Blog de gaceta.es: Preparando otro genocidio / Lo típico y lo verosímil: el atentado contra Companys
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Recordaré que cuando Zapatero estaba en pleno proceso de colaboración con la ETA señalé que Rajoy colaboraba asimismo, lo que motivó un considerable escándalo a derecha e izquierda. Pensé que después de ganar las elecciones cambiaría de actitud, pero ya fue indicativa su agresividad contra Rosa Díez, que le exigía ilegalizar a la terminal etarra Amaiur, como exige la ley en cualquier país civilizado. Ahora está dando nuevos pasos en seguimiento de Zapatero. Alguno habla de que sigue la política antiterrorista de Zapatero. Al revés, se trata de una política proterrorista, anticonstitucional y contraria a todo derecho, consistente en premiar políticamente los asesinatos etarras con el pretexto de una paz que los criminales no lograron nunca alterar de modo importante. Y, precisamente, cuando la ETA había sido llevada al borde del precipicio, en palabras de uno de sus dirigentes. En un país realmente democr´atico y que se respetase a sí mismo, todos esos políticos ir´´ian a la cárcel por, de entrada, colaboración con banda armada.
En relación con la ETA ha habido dos orientaciones: la llamada salida política, contraria al estado de derecho y que ha alimentado al terrorismo durante largos años; y la vía legalista, aplicada por Mayor Oreja- Aznar y que llevó a la ETA “al borde del precipicio”, como recordaba uno de sus dirigentes. Posición de la que salieron los terroristas gracias a que la “salida política” dio un paso de gigante al convertirse en colaboración estricta con los asesinos por parte de un gobierno delincuente apoyado por unas Cortes asimismo delincuentes. La cuestión la he examinado varias veces y merece más análisis. En la colaboración del PSOE con la ETA existen profundas afinidades políticas entre ambos: socialistas, antiespañoles o indiferentes a España, etc. ¿Cuáles son las afinidades del PP? En principio ninguna, excepto que la carencia de principios de ese partido le permite cualquier deriva. Habrá que seguir con eso.
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Las raíces de la guerra civil se encuentran en la ruina de la Restauración. Esa ruina no solo afectó al concepto de la nación española, sino también al liberalismo propio de aquel régimen. La crisis del liberalismo cundiría por casi toda Europa después de la I Guerra Mundial, que, al enfrentar a potencias básicamente liberales (incluso la Rusia zarista –no el Imperio otomano—iba liberalizándose), sería interpretada por muchos como el fracaso histórico de aquel ideario, entendido por unos como disfraz formalista de la explotación burguesa y por otros como un sistema suicida por permitir la expresión y asociación de fuerzas contrarias a él, o por desarraigar a los individuos y diluir la sociedad. Cobraron auge partidos que invocaban una democracia antiliberal, más “auténtica”. El triunfo de la revolución soviética, y pocos años después el del fascismo en Italia, abrieron nuevos rumbos a la historia europea.
En España, el proceso comenzó, pues, algo antes, con el “desastre” del 98, visto a su vez, de forma confusa, como fracaso liberal. Entonces se instaló una informal alianza entre separatistas, socialistas, anarquistas, republicanos y regeneracionistas. Sus ideas y fines diferían mucho, pero todos compartían el concepto negativo del pasado hispano, la aversión al liberalismo y el objetivo de echar abajo la “España oficial”, supuestamente “podrida”, la “necrocracia”, es decir, la Restauración.
El primer fruto de aquella alianza sui generis fue el hundimiento de la Restauración, después la II República, y por fin el Frente Popular y la guerra. Entre el hundimiento de la Restauración y la república medió la corta dictadura de Primo de Rivera, de gran éxito económico (modernizó notablemente al país) y político (eliminó la pesadilla marroquí y, mientras duró, también el terrorismo y los separatismos, tres cánceres del régimen anterior); pero fracasó en el intento de establecer una alternativa estable al régimen liberal y a los impulsos revolucionarios-separatistas.
La república, pues, representó el triunfo de las fuerzas nutridas por el 98, dándoles la ocasión de demostrar sus virtualidades. Llegó con las elecciones municipales de abril de 1931, y aunque enseguida se tiñó de izquierdismo, su principal fautora fue la derecha. Esta (Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura) unificó a los republicanos en el Pacto de San Sebastián y, tras urdir un golpe militar, fallido, los incitó a tomar el poder después de las citadas elecciones; simultáneamente, la derecha monárquica, en plena quiebra moral, dio un autogolpe empujando a renunciar al rey Alfonso XIII so pretexto de aquellas elecciones… ganadas por los monárquicos. Solo después de eso tomaron las izquierdas impulso, manifiesto en una gran quema de iglesias, bibliotecas y centros de enseñanza, provocando un comienzo de resistencia en pequeños sectores derechistas.
