Por qué he escrito de historia (I) / 12 de octubre/ Tropa cipaya
Por qué he escrito de historia (I)
En ningún caso he escrito solo por aumentar con tales o cuales detalles una bibliografía ya existente, sino por parecerme que las versiones e interpretaciones más consagradas y a menudo prestigiosas eran insatisfactorias o contradictorias, aunque tuvieran méritos parciales. El ejemplo más obvio es el de la república y la guerra civil: la versión dominante en España y en Europa la enfocan como un golpe fascista o reaccionario contra un gobierno democrático republicano o de frente popular. Esta versión colisiona con las palabras, propósitos y actos de los supuestos demócratas, según he demostrado de manera inapelable –otros lo han hecho también en alguna medida–. No se trata de acusaciones hechas por los “fascistas”, sino de las declaraciones y acciones de los líderes del PSOE, CNT, comunistas y otros.
Una versión paralela sostiene que se trató de una lucha entre los representantes del pueblo trabajador y los de una oligarquía de explotadores oscurantistas. Esta versión choca también con tres hechos indudables. En primer lugar, los supuestos representantes del pueblo no solo habían perdido clamorosamente las elecciones de 1934 , sino que su gestión económica había empobrecido a sus representados con desempleo masivo, aumentando las diferencias sociales.
En segundo lugar, las medidas de protección de los derechos y condiciones del trabajo habían procedido de la derecha, o más propiamente del sector ilustrado de la derecha (existía una derecha de fuerte instinto parasitario a menudo encubierto con beatería religiosa o seudorreligiosa); y esa atención al trabajo iba a contar su máxima expresión precisamente en el franquismo. La raíz de esta aparente contradicción nace de que la derecha que he llamado ilustrada, a falta de palabra más descriptiva, entendía una evolución social acomodada a las capacidades economicas del país, mientras que la izquierda pensaba en una revolución por así decir mesiáncia, que rompiera por completo el sistema productivo en función de una justicia social tan radical como imaginaria.
Y en tercer lugar, las fuerzas que he llamado mesiánicas no eran homogéneas: dentro de su común mesianismo, anarquistas, comunistas y socialistas chocaban no solo de palabra, sino sangrientamente, utilizando el asesinato y el terrorismo entre ellas.
Por consiguiente la versión prevalente en Europa y que en España ha querido oficializarse mediante leyes totalitaras, es necesariamente falsa.
Al analizar la cuestión debe tenerse en cuenta otra faceta de la mayor importancia: los separatismos, en particular el vasco y el catalán: ¿eran democráticos?, ¿representaban a los vascos, los catalanes, o los gallegos? Lo trataré en la próxima entrada.
***************************

Doce de octubre
**El 12 de octubre de 1492 comenzó una era de audaces y sacrificados descubrimientos con los que entraron en comunicación (pacífica o violenta) todas las culturas de la tierra. Algo nuevo en la historia humana: la Era Europea, terminada con la II Guerra Mundial
**Algunos afirman que los males de Latinoamérica vienen de la colonización española. Al revés, los “libertadores” trataron de destruir esa herencia e imitar a Francia y a Usa. Y convirtieron a Hispanoamérica en Latinoamérica: golpismo, corrupción, charlatanería, violencias estúpidas…
**Bolívar definió mejor que nadie a los “libertadores”: “No es sangre lo que fluye por nuestras venas, sino vicio mezclado con miedo y horror”, de lo que no saldría más que “un tropel de tiranos”. Como él mismo. Ciertamente esa ha sido su herencia hasta hoy.
************************
Una tropa cipaya
**¿Llevará la UE a Europa a una nueva guerra general? Está bien claro que se lo propone, pero la resistencia en los paises de la UE crece cada día. Tal vez Starmer, Macron, Merz o el Saunas caigan a tiempo de evitar el desastre.
**PP y PSOE han convertido el ejército español en una tropa cipaya metida en operaciones de interés ajeno, bajo mando ajeno y en idioma ajeno. Y contenta, al parecer con la guerra que prepara “Occidente” en Europa. Esta es una realidad evidente y definitoria.
**El museo naval de Madrid presenta a Lepanto como una “victoria de Occidente” con triple objetivo: rebajar el papel de España, falsear el hecho de que la mitad de aquel Occidente favorecía a los turcos, y orientar la historia hacia la guerra que prepara la UE-OTAN entre “Occidente” y Rusia. Y es que las actuales fuerzas armadas españolas son cipayas.
***************************
Esta entrada se ha creado en
presente y pasado. Guarda el
enlace permanente.