estudiantes con un examen en el que se pidiera una traducción comentada de las olímpicas de Píndaro. Extraño sería que alguien agradeciera una tarea semejante.
    Por otra parte, lo que dice Alvo ejemplifica muy bien cómo suele ser la vida en carreras como letras, administración, turismo, etcétera. Hasta diría que se ha quedado corto. Hay lugares en donde ni siquiera se sugiere una bibliografía. El profesor da la clase según lo que recuerda, o sólo dicta, y los alumnos se quedan con esa información, y después se van a gozar del fin de semana. Pero si lo dicho en clases no viene en los exámenes, o si se pide algo adicional, entonces hay motín y el profesor acaba padeciendo “travesuras”. Luego sucede que esos mismos sublevados te dicen que es una obligación del gobierno que tengan trabajo de lo que supuestamente estudiaron. Uno de ellos, ejemplo entre los peores, incluso se encolerizaba hasta llegar al llanto.
    Agrego que tampoco la actitud de Alvo es muy buena. Parece que se enorgullece por obtener un título gracias a un esfuerzo más bien esporádico. Es como presumir de mediocre. Es obvio que ante esos relatos más de uno se va a incomodar. Acabarán viéndolo como una basura.

  32. Daedalos dice:

    Por cierto, ¿allá se festeja algo hoy y/o mañana? Lo que pasa es que acá tenemos el día de muertos, que en la práctica son dos días, hoy y mañana. Creo que hoy es un día en que se recuerda a los niños fallecidos. Mañana son recordados los adultos. En ambos casos hablo de familiares. Si lo mismo sucede allá ni siquiera tengo necesidad de explicarlo, pero lo resumo así: en la noche se prenden veladoras y se pone una ofrenda para los muertos, usualmente cierto pan que llamamos “pan de muertos”, que es un pan con forma de gente. Por donde vivo al pan de muertos le agregan detalles en color rojo, que supongo que significa un chorro de sangre. Pero creo que lo normal es que no se agregue ese color, y más porque se sugiere que el pan representa a un asesinado.
    Cada año es lo mismo. Se enfrentan Halloween y Día de muertos, y de algún modo se combinan. Los niños aprovechan el supuesto Halloween para pedir dulces, que aquí se llama “pedir calaverita”. Los jóvenes aprovechan la excusa del Halloween para alcoholizarse.
    Afortunadamente aún prevalece lo segundo, el Día de muertos. Entre otras cosas porque, de hecho, se promueve en lo que ustedes denominarían institutos, excepto en aquellos que dependen directamente de las universidades. Además, según yo, tiene más sentido el festejo de ”este lado” puesto que una cosa es disfrazarse de Jason y otra es recordar a tus familiares fallecidos.

  33. zgzna dice:

    Qué gran conferencia. Me sigue admirando su capacidad de sintetizar y clarificar tanto en tan poco. Esto es lo que se tendría que enseñar en los colegios e institutos y no las bazofias y las mentiras que salen de las bocazas de maestricos y profesorcillos.
    Por cierto, me leyó en esa conferencia. Nunca lo habría podido imaginar. Qué majo. Es un honor para mí. Me gustaría haberlo visto leyendo las palabras que yo escribí. Muchas gracias.
    Un saludo cordial. 

  34. Richard de Fournival dice:

    ¿Dónde pronunció la conferencia, don Pío? Me hubiera gustado haber asistido.

  35. Alvo dice:

    Daedalos,

    ¡Pues sí hombre! Claro que me enorgullece haber conseguido un titulo (que luego no me ha servido para nada) con un esfuerzo mínimo. Conseguir algo con menos esfuerzo que otros, eso sí, sin hacer trampas, es motivo de orgullo, no de vergüenza…. y causa de envidias …
     

  36. Alvo dice:

    Lo que habría que erradicar de España de una vez por todas es la Titulitis….
     

  37. Catlo dice:

    ¡Ay! las aglomeraciones y el caos tienen gran poder de atracción. En Berlín sucedió algo similar hace un par de años.

  38. gorgias dice:

    Daedalos, aqui el principio es el mismo aunque la celebracion un tanto distinta . Es el dia de “todos los santos”, se aprovecha para ir al cementerio y llevar flores en la mayoria de los casos a los familiares fallecidos. Y poco mas. No hay “calaveritas” ni cosa parecida. La tradicion es mas fuerte en los pueblos, y como pasa siempre en España segun en que lugar estes es muy posible que haya fiestas o tradiciones propias de ese sitio que el resto desconoce.