Según la leyenda, el gran enemigo de la república fue la derecha, que la saboteó desde en todo momento, pero no es cierto. Sus primeros enemigos fueron los comunistas, débiles entonces, y los anarquistas, mucho más potentes, que mantuvieron al régimen en inestabilidad permanente con su “gimnasia revolucionaria”. Y los socialistas, el partido más fuerte y mejor organizado con su sindicato UGT, solo aceptaron la “república burguesa” transitoriamente, mientras favoreciera su designio de dominar en exclusiva el país bajo el membrete de “dictadura proletaria”. Los separatistas catalanes obtuvieron una autonomía que, de forma semejante al PSOE, no veían como solución al problema que ellos mismos creaban, sino como un paso hacia la secesión; los separatistas vascos no tuvieron estatuto, por derechistas, y fracasaron en su intento de imponerse en Navarra. Entre los republicanos, los más votados eran los de Lerroux, antaño radicales y evolucionados hacia la derecha; los republicanos de izquierdas, divididos en grupos discordantes, ganaron fuerza aliándose con el PSOE. Todo ello volvía al régimen muy volátil ya de entrada. Paradójicamente, sería la derecha organizada en la CEDA, al aceptar –sin entusiasmo– tal república, la que pudo aportarle cierto equilibrio.
Azaña, el más destacado líder republicano y jefe del gobierno en el primer bienio, diseñó una estrategia basada en los sindicatos y el PSOE (“el hombre natural en la bárbara robustez de su instinto”), a los cuales debía dirigir la “inteligencia republicana” para acometer un “programa de demoliciones” de la herencia cultural y política anterior. Pronto constataría la negativa de los robustos bárbaros a dejarse guiar por una “inteligencia” que, por lo demás, resultó harto escasa. Las memorias de los políticos de la época muestran, entre otras cosas, esa penuria de inteligencia; Azaña mismo tacha a los demás políticos republicanos de botarates y corruptos*. Caída la Restauración, solo unía a aquellas fuerzas el odio a la Iglesia. En casi todo lo demás, la acre disparidad de fines e intenciones auguraba un tiempo convulsivo, como así fue: crecieron las violencias, las insurrecciones ácratas y la delincuencia, mientras fracasaban por ineptitud las reformas agraria, militar y educativa, y pronto el estatuto catalán.
Por ello la izquierda, dominante en el primer bienio, perdió desastrosamente las elecciones de diciembre de 1933, abriendo una posibilidad de rectificación. Sin embargo, las izquierdas y separatistas, demostrando su falta de espíritu democrático, replicaron a las urnas con intentos de golpe de estado y maniobras desestabilizadoras, hasta llegar en octubre de1934 auna insurrección concebida textualmente como guerra civil, apoyada por casi todos ellos y organizada por el PSOE y el nacionalismo catalán, el uno para imponer su “dictadura proletaria” y el otro como avance secesionista. El golpe fracasó dejando 1.300 muertos y enormes destrucciones, pero las divisiones y flojedad de las derechas esterilizaron la ocasión de asentar una república viable.
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La insurrección del 34 fue el verdadero comienzo de la guerra civil, su “primera batalla” en palabras de G. Brenan. Y no solo ni tanto porque las izquierdas la planearon como tal, sino porque su derrota no les indujo a rectificar sus posturas. Imposibilitados de volver a las armas, reaccionaron con una propaganda radicalísima y básicamente falsaria sobre supuestos crímenes de la represión derechista*. Esa propaganda tuvo máxima trascendencia para la historia posterior, porque polarizó el ambiente social, cargándolo con unos odios hasta entonces menos fuertes: precisamente una causa mayor del fracaso de la insurrección del 34 fue que, salvo en la cuenca minera asturiana, la población no secundó los llamamientos de los insurrectos.
A su vez el derechista Alcalá-Zamora, presidente de la república, llevado de una no menos radical insensatez, dividió a las derechas, arruinó al partido de Lerroux, expulsó del gobierno a la CEDA –el partido más votado– y forzó unas elecciones anticipadas para el 16 de febrero de 1936, en un clima de furias desatadas. La campaña electoral fue simplemente feroz, con las izquierdas, unidas en lo que se llamaría Frente Popular, amenazando con el exterminio de la derecha y con no reconocer las votaciones si no les favorecían. El recuento de votos fue falseado en medio de coacciones tumultuarias, certificadas por el propio Azaña. El Frente Popular proclamó su victoria mientras el gobierno nombrado por Alcalá-Zamora huía, y la segunda vuelta electoral se hizo ya bajo el poder izquierdista. Las cifras de votos no fueron publicadas, hecho que, por sí solo y al margen de las otras violencias, descarta aquellas elecciones como democráticas y legitimadoras**. Por tanto, el gobierno resultante no fue en ningún momento legítimo.
Más que un gobierno, el Frente Popular resultó un nuevo régimen en construcción, que aniquiló la Constitución republicana. Azaña, de nuevo jefe del gobierno, anunció que la izquierda ya no abandonaría el poder y procedió a una “republicanización del estado” consistente en una “revisión de actas” para expulsar arbitrariamente de las Cortes a numerosos diputados de derechas; en destituir ilegalmente a Alcalá-Zamora –gracias a cuya escasa cordura mandaba ahora el Frente Popular— de la presidencia, cargo ambicionado por Azaña; en una depuración política de los organismos estatales, expulsando de ellos a los derechistas; en la anulación de la independencia judicial y su sumisión a los sindicatos; en la censura sistemática en la prensa; y medidas parejas que daban el golpe de gracia a la república, ya herida de muerte por la insurrección del 34, cuyos autores ocupaban ahora el poder de forma ilegítima.
