La charla navideña del rey conmemorativa del medio centenario de monarquía, no fue una charla democrática, pues ni siquiera citó a su padre, que oficialmente trajo la democracia ¡y está desterrado por ella! Ni fue monárquica, pues tampoco mencionó a quien trajo la monarquía. Ni siquiera navideña ya que no hubo la menor alusión a la Navidad cristiana. Fue un llamamiento a PP, PSOE y separatistas, supuestamente demócratas, a frenar el ascenso de VOX, aludido como “extremista y populista”. Fue una charla al nivel del doctor Pedro Saunas, exhibición de la bancarrota de un régimen. De hecho estamos entrando en uno nuevo, que puede ser destructivo o regenerador.
1. El discurso autodeslegitimador del rey, la corrupción rampante y las maniobras de destrucción de la unidad e identidad nacionales y de la democracia, certifican el final del régimen del 78. Hay que plantear, por tanto, el paso lo menos traumático posible a un régimen nuevo.
2. Es así evidente que el régimen del 78, inicialmente democrático, está agotado. Importa ver que procede, por reforma y no por ruptura, de un franquismo a su vez agotado. Los serios errores de la reforma no se corrigieron sino que han empeorado hasta la situación actual.
3. Con sus defectos crecientes, el régimen del 78 ha durado 46 años. Ello se debe a la herencia del franquismo (unidad, identidad e independencia nacionales, la paz más prolongada en siglos, la seguridad social, la monarquía, la cultura cristiana, la libertad personal, la base de la prosperidad…) socavada progresivamente hasta poner en peligro, como en 1936, la continuidad histórica de la nación. Debe buscarse una reforma que corrija los errores, evitando una nueva y peligrosa ruptura.
4. ¿Cómo plantear la reforma del 78? Ante todo es preciso examinar su experiencia de 46 años. Es lo que he bosquejado en El PSOE en la historia de España, que trata mucho más que el PSOE: el desarrollo de la propia nación, en particular desde el franquismo.
5. España ha vivido seis regímenes distintos en un siglo y cuarto –prueba de una profunda inestabilidad–, impuestos todos por ruptura y no por reforma, excepto el del 78. Hay una continuidad básica entre el franquismo y el del 78, y esa continuidad debe reforzarse si no queremos vivir entre convulsiones. El problema es ciertamente complejo, pero lo presenta la historia y siempre se resuelve por una vía u otra.
6. La profunda y peligrosa crisis actual se produce en medio de una crisis más general europea que las oligarquías de la UE quieren abocar a una nueva guerra general. Ello hace la necesidad de la reforma en España más necesaria y a la vez más complicada.
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Una hora conla historia: 390 – Importancia del franquismo | Varios crímenes masónicos – YouTube
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