    Lo de “Halloween” y lo de hacer el payaso disfrazado de espantajo, es relativamente reciente. Cosas de haberse criado viendo peliculas y series norteamericanas y cosa de los padres que mandan a los niños a los institutos bilingües. Muchos centros no pueden tener un crucifijo en el aula pero si organizar fiestas paganas para aquellos crios que no tengan mucho sentido del ridiculo…

    Saludos.

  39. menorqui dice:

    En España, daedalos, se celebraban cosas como las que usted cuenta, pero poco a poco se dejó de hacer nada que se hubiera hecho antes, si acaso lo contrario en tanto que parodia, y según la región se inventó algo novedoso que aparentara ser de ahí de siempre, para crear identidad, de modo que al final los jovenes se inclinaron por jalogüín, como es natural. Saludos.

  40. menorqui dice:

    La falla de España en eternas llamas del infierno con los falleros diablos bailando borrachos alrededor entre mofas de pasodobles.
    Los niños y sus ninots ya se le fue encargado a la Disney, y a la barata, y así salen, hechos en serie y en China. Es el mejor de nuestros mundos posibles.

  41. manuelp dice:

    Kufisto

    La palabra no es la cosa. Lealtad es una hermosa palabra pero la cosa puede no ser tan hermosa, las SS tenían como lema “Mi honor es mi lealtad” y aunque numerosos miembros de ella- de las Waffen SS- lucharon con honor en el campo de batalla, no es menos cierto que las cabezas directoras de la organización emplearon ese sentido de la lealtad para fines criminales. A veces hay que pensar como Voltaire que la palabra le fue dada al hombre para ocultar sus pensamientos.

  42. Kufisto dice:

    Manuel, y con respecto a la cita voltairiana…

    Por una vez he encontrado a un francés que me ha dicho algo.

    Gracias. 

  43. manuelp dice:

    Kufisto

    Tampoco son los franchutes santos de mi devoción pero en literatura tienen cosas buenas. hasta luego que nos vamos a desayunar y a comprar.

    saludos

  44. Catlo dice:

    De Voltaire es la siguiente idea: La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano. Pero eso de las palabras para ocultar pensamientos no parece muy volteriano.

  45. Catlo dice:

    El economista Joseph Stiglitz es bastante pesimista:
    “Por eso me preocupa que Europa y Alemania estén poniendo en peligro el futuro de España”, afirma el Nobel de Economía, quien señala que “incluso el éxito de España a partir del año 2000, era un reflejo del fracaso del euro”.
    “El euro estaba basado en la hipótesis de que los mercados son eficientes y estables. Todas las evidencias de los últimos 200 años de capitalismo apuntan en la dirección contraria”, explica.


    http://www.eleconomista.es/economia/noticias/4368490/11/12/Stiglitz-cree-que-con-las-actuales-politicas-en-Espana-y-Europa-no-hay-luz-al-final-del-tunel.html

  46. manuelp dice:

    Catlo

    Tiene razón, reconozco el lapsus.

    En su novela Le rouge et le Noir, Stendhal cita al padre Gabriel Malagrida al comienzo del Capítulo XXII: “La palabra le ha sido dada al hombre para ocultar su pensamiento”.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriel_Malagrida

  47. LeonAnto dice:

    El Gran Estadista y Supremo Libertador, como no podía ser de otra manera, se ha estrellado en Moscú:

     http://asunbalonga.blogspot.com.es/2012/11/desde-rusia-sin-amor.html?showComment=1351874647651#c4803963096208262912

  48. manuelp dice:

    LeonAnto

    Me recuerda a “La ciudad de los prodigios” de Eduardo Mendoza cuando mandan a Madrid a Pich y Poch para que aprueben creo que el plan del Ensanche y en el ministerio de Fomento les ningunean a más y mejor.

  49. LeonAnto dice:

    manuelp 18.20: No he leído la “La ciudad de los prodigios”, entre otras cuestiones, porque no me gustó la primera novela de Mendoza, “La verdad sobre el caso Savolta”, en la que dio una versión sesgada del asesinato del ingeniero Barret (Savolta en la novela).

    Respecto a Pich y Pon, debió acudir a Madrid para acelerar la aprobación de algo relacionado con la apertura de la Vía Layetana, el Metro de Barcelona o la Exposición Universal, que al final se celebró en 1929, el Ensanche ya se realizó a finales del siglo XIX.