Tal “programa de demoliciones” desde el poder espoleó a los revolucionarios en la calle y los campos. Una ola de ocupaciones de fincas y atentados causó en solo cinco meses entre 300 y 400 muertos, incendio de cientos de iglesias, algunas de gran valor artístico, de sedes y periódicos derechistas y registros de la propiedad; menudearon las agresiones a militares y las huelgas salvajes mientras el paro aumentaba al galope… Las víctimas eran en gran mayoría derechistas y la policía perseguía a su entorno, en lugar de a los asesinos. Hasta el socialista Indalecio Prieto se asustó, y las descripciones de Madariaga y muchos otros exponen la furia del proceso revolucionario*.
En tal situación, algunos militares, dirigidos por Emilio Mola, conspiraron para, mediante un golpe rápido, imponer un directorio militar republicano que normalizara al país. No se trataba de un golpe contra un gobierno legítimo y democrático, como ha insistido, contra toda evidencia, la propaganda e historiografía de izquierdas, sino de una reacción frente a un sangriento curso de tendencia totalitaria, cuyas raíces lejanas cabe encontrar en el 98 y la resultante descalificación de España y del liberalismo.
El asesinato del líder de la oposición Calvo Sotelo a manos de policías y milicianos socialistas rompió las últimas contenciones, y el golpe comenzó el 17 de julio. Pero, al no imponerse, derivó a una guerra civil que reiniciaba la interrumpida en 1934.
La propaganda, en especial la de la Komintern, ha creado un enorme y persistente equívoco al presentar la guerra como una pugna entre democracia y fascismo. Basta ver los componentes (de hecho o de derecho) del Frente Popular para calibrar su carácter: los grupos decisivos eran los marxistas del PSOE y los anarquistas de la CNT, y en el curso de la guerra los stalinistas se convirtieron en el partido más fuerte; además estaban los débiles republicanos de izquierda, que ya en la república habían intentado golpes de estado tras perder las elecciones de 1933; más los nacionalistas catalanes, tan golpistas como los otros republicanos, y los separatistas vascos, de un racismo exacerbado no lejano del nazi. El bando izquierdista-separatista se autodefinió a menudo como “rojo”, bastante adecuadamente, o como republicano, falsamente porque el Frente Popular destruyó, precisamente, la legalidad de la II República. Los rebeldes se llamaron “nacionales”, por defender la nación española y su herencia cristiana. Tuvo carácter conservador y autoritario, incluyendo tendencias similares a las fascistas, pero minoritarias, por parte del grupo Falange. Esta, aunque con peso considerable, nunca tuvo un papel semejante al del partido fascista italiano o del nazi alemán, y solió llevar las perder en sus roces o choques con otros sectores como los católicos o los militares. Así, la democracia no movió a ningún bando –aunque el izquierdista la invocase con plena falsedad–, porque después de la experiencia republicana casi nadie creía en ella. Lo que se jugaba era más básico: la supervivencia nacional y cristiana. El levantamiento del 18 de julio de 1936 no se hizo contra ninguna democracia, debe insistirse, sino contra un proceso revolucionario abierto de orientación totalitaria.
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Simultáneamente cundió en las dos zonas el terror contra los enemigos, con miles de homicidios. La crítica a los nacionales por este hecho ha sido intensísima, justificándose las matanzas de las izquierdas como una reacción espontánea y descontrolada al terror contrario, y aun así reconducida luego a la legalidad por las humanitarias autoridades de izquierda. Los nacionales, en cambio, habrían organizado una represión sanguinaria, deliberada y permanente desde el poder. Estas versiones han sido desmentidas con datos y argumentos*: hay semejanzas entre los dos bandos en cuanto al número de víctimas (algunas más por parte de los nacionales, aunque la intensidad con respecto al territorio dominado fuera mayor en los rojos) y en los dos casos la mayor furia se alcanzó en los primeros meses (en el bando nacional, antes de la asunción de la jefatura del estado por Franco) y fue en parte espontáneo y en parte organizado por el poder; la represión posterior siguió cauces más o menos legales. Pero aparte de estas semejanzas hay fuertes diferencias cualitativas casi nunca mencionadas:
a) Fue la izquierda la que comenzó el terror. El pistolerismo ácrata y sus complicidades socialistas y republicanas habían sido una causa mayor en la quiebra de la Restauración. Al llegar la república, el terrorismo recomenzó con la llamada quema de conventos y pronto con nuevos atentados y asesinatos. Y la rebelión izquierdista-separatista del 34 causó muertes y destrucciones sin precedentes… hasta la llegada del Frente Popular.
