Las revoluciones imaginarias

Las revoluciones imaginarias.  Los cambios políticos en la España contemporánea

José Miguel Ortí Bordás, ediciones Encuentro

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En contra de lo que en ocasiones  equivocadamente se ha manifestado, el fenómeno revolucionario es un fenómeno rigurosamente impredecible. Nadie es capaz de adivinarlo, de anticiparlo o de pronosticarlo. Por muchos y muy fuertes que sean los síntomas que al respecto aparezcan en la etapa prerrevolucionaria  (…) Dicho de otro modo, la revolución no se anuncia: prorrumpe, simplemente.

   Por otra parte, nadie ni nada es capaz de controlar realmente el proceso revolucionario una vez que este se ha puesto en marcha. Pese a no ser lineal y pese a mostrarse las más de las veces como caótica e incongruente en su desarrollo, la revolución tiene su particular dinámica interna e impone a todos su propio interés y su propia voluntad. Se desencadena por sí misma y en la forma que ella misma dispone, con independencia la mayoría de las veces de la intención, de los deseos y de los proyectos de los movimientos revolucionarios y de sus dirigentes, por muy preparados que estos estén, por perfilada que sea su estrategia y por abundantes que sean sus conocimientos teóricos (…)

 Hay que señalar, además, que las revoluciones clásicas afectaron todas ellas al régimen de propiedad. Tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos, tanto en Francia como en Rusia, se procedió rápidamente a una más o menos amplia confiscación de la tierra, de la que, como es de presumir, se derivaron sustanciales ventajas patrimoniales para los revolucionarios, como Crane Brinton afirma”.  

   En la mayoría de los casos se observa también que el triunfo de la revolución conlleva  no solo un mayor sino también un mucho más intenso grado de centralización en la organización territorial del Estado”.

   Con estos rasgos   no es de extrañar que el autor señale que no se ha producido ninguna revolución real en España en los siglos XIX y XX, a cuyo efecto examina las llamadas revoluciones de 1820 y  1868. La primera solo lo fue en la medida en que garantizó el hundimiento de casi todo el Imperio español, pero, como observa Ortí, los “revolucionarios” no solo respetaron al rey, sino que declararon su intención de ser lo menos revolucionarios y lo más respetuosos posible con el orden establecido. El golpe de Riego dio lugar a un trienio un tanto demencial terminado con una vuelta al orden por imposición de un ejército extranjero, que en esta ocasión no vieron como enemigo la mayoría de los españoles.  La de 1868 sí considera Ortí, acertadamente, que fue una revolución política, si bien fracasada por su deficiencia social. Muy ligada a la figura de Prim, el asesinato de este la terminó, despeñándose poco después por la I República, aún más demencial que el trienio.

   Quizá habría que decir que, por lo común, los revolucionarios  estaban enfermos de retórica y solo tenían “clara” una cosa: la eliminación de la Iglesia de la política y, en lo posible, de la sociedad española, tal como había ocurrido con la revolución francesa –aunque no en Inglaterra con la anglicana–. Una revolución a un tiempo culminada y abortada en la I República.  

   Como hilo conductor de su ensayo, Ortí Bordás recoge la definición de Ortega sobre España como un país no revolucionario,  como queda expuesto, tardígrado (es decir, de movimiento políticos muy lentos),  y constitutivamente gubernamental.

  El carácter tardígrado queda descrito así: Es un pueblo que no reacciona con prontitud o no reacciona en absoluto ante las incitaciones. Las invitaciones que objetivamente le hace la historia para cambiar no las atiende con la presteza debida (…) Carece de capacidad de movilización. No reaccionó ante la incitación política que, a principios del XIX, supuso la pérdida de legitimidad de ejercicio de la monarquía, si tan siquiera hizo frente a la enorme e irrepetible conmoción histórica que objetivamente representó la emancipación de América. No reaccionó políticamente ante el desastre del 98 ni frente al expediente dictatorial al que la Primera Restauración recurrió en los años veinte del pasado siglo. No reaccionó tampoco ante el estímulo que constituyó la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, ni tan siquiera frente al declive tanto físico como político del general Franco y, con él, del franquismo.