    Pich y Pon era probablemente un analfabeto funcional, pero de él se dijo que era un burro pero no tonto.

  50. manuelp dice:

    LeonAnto

    La verdad es que casi no me acuerdo ni de la trama de “La verdad sobre el caso Savolta”. Lo de Pich i Pon (que he puesto Poch) lo decía porque en la novela en el ministerio le vacilan un día sí y otro también de mala manera, supongo que Mendoza (que me parece que es de la cuerda progre) quería resaltar lo mal que se portaban en Madrid con los catalanes.

  51. LeonAnto dice:

    manuelp 20.09: Sí, de la cuerda progre, pero hijo de un funcionario franquista y sobrino de Ramón Garriga, que fue estrecho colaborador de Serrano Suñer y que luego desempeñó la agregaduría de prensa, en nuestra Embajada en Berlín, hasta 1945.

  52. menorqui dice:

    Hoy le decía a un catalán, a un independentista: “el dolor que nos provoca a los otros españoles”, y lo entendía.

  53. Pío Moa dice:

    Creo que el plan del Ensanche fue impuesto desde Madrid al Ayuntamiento  de Barcelona, que quería otro plan, bastante más cutre.

  54. manuelp dice:

    Bueno, ante la duda he cogido el libro de Mendoza y he comprobado, una vez más, lo traidora que es la memoria. El episodio del libro se refiere a la Exposición Universal de Barcelona de 1888 impulsada por el entonces alcalde Rius y Taulet, la Junta creada para hacer la Exposición manda dos delegados a Madrid llamados Guitarrí y Guitarró (no Pich y Poch) y estos son los que las pasan moradas esperando que el ministro les reciba mientras les dan excusas del tenor de que no puede por ”ir con la hora pegada al culo”, “ir de pijo sacado” y les invitaba a “sanjoderse cayó en lunes” o “bajarse las bragas a pedos” y se despedía de ellos “hasta la siega del pepino”.

  55. manuelp dice:

    En cuanto al Ensanche, también habla de él Mendoza en el libro, contando que el que quería su alcalde – que era Beltrán y Ros entonces (aunque Mendoza no lo nombra)- pensando que se lo había inspirado Dios lo anuló el Ministerio del Interior y entonces el alcalde propuso que todos los funcionarios catalanes desafiaran a duelo a sus homónimos españoles empezando por él que desafió al ministro. Ante la rechifla que se organizó dice que el alcalde dimitió y trató de conseguir en Madrid que se aprobara su plan a base de sobornos y al no conseguirlo volvió a Barcelona y se tiró de Montjuich abajo, matándose.

  56. ayeryhoy dice:

    El escrito de difusión es muy largo para la gente a la que se lo mando. ¡Quieren un resumen¡ En politica se buscan los esloganes para no pensar y esto hace pensar y ¡mucho¡. Además tienen que empezar desde el principio.

    Por la tarde veo algunos programas de TV de tipo concurso, de preguntas o similar. He llegado a la conclusión de que la mayoria de los concursantes son verdaderos analfabetos en historia, y muchos tienen titulo universitario. Ayer, en el millonario, en la sexta le preguntaron a un señor que quien habia dado el grito de  “viva la muerte” en la guerra civil y le daban 4 respuestas: Yague, Mola, Varela y Millan Astrai. Dijo que no tenia ni idea, contestó que Millán Astrai por eliminación. Cuando la presentadora le dijo que vaya papelón si fallaba porque era militar de Sevilla. Creo que será un suboficial o ejercerá algún cargo mayor porque no era un muchachito y dijo que tenia 2 hijos.
    Hace unas semanas, le preguntaron a un señor que el pintor Diego Velazquez lo era en tiempos de Felipe II, III, IV o V. Dijo que durante Felipe II. Cuando la presentadora le dijo qué estudiaba, le contestó que estaba en 3º de Historia.

      

  57. LeonAnto dice:

    Pío Moa 2 nov. 23.42, la Wiki, a veces deja que desear, pero aquí lo explica bastante bien:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Cerd%C3%A1

  58. LeonAnto dice:

    manuelp 8.02: Guitarrí y Guitarró pueden ser un trasunto de Pich y Pon (en sus inicios de vida pública hay quien creía que era dos personas) y del vuelva Vd. mañana.