b) El terror rojo en 1936 nacía de un cultivo propagandístico del odio durante largos años y de la seguridad en la victoria, que lo justificaría; mientras que el terror nacional explotó entonces, por el resentimiento acumulado ante las continuas agresiones sufridas con impotencia desde tiempo atrás, y por la necesidad de asegurar la retaguardia en los meses iniciales, cuando la victoria era muy incierta. Fue un terror de respuesta.
c) Los rojos no solo asesinaron a derechistas, también lo hicieron entre ellos, hecho poco investigado pero sobre el que abundan informes y testimonios de anarquistas, socialistas y comunistas, unos contra otros. Añádase la activa intervención de la policía secreta soviética al margen o por encima del gobierno español.
d) La crueldad roja superó en mucho a la nacional (familias enteras quemadas vivas o exterminadas a golpes, sacerdotes arrastrados por tranvías o mutilados salvajemente, torturas “científicas” en las checas…)
e) Aunque la propaganda de izquierda califica de genocidio la represión nacional, no hay rastro de ello: alcanzó a menos de un 2% de los más o menos comprometidos con el Frente Popular. Sí fue un genocidio la persecución contra la Iglesia, pues trató de exterminar al clero y de arrasar la cultura cristiana en España.
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Al principio, la victoria del Frente Popular pareció garantizada, pues quedaron en sus manos la totalidad de las reservas financieras, casi toda la industria, las principales ciudades y la mayoría de la población, el grueso de la aviación y la marina, la mayor parte de los cuerpos policiales y casi la mitad del ejército de tierra. Por ello debe aclarar por qué terminaron ganando los sublevados. Una explicación corriente es que Francia e Inglaterra mantuvieron una “no intervención” que favoreció a los nacionales, los cuales habrían logrado más ayuda de Alemania e Italia que el Frente Popular de la URSS. En realidad, Francia también ayudó significativamente al bando rojo, cuyo gobierno gastó en esa ayuda (sobre todo soviética, aunque también de otras procedencias) entre vez y media y el doble que sus enemigos, por más que una gran corrupción lastró su eficacia. Con un gasto superior, las cifras de armas recibidas (aviones, tanques, cañones, etc.) son bastante similares a las del bando nacional, por lo que, en conjunto, no pudieron ser decisivas, aunque sí en algún momento concreto.
Hay que señalar varias etapas en la intervención exterior. En un primer momento fue muy poco voluminosa en los dos bandos. Franco logró, con barcos y aviones españoles (primer puente aéreo de la historia, al parecer), trasladar a la península pequeñas unidades de Marruecos, que bastaron para asegurarle Andalucía occidental y avanzar para unir las dos zonas rebeldes, del sur y del centro-norte, un notable éxito estratégico. Pronto algunos aviones enviados por Alemania e Italia le permitieron reforzar el puente aéreo. Los rojos disponían de mucha más aviación, más alguna venida de Francia. Fue al llegar los nacionales ante Madrid, en noviembre del 36, cuando resultó decisiva la intervención exterior, en concreto la soviética, que inició una escalada con gran número de aviones y tanques técnicamente superiores a los contrarios, brigadas internacionales y asesores para crear un ejército regular. La guerra, que habría durado entonces 4-6 meses, pudo haber acabado allí de dos maneras: con la toma de la capital por los nacionales o con la destrucción de estos por la gran superioridad roja. No ocurrió una cosa ni la otra, pero la intervención soviética determinó, de modo inmediato, el paso de una guerra de pequeñas unidades (“columnas”) a una de grandes ejércitos y la escalada en la ayuda italiana y alemana (Cuerpo de Tropas Voluntarias y Legión Cóndor), y la continuación de la contienda durante casi dos años y medio más.
Pero lo esencial de la intervención externa no es el aspecto cuantitativo, sino el cualitativo, condensable en dos puntos: 1) Hitler no había emprendido aún su carrera de matanzas en masa, mientras que Stalin ya tenía sobre sí muchos millones de personas exterminadas directa o indirectamente. Desde ese punto de vista, la ayuda recibida por los nacionales fue mucho más “limpia” que la de sus contrarios. 2) Franco mantuvo plena independencia con respecto a Hitler y Mussolini, mientras que Stalin ejerció un verdadero protectorado sobre el Frente Popular por tres medios: su control de los recursos financieros españoles, enviados a Rusia por el gobierno rojo; sus asesores y policía política, que gozaron de un poder que nunca tuvieron en el bando nacional los alemanes e italianos; y sobre todo por el Partido Comunista español, que se convirtió en el más fuerte del Frente Popular, hegemónico en el ejército y la policía*.
