Joseph Pérez, IV: Por qué se produjo la “pérdida de España”

El relato,  demasiado breve y demasiado trivial, con que J. Pérez despacha la caída del reino hispanogodo merece no obstante atención, porque resume una multitud de tópicos tan extendidos como ilógicos o tendenciosos. Pérez hace una digresión sobre árabes y bereberes, destacando que estos últimos formaban la mayoría de los invasores y olvidando que los primeros constituían el elemento dominante, y “explica” la invasión del modo más favorable a los musulmanes. Estos “derrumbaron rápida y fácilmente la superestructura política y social de la monarquía visigoda” “Parece probable que, en muchos casos, la población primitiva no hiciera nada para ayudar a los visigodos; incluso debieron de producirse en varios casos sublevaciones contra la nobleza y los terratenientes a los que probablemente consideraban opresores, sin hablar de los judíos, quienes, víctimas del odio de los últimos monarcas visigodos, acogieron a los moros como libertadores y les facilitaron la toma de varias ciudades (…) Los nuevos dueños de la tierra exigían impuestos moderados en comparación con los (…) visigodos”. Además, recoge la suposición de que los impuestos en la época española eran muy superiores a los de la época andalusí, argumento clave para “explicar” materialistamente los hechos. Como si dijéramos que los historiadores escriben de un modo u otro según la ganancia económica que esperen obtener de sus libros (cosa cierta en más de un caso, pero que no conviene generalizar).

“Parece probable”, “probablemente”, “consideraban opresores”… ¿Qué le parece al señor Pérez esta descripción de la muchísimo más rápida conquista de Francia por Alemania en la II Guerra Mundial? “Los alemanes derrumbaron con extraordinaria facilidad la superestructura política y social de la III República francesa. La población francesa no hizo nada por ayudar al gobierno y al ejército en derrota, a los que miraba como opresores y explotadores, que la sometían a impuestos excesivos cuyo fruto no percibían. Los socialistas venían propugnando de años atrás el desarme de Francia y los comunistas, resentidos con las represiones e intentos de marginarlos que habían sufrido, recibieron como libertadores a los alemanes y sabotearon los esfuerzos del ejército y las autoridades de la III República. Posteriormente, los nazis encontraron en Francia un grado muy alto de colaboración, de manera que no habrían sido expulsados de no ser por el ejército useño”. Sin duda es una descripción muy tendenciosa, pero desde luego más veraz y atenida a los hechos que los “parece” y “probablemente” con que nos ilustran tantos historiadores banales sobre las causas de la caída del reino godo.
En Nueva historia de España he recordado algunos datos que omite Joseph Pérez, y que no son baladíes:

“La “pérdida de España” dio lugar en su tiempo a especulaciones moralizantes, achacándolo a pecados y maldades que habrían socavado las bases del estado. Sentada la tesis, bastaba abundar en ella, exagerando o inventando todos los pecados precisos. En nuestra época se ha querido explicar el suceso por causas económicas o “sociales”, suponiendo un reino carcomido cuando llegaron los moros; o se ha dicho que no existió invasión, sino “implantación”, ocurrencia pueril, si bien no más que tantas hoy en boga. La tesis más extendida desde Sánchez Albornoz habla de “protofeudalización”, es decir, decaimiento de la monarquía y disgregación en territorios semiindependientes bajo poder efectivo de los magnates, tendencia acentuada a partir de Wamba. A la feudalización o protofeudalización se uniría la decadencia intelectual y moral del clero, una desmoralización popular ligada a una presión fiscal excesiva, e incluso un deseo de la población de “librarse” de una dominación oprimente.

A mi juicio, estas teorías recuerdan a las especulaciones moralistas: puesto que el reino se hundió con aparente facilidad, “tenía que” estar ya maduro para el naufragio por una masiva corrosión interna. Pero desastres semejantes no escasean a lo largo de los tiempos. Países al borde de la descomposición se han rehecho en momentos críticos frente a enemigos poderosos; y otros relativamente florecientes han sucumbido de forma inesperada. Así, en nuestro tiempo, Francia y otros países cayeron ante el empuje nacionalsocialista no en cuestión de años, sino de semanas, obteniendo los vencedores amplia colaboración entre franceses, belgas, holandeses, etc.; pero nadie sugiere que esos pueblos vivieran en regímenes carcomidos, estuviesen hartos de su democracia e independencia o deseasen que los alemanes les librasen de impuestos…

El éxito musulmán no resulta impensable: pocos años antes, los pequeños ejércitos árabes brotados del desierto habían rematado al Imperio sasánida, ocho o diez veces más extenso que España, y habían arrebatado enormes extensiones a otra superpotencia, el Imperio bizantino. En solo nueve meses habían conquistado Mesopotamia, y en la decisiva batalla de Ualaya la proporción recuerda a la del Guadalete: 15.000 muslimes vencieron a 45.000 persas, sin la fortuna, para los vencedores, de una traición a la witizana. Lo mismo cabe decir de la batalla de Kadisia o Qadisiya, donde quebró el imperio sasánida, o la todavía más desproporcionada de Nijauand. Contra la tosca idea de que la superioridad material decide las guerras y cambios históricos, la derrota del más fuerte dista de ser un suceso excepcional. La caída de España, así, no debiera chocar tanto como se pretende.

Las noticias del último período hispano- tervingio son demasiado escasas para sacar conclusiones definitivas, pero los indicios de la supuesta protofeudalización suenan poco convincentes, pues, para empezar, existieron durante todo el reino de Toledo: son factores disgregadores presentes en toda sociedad, que en la Galia — pero no en España– prevalecieron sobre los integradores. Las leyes de Wamba o Ervigio para forzar a los nobles a acudir con sus mesnadas ante cualquier peligro público sugieren una creciente independencia y desinterés oligárquico por empresas de carácter general. Pero siempre, no solo a partir de Wamba, dependieron los reyes de las aportaciones de los nobles, y con seguridad nunca faltaron roces y defecciones en esa colaboración. Tampoco hay constancia de que Wamba o los reyes sucesivos, incluido Rodrigo, encontrasen mayor escollo para reunir los ejércitos precisos ante conflictos internos o externos. Aquellas leyes, como las relativas a la traición, podrían servir de pretexto a los monarcas para perseguir a los potentados desafectos, a lo que replicaron la nobleza y el alto clero con el habeas corpus, innovación jurídica ejemplar e indicio de vitalidad, no de declive.

Durante todo el reino de Toledo persistió una pugna, a menudo sangrienta, entre los reyes y sectores de la oligarquía; pero esa pugna, causa mayor de inestabilidad, pudo haber sido más suave en la última época, y no parece agravada desde Wamba. Motivo permanente de conflicto era el nombramiento de los reyes: estos procuraban ser sucedidos por sus hijos, quitando así un poder esencial a los oligarcas, que preferían un sistema electivo que les permitiera condicionar al trono. En principio triunfaron los oligarcas ya en 633, pues el IV Concilio de Toledo estableció por ley la elección, pero solo tres de los once reyes posteriores, Chíntila, Wamba y Rodrigo, subieron al trono según esa ley. Ello podría indicar una victoria de hecho de los reyes, pero tampoco sucedió así: los demás subieron por golpe o por una herencia que nunca pasó de la segunda generación. No llegó a haber un vencedor claro en esta cambiante lucha, salvo el pasajero de Chindasvinto asentado en una carnicería de nobles.

Otro factor de putrefacción del sistema, el morbo gótico, es decir, la costumbre de matar a los reyes, descendió notablemente durante la etapa hispano-tervingia. De los catorce monarcas anteriores a Leovigildo, nueve murieron asesinados, dos en batalla y tres en paz. De los dieciocho a partir de Leovigildo solo dos fueron asesinados, Liuva II y Witerico, y justamente al principio y no al final del período, con sospechas sobre otros dos, Recaredo II y Witiza. Tres más fueron derrocados sin homicidio (Suíntila, Tulga y Wamba). La duración media de los reinados, otro dato relacionable con la estabilidad, no disminuye, sino que aumenta desde Wamba: nueve años, si excluimos a Rodrigo, que casi no tuvo tiempo de reinar, frente a siete y pico en el período anterior. Aumenta asimismo la frecuencia de los concilios en la última etapa: uno cada cuatro y pico años de promedio, en comparación con la media anterior de uno cada diez. Estos datos sugieren consolidación institucional, no tambaleo, pues los concilios suponían tanto un principio de poder representativo como un factor de nacionalización. Todo lo cual no apunta a una especial “protofeudalización”, sino más bien a lo contrario.

En cuanto a la corrupción de la jerarquía eclesiástica al compás de su creciente peso político, se aprecia en ella una considerable germanización (hasta un 40% de los cargos), posiblemente acompañada de descenso del nivel moral e intelectual (si bien documentos como Institutionum Disciplinae indican un panorama nobiliario muy distinto de la barbarie originaria). Los cánones de los últimos concilios también indican tirantez entre la oligarquía y los obispos. Los cánones condenaban la sodomía y otros vicios del clero, lo cual puede significar mucho o poco: tales vicios habían existido siempre en algún grado, y no sabemos si aumentaban o si solo se reparaba en ellos, o se los utilizaba por algún motivo político. Respecto al declive intelectual, Julián de Toledo murió en fecha tan avanzada como 690, y nunca sabremos si la posterior falta de figuras relevantes reflejaba decadencia o solo un bache pasajero.

Peso mucho más real tienen sucesos como las hambrunas y las pestes. El país parece haber entrado en un ciclo de sequías, que entonces significaban miseria, enfermedades y hambre masivas. Hubo, además, plagas de langosta no menos desastrosas. Según la crónica árabe Ajbar Machmúa, el hambre de 708-9, muy próxima a la invasión musulmana, redujo a la mitad la población de España, dato probablemente exagerado, pero indicativo de una tremenda catástrofe demográfica. Poco antes una peste importada de Bizancio casi había despoblado la Narbonense y afectado al resto. El horror impotente por estos males queda documentado en las homilías: “He aquí, hermanos nuestros, que nos heló de espanto la funesta noticia traída por los mensajeros de que los confines de nuestra tierra están ya infestados por la peste y se nos avecina una cruel muerte”. Las rogativas clamaban a Dios: “¡Aparta ya la calamidad de nuestros confines!; que el azote inhumano de la peste se alivie en aquellos que ya lo padecen y, gracias a tu favor, no llegue hasta nosotros”. No hay modo de comprobarlo, pero la población pudo bajar a menos de cuatro millones de habitantes bajo las desastrosas condiciones de la caída del Imperio romano, y no crecería mucho luego. Sí está claro que en vísperas de la invasión árabe no pudo haberse repuesto de unas catástrofes mucho más aniquiladoras que las guerras. Por esos hechos cabe explicar a su vez fenómenos como la huida, frecuente y quizá masiva, de siervos o esclavos del campo, o la “epidemia” de suicidios causados por la desesperación, referida en los cánones conciliares. A su vez se haría muy difícil la recogida de impuestos y el descontento por ellos, pese a alguna amnistía fiscal, con el consiguiente debilitamiento del estado.