    Pich y Pon no tuvo que ver con la Expo de 1888, pero sí con las obras públicas de principios del siglo XX, en Barcelona, y con la Expo de 1929, sobre todo con el alumbrado:

    http://www.sece.com/infosece/es/?no=47&tit=infosece-47

  59. Catlo dice:

    El plan Cerdá es lo mejor que le pudo pasar a Barcelona. Ahora están muy contentos con ese plan pues ha permitido el desarrollo de la ciudad durante más de cien años, pero algo tan sensato se les tuvo que imponer desde el Gobierno de España en 1860. El otro proyecto que había ganado un concurso del Ayuntamiento de Barcelona estaba pensado únicamente para servir a los interreses y caprichos de la burguesía barcelonesa.
    Habría que hacer, por cierto, la historia del sentido común catalán pues tienen episodios bien chuscos.

  60. manuelp dice:

    Catlo

    Me parece que fue el catalán Cambó, que por lo que sé me parece una de las mente más lúcidas de su época, el que dijo que contra lo que se cree en el resto de España, el carácter catalán tiene un fortísimo componente sentimental que prima sobre el digamos materialista que siempre se le ha puesto como etiqueta.

  61. Catlo dice:

    Pues me he topado con catalanes bien plantados pero también abundan esos catalanes quejicas, que no acaban de madurar nunca y que a la primera de cambio se apuntan a la opción más mezquina de cuantas se les ofrece. Para estos segundos la política nacionalista es como una extensión de su “yo” con la que intentar gestionar en lo público sus carencias privadas.

  62. LeonAnto dice:

    manuelp 8.15, buscando acerca de Bertrán y Ros, he encontrado que desempeñó diversos cargos, entre ellos el de Alcalde, hasta un año antes de su muerte, 1854 (está en catalán):

     http://ca.wikipedia.org/wiki/Josep_Bertran_i_Ros

    Murió siendo Rector de la Universidad de Barcelona:

    http://www.grec.net/cgibin/fotcl.pgm?NUMIL=0074180&COL=7

    No consta que se suicidara, pero teniendo en cuenta que se trata de una familia poderosa, todavía (Bertrán y Musitu, Bertrán de Caralt, …), a saber. 

  63. malpharus dice:

    Año de la Fe. Alocución del Papa previa al Ángelus (Solemnidad de Todos los Santos, 1° de noviembre de 2012)
         Hoy tenemos el gozo de encontrarnos en la solemnidad de Todos los Santos. Esta fiesta nos hace reflexionar sobre el doble horizonte de la humanidad, que expresamos simbólicamente con las palabras «tierra» y «cielo»: la tierra representa el camino histórico, el cielo la eternidad, la plenitud de la vida en Dios.
         Así esta fiesta nos hace pensar en la Iglesia en su doble dimensión: la Iglesia en camino en el tiempo es aquella que celebra la fiesta sin fin, la Jerusalén celestial.
         Estas dos dimensiones están unidas por la realidad de la «comunión de los santos»: una realidad que comienza aquí sobre la tierra y alcanza su cumplimiento en el Cielo. En el mundo terrenal, la Iglesia es el inicio de este misterio de comunión que une la humanidad, un misterio totalmente centrado sobre Jesucristo: es Él quien ha introducido en el género humano esta dinámica nueva, un movimiento que lo conduce hacia Dios y al mismo tiempo hacia la unidad, hacia la paz en sentido profundo. Jesucristo –dice el Evangelio de Juan (11,52)– ha muerto «para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos», y ésta su obra continua en la Iglesia que es inseparablemente «una», «santa» y «católica». Ser cristianos, formar parte de la Iglesia significa abrirse a esta comunión, como una semilla que se abre en la tierra, muriendo, y germina hacia lo alto, hacia el cielo.
         Los Santos –aquellos que la Iglesia proclama como tales, pero también todos los santos y las santas que sólo Dios conoce, y que también hoy celebramos– han vivido intensamente esta dinámica. En cada uno de ellos, de manera personal, se ha hecho presente Cristo, gracias a su Espíritu que obra mediante la Palabra y los Sacramentos. De hecho, el estar unidos a Cristo, en la Iglesia, no anula la personalidad, sino la abre, la transforma con la fuerza del amor, y le confiere, ya aquí sobre la tierra, una dimensión eterna. En resumen, significa reproducir la imagen del Hijo de Dios (cfr Rm 8,29), realizando el proyecto de Dios que ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Pero este insertarse en Cristo se abre –como decíamos– también a la comunión con todos los otros miembros de su Cuerpo místico que es la Iglesia, una comunión que es perfecta en el «Cielo», donde no hay algún aislamiento, alguna competencia o separación. En la fiesta de hoy, pregustamos la belleza de esta vida de total apertura a la mirada de amor de Dios y de los hermanos, en la que estamos seguros de alcanzar a Dios en el otro y el otro en Dios. Con esta fe llena de esperanza veneramos a todos los santos, y nos preparamos a conmemorar mañana a los fieles difuntos. En los santos vemos la victoria del amor sobre el egoísmo y sobre la muerte: vemos que seguir a Cristo lleva a la vida, a la vida eterna, y da sentido al presente, a cada instante que pasa, porque lo llena de amor, de esperanza. Sólo la fe en la vita eterna nos hace amar verdaderamente la historia y el presente, pero sin ataduras, en la libertad del peregrino, que ama la tierra porque tiene el corazón en el Cielo.
         Que la Virgen María nos obtenga la gracia de creer fuertemente en la vida eterna y de sentirnos en verdadera comunión con nuestros queridos difuntos.
     