Los fines de la intervención alemana e italiana fueron, por una parte, impedir un país revolucionario a la entrada del Mediterráneo y asegurarse un amigo a espaldas de Francia; por otra, distraer a la opinión de maniobras políticas en Centroeuropa y como ocasión de adiestrar a sus tropas. La Unión Soviética creía que más bien pronto que tarde estallaría una guerra “imperialista” en Europa, similar a la I Guerra Mundial, y su estrategia trataba de que la misma se produjese entre las democracias y los países fascistas, y no entre estos y la URSS. España le ofrecía una excelente ocasión para promover ese enfrentamiento, que no consiguió. Simultáneamente trataba de hacer de España un país títere al estilo de los que impondría más tarde en Centroeuropa. Por todo ello, la guerra española cobró una apasionada proyección por Europa, Usa, Hispanoamérica y Filipinas, estas últimas debido a los vínculos históricos. Pues parecía jugarse en ella, de un modo u otro, el destino de Europa*.
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Las causas de la victoria nacional son otras, y no solo militares. Fue una guerra muy original, porque los dos bandos hubieron de afrontar tres grandes problemas, poco subrayados en la mayoría de los historiadores: poner en pie un nuevo estado pues el anterior se había hundido a raíz del alzamiento de julio del 36; organizar un ejército en regla, por la misma razón; y asegurar la unidad política entre fuerzas dispares. Resolver estos problemas sobre la marcha y por así decir bajo el fuego, exigió una destreza organizativa de primer orden, en la que Franco superó netamente a sus enemigos: estableció un aparato estatal ligero y algo primario, pero eficiente, creó un nuevo ejército de estilo conservador, pero aguerrido y disciplinado, y unificó a los suyos sin apenas efusión de sangre. El bando rojo solo llegó a unificarse a medias y con grandes coacciones, asesinatos y alguna pequeña guerra civil interna en mayo del 37; por lo mismo, su nuevo estado funcionó con grandes roces, y su ejército, en cuya organización se adelantó al contrario y aplicó mayores innovaciones, solo logró eficacia, más que nada defensiva, a costa de un disciplinarismo casi terrorista.
Y también la conducción militar de Franco fue superior a la de sus enemigos, pese a contar estos con asesores soviéticos de primera fila, como demostrarían luego en la lucha con Alemania. Franco no tuvo una sola derrota, aparte de la parcial de Guadalajara, aunque cosechó algunos fracasos –sin ser derrotado—. El ejército rojo fue capaz de lanzar ofensivas peligrosas incluso cuando parecía tener perdida la guerra. Pero una y otra vez los nacionales supieron parar los ataques y convertirlos en desastres para los atacantes. También cabe señalar que el bando nacional registró numerosos hechos de heroísmo (el del Alcázar de Toledo es el más conocido, pero hubo muchos más), inexistentes en el bando rojo salvo algunas resistencias enconadas.
El curso de la guerra puede resumirse así desde el bando nacional: partiendo de una inferioridad material casi desastrosa, los rebeldes, con fuerzas muy reducidas, vencieron al Frente Popular en Guipúzcoa y, sobre todo, lo llevaron al borde del hundimiento en Madrid, pero aquí fueron rechazados. Entonces se aplicaron a poner en pie un ejército masivo en toda regla, y luego de nuevos fracasos en el Jarama y Guadalajara en invierno y primavera de 1937, optaron por atacar la franja del norte cantábrico, de gran valor estratégico y económico por su industria pesada y de armamento, sus minas, ganadería, etc. La lucha allí se complicó por tener que afrontar ofensivas rojas en el centro y Aragón sobre todo por Brunete y Belchite, que fueron repelidas, y Franco obtuvo en el norte victorias aplastantes, alguna de ellas gracias a la traición de los separatistas vascos a sus aliados del Frente Popular. Hacia finales de octubre de ese año, su victorioso ejército era por primera vez algo superior materialmente al contrario.
Entonces, mientras se preparaba de nuevo para conquistar Madrid, Franco debió hacer frente a una ofensiva roja por Teruel, que triunfó en un primer momento, para ser a continuación doblegada y convertida en catástrofe para sus enemigos, y los nacionales llegaron al Mediterráneo en abril de 1938, aislando a Cataluña de Valencia. Por entonces, la tensión en Europa subía de punto con la unión de Austria a la Alemania hitleriana, a mediados de marzo, y en Francia el gobierno izquierdista de León Blum planeó intervenir en España a favor del Frente Popular, aunque no se atrevió a realizarlo, limitándose a facilitar a los rojos gran apoyo logístico. El peligro internacional movió a Franco a orientar su ofensiva sobre Valencia, en lugar de sobre Cataluña, que tenía mayor valor estratégico pero podía provocar la intervención francesa. El avance a Valencia fue lento, por la dura resistencia, y el 25 de julio, el bando rojo lanzó a retaguardia nacional la gran ofensiva del Ebro. En principio, la concentración del ejército rojo en el Ebro ofrecía la posibilidad de embolsarlo a su vez por retaguardia, pero la operación no solo era difícil, sino que, nuevamente, podía animar las amenazas francesas. Franco prefirió destruir a su enemigo en el mismo Ebro, después de lo cual Cataluña caería previsiblemente como fruta madura. Fue la batalla más larga (casi cuatro meses) y sangrienta de la guerra, y a su final el ejército rojo había sufrido un desgaste irrecuperable, mientras el nacional conservaba su potencia.