Otro factor de debilidad estaría en los judíos. Las primeras disposiciones contra ellos trataban de impedirles una posición social de superioridad sobre cristianos, y hubo resistencia a medidas extremas deseadas por algún papa, pero las leyes persecutorias empeoraron con el tiempo. El XVII Concilio, en 694, solo diecisiete años antes del final del reino, aprobó las medidas más graves, exigidas por el rey Égica, molesto por el poco celo de los obispos en la persecución. Argüía el monarca la existencia de una conspiración judaica para derrocar la monarquía, informes de conversos sobre planes para destruir el cristianismo, y pretendidas rebeliones en curso en algunos países. Quizá se sabía que las comunidades hebreas de Oriente Próximo habían actuado como quinta columna de los sasánidas contra los bizantinos y luego de los árabes contra los sasánidas (en este último caso también habían obrado así las comunidades cristianas de Persia). Égica también acusó a los conversos de practicar clandestinamente su vieja fe. En consecuencia pedía reducir a todos a la esclavitud e impedirles practicar su religión, bajo penas severísimas. El concilio aceptó, de mala gana las propuestas-imposiciones regias. Estas persecuciones, si buscaban neutralizar una posible amenaza interna, exacerbaban al mismo tiempo la deslealtad de ese grupo social.

Los judíos componían una exigua minoría que habitaba barrios aparte de las grandes ciudades béticas y algunas del interior y de levante, por lo que choca la obsesión del poder hacia ellos y sus supuestas conjuras. Parte de esa aversión nacía de la riqueza de la oligarquía hebrea, que proporcionaba a esta un poder subterráneo y suscitaba envidias. Además se le consideraba el pueblo deicida, por la frase atribuida a la multitud en el juicio de Cristo: “¡Caiga su sangre sobre nosotros y nuestros hijos!”. La persistencia en su fe se miraba como una ofensa a la verdadera religión, prueba de una maldad porfiada y del deseo de vivir al margen de los demás, cuando los mismos godos arrianos habían dejado sus creencias para integrarse en las mayoritarias. A su vez, la autoconsideración hebrea como pueblo elegido, junto con la permanente repulsa y frecuente persecución sufridas, creaban un comportamiento cerrado, ya atacado por el moralista latino Juvenal: “Desprecian las leyes de Roma, estudian, observan y temen el Testamento judaico que Moisés les otorgó en un documento secreto. Sólo se confían a los de su misma religión, es decir, sólo ayudan a los que, como ellos, son circuncisos”.

¿En qué medida se aplicaron las leyes antisemitas? Las leyes, en general, no debieron de aplicarse muy estrictamente — salvo para mantener la unidad del estado– como se aprecia en las referentes a la elección de los monarcas. El grado de cumplimiento de las normas antijudías hubo de ser especialmente bajo, como revela su reiteración a lo largo de decenios. En los mismos tiempos de Égica, ya hacia el final del reino, ni siquiera se habían cumplido los primeros decretos del III Concilio prohibiendo a los judíos tener esclavos cristianos. Aun así, los decretos se aplicarían en alguna medida, y su mera existencia pesaba como una temible amenaza sobre sus destinatarios.

En fin, todos los daños mencionados, y más que pudieran aducirse, solo explicarían la caída del reino si hubieran impedido la concentración de un ejército suficiente para afrontar a Tárik, lo cual no ocurrió. Las crónicas y los historiadores están conformes en la superioridad material del ejército hispano-godo sobre el moro, y la causa determinante del desastre no fue una especial corrupción del poder o la traición hebrea, sino la de un sector de la nobleza. Aunque la ley prohibía la alianza con poderes foráneos para alcanzar el poder, este tipo de traición se dio con cierta frecuencia: un grupo visigodo buscó en 552 la ayuda de los bizantinos, los cuales aprovecharon para adueñarse de una considerable porción de la península; y la utilización de francos y de rebeldes vascones en las pugnas internas había sucedido varias veces. Por otra parte, las consecuencias decisivas de Guadalete, con la pérdida del grueso del ejército y la dificultad posterior de organizar la resistencia, apoya la idea de un estado bastante centralizado, como indica el historiador García Moreno, y no tan “protofeudalizado” como suele afirmarse.

No tienen más sentido las comparaciones con la invasión romana, cuando poblaciones independientes entre sí — e incapaces de unir sus fuerzas–, armadas y acostumbradas a la guerra, ofrecieron una resistencia a menudo heroica. La larga pax romana habían desarmado y desacostumbrado a la gente de las prácticas guerreras, como se había mostrado cuando las invasiones germánicas. Añádase la influencia del clero, pacifista y conformista con el poder, obstáculo a un espíritu de lucha en la primera etapa de desconcierto. Isidoro había definido una doctrina contradictoria, pues si por una parte rechazaba al tirano (“Serás rey si obras con justicia, en otro caso no lo serás”), por otra definía el poder como enviado por Dios y desaconsejaba la resistencia incluso a la tiranía. Y el poder se estaba trasladando a los musulmanes.

Hablar de una preferencia de la población por los invasores, como hacen algunos, no resulta más adecuado que hablar de una “preferencia” de los franceses por el dominio alemán. La magnificencia que alcanzarían más tarde el emirato y el califato de Córdoba ha creado el espejismo de que los musulmanes llegaban con una civilización superior, cuando se trataba de guerreros del desierto y de las montañas del Atlas, tan bárbaros o más que los suevos, vándalos y alanos de unos siglos antes. La exigüidad de su número, y las disputas entre ellos, les forzaron a cierta tolerancia religiosa y política inicial, pero el poder musulmán había significado en muchos lugares una hecatombe para la civilización. Pasaría algún tiempo hasta que el poder árabe adaptase logros y formas culturales de los pueblos vencidos más civilizados, fueran el persa, el bizantino o el español. Pues España –con Italia– era posiblemente el país más civilizado de Europa occidental, con tradición ya muy larga y profunda. La invasión solo pudo haber sido vista como una nueva plaga por una población que llevaba tiempo soportando muchas”.

En consecuencia, la caída de España se explica mejor por el debilitamiento del reino causada por las sequías y pestes de la época, al que se añadió  el debilitamiento de la monarquía debido al problema sucesorio. La invasión llegó en el momento más propicio para los invasores y estos supieron verlo. El que un ejército inferior en número venza a otro superior no es caso raro en la historia, y los musulmanes, precisamente, lo habían logrado en muchas ocasiones. En el de España, ello vino favorecido al máximo por la traición de un sector del ejército hispano.

Esta entrada se ha creado en presente y pasado. Guarda el enlace permanente.

82 Respuestas a Joseph Pérez, IV: Por qué se produjo la “pérdida de España”

  1. manuelp dice:

    Bueno, sobre la supuesta traición de un sector del ejército hispano-visigodo en la batalla del Guadalete, discrepa el que fue teniente general y jefe de la aviación nacional en la guerra civil, Alfredo Kindelán. Ahora salgo, pero luego expondré sus argumentos.

  2. manuelp dice:

    Empieza su estudio el teniente general Kindelán, que fue director de la Escuela Superior del Ejército y miembro de la Academia de la Historia.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Kindel%C3%A1n

    Haciendo las siguientes afirmaciones:

    1.- Witiza no fue buen rey y Rodrigo- si bien no tuvo tiempo de acreditarlo- se desempeño bien.

    2.- Rodrigo no mancilló, n¡ pudo hacerlo a una hina del conde don julián.

    3.- El conde don Julian no fue traidor ni desleal a Rodrigo, de quien no era vasallo, ni a España porque no era 
         español.

    4.- Los hijos de Witiza no se pasaron, con fuerzas a su mando, al enemigo en pleno combate.

    5.- Rodrigo murió combatiendo y no en Viseo.

  3. manuelp dice:

    Hace a continuación una afirmación sorprendente, como es decir que las tres “razas” (culturas) que existían en España- celtíbera, romana y goda- en la época de la invasión estaban separadas y en lucha.
    Menciona un primer intento de desembarco musulmán en el reinado de Wamba en el año 680 que fue rechazado con la pérdida de numerosos barcos por los musulmanes.
    Cita las hambrunas y epidemias terribles de los reinados de Ervigio y Egica y como los judios empezaron a conspirar con los del norte de Africa en respuesta a las persecuciones de Egica que no fue caopaz de derrotar a los francos en las tres guerras que mantuvo con ellos, señal de la decadencia del poderío militar godo. Despues Witiza deja decaer el sistema militar desmantelanfo fortalezas y a su muerte estalla la guerra civil entre su hijo Akhila y Rodrigo, este le derrota y aquel se refugia en Ceuta, junto a su tio Oppa, con el conde Olián, mientras que sus dos hermanos Olmundo y Aldoberto se unen a Rodrigo que marcha a guerrear contra los vascones y, sitiando Pamplona, le llega la noticia del desembarco de Tarik.

  4. Hegemon dice:

    Kindelan es el que dijo a un observador extranjero (creo que alemán) durante la Guerra Civil “los españoles somos moros. Siempre hemos sido más del norte de africa que de Europa”…cuidado con la postura de Kindelán.