  64. CCURIOSO dice:

    El ferrolano que impulso la Exposicion Universal de 1888 en Barcelona.

    http://cepam.cesga.es/article.php3?id_article=2033

    Aunque los catalanes no se lo crean ,buena parte de los logros historicos de Barcelona son de españoles con iniciativa que acudian alli ,cuando esta era la capital economica de España y no la capital de Catalunya.

    Este caracter cosmopolita de Barcelona ,de atraer emprendedores de otras partes de España  es lo que se ha perdido con el nacionalismo.    

  65. manuelp dice:

    LeonAnto

    Lo de Mendoza es una novela y posiblemente el episodio del suicidio se lo inventase porque lo adorna con que llegó al infierno y allí le dijeron que el que creía enviado de Dios que le había inspirado el plan era en realidad el demonio. Además él no da en ningún momento el nombre. solo dice que era el alcalde de Barcelona.

  66. malpharus dice:

    Pongo mi granito de arena, sobre el tema de la Masonería, con este artículo de Jakim Boar, en la mismísima web “Generalísimo Francisco Franco”.

    MASONERÍA EN ESPAÑA

    Algo que muchas personas no pueden comprender es como en su propio país hay gente que odia su patria, que odia su bandera, que odia sus tradiciones, sus antepasados y todo lo que representa la nación en la que viven. Esta controversia tiene una respuesta sencilla aunque desconocida, el odio a lo español realmente no viene de nuestro país sino que es algo transmitido desde la vecina Francia y a través de una secta llamada masonería o francmasonería desde hace algo más de dos siglos.
    http://malpharus.blogspot.com.es/2012/10/masoneria-en-espana.html

  67. Richard de Fournival dice:

    Jakim Boor es el seudónimo que utilizaba el Caudillo para escribir sobre la masonerái.

  68. LeonAnto dice:

    ayeryhoy 10.59: El ¡Viva la muerte! Lo darían muchos legionarios durante la última, por el momento, Guerra civil española. Se atribuye, falsamente, que Millán-Astray se lo espetó a Unamuno, en la Universidad de Salamanca, en 1936. Lo que parece que dijo Millán-Astray fue “Muera la intelectualidad traidora” o “Muera la inteligencia” (en el sentido del término “intelligentsia”, no en el de su primera acepción, que los gárrulos le dan).

    Sin comentarios lo de Velázquez. 

  69. LeonAnto dice:

    manuelp 12.06, puede que Cambó dijera eso, pero también lo dijo alguien que vivió, algún tiempo, en Cataluña, Joseantonio:

    “Lo digo porque para muchos este problema es una mera simulación; para otros este problema catalán no es más que un pleito de codicia: la una y la otra son actitudes perfectamente injustas y perfectamente torpes. Cataluña es muchas cosas, mucho más profundamente que un pueblo mercantil; Cataluña es un pueblo profundamente sentimental; el problema de Cataluña no es un problema de importación y exportación; es un problema dificilísimo de sentimientos.” (Párrafo 2º, de su discurso en el Parlamento, el día 30 de noviembre de 1934: http://www.rumbos.net/ocja/jaoc0079.html).
     
     

  70. LeonAnto dice:

    CCURIOSO 15.32: No se preocupe que no verá ninguna calle dedicada en Barcelona a tan insigne compatriota.