    Creo que todo esto es muy discutible. Cada país tiene su ritmo histórico. Si lo comparamos con el francés, este ha sido mucho más “reactivo”, aunque no siempre. Una reactividad poco envidiable si tenemos en cuenta cosas como la tremenda brutalidad de la Revolución francesa y de las guerras napoleónicas que siguieron. Precisamente la invasión del “reactivo” pueblo francés dejó a España agotada, casi en ruinas, con inminente pérdida del imperio y dividida internamente con propensión a guerras civiles y pronunciamientos. Su derrota frente a Prusia en 1870 dio lugar a una poco estimable y sangrienta revolución de la Comuna, y a un sistema republicano un tanto  despótico y posteriormente a la I Guerra Mundial, de la que España se libró, por suerte. Francia construyó su imperio en el siglo XIX y lo perdió en el XX sin ninguna reacción especial salvo el golpe de De Gaulle. Y en el siglo XX volvió a ser vencida con increíble facilidad por Alemania, de nuevo sin reacción especial, pues debió su liberación al ejército useño fundamentalmente. Quizá pueda decirse que Francia o Alemania han sido mucho más “reactivos” que España, pero no estoy seguro de que esas reacciones sean muy deseables. Gracias a la tardigradez, que decía Ortega, España pudo reponerse de las convulsiones republicanas y vivir los cuarenta  años más fructíferos de su historia en al menos dos siglos.

    Característica del pueblo español sería asimismo la tradicional pasividad antes, en medio  e incluso después de cada cambio político (…) El protagonismo de los cambios políticos corresponde inalterablemente a reducidas minorías, instaladas, por si fuera poco y en no pocas ocasiones, en el Poder  que se altera o modifica o en sus proximidades y aledaños.  El diagnóstico es, como antes, muy cierto,  aunque tengo la impresión de que  ocurre lo mismo en todos los países, por más que “el pueblo” se mueva ocasionalmente como comparsa. Porque además nunca es el pueblo, sino una parte muy pequeña de él, que llena de gente un par de plazas y calles de la capital del país, como llenó la Puerta del Sol al llegar la II República. La pasividad popular puede ser una ventaja en ocasiones de efervescencia demagógica, como ya observaba Julián Marías de la agitación política de los años 60 entre tantos jóvenes y estudiantes de Europa occidental y Usa.  

   Cita Ortí de Ortega: “Este es el secreto hondo y por demás interesante de los destinos españoles: somos un pueblo sustancialmente gubernamental”, pues, explica el autor, “ No nos limitamos a respetar el principio de autoridad, acatar el Poder y obedecer al Gobierno. Ni tan siquiera nos circunscribimos a mostrarnos comprensivos con él y sus decisiones. Nos inclinamos ante el Poder y nos sometemos al Gobierno, cualquiera que este sea y por el solo hecho de serlo (…) Nos comportamos como sujetos pasivos del Poder. Esto parece algo excesivo: no hay más que recordar las enormes movilizaciones aún recientes por el Prestige, la guerra de Irak, las complicidades con la ETA… Podríamos decir que las movilizaciones se producen solo contra gobiernos de izquierda, pero también el PSOE sufrió huelgas generales, mientras que el PP lleva mucho tiempo sin apenas oposición callejera. Lo que sí es verdad es que hay una gran masa de españoles dispuestos a aceptar cualquier gobierno, incluido el más tiránico, y que apenas se dan cuenta de los peligros que corre la libertad, como ahora mismo por la infame ley de memoria histórica. Es un grave problema  porque no se limita a personas de bajo nivel cultural, sino que se encuentra igualmente en políticos profesionales e intelectuales. Apenas ha habido hasta ahora reacciones sobre el nuevo proyecto de ley bolivariana, aunque algo empieza a haber, en gran medida por mi intensa agitación al respecto. Lo digo porque así es.

   Ortí Bordás procede de la Falange y del SEU, tan admiradores de Ortega (una admiración que no comparto, desde luego, en cuanto al Ortega ensayista político o histórico, como he explicado muchas veces) . Y suele olvidarse que fue precisamente el Movimiento el que realizó fundamentalmente el paso a la democracia, que de otro modo habría sido imposible. Ortí pudo haber sido incluso quien la encabezase, pues llevaba años trabajando en esa dirección. En su opinión fue fundamentalmente un gran logro que dio más protagonismo al pueblo,  corrigió la “tardigradez” tradicional y nos integró “en Europa” No obstante, como cita de Julián Marías sobre la Constitución,  este no la veía capaz de “despertar el menor entusiasmo” de ningún tipo y temía que los compromisos con que había sido alumbrada “comprometiesen la realidad política de España”, por lo que no tenía reparo alguno en calificarlo como “La gran renuncia”.