  5. Hegemon dice:

    Sobre que España era un reino o Estado corrompido o putrefacto creo que hay que fijarse en lo que era Europa y el resto del Mediterráneo y lo que era España. En este escrito (nelace) Luis Ignacio Amorós creo que deja ver lo que era España en la época de Recaredo, lejos de ser un Estado de bajo nievel,  al contrario, uno de los dos más fuertes y más civilizados de occidente:

    “El reino entró en una fase de pocas noticias. Podemos detenernos ahora para hacer un sumario resumen de la situación de la España hispanogoda. Tras la agitada década anterior a Chindasvinto, el reino se hallaba en paz. El tesoro real había sido saneado gracias a las exacciones del anciano autócrata, y la moneda era fuerte. La inmigración de griegos desde Oriente había traído prosperidad al comercio y renovados bríos a las artes y a las profesiones liberales que solían ejercer.
    A nivel exterior el reino era considerado fuerte pero poco influyente. Y no obstante, España era entonces una auténtica potencia en Occidente. La isla de Britania se hallaba dividida en numerosos reinos, unos germánicos y otros celtas. Italia era tierra de combate entre el débil reino lombardo, cuarteado por la independencia de sus duques, y las posesiones que los imperiales habían conservado y que, pese a los esfuerzos de Constante II (que llegó a trasladar la capital a Sicilia), no se pudieron ampliar por las continuas demandas que en hombres y dinero exigía la frontera oriental, atacada de nuevo por los árabes tras una guerra civil que les había mantenido ocupados desde 655. Germania se hallaba aun en la oscuridad, y solo el inmenso reino franco sobrepujaba en preeminencia a España. Pero, tras la muerte de Dagoberto, los aristócratas habían logrado la partición en los viejos reinos de Austrasia y Neustria, en cada uno de los cuales el más poderoso de entre ellos había tomado el título de mayordomo (major domus, el mayor de los servidores del rey), un valido que gobernaba efectivamente en lugar de los sendos hijos de Dagoberto. En Neustria, Clodoveo II fue dominado por su mayordomo Erquinoaldo, y en Austrasia, Sigeberto III lo fue por Grimoaldo, hijo del noble Pepino de Landen, que le obligó a adoptar a su propio hijo Childeberto, en detrimento de su hijo natural Dagoberto, que fue exiliado. A la muerte de Sigeberto III en 656, el mayordomo elevó a su propio hijo con el nombre de Childeberto II “el Adoptado”. Las tropas del mayordomo de Neustria derrocarían a Childeberto al año siguiente, acabando poco después con su vida, la de su padre y la de casi toda su familia. Los hijos de Clodoveo II se repartieron el reino franco a su muerte el año 657, bajo la tutela del nuevo mayordomo Ebroino.
    Pero si en lo político España era importante, en el aspecto cultural se convirtió en estos años en el único foco de irradiación en Occidente. Mientras el reino franco se hundía en la barbarie, en las islas británicas los monjes irlandeses comenzaban tímidamente a recuperar los vestigios del saber antiguo y en Italia los cultos bizantinos retrocedían ante los brutales señores de la guerra lombardos, en el reino godo de Hispania las escuelas catedralicias y los conventos florecían: un poeta como el metropolitano Eugenio escribía sobre teología, el abad y obispo Fructuoso de Braga fundaba más de 20 monasterios por todo el oeste peninsular con magníficas bibliotecas y una regla que renovó la vida monacal hacia una mayor ascesis y pureza, Tajón de Zaragoza (en una ciudad sitiada) recopilaba escritos de papas, y en Toledo brillaba con luz propia Ildefonso, el más importante sabio de aquellos años.”

  6. Hegemon dice:

    Y sobre lo que dijo Kindelán tiro de memoria pero no se si se lo leí a Payne, en su obra reciente sobre Franco y Hitler y los tiras y manejes en la II Guerra Mundial o en otro libro. No estoy seguro en cual pero lo leí. Disculpen si no pongo la fuenet concreta. No obstante recuerdo también que la idea de que “éramos más moros que otra cosa” además de que la pensara Kindelán, era común a otros altos mandos miliatres y polítcos franquistas.

  7. manuelp dice:

    Dice después Kindelán que la unión entre las poblaciones goda e hispano-romanas no era muy fuerte, siguiendo a Menéndez Pelayo y que existía una fuerte pugna entre arrianos y católicos. Por contra en el otro lado del Estrecho los musulmanes bajo el mando de Muza ben Nossair eran fuertes y unidos y acabaron conquistando Ceuta al conde bizantino(nacido en Africa) Olián, que le propuso el saqueo de la Bética y le ofreció sus transportes navales, desechando motivos de violación de su hija y sólo debido a la caida de Witiza y la imposibilidad de resistir a los musulmanes.

  8. Hegemon dice:

    Pues sobre las poblaciones hispanogodas y su unión:

    “En 643, Chindasvinto impulsó el que iba a ser segundo eje de su política de gobierno: la reforma del código legal visigodo, que había comenzado en tiempos del viejo rey Eurico, y que Leovigildo y Recaredo habían sistematizado y reformado, con el nombre de Codex Revisus. El rey encargó a una comisión de juristas y clérigos la revisión del viejo código, ya 50 años en uso, supervisando personalmente que se eliminaran las leyes obsoletas, se conservaran las útiles (que pasaron al nuevo código con el nombre de antiquae) y se añadieran las necesarias. Su objetivo era que el nuevo código (como ya había ocurrido con las últimas leyes de Recaredo) fuera aplicable a toda la población del reino, eliminando la vieja distinción legal entre godos y romanos, obsoleta en la práctica.”

  9. Hegemon dice:

    Es difícil pensar que un Estado se vineira abajo por no estar bien asentado o por lo argumentado por Pérez cuando era el úncio de Europa, en ese tiempo, con unas leyes que unificaban a toda la pobalción en un Código Legal para todos:

    “Es dificil exagerar la importancia del nuevo código legal, sustituto del Codex Revisus de Leovigildo y Recaredo, que recibió los nombres de Liber Iudicorum (libro de los juicios), y tardíamente Lex visigothorum (ley visigoda), y pasaría a los reinos cristianos de España con el nombre de “Fuero juzgo”, influyendo de forma sustancial en los fueros y leyes del medievo español, particularmente en Galicia, León y Castilla. Estaba dividido en un título preliminar y doce libros, subdivididos en 54 títulos. Contenía un total de 578 leyes, 324 provenían del Codex Revisus de Leovigildo (aunque varias fueron corregidas), 99 fueron elaboradas durante el reinado de Chindasvinto, 87 por Recesvinto, 3 de Recaredo y 2 de Sisebuto. Abarcaba toda la legislación civil y criminal, desde el legislador y la administración de justicia hasta las leyes relativas a herejes y judíos, pasando por derecho matrimonial, sucesiones y herencias, compraventas y donaciones, crímenes, robos y fraudes, derechos de propiedad, comercio, derecho militar y eclesiástico. Este documento merecería por sí solo un artículo, pero baste decir que oficializaba la supresión de la distinción legal entre godos y romanos, que debían regirse a partir de entonces por el nuevo código. Abolía el breviario de Alarico y cualquier otro texto legal romano previo. Suprimió todos los cargos públicos que afectaban a la población romana: las tareas del gobernador provincial romano las asumiría el duque provincial, las de los jueces romanos, los jueces militares godos, y las curias ciudadanas disolvían su función en la de los condes (comes civitatis). Su inspiración legal es mixta, pero predomina la herencia romana de los códigos de Teodosio y Justiniano. A la vez que eliminaba la diferencia legal entre godos y romanos, establecía la distinción ante la ley entre ricos y pobres, cuyo testimonio era tenido por menos fiables y cuyas penas se cumplían con castigos corporales, en vez de dinero.

    http://infocatolica.com/blog/matermagistra.php/1104100941-el-tirano-y-su-hijo

  10. manuelp dice:

    Entra despues en el análisis puramente militar de la invasión, señalando primero que era inevitable que los musulmanes atacasen a España, dada la dinámica expansiva que llevaban. Y señala una grave falta militar de Witiza y Rodrigo, como fue el desmantelamiento y desguarnicionamiento de la serranía de Ronda, poderoso bastión defensivo natural del sur de España, análogo a los Pirineos en el norte.

    Explica dos expediciones previas- además de la derrotada por Wamba-, la primera en 709 o 710 y dirigida por el mismo Olián, compuesta de  witizianos, bereberes de Gomara y judios y la segunda en 710 al mando del yemení Tarif ben Zora con cien jinetes árabes y cuatrocientos bereberes, que desembarcó en Tarifa y reconoció y saqueo la zona.

  11. Pío Moa dice:

    Lo de Kindelán no es más que uno de tantos pintoresquismos especulativos a los que tanta afición hay en España. No creo que tenga la menor seriedad en lo que afirma ni en lo que niega.

  12. manuelp dice:

    Hegemon

    Bueno es la tesis del general Kindelán, que creo que tiene puntos interesantes, pero primero terminaré de resumirla y pondré el enlace a las fuentes completas. De todas formas mi intención es centrarme en los aspectos militares de la batalla de Guadalete, según el último párrafo del sr. Moa. Pero será luego que ahora me voy a comer.

  13. manuelp dice:

    Bueno, sr. Moa, luego le pongo los enlaces el los que el general Kindelán reseña sus fuentes primarias. No creo que ninguna exposición se pueda despachar en dos líneas.

  14. Hegemon dice:

    Hemos de profundizar más en el tema y además tiro de memoria pero el problema de la invasión islámica y la derrota del Reino visigodo viene más por los problemas militares y la despoblación y desgracias acaecidas en España en los últimos años del Reino que en un problema de un Estado poco asentado o putrefacto. Los problemas para reclutar y mantener el ajército se profundizaron cuando llegó Chindasvinto al poder y elimanr a 200 grandes nobles y a 500 de la media nobleza eje fundamental del pdoer militar de la España Visigoda. Fue Chintasvinto¿? el que quiso reformar el ejércirto y la forma de reclutamiento. Hasta ese momento eran los nobles al ser llamados ante una amenaza los que ponían los medios que ellos querían. Algunos incluso no acudían a la llamada del Rey y otros se presentaban con un número pequeño de fuerzas para la campaña para dejar el mayor número de sus vasallos trabajando las tierras y no dejarlas desatendidas. Chintasvinto ¿? intentó reordenar la forma de reclutamiento y el número de tropas que debían aportar cada noble godo. No se si lo consiguió o encontró resistencia por parte de los nobles o por las epidemias y hambruna de los últimos años.

    De todas formas el poder militar visigodo no era de calidad y si de cantidad. Puede que sea esa una de las claves de la derrota. En Guadalete con tropas cansadas y venidas del norte de guerrear contra los vascones, se plantaron ante las tropas de Tarif y les pudieron vencer si no hubiera ocurrido la traición.

  15. Brigante dice:

    manuelp
    “Bueno, sr. Moa, luego le pongo los enlaces el los que el general Kindelán reseña sus fuentes primarias. No creo que ninguna exposición se pueda despachar en dos líneas.”

    Pues depende; cuando un individuo afirma que en el 711 d.C existían tres razas en lucha, los godos, los romanos y los celtíberos en la Península Ibérica,  sí se puede despachar en dos líneas y no perder en tiempo en valoraciones ni análisis, porque partiendo de semejante disparate sus conclusiones solo pueden ser disparatadas.

  16. manuelp dice:

    Bueno, con el permiso del doctor Brigante, voy a seguir exponiendo los argumentos del “individuo” que llegó a a teniente general siendo un perfecto zote, según él.