  71. manuelp dice:

    LeonAnto

    El grito de “viva la muerte” es muy anterior a la guerra civil, vea en “La forja de un rebelde” de Arturo Barea como narra un episodio anterior al desastre de Annual de julio de 1921.

    El Tercio llegó por la tarde, una bandera completa que iba a entrar en fuego por primera vez. Levantaron las tiendas rápidamente. En el extremo más lejano del campo se alineaban barriles de vino entre los tiendas cuadradas: la taberna y el burdel. Los soldados del Tercio comenzaron a agruparse alrededor de los barriles y de las tiendas para beber y parodiar el amor.
    ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
    El teniente coronel Millán Astray salió de la tienda seguido por un par de oficiales. La multitud quedó en silencio. El jefe estiró su armazón huesuda, mientras las manos retorcían un guante volviéndose hasta mostrar su forro de pelo. El peso total de su voz estentórea llenó el campamento y los ruidos de las otras unidades se apagaron en susurros. Ochocientos hombres trataban de oírle y escuchaban: -¡Caballeros legionarios! Sí. ¡Caballeros! Caballeros del Tercio de España, sucesor de aquellos viejos Tercios de Flandes. ¡Caballeros!… Hay gentes que dicen que antes que vinierais aquí erais… yo no sé qué, pero cualquier cosa menos caballeros; unos erais asesinos y otros ladrones, y todos con vuestras vidas rotas, ¡muertos! Es verdad lo que dicen. Pero aquí, desde que estáis aquí, sois Caballeros. Os habéis levantado, de entre los muertos, porque no olvidéis que vosotros ya estabais muertos, que vuestras vidas estaban terminadas. Habéis venido aquí a vivir una nueva vida por la cual tenéis que pagar con la muerte. Habéis venido aquí a morir. Es a morir a lo que se viene a la Legión.
     ¿Quiénes sois vosotros? Los novios de la muerte. Los caballeros de la Legión. Os habéis lavado de todas vuestras faltas, porque habéis venido aquí a morir y ya no hay más vida para vosotros que esta Legión. Pero debéis entender que sois caballeros españoles, todos. Como caballeros eran aquellos otros legionarios que, conquistando América, os engendraron a vosotros. En vuestras venas hay gotas de la sangre de aquellos aventureros que conquistaron un mundo y que, como vosotros, fueron caballeros, fueron novios de la muerte. ¡Viva la muerte!

  72. manuelp dice:

    LeonAnto

    Jose Antonio lo expresaba con su lírica honda y profunda de gran español. ¡Que gran pérdida para la nación!.

    http://www.youtube.com/watch?v=ezZTrkDC9vQ

  73. manuelp dice:

    doiraje

    Encuentro el artículo un poco ecléctico, aunque redactado con muy buena prosa como es habitual en su autor. Creo que la figura de Jose Antonio era única e irrepetible, era como una condensación de siglos de historia de España. Había distancias enormes entre él y sus más inmediatos seguidores y a pesar de todo no sabemos que hubiese hecho de haber dispuesto de más años de vida ¿Como hubiese sido la historia de la Unificación estando Jose Antonio al frente de Falange en lugar de Hedilla?.

  74. manuelp dice:

    LeonAnto

    Esa jota la canta el inmortal “ruiseñor navarro” Raimundo Lanas- el mejor jotero de todos los tiempos- natural de Murillo el Fruto.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Murillo_el_Fruto

  75. Catlo dice:

    Me permito entresacar dos fragmentos del excelente texto que encabeza este hilo:

    El descontento social no ha cuajado en una alternativa viable y fiable, y la rebeldía civil de los primeros tiempos de Zapatero fue manejada y conducida  a la nada por el partido de Rajoy, más interesado en mantener un reparto de poder tan beneficioso para los grandes partidos como perjudicial para el país. Todo ello revela un envilecido estado moral de la sociedad, manifiesto en muchos otros síntomas como una auténtica colonización por el inglés, una gibraltarización del país  contemplada con asentimiento bovino por la mayoría, el  botellón juvenil, la telebasura, los índices de fracaso matrimonial y familiar, de fracaso escolar, de expansión de las drogas,  alcoholismo, aborto, violencia doméstica, delincuencia y población penal, prostitución, etc.  Una sociedad capaz de elegir a personajillos como Zapatero demuestra una grave decadencia. Sociedad, además, envejecida y por tanto con menos capacidad de reacción, con un bajo índice de nacimientos que puede hacer quebrar la Seguridad Social entre otras cosas.  La observación general y de las elecciones parece indicar  una generación sumida en un hedonismo pedestre ya insostenible, en la apatía, la confusión y una despreocupada ignorancia, empezando por ignorancia de la propia historia, que suele llevar a repetir lo peor de ella, como indicaba el filósofo Santayana.
    .