Así, la ocupación de Cataluña emprendida con precaución a finales de 1938, resultó muy fácil, en gran medida porque la población, harta del dominio revolucionario, daba la bienvenida en todas partes a los de Franco. Estos entraban el 26 de enero de 1939 en Barcelona, entre una multitud que los aclamaba. Otra masa de barceloneses, de grado o forzada por las tropas vencidas, pasaba a Francia, donde sería recluida en campos de concentración: la gran mayoría de los huidos retornaría a España meses después.
Quedaba por ganar una extensa zona en el centro-sureste de la península, donde los frentepopulistas disponían aún de un ejército cifrado en más de medio millón de hombres, buenos puertos y una armada poderosa. Franco, en lugar de arrojarse sobre ella, esperó a que los desmoralizados enemigos pelearan entre sí, como ocurrió. El 28 de marzo, los nacionales entraban a Madrid aclamados como en Barcelona, y enseguida ocuparon toda la zona sin disparar un tiro. El 1 de abril Franco emitía su célebre y lacónico mensaje. “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”.
Desde la perspectiva del Frente Popular, la conducción de la guerra estuvo mediatizada por las desavenencias internas. Al principio, todos creían tan segura la victoria que se ocupaban más de prepararse a disputar la parte del león en el botín que a dirigir eficazmente la lucha. Los comunistas fueron la excepción. Cuando los nacionales avanzaban sobre Madrid en verano del 36, el gobierno inepto de Giral fue sustituido por el del socialista Largo Caballero “el Lenin español”. Este gobierno huyó a Valencia, pero entre tanto había logrado la hazaña de integrar en él a todas las fuerzas antinacionales, hasta a los reacios anarquistas. Largo acometió en serio la consigna comunista de crear un ejército regular en sustitución de las milicias (Ejército Popular de la “República”), recibió la asistencia de Stalin a cambio del envío del grueso de las reservas de oro a Moscú, y cuando los nacionales llegaron ante Madrid estaba en condiciones de destruirlos. No lo consiguió, pero retuvo la ciudad y luego paró tres ofensivas nacionales sucesivas. El “Ejército Popular” no era una quimera.
Sin embargo la unidad política alcanzada por Largo resultó endeble. El descontento de los anarquistas crecía, los comunistas iban haciéndose con la hegemonía en el ejército y los soviéticos trataban de imponer una tutela contra la que terminó por rebelarse el “Lenin español”. La pugna se resolvió con una miniguerra civil intraizquierdista en Barcelona, ganada por los adversarios de Largo, quien fue sustituido por el también socialista Negrín, mucho más identificado con los comunistas y con los soviéticos: como principal responsable de la entrega del oro español a Moscú, era muy consciente de la dependencia política que ello traía consigo.
Al desviar Franco sus esfuerzos de Madrid al norte cantábrico, los rojos tuvieron la ocasión de contraatacarle en el centro, donde habían adquirido una gran ventaja. Lo hicieron sucesivamente por las inmediaciones de la capital y por Brunete, Huesca y Belchite pero, sorprendentemente, su superioridad en infantería, artillería, carros y aviones chocó contra unas resistencias encarnizadas y no logró ni aniquilar a su enemigo ni apenas distraerle de su ofensiva norteña. Al perder la franja cantábrica, Negrín hizo un esfuerzo titánico para reclutar una nueva masa de tropas y atacó y tomó Teruel. Pero este triunfo solo prologó una gran derrota frentepopulista, cuyo territorio quedó partido en dos, lo que aumentó el desánimo y las rivalidades políticas internas. Azañistas, separatistas catalanes y vascos, y algunos socialistas conspiraban en pro de una paz separada o de compromiso a costa de los comunistas y haciendo intervenir a otras potencias, con posible división del país. Negrín los intimidó con despliegues de tropas en Barcelona, al paso que jugaba propagandísticamente la baza internacional de una oferta de paz de la el propio Azaña se burló, teniéndola por añagaza desesperada.
Las posibilidades militares de Negrín eran muy escasas, pero él buscaba alargar la guerra lo más posible, deseando que las tensiones europeas desembocasen pronto en una nueva guerra mundial, y así una intervención francesa e inglesa en España le librasen de una completa derrota. Por ello, lejos de desalentarse, reforzó la represión contra sus aliados, amedrentó a Azaña, consiguió más ayudas soviéticas e hizo un supremo esfuerzo con la ofensiva del Ebro. Durante la misma, sus esperanzas de guerra europea estuvieron cerca de cumplirse en septiembre de 1938, por la crisis de Munich, pero no tuvo esa suerte. Ante el siguiente y rápido avance nacional por Cataluña, los jefes frentepopulistas escaparon a Francia llevando consigo enormes tesoros expoliados concienzudamente por Negrín desde el mismo año 1936*. Azaña dimitió y el gobierno rojo quedó en posición comprometida.
Negrín y los comunistas trataron de resistir en la zona centro, pero allí muchos anarquistas, socialistas y republicanos detestaban la tiranía comunista y terminaron por preferir la previsible venganza de los nacionales. Intentaron un acuerdo con Franco, que les exigió la rendición incondicional. En marzo estalló una nueva y sangrienta guerra civil entre las propias izquierdas, Negrín, sus amigos y los jefes comunistas huyeron, y de este modo revelador terminó la contienda para los rojos.