    Al mando de Tarik ben Zeyad pasaron el estrecho siete mil bereberes, novecientos árabes y cien witizianos y judíos como guías-intérpretes, desembarcando y haciendose fuertes en Gibraltar. Inmediatamente el jefe godo al cargo de la Bética, el conde Teodomiro -que no debía ser el dux (jefe militar) de la provincia que estaría con Rodrigo en el norte- con su fuerza de unos mil quinientos jinetes les hostilizó sin reñir batalla campal y envió aviso a Rodrigo solicitando su presencia. Este convoca a las levas del reino y desciende hacia el sur, enviando delante a su sobrino Sancio con una fuerza ligera, que muere en la primera escaramuza. Rodrigo lleva unos cuarenta mil hombres.
    Tarik, enterado, pide refuerzos a Muza que le envía cinco mil jinetes y seis mil infantes, con lo que este tiene unos veinte mil hombres.

  17. manuelp dice:

    Analiza las diversas hipótesis sobre el lugar de la batalla, para concluir que no pudo ser la laguna de la Janda a orillas del rio Barbate, por ser una temeridad estratégica dejar a su espalda la serranía de Ronda y por las características físicas de dicha laguna- que no poseía el pantanal que se cita en las fuentes- y se decanta porque  atravesó la serranía en dirección Córdoba y la batalla se dio a orillas del rio Guadalete. Rodrigo, después de dejar Códoba había desplegado su ejército entre las fuentes de los riós Guadalete y Majaceite con el propósito táctico de atacar de frente y envolver un ala del dispositivo musulmán.

    Hubo cuatro fases en la batalla, despliegue, intentos simultáneos de dobles envolvimientos, repliegue de las alas del ejército cristiano y retirada del centro y desastre.

  18. manuelp dice:

    Rodrigo mandaba, además del ejército, la caballería que situó como reserva general, el centro lo mandaba el conde Teodomiro y las las se ignora quien las mandaba, aunque el autor ve muy improbable que fuesen witizianos.
    Ocuparía el despliegue godo una extensión de dos o tres kilómetros con las alas abiertas y ligeramente adelantadas y un centro compacto con un frente de seis thiufas (unidad de mil hombres) y una vanguardia de otras tantas centenas.
    El despliegue musulmán era de un centro con la totalidad de la infantería, apoyado por unos pocos escuadrones de caballería árabe y en las alas la caballería bereber de Olián, con dos tabores de esta en reserva general. según el autor era un despliegue arriesgado y apto para la ofensiva. El centro lo mandaría Olián y las alas Zaide ben Kesasi y Mugueis el Rumi (cristiano).
    Considera despues la topografía del despliegue de forma que no vor a repetir aquí (se puede leer en los enlaces que pondré al final).

  19. manuelp dice:

    Empezó el combate y después de los primeros enfrentamientos equilibrados, lanzó Rodrigo su reserva general de Caballería contra el ala derecha musulmana, Tarik la reforzó con su escasa reserva y estuvieron a punto los hispano-godos de arrollar a los musulmanes, ante lo cual Tarik les arengó y se lanzaron a la lucha con renovado fervor, a continuación las dos alas cristianas retroceden, siendo la izquierda desbaratada en el pantanal que había detrás suyo. El centro al mando del conde Teodomiro retrocede ordenadamente y libra nueva batalla en el pueblo de Montellano, donde es derrotado de nuevo, retirándose hacia Utrera.
    ¿Porqué retrocedieron las dos alas cristianas?. Contra la hipótesis de la traición, el general Kindelán expone los siguientes argumentos:

    1º.- Las alas habían combatido muy bien hasta entonces, estando a punto de derrotar al enemigo.
    2º.- De haberlo hecho (traición), los contingentes witizianos pasados a los musulmanes estarían presentes en las
          siguientes fases de la conquista, cosa que no sucede.
    3º.- Ninguno de los supuestos traidores recibió ningún premio, precisamente el único a quien reconocieron
          autoridad y mando los musulmanes fue al conde Teodomiro.

    Indica que los invasores debieron de salir malparados, pues no pudieron perseguir a Teodomiro y achaca la rápida caida de España a las grandes pérdidas del ejército hispano-godo, a que se habían desmantelado muchas fortalezas y a la quinta columna judía (no witiziana) y termina señalando a la “raza” celtibera- no a la goda- como el germen de la resistencia frente al invasor.

    http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/RET_172.pdf (páginas 7 a 16)

    http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/RET_176.pdf (páginas 22 a 29)

  20. CCURIOSO dice:

    Kindelan era cubano,segun la wikipedia descendia de cubanos de origen irlandes,a la familia le  debieron robar todas su propiedades en Cuba,los separatistas o puede que se las incendiaran.

  21. manuelp dice:

    También Emilio Mola nació en Cuba.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Mola

  22. manuelp dice:

    Y el general Fernández Silvestre, caido en Annual.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Fern%C3%A1ndez_Silvestre

  23. Brigante dice:

    manuelp

    Bueno, con el permiso del doctor Brigante, voy a seguir exponiendo los argumentos del “individuo” que llegó a a teniente general siendo un perfecto zote, según él.”

    Tiene mi permiso…No hombre no se ponga así, ser Teniente General no le habilita a uno para el conocimiento de todas las disciplinas del conocimiento humano. Se puede ser un magnífico militar y un zote en historia.

  24. manuelp dice:

    Brigante

    Ya le he puesto que fue miembro de la Academia de la Historia y tiene obras histórico-militares escritas.

  25. Hegemon dice:

    Según tengo entendido la partida de Witizianos consiguieron prebendas de los musulmanes por tierras de Levante. Sanchez Albornoz, apoyándose en crónicas árabes, menciona a una descendiente de los Witizianos, ya como musulmana, que expresaba su orgullo por sus abuelos que permitieron entrar al Islam en España.

  26. Brigante dice:

    manuelp
    Pero según tengo entendido sus principales obras sobre lo que el dominaba: la aviación, o temas militares en general.
    En todo caso decir que en el 711 había en España tres culturas y una de ellas era la ¡celtíbera! es un disparate, por muy académico de la historia que sea el que lo diga. Por cierto ¿sabe Vd., por qué fue académico de la historia, cuáles fueron sus méritos?

  27. manuelp dice:

    Hegemon

    Precisamente ese fue el conde Teodomiro, que menciona Kindelán al mando del centro del ejército de Rodrigo y de witiziano no tenía nada. Ese es un argumento de los que expone para decir que al único que recompensaron los musulmanes no era de los supuestos traidores.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Teodomiro_(visigodo)

  28. manuelp dice:

    Brigante

    Si se ha leido usted el texto que enlazaba- escrito por cierto en 1954-, verá que el contexto de lo que decía Kindelán era que los que iniciaron la resistencia eran las poblaciones hispanas insuficientemente romanizadas y a ellas llama “celtíberas”. No creo que sea irreal decir que ese tipo de poblaciones existían en el 711.

  29. Hegemon dice:

    Que lo diga Kindelán está muy bien pero no cuadra. Otra cosa dice Sanchez Albornoz.

    “Como prueba indudable de la existencia de la traición, Sánchez Albornoz cita, entre otros, a Ibn al Qutiya, descendiente de Sara, nieta de Witiza, quien exalta orgulloso el que gracias a la intervención de sus abuelos el Islam hubiese penetrado en tierras del Al-Andalus.”

    http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Guadalete

  30. manuelp dice:

    hegemon

    Ese era descendiente del conde Casio, que firmó una alianza con los musulmanes. Y fundador de los banu Qasi (aliados y parientes de los fundadores del reino de Navarra) y que no consta que participara en la batalla.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Conde_Casio

    http://es.wikipedia.org/wiki/Banu_Qasi

  31. manuelp dice:

    Me gustaría que algunos de los contradictores de la tesis de Kindelán me señalasen alguna fuente donde se especifiquen los nombres de los witizianos que mandaban las dos alas del ejército hispano-godo que supuestamente se pasaron al enemigo en plena batalla.

  32. manuelp dice:

    hegemon

    ¡Ah si!, me he confundido, pero ¿quien era ese antepasado que permitió ganar la batalla a Tarik?.

  33. manuelp dice:

    Aqui dice:

    “El factor decisivo fue la formación del Ejército de don Rodrigo, pues las alas estaban dirigidas por los partidarios de Akhila -hijo del difunto rey Witiza-, concretamente por los witizanos el arzobispo de Sevilla, don Oppas, y Sisberto, arzobispo de Toledo ya citados. La batalla duró dos días, con ventaja inicial para los visigodos debido a la caballería de la que carecían los berberiscos. Ahora bien, en el momento en el que los islamitas quisieron retroceder ya en lo más duro del combate, las alas del ejército con el arzobispo Oppas se retiraron y cambiaron sus armas de dueño, dejando solo a don Rodrigo en el centro del ataque general. Don Julián también estaba ahí. El rey visigodo fue incapaz de frenar el choque en condiciones tan desiguales, y fue derrotado.”

    http://revista-arbil.es/126ferm.htm

    Kindelán desacredita esa tesis diciendo que se basa en un cronicón mozáraba indigno de crédito pues dice que los hijos y tio de Witiza siguieron reinando y ocupando el arzobispado de Toledo, cosa que no consta de ninguna manera.

  34. Hegemon dice:

    Algunas crónicas sobre Guadalete:

    La crónica de 754 se limita a decir que Rodrigo murió y que el ejército de los godos fue puesto en fuga. El orgullo godo se vio profundamente afectado por el hundimiento del reino de Toledo y esta discreta referencia no es quizá sorprendente. Lo que es más extraño es que los autores musulmanes no sean apenas más explícitos al narrar la victoria que les abrió las puertas de tan grandes triunfos. El Akhbar dice solamente que Rodrigo y Tariq lucharon ferozmente, pero que las alas del ejército visigodo huyeron y que el centro, tras una breve resistencia, fue finalmente derrotado y d diezmado. Rodrigo desapareció y no se sabe lo que fue de él, pues los musulmanes sólo encontraron su caballo blanco y su silla de oro adornada con rubíes y esmeraldas incrustados y un manto dorado. El precioso animal había caído en unas marismas y se supone que el rey desapareció en el fango y su cuerpo no fue encontrado…

    Otra crónica árabe dice:

    Ibn al-Athir (1160-1273)… comienza a hablar algo de la historia de los visigodos, pero la narración de la batalla se limita a un párrafo. Tuvo lugar a orillas del río Lakka, en la región de Sidonia, el 19 de julio del 711 y consistió en una serie de combates parciales que se desarrollaron a lo largo de ocho días. Dos parientes del antecesor de Rodrigo, que mandaban las alas del ejército, traicionaron al rey, suponiendo que los musulmanes se marcharían cuando estuviesen satisfechos con el botín obtenido y les dejarían el trono a ellos.

