La influencia masónica en la historia: 386 – Influencia masónica | Hedor del régimen del 78 – YouTube
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Unas memorias y una Constitución toreada y apuntillada
Abascal ha vuelto a dar talla de estadista al disociarse de la farsante celebraciónde la Constitución por quienes, tras años de torearla, le dieron la puntilla con la amnistía golpista. La ruina de la Constitución y de la democracia es lo que celebran el doctor de las saunas, el monarca y el fulano que no habla en español en Galicia.
Por una de esas casualidades repletas de simbolismo histórico, las dolientes memorias del desterrado Juan Carlos han coincidico con la “celebración” de la Constitución El emérito alardea de haber traído a los españoles la libertad y la prosperidad después de cuarenta años de atraso y pobreza de un país aislado y despreciado por el resto del mundo. Alardes que le retratan como un perfecto botarate, como tantos que prodiga la política. Pero he aquí que el botarate ha terminado desterrado por sus beneficiarios, acusado de corrupción por otros al menos tan corruptos como él… En concreto, por un socialista que trata de destruir la monarquía por ser una herencia de Franco, y que, con el destierro ha pulsado la fuerza de la institución. Y ha visto que no es ninguna: ¡el propio hijo de Juan Carlos ha colaborado en la fechoría! Hay en ello cierta comicidad profunda, seria y hasta bufa, que diría Azaña. El doctor de las saunas no ha podido ir más allá porque las encuestas prueban que el apoyo popular a la monarquía sigue siendo muy alto. Ello aparte, alguna cosa buena hizo el emérito, atrayendo inversiones a España.
La Constitución del 78 no ha sido, desde luego, un monumento jurídico y ordenador de la sociedad. Con su declaración de la unidad nacional, del papel del ejército y de cierta preferencia por la religión católica, recogía buena parte de la herencia de Franco, pero con tales ambigüedades que permitía al mismo tiempo socavarla. Aparte de otras pegas menores. Como recuerdo en La transición de cristal, fue elaborada de forma notoriamente chapucera, y su “padres” no pasarán a la historia como grandes políticos ni juristas.
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Lo nuevo en Nueva historia de España
Ha salido la edición en tapa blanda de Nueva historia de España, de la II Guerra Púnica al siglo XXI. Preguntaba alguien si es posible escribir algo nuevo que no sean refritos sobre el tema, dada la enorme bibliografía al respecto. Expondré por tanto algunas novedades
1. Contra la absurda división tradicional en edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea, a menudo extendida al conjunto del mundo, propongo limitar a Europa una división en edades de Formación (“antigua”, fundamentalmente el Imperio romano); de Supervivencia (“alta edad media”, invasiones bárbaras e islámicas, y monasterios que salvaguardan la cultura cristiana y clásica); de Asentamiento (“baja edad media”, Europa consigue superar las invasiones e intenta extenderse); de Expansión (“moderna”, comenzada por las empresas navales de Portugal y sobre todo de España, aunque el Imperio otomano se expande a su vez por parte de Europa); y de Apogeo (o “contemporánea”, apoyada en la revolución industrial, y que termina con la II Guerra Mundial). El conjunto de estas dos última podría definirse como “Era Europea”, por cuanto Europa se convierte en el núcleo dinámico de la historia humana entre los siglos XVI y XX.
2.- Contra lo habitual, el libro no considera España como una geografía en la que se han sucedido diversas culturas de las que en su mayoría se sabe poco, sino como cultura de origen latino (de ahí la II Guerra Púnica) y como nación desde el siglo VI. Esto ya contrasta con las tan difundidas versiones tipo Américo Castro, las opiniones de Sánchez Albornoz sobre la “herencia temperamental” o a las que identifican demasiado íntimamente a España con el catolicismo, sin negar la importancia de este.
3. Contra la tesis de Ortega, creo dejar en claro que España tuvo buena suerte histórica en contar con los visigodos, que fundaron la nación con Leovigildo (tema básico al que no suelen dar las historias la importancia debida), gracias a lo cual fue posible la Reconquista, también negada frívolamente por Ortega.
4. También contra Ortega y muchísimos más, no solo demuestro la realidad de la Reconquista, por lo demás evidente apenas se examina, sino el mito de las “tres culturas” y las causas culturales que hacían imposible la convivencia entre cristianos e islamistas a no ser con dominación de unos por otros.
5. También abordo la cuestión de por qué fue posible la reunificación del país creado por el reino hispanogodo, salvo Portugal, habiéndose dado tantas circunstancias para que la peníncula quedara como un mosaico de estados tipo Balcanes. Y cómo la excepción de Portugal se debió en buena medida a políticas de la Iglesia.
6. Ha solido prestarse poca atención a las tensiones creadas durante la Reconquista entre el desarrollo autóctono, reivindicador del reino hispanogodo, y las influencias o injerencias externas de origen franco-borgoñón y de Roma, que llegaron a hacerse dominantes hasta que con los Reyes Católicos volvieron a imponerse las primeras.
(seguirá)

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