Lenin, cálculos y planes/ Los datos y su análisis / Marxismo: el criterio de la práctica

Por qué los “tres grandes” no pudieron invadir España (aunque el maquis tuvo mucho de invasión) y por qué fracasaron en el intento de hambrear al país:    303 – Franco vence a los tres grandes en España | Necesidad de una política exterior – YouTube

**************************************

Lenin, cálculos y planes

**Un siglo de la muerte de Lenin. O cómo el intento de liberar al ser humano de sus males los multiplicó. El intento de volver al paraíso “hará brotar sangre hasta de las rocas”, o algo así dijo Donoso Cortés.

**La esencia del marxismo es la lucha de clases, que con el desarrollo técnico del capitalismo permitiría, derrocándolo, acceder al ideal paradisíaco.

**El fondo del ideal utópico, y en general ideológico, es la vuelta al paraíso mediante la  abolición de la moral. Presuntamente la razón y la ciencia harían la moral innecesaria aboliendo los efectos de la fruta del bien y el mal. Rara vez se percibe el alcance del mito

**La agenda 2030 es la penúltima estafa utópica que intenta ensayarse desde Lenin 

**¿Salvar al planeta o salvar al ser humano de quienes dicen salvar al planeta? 

**La historia demuestra una y otra vez la insuficiencia de los planes y cálculos más elaborados. La I Guerra Mundial debía haber terminado con todas las guerra. Tras la II Guerra mundial, la ONU aseguraría un mundo de paz y negociación. El derrumbe de la URSS acabará con la dramática historia humana reduciendo al ser humano a su supuesta esencia de homo oeconomicus. La absoluta potencia militar y técnica de Usa y su OTAN aseguraría el aplastamiento casi automático de cualquier resistencia bélica. Un ejemplo: los supertecnificados ejércitos de la OTAN salieron derrotados en un país tan atrasado como Afganistán.

******************************************

Los datos y su análisis

Un amigo bienintencionado me comenta que mis libros han causado bastante impacto, pero que en definitiva no descubren nada que no  hubieran dicho antes otros historiadores de derecha o franquistas. Le contesto que está muy equivocado. He descubierto algunos hechos concretos, como el intento golpista de Azaña en el verano de 1934, y otros hechos, pero es no tiene especial importancia. Y por supuesto, me he apoyado en datos aportados por otros historiadores.

  Pero lo nuevo, mis aportaciones principales no son de detalles sino de análisis y enfoque. Por ejemplo, la historiografía de derecha sigue hablando de bando republicano como si el Frente Popular continuase la II República. Este es un fallo fundamental, porque distorsiona toda la historia y de hecho deposita la legitimidad democrática en los partidos que la destruyeron. La historiografía de derecha no ha entendido que las elecciones de 1936 fueron fraudulentas, y lo habrían sido aunque el recuento de votos hubiera sido correcto. No ha entendido las causas del clima de odios radicales de aquellas elecciones ni tampoco su relación con la insurrección de 1934. No ha entendido la política de Azaña porque no ha prestado atención al discurso en que Azaña expuso su estrategia general, en 1930: lo ha tomado por una anécdota, si es que lo ha mencionado. No ha entendido tampoco la trascendencia ni la causa de las posturas de Alcalá-Zamora, que quien trajo la república y el mayor causante de su ruina.

   Todas estas cosas o casi todas, aparecen en la historiografía de derecha, pero solo en plan descriptivo y apenas analítico. Esa es la razón por la que la historiografía de izquierda lleva las de ganar: porque aunque pueda ser desmentida en mil detalles, mantiene a su favor la cuestión de la legitimidad. Al final resultaría que sí, todos cometieron errores y crímenes, pero quienes tenían legitimidad porque defendían la libertad, la democracia y las  supuestas conquistas del pueblo, eran las izquierdas y los separatistas. La historiografía de derecha, aunque mucho más veraz en los detalles, fracasa ahí: los árboles no le dejan ver el bosque.