  35. Hegemon dice:

    Veamos más fuentes. Lo que en ya no me meto es que a Kindelán le agraden o no. Eso es otro cantar:
     

    Hay un libro, poco conocido, escrito por D. Simón de la Rosa y López, catedrático de la Universidad de Sevilla, en el año 1911, y que lleva por título: ‘
    El lugar en que se dio la batalla del Guadalete’ . En dicho libro escribe lo que será para nosotros la tesis principal de nuestros artículos.En la página 8 dice lo que sigue: ‘…sentaremos como un hecho que la batalla del Guadalete se dio junto a Jerez de la Frontera, a orillas de su expresado río, el 19 de Julio de 711 de Jesucristo, si es cierta la fecha que le señalan los mejor informados en la materia…’. Las fuentes que tenemos son las crónicas de los escritores cristianos, y las crónicas y libros árabes, entre ellas están las que fueron inventariadas por Casiri en la  Bibliotheca Escurialensis. Veamos cómo refieren el hecho las crónicas árabes. Dice Al Himyari en el Kitab Al Rawd Al-Mijtar, 340: ‘…Lakko. Ciudad de Al-Ándalus en el territorio de Sidonia. A orilla del río de esta, el rey de Al- Andalus, Rodrigo, a la cabeza de sus tropas cristianas, se encontró con Tariq Ben Ziyad acompañado de sus contingentes musulmanes el domingo 28 Ramadan del año 92 de la Hégira (19 de Julio de 711)…’. Este fragmento está extraído del libro de Juan Abellán Pérez ‘El Cádiz islámico’, UCA, 1996. (…) En el ‘Ajbar Machmuá’, obra anónima del siglo XI (antes conocida como el Anónimo de París): ‘…Encontráronse Rodrigo y Tarik, que había permanecido en Algeciras, en un lugar llamado El Lago, y pelearon encarnizadamente; mas las alas derechas e izquierdas, al mando de Sisberto y Obba (Opas), dieron a huir, y aunque el centro resistió algún tanto, al cabo Rodrigo fue derrotado… el 28 de Ramadhan y concluyó el 5 de Xawel (19-26 de Julio)…’.

  36. manuelp dice:

    En este interesante artículo mucho más moderno, los autores si dan crédito a la hipótesis de la traición y al mando de las alas por los witizianos, además el lugar de la batalla lo sitúan en la laguna de La Janda, cosa que Kindelán rechaza de plano.

    http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/RHM_106.pdf (a partir de la página 159)

    A pesar de ello, el autor sostiene que el repliegue traidor lo inició un lugarteniente del obispo Sisberto (página 192) pues dice que Oppas estaba junto a Rodrigo y cita como fuente el Adefonsi Chronica – Rotensis
    , 6, J. Gil, ed., p.120. (página 193).

  37. Hegemon dice:

    Al obispo Oppas, adiferencia de lo que dice Kindelán, le situaun las crónicas en Covadonga como acompñante de las tropas árabes que lucharon contra Pelayo en el 722. Fué Oppas, Abispo de Toledo que se dirige a Pelayo aconsejándole que desista de resistir.

    Oppas

    De Enciclopedia de Oviedo, la enciclopedia libre.
     

    Obispo Oppas
    Supuestamente nació en Toledo y o bien era hijo de Egica y Cixilo, y por tanto hermano menor de Witiza (según el pseudo Isidoro pacense y la Historia Gótica del Arzobispo Don Rodrigo), o bien, tal como señalan las crónicas arábigas (la de Ajbar Machmúa y Fatho-l-Andaluci) no es hermano, sino que es hijo de Witiza. El Obispo de Beja, contemporáneo de Don Oppas, le considera hermano de Witiza.
    Durante el gobierno de Witiza existía un grupo de nobles no demasiado contentos con el rey, y otros a su favor entre los que se encontraba Oppas junto a Sisberto y Requisindo. Tras la muerte de Witiza y la tutoría de Áquila por Requisindo, y después de ser vencido por Don Rodrigo, Oppas pasará a ocupar la jefatura del partido witiziano.
    Siendo Obispo de Sevilla recibió también la silla episcopal de Toledo, favorecido por su familiar, Vitiza, penúltimo rey visigodo que murió en Toledo el año 710. Oppas y los partidarios de Vitiza, contrarios a Rodrigo, apoyaron y cooperaron en la invasión musulmana.
    No resulta extraño entonces que, cuando el emir de Córdoba –Ambasa- envió a Covadonga una expedición de castigo contra Pelayo, confiase en este Obispo para actuar como mediador y evitar la lucha armada. De este modo, Oppas llegó a Covadonga y trató que Pelayo se rindiese prometiéndole grandes beneficios. Pero, ante el fracaso de su negociación, al no lograr convencer a Pelayo, el Obispo se volvió hacia el ejército sarraceno, a cuyo mando se encontraba Alqama, y dijo, según la Crónica de Alfonso III, versión “ad Sebastianum”: «Avanzad y a pelear, pues únicamente por medio de la espada vengadora tendréis con ellos acuerdo y paz». Oppas cayó prisionero en esta batalla.
    [editar]

    Bibliografía

    Armando Cotarelo y Valledor, “Don Oppas.”, Batalla y Santuario de Covadonga, Oviedo, 1920.


    Obtenido de “http://el.tesorodeoviedo.es/index.php?title=Oppas

  38. Pío Moa dice:

    Sobre la aviación, Kindelán tenía un concepto técnico y tópico, sin ninguna originalidad ni capacidad de proyección, algo muy común en España. Sobre sus “celtíberos”… Bueno. Creo que era una militar de mediana categoría, no malo pero tampoco muy bueno, y con ideas políticas trasnochadas. Sus interpretaciones sobre la invasión mora son más bien especulaciones, como lo son la mayoría. No llega a los disparates del autor de “los árabes no invadieron España”, pero se le aproxima. La realidad es que hubo invasión, que seguramente los moros llegaron como aliados de la facción witizana y que comprendieron que la derrota del ejército de Rodrigo les daba una oportunidad mucho mayor. Los datos concretos son confusos y lo que nos ha llegado es a veces contradictorio,  y por eso mismo se presta a mucha especulación, pero lo que queda es el derrumbe del reino hispanogodo por una combinación de causas muy distintas de las que presenta Joseph Pérez o Sánches Albornoz, que son solo racionalizaciones algo elementales a partir del hecho histórico. Y que dicho reino es la primera nación española, sin cuyo precedente la Reconquista habría sido difícilmente imaginable.  

  39. Brigante dice:

    manuelp
    Después de leer el enlace que ha puesto, y las indicaciones que hace el General Kindelan acerca de la existencia en 711 de tres razas enfrentadas en la Península, la celtíbera, la goda y la romana, me ratificó en lo dicho anteriormente: puro disparate

  40. manuelp dice:

    Lo único que está claro es que no hay nada claro y definitivamente establecido. Para empezar ni siquiera se sabe donde se dio la batalla. A mi me convence el criterio profesional de Kindelán que señala la insensatez de dejar a la espalda un terreno elevado como la serranía de Ronda desde donde los hispano-godos podían cortarle su ruta de aprovisionamiento y retirada, cosa que hubiese hecho Tarik de darse la batalla en La Janda y no en las fuentes de los rios Guadalete y Majaceite.
    También me parece que Rodrigo tenía que ser tonto, como dice Kindelán, para dar el mando de las alas a enemigos suyos hasta hacía poco y además, si iban atraicionar, ¿para qué se iban a molestar en combatir duramente al principio?.
    Luego parece que no obtuvieron ninguna recompensa por su traición, eso que dice el descendiente de Sara, es muy posterior y puede ser una manera de darse auto-bombo a ver si le,caía alguna sinecura.

  41. Hegemon dice:

    Manuelp:

    No dejan de ser suposiciones lo que dice usted y Kindelán. Lo que está más claro es que parece ser que si hubo una traición ya que hay más crónicas que dicen eso que lo contrario. Que hubiera 3 razas enfrentadas ya choca más. El ejército visigodo estaba formado por godos e hispanorromanos desde la época de Leovigildo, según algunos autores o desde las reformas de Wamba, según otras, más tardiamente. Auqnue yo creo que Kindelán confunde celtíberos con Astures y Cantabros estos si menos romanizados y aún sin cristianizar.

    Hay una contradicción en lo que dice usted y Kindelan…si dice que no se sabe nada ni nada es cierto..¿Cómo Kindelán está tan seguro de que detrás de Rodrigo estaba un terreno elevado como la Serrania de Ronda?

    No se sabe por qué Rodrigo confió en los supuestos descendientes de Witiza. Ervigio impuso en las nuevas leyes sobrte el ejercito que aquel que no acudiera a la llamada del Rey cuando este necesitaba al ejército, perdería todas sus tierras y seria desterrado. Los Witizianos acudieron porque así lo mandaba la Ley y muchos autores dicen que ya tenían concertado con Tariq el desertar. El que Rodrigo se confiara puede ser normal y no creer que ante una amenza exterior tuviera semejante deserción. No es tan descabellado pensar algo así.

  42. manuelp dice:

    hegemon

    Lo que dice Kindelán es que sería militarmente insensato por parte de Tarik, ponerse en marcha hacia la laguna de La Janda dejando a sus espaldas la serrania de Ronda desde donde los hispano-godos podían caer sobre él y que lo que hizo fue atravesarla.
    Las leyes militares de Wamba y Ervigio- que Kindelán cita- no tenían más eficacia coactiva que los decretos de los Concilios de Toledo que prohibían, bajo pena de excomunión, las usurpaciones al trono, por eso se promulgaban porque los magnates godos no hacían caso a sus obligaciones militares. Y Rodrigo, que era un experimentado jefe militar, debía de saber que no podía confiar en genet que se había enfrentado con él hacia poco tiempo.

  43. Pío Moa dice:

    Hay cosas que se saben claramente y otras que son especulativas. Se sabe lo esencial, que hubo una invasión musulmana, que el ejército hispanogodo fue derrotado por fuerzas materialmente inferiores, muy probablemente debido a una traición en la crisis sucesoria, más probablemente que por cualquier otra causa, etc. El lugar concreto de la batalla no se sabe, muchos detalles concretos no se saben ni probablemente se sabrán nunca. La especulación de Kindelán sobre la serranía de Ronda es gratuita. Los moros podían haber rodeado a las fuerzas godas  apostadas (imaginariamente) en dicha serranía dirigiéndose precisamente al valle del Guadalquivir. Son especulaciones pintorescas como la supuesta enemistad entre godos, hispanorromanos y “celtíberos”. La cuestión gravita sobre otros supuestos: ¿fue la derrota efecto de una corrupción del estado español? ¿de una “protofeudalización”? (idea absurda: el mucho más feudalizado reino franco fue capaz de detener a los islámicos); ¿de los impuestos? . etc. En fin, lo que J. Pérez plantea como certezas y no pasn de especulaciones gratuitas que chocan con otros muchos dartos que poseemos y que he expuesto. Discutir sobre lo puramente especulativo no es muy fructífero y siempre abre paso a la extravagancia, y sobre este asunto lo que predomina en la historiografía es precisamente la extravagancia

  44. LeonAnto dice:

    CCURIOSO y manuelp, ahí va una lista de Generales nacidos en Cuba:

     http://cubaespanola.blogspot.com/2011/09/generales-espanoles-nacidos-en-cuba.html
    El Eduardo Sáenz, que consta en la lista, es el Teniente General Eduardo Sáenz de Buruaga.

