364 – España en una encrucijada histórica | El problema de España se repite – YouTube
****************************************
https://www.amazon.es/Sonaron-gritos-golpes-puerta-Historica-ebook/dp/B007UQCJNI
Franquismo y siglo XXI
El franquismo gobernó España entre el 1 de octubre de 1936, en que el general Francisco Franco fue nombrado “jefe del Gobierno y del Estado” por los militares que se habían sublevado contra el frente popular, y el referéndum de diciembre de 1976, en que un referéndum popular decidió el paso a una democracia partiendo de la legitimidad acordada al franquismo y no contra ella. Es decir, 40 años o, formalmente, dos más hasta que la Constitución de 1978 articuló el nuevo régimen. Se le ha llamado franquismo por la relevancia que tuvo en él la figura de Franco, más que por representar una ideología precisa.
Sin embargo, pese a haber fallecido Franco en noviembre de 1975, ha persistido en gran parte el legado de su régimen. Y lejos de tratarse de una época muerta, la figura de Franco, su régimen y la guerra civil de la que surgió, siguen motivando políticas, polémicas y discusiones de alto contenido emocional. Como toda cuestión histórica, la del franquismo tiene importancia por sí misma, también por sus repercusiones políticas actuales. Pero ¿tiene alguna en relación con los grandes problemas del siglo XXI?
La situación planetaria de hoy proviene de la II Guerra Mundial, cuyas herencias quizá más decisivas han sido el fin de la Era Europea, la guerra fría entre las dos superpotencias salidas de la misma guerra, y desarrollos de la técnica casi fantásticos, como la energía nuclear o la inteligencia artificial, que al mismo tiempo plantean amenazas para la subsistencia de la propia humanidad.
En tal contexto, ¿qué sentido puede tener el estudio del franquismo? Por cierto, el fin de la Era Europea tiene fuerte relación con España, que la comenzó a finales del siglo XV con sus exploraciones y conquistas, y que con el franquismo se mantuvo al margen de su fin. Además, la significación profunda del franquismo fue la continuidad histórica de España en una situación en que esta se hallaba seriamente amenazada de sovietización y disgregación. Y también interesa por el ámbito cultural hispanoamericano creado por España y hoy en crisis permanente, y al que Franco prestó gran atención.
Por lo que respecta a la guerra fría, la posición del franquismo tuvo peso en Europa, dada su posición geoestratégica. Ello aparte, dicha contienda finalizó con la implosión de la URSS en 1989-91, abriendo un nuevo paisaje político mundial caracterizado por la absoluta hegemonía “unipolar” de Usa, tanto política y militar como ideológica, que hizo creer a muchos analistas que ya perduraría por largo tiempo. Sin embargo la historia siguió otros rumbos. Las intervenciones en Serbia, Irak, Afganistán, Libia o Siria se han saldado con sendos fracasos (a medias en el caso serbio), y culminan hoy en Ucrania, con peligro de volverse incontrolable y abocar a un enfrentamiento nuclear.
La guerra de Ucrania ha acabado también con la “unipolaridad” y revelarse China como nueva superpotencia, probablemente India a medio plazo, mientras Rusia permanece como gran potencia, la UE va fracasando en el intento de convertirse en superpotencia, el islam ha cobrado un impulso extremadamente belicoso, Oriente Próximo sufre una inestabilidad llena de incertidumbres, y África se está convirtiendo en una bomba demográfica. Tal situación difiere mucho de la de tiempos de Franco, pero afecta a España y a su propia continuidad, como entonces.
El desarrollo de la técnica merece consideración especial. El franquismo vivió, aunque de modo secundario, el desarrollo de la energía nuclear y de la inteligencia artificial, que hoy parece hallarse en un momento culminante. Por la primera, la humanidad se ha dotado del poder casi divino de destruirse a sí misma, o al menos la civilización; y la inteligencia artificial puede multiplicar las facilidades de engaño y falsificación de una realidad que parece desvanecerse. Y si puede efectivamente aprender por sí sola y adquirir cierta consciencia del mundo, podría desbancar, según afirman algunos de sus promotores, al ser humano como “innecesario”. Las posibilidades de la técnica requieren nuevos enfoques, y debe tenerse en cuenta la advertencia visionaria del mito (al menos el judío y el griego) sobre la ambición de “ser como dioses”.
Como toda cuestión histórica, repito, la del franquismo tiene importancia por sí misma, también por sus repercusiones políticas actuales. Pero ¿puede, junto con el ámbito cultural hispano, iluminar en alguna medida, o decir o significar algo propio en un mundo inquietante, a pesar pese a que el franquismo como tal no puede volver?
************************************
París ya no es una fiesta
Feria del libro: Quien tenga interés, puede encontrar en la caseta 205 , de “Actas”, en la Feria del libro de Madrid, cuatro de mis libros: “De un tiempo y de un país“, “Por qué el Frente Popular perdió la guerra”, “Cuatro perros verdes” y “Galería de charlatanes”.
Y en la caseta 94, de Encuentro: “Hegemonía española y comienzo de la Era Europea”, “Los personajes de la república vistos por ellos mismos” “Los orígenes de la Guerra Civil” y algunos más.
Leo que doña Letizia compró 20 libros en la Feria, ninguno mío. Se comprende.
Me dice en la Feria una profesora de historia que el ignorante sectarismo de sus colegas impide cualquier debate. Lo sé, esos botarates siguen dominando la enseñanza. Le firmé mi último libro sobre la república, pero olvidé recomendarle Galería de charlatanes.
Iván Espinosa quiere que VOX se entienda con el PP, no que el PP se entienda con VOX, y se le ve muy activo últimamente. ¿Le admitirán en el PP? ¿Le tendrán en cuenta sus méritos contra VOX? ¿O lo convertirán en un nuevo Alvise para robar votos a VOX?
En todas las fechorías del PSOE hay un fondo de estupidez. Que ha solido triunfar porque la derecha suele ser incluso más necia. Véase a Aznar, considerado una lumbrera del PP, sumándose al discurso histórico-político del PSOE
**Visto lo que pasa (por enésima vez) en París, es preciso admitir que el colonialismo, pese a sus abusos y crímenes, al menos llevó cierta civilización a África. Pero no la suficiente: la entrada de África en Francia, vuelta masiva, trae la barbarie. No solo en Francia, claro.