Otro ejemplo, no de la historiografía de derecha, sino de la española en general. En mis últimos dos libros, Hegemonía española y  La II Guerra Mundial,  expongo el concepto de Edad Europea, su principio y su final. Esto da a los descubrimientos y conquistas españolas desde finales del siglo XV  una perspectiva mucho más amplia, que permite abordar con más precisión los procesos y sucesos históricos entre esas dos fechas, el cruce del Atlántico y la destrucción del papel hegemónico europeo.

La Segunda Guerra Mundial: Y el fin de la Era Europea (HISTORIA)

**************************

Marxismo: el criterio de la práctica

Franco entendía el marxismo o comunismo como el enemigo principal, concepto y sentimiento perfectamente recíprocos en España: lo había vencido en la guerra civil, luego en la posguerra, y lo había reducido a la impotencia durante décadas. Aun así, en los últimos diez años de su vida, el marxismo volvía a levantar cabeza de la mano del PCE, en la universidad y medios intelectuales y artísticos, y en menor medida en la acción sindical de Comisiones Obreras. Además, el terrorismo separatista-marxista de la ETA cobró importancia desde 1968, seguido pocos años más tarde de otro terrorismo puramente comunista (FRAP y GRAPO). En cuanto al separatismo, volvía igualmente a tener cierta incidencia política auxiliado, como los anteriores, por sectores eclesiásticos. Y cobraba fuerza, en la práctica legalidad, la que hemos llamado oposición zascandil

El auge comunista no afectaba solo a España, se extendía por todo occidente, por las universidades y los movimientos huelguísticos, pacifistas o pro Vietnam, habían alcanzado un apogeo en el “mayo francés” del 68, y persistían de muchos modos. Y el último año de Franco vio también la derrota final de la superpotencia useña en Vietnam, y avances comunistas en Etiopía, en las grandes ex colonias portuguesas de Angola y Mozambique, con influjo en países árabes, etc. Y surgían grupos terroristas de esa ideología en Europa, Usa y Latinoamérica. No menos indicativo, en el corazón mismo de los países occidentales, en sus universidades se expandía el marxismo o variantes de él: si en los centros que preparaban a las élites que debían mantener el sistema llamado capitalista, los jóvenes se rebelaban contra él, ese sistema tendría poco futuro. En breve, el comunismo parecía estar ganando la guerra fría; y seguramente pesó esa impresión en la búsqueda de “diálogos con los marxistas” en el Vaticano II.

Nadie podía sospechar en 1975 que a los sistemas comunistas de Europa les quedasen solo quince años de vida. Pues por debajo de sus éxitos en medio mundo, algo los estaba corroyendo. Marx había señalado que existen problema teóricos irresolubles por la misma teoría, pero que resuelve el criterio de la práctica. Y la práctica bien visible en Europa consistía en la barrera de vallas, alambradas electrificadas y puestos de ametralladoras, cuya manifestación más ostensible era el “muro de Berlín”, que dividía por la mitad el continente europeo. Lo significativo de aquella barrera o “telón de acero”, es que no se había alzado contra una invasión desde el oeste, sino precisamente para impedir que la población del este huyera hacia “la explotación capitalista”. Ni siquiera a los líderes e intelectuales marxistas occidentales les atraía vivir en los paraísos socialistas. Por ello, los marxistas occidentales debían hacer piruetas intelectuales mezclando sus ideas con las freudianas u otras, buscando otros “sujetos revolucionarios” aparte de los obreros, etc. El PCE, junto con los comunistas italianos y franceses, diseñaron un “eurocomunismo” aceptando la democracia burguesa o aspectos de ella, al menos por un período largo. Y, por supuesto, también el PSOE se vería influido.

 

Esta entrada se ha creado en presente y pasado. Guarda el enlace permanente.

Comments are closed.