    En otra de las Antillas Mayores, Puerto Rico, nació el General Goded.

  45. manuelp dice:

    Sr. Moa

    La especulación de Kindelán sobre la serranía de Ronda no tiene nada de gratuita. Si las fuerzas de Tarik que tenían su base en la bahía de Algeciras se hubiesen dedicado a “rodear” a los godos y estos se hubiesen mantenido en las inexpugnables masas montañosas de la serranía, hubiesen podido cortarle fácilmente las vías  de aprovisionamiento y de retirada. Por otra parte parece cierto que el ejército de Rodrigo estaba a punto de romper las formaciones musulmanas por medio de la carga de la caballería que comandaba el mismo rey cuando se produjo el misterioso hecho de la retirada de las dos alas hispanogodas, lo cual parece avalar la tesis de la traición pero los otros datos mencionados la desacreditan.
    La comparación con los francos creo que debería de tener en cuenta un hecho fundamental, y es que el ejército franco en Poitiers era casi únicamente una compacta falange de infantería inmovil contra la que se estrellaron las cargas de la caballería musulmana, mientras que la fuerza principal del ejército hispanogodo era la caballería, sin el apoyo de la cual la infantería no sabía resistir.

  46. manuelp dice:

    LeonAnto

    Si, esas tierras eran españolas como las que más e incluso buena parte de la población se sentía española al punto de que en la guerra con los Estados Unidos habian 4,595 oficiales y 82,033 soldados voluntarios cubanos.

    http://www.spanamwar.com/spoobcuba.htm

  47. LeonAnto dice:

    manuelp,20.00: Ello nos podría llevar a valorar cuánto hubo de traición, por parte de los responsables españoles, al deshacerse con tanta dejadez y tan rápidamente de Filipinas, Puerto Rico y Cuba, especialmente de estas dos últimas.

  48. manuelp dice:

    LeonAnto

    La responsabilidad de la pérdida de Cuba recae muy especialmente en los políticos del partido liberal con Sagasta a la cabeza, aunque los conservadores no estuviesen libres de culpa, pero creo que si Cánovas no hubiese sido asesinado el tema de Cuba se hubiese llevado de otra manera.

  49. LeonAnto dice:

    manuelp: Totalmente de acuerdo.

  50. Hegemon dice:

    Hay mucha gente que tiene una idea equivocada de lo que era el ejército visigodo. No es cierto que la caballeria fuera el arma principal o más numerosa del ejercito de Rodrigo. Las tropas destinadas a las fortalezas y acantonadas era el tronco permanente del ejercito y no era, precisamente, la caballeria . Como ejercito romanizado, el visigodo había adoptado las tácticas romanas y su divisicón decimal que tenía el ejercito romano del bajoimperio. En Adrianápolis el esfuerzo principal lo tuvieron los infantes visigodos y en Guadalete tanto Tariq como los visigodos tenían fuerzas más de infanteria que de caballeria. La caballeria era esclusiva de los nobles y gente pudiente y el gruero del ejercito era gente a pie. Incluso se habían incorporado esclavos que formaban parte del ejercito como grueos de la infanteria. De todas maneras la caballeria tenía su importancia y como estaba desplegado el ejército en Guadalte, con las alas adenlatadas al centro, es normal que si las alas desertan el centro se queda a merced del enemigo. Pero esto es secundario. Es cierto. Sólo son detalles que llevan a especular. Algunas veces son muy interesantes estos detalles como este documento de la Universidad Juan Carlos:
     
    http://eciencia.urjc.es/handle/10115/5805
     
     

  51. Pío Moa dice:

    Pero vamos a ver, ¿qué fuerzas tenían los godos apostadas en la serranía de Ronda? Simplemente se enteraron de su desembarco y fueron a su encuentro, y el encuentro pudo tener lugar en cualquier parte, de preferencia en las zonas más llanas, porque las montañas están peor comunidadas, son de más difícil acceso y es mucho más difícil aprovisionarse en ellas, y más en aquellos tiempos. No hay la menor noticia de que los godos tuvieran fuerzas dispuestas en la serranía de Ronda para caer sobre los invasores. Se trata de una especulación seudoestratégica de Kindelán. Y de especulación en especulación podría terminar como el militar aquel que criticaba los incontables errores de Franco.

  52. manuelp dice:

    Hegemon

    En Adrianópolis fue la caballería ostrogoda de Alateo y Safrax los que decidieron la batalla.

    “Fue la mayor derrota romana desde la batalla de Arausio y el último combate en el que los romanos emplearon sus clásicas legiones, pues a partir de entonces comenzaron las batallas a poner más énfasis en la caballería y las pequeñas divisiones armadas, como los comitatenses

    http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Adrian%C3%B3polis

    En general, en la historia de la guerra, se reconoce que fueron las tácticas de caballería empleadas por los sármatas y hunos, y copiadas por los godos entre los pueblos germánicos principalmente, los que definieron el desarrollo de las armas hasta bien entrada la Edad Media, que consagraban a la caballería como la fuerza principal de los ejércitos, si no por su número, si por su importancia.

  53. manuelp dice:

    Hegemon

    En Adrianópolis fue la caballería ostrogoda de Alateo y Safrax los que decidieron la batalla.

    “Fue la mayor derrota romana desde la batalla de Arausio y el último combate en el que los romanos emplearon sus clásicas legiones, pues a partir de entonces comenzaron las batallas a poner más énfasis en la caballería y las pequeñas divisiones armadas, como los comitatenses

    http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Adrian%C3%B3polis

    En general, en la historia de la guerra, se reconoce que fueron las tácticas de caballería empleadas por los sármatas y hunos, y copiadas por los godos entre los pueblos germánicos principalmente, los que definieron el desarrollo de las armas hasta bien entrada la Edad Media, que consagraban a la caballería como la fuerza principal de los ejércitos, si no por su número, si por su importancia.

  54. manuelp dice:

    sr. Moa

    Kindelán empieza por decir que un grave error estratégico de Witiza y Rodrigo fue tener desguarnecida la serranía de Ronda, pero una vez que Rodrigo llegó a Cordoba con su ejército se dirigió hacia ella (la serranía)- como se ve en el mapa que pone en su artículo- y si Tarik hubiese tomado la ruta hacia Cádiz, Rodrigo hubiese podido situarse en el terreno montañoso amenazando las comunicaciones musulmanas. Por ello él dice que Tarik atravesó dicha serranía y enfrentó a Rodrigo al otro lado de ella en la zona de los nacimientos de los rios Guadalete y Majaceite.

  55. gorgias dice:

    No se empecinen en una discusión sobre los detalles, cuando en el fondo la cuestión sigue siendo la misma. Al margen de la estrategia militar, el hecho es que los godos perdieron la batalla, bien sea por simple buen desempeño de los musulmanes o por una supuesta traición de parte del ejercito de Rodrigo. Sea como sea, el hecho es que parece que el descalabro tuvo que ser mayusculo. Lo suficiente para dejar cualquier tipo de resistencia circunscrito a unas cuantas capitales que supongo que contarian con guarniciones. 
    Entre la elite goda el desastre tb. tuvo que ser de dimensiones catastroficas, considerando que muchos nobles pasaron a hacer las paces por su cuenta a cambio de conservar el mando en su territorio como los “Banu Casi”. Eso da la impresión de que ninguno de ellos vió factible la resistencia organizada, o simplemente no encontraron un nucleo en torno al cual aglutinarse. Eso justamente habla no de una sociedad “feudal” como bien dice Don Pío, sino de un reino más bien centralizado donde tras la decapitación el cuerpo queda inerme, a la manera en que los españoles conquistan los reinos americanos o los romanos las Galias.  

    ¿Por cierto Don Manuel hay datos sobre las posibles bajas reales sufridas por el ejercito godo en Guadalete? 

  56. manuelp dice:

    don gorgias

    ¿Que quiere usted que le diga?. Si vemos este trabajo de 2009 del teniente coronel Fernando Soteras Escartín en la revista de Historia Militar da una serie de datos que son totalmente opuestos y contrarios a los que daba el general Kindelán.

    http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/RHM_106.pdf (a partir de página 159)

    Respecto a las bajas viene un cuadro pormenorizado en la página 194 en el que establece las bajas (muertos+heridos) en unos 4.300 hombres en el ejército de Rodrigo y unos 1.200 hombres en el de Tarik, pero pone en dicho cuadro que la elaboración es propia.

    Lo que no se comprende muy bien es que con semejantes pérdidas, que sumadas las deserciones y traiciones de los witizianos dejaron reducido el ejército de Rodrigo a 3.700 hombres pudiera este, incluido Rodrigo que para el autor no murió en la batalla y siguió luchando lo menos dos años más, presentar varias batallas importantes más a las fuerzas musulmanas que, encima se habían reforzado mucho con los contingentes que aportó Muza de 18.000 hombres. 

     

     

  57. Hegemon dice:

    Sobre Adrianápolis y al vistoria Goda, o de la caballeria, en el enlace de ayer, apoyándose en la fuente  AMIANO MARCELINO, Rerum Gestarum libri quae supersunt, XXXI, 15, 15., Loeb Classical library. se dcie:

    Tras el paso del Danubio, la situación del ejército visigodo pasó a un estado de gran precariedad debido a que se les obligó a entregar las armas, por eso tras algunos enfrentamientos con tropas romanas una de sus primeras actuaciones era hacerse con las armas del enemigo, sin embargo poco a poco se fueron rehaciendo y volvieron a ser un ejército plenamente armado, tanto es así que en Andrianópolis el ejército visigodo se enfrentó en campo abierto al romano.  Tradicionalmente se ha mantenido que fue la caballería goda la que otorgó la victoria a los godos, no por que fuese superior en número a la infantería, pudiéndola calificar ya como caballería pesada, tanto por el armamento ofensivo, como por el defensivo, por las protecciones de hombre y bestias
    . Sin embargo siguiendo las fuentes, esta batalla, narrada por Amiano Marcelino, no supuso el paso al primer plano de la caballería, la victoria goda no se debió al papel de la caballería, siendo su participación puramente convencional, fue la infantería goda la que derrotó a la infantería romana, en gran parte por la superioridad numérica, aunque no debemos obviar el papel del emperador Valente, que por exceso de soberbia al considerar a la infantería goda un enemigo poco cualificado para derrotar a las legiones romanas, o por carecer de conocimientos tácticos, fue causa determinante de esta gran derrota.