Cabe decir que la guerra europea estallaría solo cinco meses después. Pero los que la esperaban para salvarse en España se habrían llevado la inmensa sorpresa de que empezaba con un pacto amistoso entre los nazis y los soviéticos, que en España se habían enfrentado amargamente a través de los bandos en pugna.
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¿Qué significó históricamente la Guerra Civil? Para los revolucionarios una tremenda derrota, y lo contrario para quienes deseaban salvaguardar la nación y el cristianismo. Aunque el tópico afirma que las guerras civiles son estériles, esta, que fue provocada por las izquierdas, tuvo carácter fundacional, como la de Secesión en Usa y otras: abrió el período de paz más largo y en muchos aspectos más fructífero que haya disfrutado el país desde la invasión napoleónica y creó el espíritu necesario para afrontar retos tan graves como los embates de la guerra mundial y el aislamiento posterior, y para asegurar una evolución hacia una democracia no traumática en vez de una nueva república. De ningún modo fue estéril y puede considerarse el hecho más trascendental de la historia de España desde la invasión francesa, cuyo ciclo histórico vino a cerrar… si los desafíos actuales causados por el resurgimiento de la alianza izquierdista-separatista no reabren los viejos odios y convulsiones.
Desde el punto de vista internacional, una victoria roja habría complicado en extremo la situación europea, creando un foco revolucionario prosoviético a espaldas de Francia, intolerable para las democracias, y causando probablemente la desmembración del país, lo que habría enredado aún más la situación. Además, habría arrastrado inevitablemente al país a la guerra mundial. Y, al contrario, se temía que la victoria de Franco convirtiese a España en satélite de Alemania e Italia; pero Franco mantuvo celosamente la independencia nacional, como Churchill y otros supieron prever. Lo cual resultó inesperadamente –para muchos– una bendición para los Aliados en su guerra contra el III Reich, ya que una España beligerante al lado de Hitler habría empeorado grave y quizá decisivamente la posición anglofrancesa primero e inglesa después durante 1940, 41 y 42. El hecho de que la guerra mundial la ganasen las democracias aliadas con el totalitario Stalin hizo que el significado de la victoria nacional se distorsionase masivamente por la propaganda, acompañada de todo tipo de amenazas contra el franquismo. El cual, no obstante, fue capaz de afrontar el temporal y capearlo.
* En Los personajes de la República vistos por ellos mismos he contrastado las memorias de los líderes, comparándolas con los sucesos conocidos, formando así una especie de autorretrato revelador.
* La he analizado a fondo, creo que por primera vez, en El derrumbe de la República y la guerra civil.
** Las memorias de Alcalá-Zamora, robadas por el Frente Popular, se han publicado recientemente, y dan datos sobre las intensas coacciones y hasta cierto punto sobre las votaciones no publicadas.
* Ver Los documentos de la primavera trágica, recogidos por Ricardo de la Cierva. He expuesto el proceso con detalle en El derrumbe de la República y la Guerra Civil, Madrid, 2001
*Véase Ramón Salas Larrazábal, el primero en sacar la cuestión de la propaganda para incluirla en la investigación científica; o Ángel David Martín Rubio; también El terror rojo, de Julius Ruiz. Yo he expuesto en Los crímenes de la Guerra Civil la falsedad de los asertos propagandísticos.
* Ver, por ejemplo, mi polémica en 2003 con el profesor Moradiellos en la revista digital El Catoblepas, fundada por Gustavo Bueno.
* Stalin estaba sovietizando el Frente Popular al paso que trataba de atraerse a las democracias, una política contradictoria en apariencia, que ha dado lugar a especulaciones sobre el “buen Stalin”, ansioso de llegar a un acuerdo con Francia e Inglaterra para defender la “democracia” española y frenar a Hitler. En realidad, Stalin buscaba la confrontación entre las democracias y los fascismos, que él consideraba en el fondo potencias burguesas e imperialistas por igual.
* La realidad de este expolio bien organizado fue reconocida por el propio Negrín en cartas cruzadas con el también socialista Indalecio Prieto, que en Méjico y de acuerdo con el presidente Cárdenas, le había birlado, literalmente, gran parte del tesoro, transportado allí en el yate Vita. También el PNV estuvo cerca de apoderarse de él. Lo he tratado en Los mitos de la Guerra Civil y en otros trabajos.
Parece que el tiempo va dando la razón a los que desde el primer momento defendieron que el 11-M fué obra de ETA. Los hechos previos avalaban aquella hipótesis; la Policía había detenido en los meses anteriores dos veces a furgonetas cargadas de explosivos, quinientos kilos en cada una, que ETA quería hacer explotar en la estación de Chamartín, en una ocasión, y en el sótano de la Torre Picasso en otra. Dos o tres meses antes del 11-M. Cualquiera de ellas que hubiera tenido éxito hubiera causado tanta mortandad o más de la que causaron los explosivos de los trenes.