   En cuanto a la integración en Europa, constata cómo  La auténtica mutación (…) es la del rapto cultural por Europa. Nuestra cultura ha sido absorbida por la del Continente (…) Al revés de lo que ha venido aconteciendo hasta hace poco. Recuérdese al respecto la afirmación de que la cultura propiamente española se determina en gran parte  por un proceso de asimilación e hispanización de las influencias europeas. Peo ahora (…) nos diluimos y disolvemos en ella (…) Somos integrantes de una sociedad blanca como la europea, sin fibra moral (…) Claudicación y decadencia son las dos palabras clave que la definen”

   Esta es otra evidencia, si bien debemos recordar que la cultura europea entra en decadencia profunda después de la II Guerra Mundial y que lo que pasa hoy por cultura europea es más bien un seguidismo de la dinámica y avasalladora cultura useña.

   Y rasgo de esta decadencia en España es el resurgimiento de los “demonios familiares”. Bien visible en este mismo momento.

   Ortí Bordás es un ex político ensayista que razona sobre lo que ha venido pasando y sobre las perspectivas, nada satisfactorias, de la historia presente. Una excepción en el panorama de políticos mediocres y golfos que hoy nos aqueja. Por mi parte, como he explicado muchas.

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44 Respuestas a Las revoluciones imaginarias

  1. Alberto GT dice:

    Mañana es Miércoles de Ceniza, día de ayuno y abstinencia.

  2. NIKITO dice:

    Pues hablando de revoluciones empieza bien Alberto  recordandonos el miercoles de de Ceniza….y con ello que nuestra revolución permanente…es católica, unida y monarquica…de ahí no salimos…y hacemos bien….

  3. NIKITO dice:

    En Rusia empezó una revolución que terminó en Sovietica, en  medio la determinación de Lenin 

  4. NIKITO dice:

    lo de tardígrado lo definió Franco  perfectamente  “paz y tranquilidad”

  5. NIKITO dice:

    quieren convertir ese eje norte-sur en un paseo vecinal….muy propio de los sociatas de los ochenta y noventa destrozando ciudades…..al menos así ha sido en Santa Cruz y el Puerto….

  6. Alberto GT dice:

    NIKITO, ¿Eres colacho?

  7. NIKITO dice:

    si, si, he tenido problemas con el ordenador y el servidor ,me hubiera gustado conservar colacho pero no pudo ser…

  8. Ya no están de moda los seudónimos, debiste usar tu propio nombre…

  9. NIKITO dice:

    pues ahora que lo dices….http://www.libertaddigital.com/espana/2018-02-13/la-izquierda-y-los-nacionalistas-arremeten-contra-la-propuesta-linguistica-de-cs-1276613800/ este es un buen ejemplo de que Ciudadanos no sigue la misma senda del PP

  10. NIKITO dice:

    nikito es como llamo a mi hijo…..

  11. ¿Pero eso es un nombre, o que le llamas así a la criatura?

  12. comino dice:

    https://youtu.be/sPW6Qk8r6sk Julián Marías, sobre la mujer.

  13. comino dice:

    https://youtu.be/0auC0m-87Us Julián Marías, sobre la felicidad humana.

  14. Aparte de investigar este atentado porque es de recibo hacerlo, es que además hay sospechas que recaen sobre los mozos de escuadra y la Generalidad, seamos claros. Me parece una excelente iniciativa de C’s. ¡Este sí es el camino! Apoyar al PSOE para meter el miedo en el cuerpo a muchísimos españoles es una ruina, pero sobre todo para C’s mismo…
    https://www.youtube.com/watch?v=gJXZVHxW_2M

  15. Cambiar el nombre de la plaza Països Catalans por el de plaza de Tabarnia
    ¡¡¡Firma!!!

  16. Javier Ortega Smith (VOX) en “Buenos Días España” 12 de febrero
    https://www.youtube.com/watch?v=yyPJdRROf90

  17. NIKITO dice:

    MA mi hijo se llama como yo Juan Nicolas -……

  18. ¡¡¡Ahora, coño!!!