    Son detalles pero no dejan de ser curiosos.

  58. Hegemon dice:

    Y seguimos con detalles:

    Según Jordanes, a la muerte de Atanarico, sucesor de Fritigermo, todo el ejército godo pasa al servicio del Imperio, uniéndose a las tropas regulares, formando un solo cuerpo, con los mismos efectivos y las mismas denominaciones que ya habían tenido bajo Constantino, con quien habían luchado contra Eugenio; esta unión se produjo mediante un foedus firmado por Teodosio en 382.

    A partir de estos momentos, la asimilación entre el ejército visigodo y el romano sería total, la organización de ambos ejército sería pues la misma, no sólo en la división en unidades, sino también en el establecimiento de los mandos de dichas unidades, que según Pérez Sánchez, serían ocupados por los nobles titulares de las comitivas armadas.

    La asimilación organizativa alcanzaría su grado máximo pocos años después, en 397, cuando se firma un nuevo foedus entre Roma y los visigodos, en este caso con Alarico. Los incumplimientos de lo pactado por parte de Roma hará que Alarico se dedique a saquear las tierras del imperio, llegando a las puertas de Constantinopla, así Roma se verá forzada a firmar un foedus en el que el rey godo es nombrado jefe supremo del ejército de la Iliria Magister millitum per Illyricum. En estos momentos la asimilación de la organización militar romana por parte del ejército visigodo será ya completa, propiciada por la nobleza, siendo su mayor exponente el rey. Tras marchar sobre Roma por segunda vez el mismo Alarico consigue en 409 que el Senado de Roma le nombre jefe supremo del ejército romano, magister peditum.
     

  59. manuelp dice:

    Hegemon

    Si quiere podemos debatir sobre que es lo que dio la victoria a los godos en la batalla de Adrianópolis, pero en el mismo enlace que está usted citando pone:

    “[14] BENNETT. M., BRADBURY. J., DEVRIES. K., DICKIE. I. y JESTICE. P. G., Técnicas bélicas del mundo medieval. 500 d.C – 1500 d.C, traducción Miguel Parra, Alcobendas 2007, p. 174. No sólo sostienen que en Andrianópolis fue la caballería la que determinó la victoria de los visigodos frente a las tropas del Imperio romano, sino que también fue la que dio la victoria a los godos en la batalla de Dibalto de 378. “

  60. Hegemon dice:

    Manuelp:

    ¿Y?

    Usted mantiene una cosa y otros autores otra. Siguen siendo especulaciones que no llevan a nada. Yo me fijo en que la infanteria en Adrianopolis seguía siendo crucial en esa época y que al enfrentarse los visigodos a un ejército romano donde la infanteria seguía siendo fundamental, significa , como explica el enlace, que los visigodos habían evolucionado en su forma de guerrear pasando de rapiñas y asaltos a combatir en campo abierto. Eso, en mi opinión, significa una mejor disciplina y mejor infanteria. Puede usted mantener lo contrario. No me va a convencer. No es sólo Amaio Marcelino el que sostiene que la infanteria fue lo fundamental sino que otros autores dicen lo mismo, la buena actuación de la infanteria visigoda en Adrianópolis fue crucial.

  61. manuelp dice:

    Hegemon

    Pues apliquese el cuento. No solo no pretendo convencerle de nada, sino que no tengo ningún interés en perder el tiempo con disputas baladíes. Máxime cuando dice usted cosas como que los godos no habían combatido en campo abierto hasta Adrianópolis, cuando llevaban siglos haciendolo. Sin ir más lejos, cien años antes de Adrianópolis, el emperador Claudio el Gótico les derrotó decisivamente en Naissus.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Naissus

  62. Hegemon dice:

    Si, si Naissus un gran ejemplo de la disciplina de la infanteria goda…¡¡y de la caballeria!!…en fin….que no voy a entrar en debates inútiles y circunloquios sin sentido.

  63. Henry Ford dice:

    Bueno, don Pío, aterrizo en este blog suyo tras haber seguido con otro nick su blog “presente y pasado” en Libertad Digital, y vengo muy muy muy cabreado con el Partido Popular, a quien le di un voto de confianza en las pasadas elecciones, así que trataré de ser breve y educado. A estos tipos del Partido Popular les va a durar el poder dos telediarios, no olvidemos que sin la crisis económica Rodríguez Zapatero no habría perdido los votos que han dado la mayoría absoluta al PP (el PP perdió 900.000 votos según los análisis de trasvases de votos), y que hemos votado al PP pero las artes, la universidad, los medios de información… siguen siendo de izquierdas y adoctrinando en ideas de izquierdas. No están utilizando su mayoría absoluta para cambiar el régimen electoral, la ley de violencia de género, la ley de memoria histórica, etc, les parece bien que Amaiur siga en las instituciones y no hablan de “derrota de ETA” sino de “disolución”, amén de que no tienen el más mínimo interés en hacer justicia con el 11M. Todo ello es repugnante, pero me he dado cuenta que eso no es lo peor de todo. Me explico, el PP no tiene ideas propias, sólo le interesan los negocios y gestionar el poder y la caja, y si para ello hay que asumir ideas de izquierdas o moverse en las reglas de juego de la izquierda, perfecto. Si el PSOE dice que hay que derribar el Valle de los Caídos, el PP replicará como mucho que la gasolina de la máquina de demolición es muy cara habiendo cinco millones de parados… Si el PP defiende a España es por patriotismo jurídico – constitucional, porque lo dice la Constitución liberal y tal (positivismo jurídico, que es una idea de las izquierdas, si al Parlamento le da por decir que el matrimonio es también entre gays, perfecto, si el Parlamento constituye los Estados Unidos de Europa, se lo tendrán que tragar)… Si el PSOE se inventa el concepto de preembrión para poder investigar con embriones humanos, el PP dirá que lo hacen para distraer de la economía… Si el PSOE pontifica sobre la República es que hay que mirar al futuro (o sea, a la nada)… Si hay que estereotipar a alguien como la ETA dirán que son nazis o fascistas antes de decir que son marxistas leninistas que es lo que son, legitimando así al comunismo y moviéndose en los estereotipos del mal absoluto y las palabras policía que ha creado la izquierda (como cuando un comunista niega primero que el comunismo sea criminal y cuando le sacas a Stalin es que este no era en realidad comunista). Y luego, tienen grupos de pensamiento como “Mujeres en igualdad” que son como las bibianas del PSOE pero en niña rica. El otro día una me replicó que mi género tenía que pagar ahora por años de opresión hacia la mujer. En fin, don Pío, estoy muy cabreado en serio. ¿Qué hemos hecho los de derechas para merecernos al PP?

  64. Wallaq 1 dice:

    Normal
    0
    21

    false
    false
    false

    MicrosoftInternetExplorer4

    /* Style Definitions */
    table.MsoNormalTable
    {mso-style-name:”Tabla normal”;
    mso-tstyle-rowband-size:0;
    mso-tstyle-colband-size:0;
    mso-style-noshow:yes;
    mso-style-parent:”";
    mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
    mso-para-margin:0cm;
    mso-para-margin-bottom:.0001pt;
    mso-pagination:widow-orphan;
    font-size:10.0pt;
    font-family:”Times New Roman”;
    mso-ansi-language:#0400;
    mso-fareast-language:#0400;
    mso-bidi-language:#0400;}

    Miguel Ballesteros en su libro de 1899 “Historia de Utiel” nos cuenta los primeros años de la  conquista musulmana
    “Vencieron los árabes o infieles a la huestes godas en la márgenes del Guadalete (711) y se desbordaron por todas partes, conquistando casi por completo el territorio español. En los primeros tiempos trataron loa musulmanes a las poblaciones sometidas con una consideración y blandura, impropias de los enemigos de la fé, bien es cierto que los pueblos que se resistían experimentaban su enojo en todo el rigor de la palabra, pero los que les abrían sus puertas quedaban considerados como tributarios, y pagado el azaque o diezmo, podían libremente practicar su religión, guardar sus bienes y ser juzgados por sus propias leyes.
    (…) Nombrado emir de Al-Andalus, Yusuf-El-Fheri en 746  hizo una división territorial que destruyó la que se conservaba desde los tiempos de Constantino el Grande.
    (…) Entre los parciales de Yusuf y los de Amer-ben-Amruc, que querían destronarle, encendiose una cruenta guerra civil. Wahib, hijo de Amer, trasladó la guerra a la serranía de Cuenca; y fue tan cruel esta lucha, que los habitantes de las poblaciones las abandonaban y huían sin saber adonde: las tropas de ambos bandos abrasaban las viviendas para privar a los contrarios de toda comodidad. Los dos años 753 y 754 presenciaron esta guerra de montaña, y los parciales de Yusuf tomaron, según cuentan, la fortaleza de Utiel (Valencia). Durante este periodo de horrorosas devastaciones debió ser destruida por el fuego la ciudad romana de Valeria, lo que contribuyó a la nombradía de Alarcón, Cuenca y otros fuertes importantes”
     
    Una frase de Azaña para la posteridad: “Los aviones son muy caros y no sirven para nada.”
     
    Saludos

  65. Gargamel9 dice:

     

    Normal
    0
    21

     
    Siempre es un placer cuando don pio coge los argumentos que el bunker historico nos achaca y los aplica en otros contextos en los que nunca los suelen aplicar. Hablando de Francia en la IIGM, acabo de empezar un libro sobre la resistencia entre 1940-45 y os dejo una cosa que no sabia a ver que os parece. Al parecer los franceses también tuvieron sus traidores cuando les pasaron por encima en un mes, algo tuvo que haber porque los alemanes no tenian superioridad numerica ni en muchos casos material.
     
    “En 1939 Maurice Thorez, secretario general del partido comunista francés, desertó del ejercito Francés y huyó a Rusia, alentando a sus seguidores a hacer lo mismo. Se le quito la nacionalidad francesa y mas tarde en 1941, ordeno a sus seguidores que emprendieran una violenta campaña de guerrilla contra los Alemanes..¿para salvar a Francia o para ayudar a Rusia? El propio De Gaulle advirtió a los comunistas franceses del daño que sus métodos traerían a la población francesa. No le hicieron mucho caso, sus ataques, aunque exitosos localmente, provocarían represarías indiscriminadas, las cuales a su vez atraían reclutas para la causa comunista.”.
    La táctica estándar de todos los movimientos totalitarios en inferioridad desde entonces que ya era bastante antigua ojo.