    Hay que decir que la literatura, el cine y el arte en general, modelan más la opinión pública que los estudios históricos, algo que la izquierda descubrió desde muy pronto y que la derecha ignora o carece de talento para competir.
    La izquierda encontró enseguida en los artistas de vanguardia y en sus obras un buen medio para socavar los modos de representación que estaban relacionados directamente con lo sagrado. Los artistas de vanguardia se encontraron y se encuentran cómodos en su identificación, a veces muy confusa e ignara, con todo lo que parezca izquierdista. La derecha española cayó enseguida en la trampa de pensar que esas manifestaciones artísticas son las que corresponden a este tiempo histórico y que por ello no se debe ir contra ellas, aunque muchas de ellas no son más que mamarrachadas y ofensas al sentido común. En España, el cine, antes de morir Franco ya estaba en parte en manos de la izquierda -Querejeta, Saura-, muy hábil para moverse en festivales internacionales, y en parte en manos de una derecha poco avispada que se entretenía con peliculillas de destape y poco más. Películas como “La caza” (1965) de Saura o “Furtivos” (1975) de Borau, por poner sólo dos ejemplos que tuvieron su influencia en los espectaores jóvenes de los años 70, conformaron ideológicamente la Transición.


  76. manuelp dice:

    Bueno, como este año se han cumplido los ochocientos años de la batalla, en mi opinión, más decisiva que se ha dado en la historia en suelo español, he puesto este articulo sobre ella en este sitio (los floripondios y demás que salen en la página es que no sé todavía como quitarlos).

    https://sites.google.com/site/articulosdehistoria/

  77. manuelp dice:

    Intelectuales y profesionales salen al paso de la oleada soberanista de Mas

    http://politica.elpais.com/politica/2012/11/03/actualidad/1351974095_330773.html

    Bueno ya se va aclarando la jugada, con el “ogro” de la secesión se aprovechará para colar como “mal menor” el federalismo- que en la práctica es lo mismo si se quiere- y así el “pueblo” nos quedamos tranquilos y la casta de los banksters puede seguir con su chiringuito tan tranquilos.

  78. Catlo dice:

    Muy bueno el artículo de Luis del Pino.
    De modo que eso es lo que tenemos: en los ayuntamientos españoles se homenajea a presuntos genocidas y a declarados racistas, pero se niega una calle a quien murió peleando por la democracia contra la dictadura castrista.
    Como decía al principio, las sociedades, los grupos humanos, los partidos… se retratan de manera extraordinaria mediante los ídolos que veneran.
    Nuestra clase política ha instalado sus cabezas del cerdo en mitad de las plazas públicas de nuestros ayuntamientos, y ahora ya no quedan sino moscas y un insoportable olor a podrido.


    http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/el-senor-de-las-moscas-11723/

  79. Catlo dice:

    Me permito extraer una frase de joanpi en el blog de Asun Balonga donde se habla de la muerte de las cuatro chicas en Madrid Arena.
    …la maldad intrinseca en que están metidos nuestros jóvenes en sus formas de divertirse
    Eso tiene mucho que ver con el diágnóstico que viene haciendo don Pío y que vuelve a recordar en este hilo. Jóvenes atraídos y atrapados por el mal. Esos jóvenes son los que podrían dar la vuelta a la pirámide de población, pero gastan ingentes cantidades de energía en procesos de autodestrucción noctámbula, en alimentar el caos y los negocios nada limpios.
    En el nivel institucional, el comportamiento del Ayuntamiento es ejemplo del desmoronamiento absoluto de los principios éticos en la gestión de lo público. La corrupción nauseabunda en la política y el desfiladero maligno que atrae a una juventud sin referentes morales son dos componentes que no auguran nada bueno.
    Es toda una civilización la que debe sentarse a reflexionar sobre la emponzoñada estupidez que la empapa. Todos los síntomas están a la vista y en  la mayoría de los casos bastaría con hacer sencillamente lo contrario de lo que se está haciendo, empezando por la educación.