  19. Mi hermano, el pequeño, ha sido papá recientemente, y le han puesto al niño “Nil”, absolutamente asqueroso. Ni he ido a ver el niño. Le hubieran llamado Pepe cómo su abuelo. Y no un nombre tractorio que da vergüenza ajena. Anda y que les den por culo con una caña abierta…

  20. LeonAnto dice:

    Ortí Bordas fue tradicionalista, azul y del PP …

  21. LeonAnto dice:

    Una frase, no muy conocida, de Lerroux, más o menos decía así: Es muy fácil provocar que la gente se eche a la calle, lo difícil, es conseguir, luego, que se vuelva a casa.

  22. LeonAnto dice:

    Francia culminó la pérdida de su Imperio con la ignominiosa retirada de Argelia.

  23. Hegemon dice:

    Poco o nada nos debería importar cómo perdió Francia su imperio. Siempre fue una nación resentida con aquellas que si pudimos lograr formar un imperio. 

  24. Odiseus dice:

    La revolución es una mentira de principio a fin. Empezando por la propia mitología auto construida de que es algo inevitable e incontrolable. La revolución es algo congelado, recalentado, rancio, cansino, falso y fétido.

    Rompiendo mitos sobre la revolución:

    Extracto del libro online gratuito “EL NUEVO ORDEN MUNDIAL, GÉNESIS Y DESARROLLO DEL CAPITALISMO MODERNO, por Martín Lozano
    http://albalonga.tripod.com
    “En la misma línea se sitúan las manifestaciones de M. Béhar, gran maestre del Gran Oriente de Francia, a la revista Humanisme, en mayo de 1975: “En Francia, es en el seno de las logias masónicas donde se elaboraron las ideas que han sido en buena medida el motor de la revolución burguesa de 1789″; a lo que la propia revista añadía: “Es conveniente recordar que la francmasonería está en el origen de la Revolución Francesa….Durante los años que precedieron a la caída de la monarquía, la Declaración de los Derechos del Hombre y la Constitución fueron larga y minuciosamente elaboradas en las logias masónicas. Y, naturalmente, desde que fuera proclamada la República Francesa se adopta la divisa prestigiosa que los francmasones habían inscrito siempre en el Oriente de su Templo: Liberté, Egalité, Fraternité”.
    Más explícito aún habría de ser un francmasón de tronío, el Doctor Encausse, quien en su obra “Traité élémentaire d’occultisme” dejó escritas estas palabras: “Hay ingenuos que abren los libros de Historia donde se encuentra una idílica imagen representando a un señor que gesticula y que grita ¡A la Bastilla! Esos incautos se figuran simplemente que la toma de la Bastilla se efectuó gracias al furor popular desencadenado por el gesto soberbio del tribuno. Sin embargo, yo lamento decirles que se engañan grandemente, pues hicieron falta cuarenta y dos años para preparar el grito de Camille Desmoulins. Para tomar la Bastilla fue necesario que todos los oficiales que debían estar de guardia en Versalles ese día pertenecieran a la orden masónica; hizo falta asegurarse la complicidad de los más altos servidores del rey; y se necesitó que los cañones que sirvieron para la toma de la Bastilla fueran transportados a los Inválidos quince días antes por hombres entregados a la causa. En fin, fue preciso orquestar una revuelta y lanzar a los parisinos al asalto de la fortaleza del Estado”.
     
    Los hechos a los que aludiera el Doctor Encausse fueron minuciosamente descritos por Funck-Bretano en “Légendes et archives de la Bastille”, un documento riguroso y exhaustivo en el que se desvelan las claves de esa gran falsificación histórica, una más entre otras tantas, así como el papel desempeñado en aquel suceso por las bandas de criminales a sueldo reclutados en Alemania y Suiza por la Logia de los Illuminati, y financiados por los traficantes y agiotistas de Estraburgo. En esa obra se revela igualmente la identidad de los reclusos de la Bastilla, las famosas “víctimas políticas del absolutismo” liberadas por los asaltantes. Siete eran los prisioneros: de Whyte y Tavernier, dos pobres enajenados que inmediatamente después serían recluídos por el régimen republicado en Charenton; el conde de Solages, un libertino culpable y convicto de crímenes espeluznantes; y cuatro defraudadores; Laroche, Béchade, Pujade y La Corrége, encarcelados por falsificar letras de cambio en perjuicio de dos banqueros parisinos, un hecho que no impediría al sistema plutocrático surgido a raíz de aquel suceso elevarlos a la categoría de víctimas de la tiranía. Peor suerte correrían tres años después los ocupantes de las cárceles y hospicios parisinos del régimen de la “fraternité”, ocupantes que fueron masacrados en masa y entre los cuales figuraban delincuentes comunes, enfermos mentales, mendigos y niños abandonados”. 