  66. Gargamel9 dice:

    Normal
    0
    21

    ¿Ahora harán lo mismo que hicieron los sociatas tras el 2008? Es que les votamos SI,  ¡pero nos engañaron! ¿Pero bueno a quien pudo engañar zapo o rajoy? No va a colar. El que vote al equipo de futbol del que sea sin pensar, sin ver ni oir, que luego no venga con cantinelas porque no engañan a nadie mas que a quien se quiera dejar engañar.

  67. Pío Moa dice:

    Obviamente, tendr´´ia que haber un partido de alternativa al PP. Las condiciones para que surja son excelentes. lo que falta son ideas y l´´ideres. Parece que la España actual no es capaz de producirlos, tan estragada est´´a.  

  68. manuelp dice:

    sr. Moa

    Tiene usted el virus de la doble tilde. Aquí tiene una guía para eliminarlo.

    http://www.infospyware.com/blog/guia-para-eliminar-virus-del-doble-tilde-con-dt-kill-by-infospyware/

  69. Henry Ford dice:

    Garga¡mel9. Yo voté al PP porque no esperaba un continuismo en lo ideológico con el Partido Socialista. Esperaba que en la economía lo hicieran algo mejor que el PSOE pero ya sabía que no iban a entrar mucho en cuestiones ideológicas pero esperaba que algo cambiaran como el aborto o la memoria histórica, esperaba que el proceso revolucionario de Rodríguez Zapatero se hubiera detenido por lo menos aunque no se deshiciera, esperaba que al contrario de lo que dijeron en campaña no estuvieran a favor de Amaiur. Es decir, creía que era la opción menos mala de las posibles. No es que sienta afinidad por el PP.

    Pío Moa. El problema de una alternativa es que en Zaragoza por ejemplo sólo se podían votar a 11 partidos, gracias a la nueva ley electoral, todos izquierdistas o separatistas o las dos cosas menos el PP, que tampoco es que sea un partido de derechas fiable. Por eso voté al PP, porque creía que en la economía era algo mejor que el PSOE y en lo ideológico el proceso revolucionario de Zapatero iba por lo menos a detenerse. Creía que ud. exageraba cuando decía que PP y PSOE eran lo mismo, pero ha quedado demostrado que el equivocado era yo.

  70. Pío Moa dice:

    Muchas gracias don Manuelp. Lo de la doble tilde me viene a veces en los últimos díasy luego desaparece. A ver si con eso que me manda desparece del todo, pues, por lo que veo, es muy peligroso.

     Don Henry Ford: si en Zaragoza había once partidos izquierdistas o separatistas, es señal de que están muy divididos. Y la exigencia de contar con cierto número de firmas para presentarse, aunque me parece arbitraria e inconstitucional, no representa un obstáculo serio. El obstáculo más serio, de momento, es establecer un programa claro y un estrategia general de desarrollo.  

  71. manuelp dice:

    sr. Moa

    De nada, una vez hecho el proceso y eliminado el virus, debe usted instalar un antivirus. Por ejemplo este es gratuito- en su versión más sencilla- y a mi me va bien.

    http://www.avast.com/es-es/free-antivirus-download

  72. Catlo dice:

     
    Como dice D. Pío: programa y estrategia. A ver si se anima el personal y se empieza a ver alguna alternativa razonable. Tal vez bastaría un programa de mínimos en lo relativo a separación de poderes, reorganización del estado, defensa de la dignidad de la nación española y tantas cosas que han ido saliendo y que habría que sintetizar.

  73. manuelp dice:

    El obstáculo más serio para que surga una alternativa política es la falta de líderes capaces de llevarla adelante. la creación de un partido político es una tarea increiblemente complicada y sacrificada, si no se disponen de abundantes fuentes de financiación , y aun disponiendo de ellas es una tarea a largo plazo que tiene grandes posibilidades de fracasar. Durante un tiempo yo creí en la posibilidad de que todo lo que se aglutinaba en torno a LD pudiese formar el núcleo germinal de un partido, hoy en día, jamás se me ocurriría formar parte de un proyecto político en el que FJL y CV ostentasen puestos de dirección. 

  74. Catlo dice:

    Manuelp
    Sí es tremendamente sacrificada la labor de poner en marcha un partido. Por eso es necesaria la gente joven con energía y talento que tenga claro que trabaja para su propio futuro. Ahí es donde el sistema educativo ha hechoo mucho daño porque parece haber convertido a los jóvenes en viejos prematuros e intelectualmente mutilados.

  75. manuelp dice:

    Catlo

    Insisto que en la política, como en la guerra, el factor fundamental es el líder y una de las cualidades más necesarias en un líder es la experiencia y también la prudencia. Por eso los antiguos romanos, y en general todos los pueblos hasta hace muy poco, exigían una cierta edad para ocupar los puestos políticos, en los cónsules romanos era de cuarenta y dos años. El empuje de la juventud es muy necesario, pero si no está bien encauzado lo más normal es que acabe siendo estéril.

  76. lead dice:

    [Francia 1940 y siguientes: los que colaboraron con los alemanes]["Debates prohidos"]

      Gargamel9 @12:46 de 29/2/12

     La descrpción que hace Pío Moa de la derrota francesa de 1940 y del comportamiento de socialistas, comunistas y de una parte importante de la sociedad fancesa entiendo que es correcta, como ya tuvimos ocasión de tratar en el blog el pasado Noviembre de 2011:

    http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/a-quien-votar-extrema-derecha-el-medico-y-el-barrendero-maite-pagaza-en-el-ateneo-de-madrid-10602/#com1297428

    http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/a-quien-votar-extrema-derecha-el-medico-y-el-barrendero-maite-pagaza-en-el-ateneo-de-madrid-10602/#com1297447

    (ver también en ese hilo del blog, los posts #’s 114, 115 y 133)  
        
      
    En efecto, el Partido Comunista francés –PCF era de férrea obediencia a la Komintern, siendo Stalin su verdaderop jefe. En tal sentido, al PCF le traía al pairo Francia; el PCF apoyó el Pacto germano-soviético de 23 Agosto 1939. Cuando Alemania invadió Polonia el 1º Septiembre 1939, lo que obligó a Francia a declarar la guerra a Alemania, por su previo pacto con Polonia, el PCF no se retractó de su apoyo al Pacto Hitler-Stalin; el día 3 de Septiembre, coherentemente con el significado de la posición del PCF, el Gobierno radical de la III República, de Édourd Daladier, ilegalizó al PCF. Hasta Junio de 1941 los comunistas franceses (algunos reagrupados en Partidos oficiales colaboracionistas)  no movieron un músculo por Francia; más bien todo lo contrario. Incluso negociaron con las autoridades alemanas de ocupación la salida de su periodico ‘L’Humanité’ (a lo que finalmente se negó el Gobierno de Pétain).

    Así que si, tras el inicio de la invasión alemana de la URSS,  el 22 Junio 1941, los comunistas acudieron a enrolarse en la Resistencia fue, como señalas, para ayudar a su verdadero jefe, Stalin. Todo lo demás que se ha dicho y escrito es propaganda mentirosa (valga la redundancia).

    Ese período de 1939 a 1944 (cuando la Liberación…y bastante después) es uno de los “debates prohibidos” en Francia. Pero ya desde hace algún tiempo, no mucho, las incómodas verdades de ese período (que salpican a casi todo el mundo) empiezan a aparecer en el dominio público. Un ejemplo  de combatividad en ese sentido es el de Philipe Nemo, en dos de sus libros recientes: “Les deux Républiques françaises” (Las dos Repúblicas francesas) –que describo en el primer enlace–y “La France aveuglée par le socialisme” (La Francia cegada por el socialismo): 

     [Odio (o miedo) a la libertad: sociedad imbuída de socialismo](II)
    (sigue de #257)

    La explicación de este fenómeno de ceguera es…que una parte importante de la población del país y una parte todavía mayor de sus pretendidas “élites”, tanto de derechas como de izquierdas, se han convertido –lo sepan o no– en socialistas.
    Cierto que no todas ellas están inscritas en el Partido de ese nombre ni votan todas por él. Pero piensan la realidad social y económicoa según los esquemas relevantes de una u otra variante, hard or soft [dura o blanda] de la ideología socialista….Éste es el efecto producido por la propaganda paciente y sistemáticamente emprendida entre nosotros por la izquierda desde hace decenios, gracias al hecho de que ella se ha cobijado en las escuelas y en los medios de comunicación. Simétricamente, las ideas de tipo liberal…profundamente ancladas en las mentalidades del país real, han retrocedido o son cada vez menos invocadas en el espacio público.
    Estas palabras están sacadas del prólogo al último libro de Philippe Nemo “La Francia cegada por el Socialismo” (La France aveuglée par le socialisme, François Bourin Editeur, 2011).

       

         

       

  77. lead dice:

    En  el post anterior digo:

    “ el día 3 de Septiembre, coherentemente con el significado de la posición del PCF, el Gobierno radical de la III República, de Édourd Daladier, ilegalizó al PCF.”

    La fecha debe decir   ”el día 26 de Septiembre”

  78. manuelp dice:

    lead

    En ese libro que reseña, el autor hace la afirmación de que el general mongol Subotai fue el mayor estratega de la Historia.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Subotai

    Bien, la afirmación es discutible, pero habría que establecer primero que porcentaje de los éxitos de Subotai- y de cualquier general- se debe a él y que porcentaje a sus hombres. Por ejemplo, los enormes éxitos de Alejandro Magno no lo hubiesen sido tanto de no disponer de la formidable maquinaria de guerra macedónica-Falange- que su padre Filipo le proporcionó igual que los de César sin las legiones de Mario. 

  79. lead dice:

    manuelp @7:34

    El que esos grandes generales de la Historia dispusieron de eficaces ejércitos preexistentes también lo reconoce McLynn quien, en la siguiente página a donde menciona la “úlcera española”, dice:

    “…a diferencia de él [Napoleón], pudieron beneficiarse de unos ejércitos de primera que ya existían previamente”.

    Quien ya no tiene perdón de Dios (es un decir) es un no-gran general de la Historia pero con un formidable ejército: Hitler, que repite (con el asentimiento, más o menos forzoso, de sus generales), sabiendo el resultado, la operación de Napoleón: atacar Rusia (la inmensa y superpoblada URSS, ahora), con los frentes del Sur abiertos (España, en el caso de Napoleón, y Gran Bretaña y el Norte de África, en el caso de Hitler. Me imagino que en el caso de Hitler era su convencimiento de “el triunfo de la voluntad”, la suerte que le había acompañado a su “voluntad” desde el comienzo de los años 1930′s …o quizá fuera, también, eso que se atribuye a Napoleón (citado por McLynn en la página anterior):

    “Es la fuerza moral, antes que los números, la que decide la victoria”