  25. Carlos Freire dice:

       Cita Ortí de Ortega: “Este es el secreto hondo y por demás interesante de los destinos españoles: somos un pueblo sustancialmente gubernamental”, pues, explica el autor, “ No nos limitamos a respetar el principio de autoridad, acatar el Poder y obedecer al Gobierno. Ni tan siquiera nos circunscribimos a mostrarnos comprensivos con él y sus decisiones. Nos inclinamos ante el Poder y nos sometemos al Gobierno, cualquiera que este sea y por el solo hecho de serlo (…) Nos comportamos como sujetos pasivos del Poder. Esto parece algo excesivo: no hay más que recordar las enormes movilizaciones aún recientes por el Prestige, la guerra de Irak, las complicidades con la ETA… Podríamos decir que las movilizaciones se producen solo contra gobiernos de izquierda, pero también el PSOE sufrió huelgas generales, mientras que el PP lleva mucho tiempo sin apenas oposición callejera. 

    Como funcionario del Estado Profundo desde los 20 años, 1958 – después de las movilizaciones en la Universidad de Madrid del 56 de los Tamames, Sartorius, Semprún y el PC de Carrillo desde París – en el SEU, a Orti Bordás hay que leerlo como lo que ha sido, como Martin Villa, un servidor del Estado que permanece, que subyace a todos los gobiernos. Y no digo más. Fue Subsecretario de Gobernación con Fraga y se fue a la UCD (de los que permanecen y permanecieron). La Revolución de que habla es un sinsentido, la de el y la de Ortega. Ellos son los que hacen o impiden las revoluciones. Ni Lenin había preparado la Revolución del ejército y los obreros. Pero en su Politburo sí eran todos judíos menos dos. Las cosechas de trigo de la Rusia oriental se comunicaban de sinagoga en sinagoga y llegaban a Wall Street en tiempo récord.

  26. Carlos Freire dice:

    Pénjamo
    Canción de Pedro Infante


     

    Ya Vamos Llegando A Penjamo – Pedro Infante3:16 · YouTube

     

    Artista: Pedro Infante

  27. Pío Moa dice:

    Dos buenos motivos de reflexión: la jerarquía católica española, después de las durísimas pruebas de la guerra y de los privilegios que recibió en el franquismo, debía tener un peso moral e intelectual muy elevado en el conjunto de la Iglesia. Pero llegó el Vaticano II y demostró que su peso era mínimo.

    El diálogo con los marxistas, salido del Vaticano II: muchísimos católicos se hicieron marxistas o marxistoides. Prácticamente ningún marxista de hizo catolico.

       Esto debiera dar qué pensar, pero no da que pensar nada

  28. No da que pensar a nivel general, pero es que el listón está muy bajo. Como decía Azaña, los responsables políticos de hoy, igual que hacían los de ayer, siguen una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta”; y así mismo son una pandilla de “obtusos”, “loquinarios”, “botarates”, “gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta”, insufrible por su “inepcia, injusticia, mezquindad o tontería”.

    Y luego hay oasis, grupos aislados, aunque no tan aislados, son más de lo que pensamos como usted Don Pío, y mucho otros. Aquí le dejo este programa de García Isac, que entrevista a Fdez. de la Cigoña, que viene a decir las mismas cosas que estamos nosotros diciendo, con algunos matices, pero tiene el valor de que no lo cuentan una pandilla de “fachas” como nosotros.

    Fco. José Fdez. de la Cigoña. La Iglesia, de la Cruzada al Concilio
    https://www.ivoox.com/40-anos-07-10-2017-fco-jose-fdez-la-audios-mp3_rf_21078329_1.html

  29. De la descripción a la acción… recogida de firmas
    “La nueva ley de memoria histórica propuesta por el PSOE, consecuencia y empeoramiento de la anterior, establece la ilegalización de cualquier asociación o fundación que sostenga puntos de vista contrarios a los socialistas con respecto a la historia reciente de España.
    Una ley que amenaza, además, con penas de cárcel y elevadas multas a quienes sostengan opiniones o estudios favorables a la figura de Franco y a su régimen y que pretende expropiar, destruir o transformar el patrimonio histórico y artístico procedente de aquel régimen”.

    Es el resumen que hace el historiador Pío Moa de la reforma socialista de la ley de Memoria Histórica, cuyo articulado ha sido ya publicado en este diario.

    https://gaceta.es/espana/recogida-firmas-la-nueva-ley-memoria-historica-del-psoe-20180213-0630/

  30. Catlo dice:

     
    No olvidar que esos colorines maricones son revolucionarios.

  31. Catlo dice:

     
    Las costuras del golpismo permanente en España:
     
    Todos contra Ciudadanos por proponer una investigación de los atentados de Barcelona
    Míriam Muro | Mariano Alonso | Sara Becerro
    PP, PSOE, Podemos y los nacionalistas vuelven a coincidir en duras invectivas contra los de Rivera.

  32. Lasperio dice:

    Dejando de lado las mamadas de Cantinflas, me impresionó la chica del vídeo. Buscando un poco leo que es española.

    https://www.youtube.com/watch?v=Y–ld7y2MMw

  33. Lasperio dice:

    Esta me tocó bailarla más de diez veces. Ja.

    Ah, qué días tan bonitos.

    La versión bien hecha no la encuentro.

    https://www.youtube.com/watch?v=LXig_W7msJU

  34. Catlo dice:

     
    Esas imágenes son terrorismo de baja intensidad. Y también es el peor rostro de las diosas comeniños.

  35. Catlo dice:

     
    Tiempos oscuros en los que cunde el narcisismo. Por cierto, que el narcisismo es un eficaz sistema de control social, como ya advirtió hace tiempo Pasolini.
     
    El Narcisismo, una incontenible epidemia social

  36. Pío Moa dice:

    Nuevo hilo

  37. Tamuda dice:

    La tesis de Ortí Bordas es errónea. El pueblo es inorgánico políticamente y la historia siempre es un enfrentamiento entre oligarquías o élites organizadas para hacerse con el poder. Otra cosa es que estos pequeños grupos organizados políticamente consigan atraer la fuerza de la muchedumbre, sin la cual carecerían en algunos casos de fuerza suficiente.

    De otro lado, en la caracterización del pueblo español se olvida Ortí Bordás de la revolución bolchevique que se intenta en la II República y la respuesta que supuso el Alzamiento Nacional, que partiendo de un pronunciamiento militar fracasado, se convirtió en guerra civil. Cientos de miles de españoles se enzarzaron en uno y otro bando dando rienda suelta a lo mejor y lo peor de las pasiones timóticas revolucionarias.

    Pero lo peor de Ortí es que no sea capaz de analizar, desde sus pasiones revolucionarias actuales, pasados los 80 años, el papel que él y otros frívolos o incapaces políticos, en principio no socialistas, hicieron tras la muerte de Franco, adoptando un progresismo impostado desde el primer día. No fueron capaces de formular una política que oponer al socialismo y siguieron todos los banderines de enganche que el socialismo les ponía delante. En tres años España terminó siendo socialista o socialdemócrata que es la versión contemporánea del socialismo. La consecuencia es que España terminó en una democracia estatista de partido único con diferentes facciones, en que la variedad política se hizo más estrecha que bajo el Movimiento.

    Sobre esto es lo que sería interesante que escribiera Ortí Bordás, puesto que lo vivió desde dentro del pequeño grupo o oligarquía que se hizo con el poder. ¿Por qué se entregaron al socialismo rampante? ¿Qué fuerzas u obstáculos impidieron la formación de un bloque político no socialista? La sospecha histórica que pesa sobre el grupito al que pertenece es que el oportunismo y la poca talla intelectual fue lo que determinó la situación y el entreguismo. 

    Lo que escribe en “Revoluciones imaginarias”es un divertimento sin interés ni rigor histórico ni político.

  38. Tamuda dice:

    Achacar a un gen maligno del pueblo los fracasos de la política no es más que un consolamentum de las élites políticas sin visión.