La tercera vez lo consiguieron, lo razonable es pensar que los dirigentes etarras, al ver que tenían infiltrados en la organización, elaboraron un plan diferente y menos necesitado de cruce de información y colaboraciones internas, con menos movimiento de medios materiales, que fué llevado personalmente por la cúpula y por tanto no llegó a los infiltrados. ¿Usaron a los moros para ello?; posiblemente. Los moros nunca supieron en qué juego se habían metido.
Básicamente, ETA demostró que podía hacer mucho daño, “morir matando”, como siempre se ha dicho, y ganó el pulso al Estado. A partir de ahi el Estado está derrotado y se trata de que esa derrota no se note demasiado.
¡Coño, Pío, que acabo de darme cuenta que ha colgado mi blog en “sitios de interés”!
Muchas gracias, me hace mucha ilusión que alguien como usted considere de interés mi rincón.
Un saludo extensible a todos los demás.
Joder con el “saludo extensible…”, ¡menuda coma me he comío!
Son los nervios de la emoción.
Buenas noches.
[¿Autogolpe?: mejor "tiro en el pie"] [*]
Dice Moa en el artículo de hoy:
“simultáneamente, la derecha monárquica, en plena quiebra moral, dio un autogolpe empujando a renunciar al rey Alfonso XIII so pretexto de aquellas elecciones… ganadas por los monárquicos.”
Quizá sería más correcto decir, utilizando la expresión americana, que “se dio un tiro el el pie” (expresión que tanto se ha utilizado estos pasados días), es decir, que hizo algo contrario a sus intereses. Un “autogolpe” sería un “Golpe de Estado” dado desde el poder para reforzar el mismo, no para perderlo (el 23-F, en el diseño original, según lo cuenta el historiador Jesús Palacios, habría sido un tal “autogolpe”…que fracasó y hubo que corregir sobre la marcha) .
[*] shoot yourself in the foot: to do or say something stupid which causes problems for you
[dispararte tu mismo en el pie: hacer o decir algo estúpido que te causa problemas a ti mismo]
http://idioms.thefreedictionary.com/shoot+in+the+foot
[Caracterización de los bandos en guerra]
Destaco estas frases de Moa en el hilo de hoy:
= La propaganda, en especial la de la Komintern, ha creado un enorme y persistente equívoco al presentar la guerra como una pugna entre democracia y fascismo.
= En tal situación, algunos militares, dirigidos por Emilio Mola, conspiraron para, mediante un golpe rápido, imponer un directorio militar republicano que normalizara al país. No se trataba de un golpe contra un gobierno legítimo y democrático, como ha insistido, contra toda evidencia, la propaganda e historiografía de izquierdas, sino de una reacción frente a un sangriento curso de tendencia totalitaria, cuyas raíces lejanas cabe encontrar en el 98 y la resultante descalificación de España y del liberalismo
= El bando izquierdista-separatista se autodefinió a menudo como “rojo”, bastante adecuadamente, o como republicano, falsamente porque el Frente Popular destruyó, precisamente, la legalidad de la II República. Los rebeldes se llamaron “nacionales”, por defender la nación española y su herencia cristiana. Tuvo carácter conservador y autoritario, incluyendo tendencias similares a las fascistas, pero minoritarias, por parte del grupo Falange.
= El levantamiento del 18 de julio de 1936 no se hizo contra ninguna democracia, debe insistirse, sino contra un proceso revolucionario abierto de orientación totalitaria.
Estas frases, con las que estoy de acuerdo, así como el resto del hilo, ratifican que no se trató de una lucha de “democracia contra fascismo”, pero tampoco de “revolución contra reacción” ni de “revolución–contrarrevolución”. Frente a la “revolución roja”, el bando nacional puso en marcha una “revolución conservadora” “incluyendo tendencias similares a las fascistas, pero minoritarias”
EL BARROCO NOVOHISPANO,cuando las ciudades de las 13 colonias ingleses eran en su mayor parte de madera,las ciudades hispanas virreinales podian competir con las mas ricas de Europa.
http://www.youtube.com/watch?v=PbC-9PdyCBE
En Zaragoza, en el cementerio de Torrero, han hecho un cenotafio, bastante feo por cierto, “a los muertos de la violencia franquista”, ya sumado al otro que había de “a los muertos por la libertad y la democracia”, y han llenado de cartelitos el cementerio adoctrinando al personal, básicamente vienen a decir que unos militares sublevados acabaron con la obediencia a la ley provocando una guerra sin sentido y una cruel represión. Y al final de un cartel dice que estas afirmaciones están basadas en un trabajo coordinado por Julián Casanova sobre el fascismo.
En fin, parece ser que la gente ve con total naturalidad que en un cementerio católico (ahora multiculti por orden municipal, pero la mayoría de los enterrados son católicos y es históricamente un cementerio católico) haya monumentos a muertos por la libertad y a la democracia y los que honren su memoria vayan con banderas de la U.R.S.S. (no me invento nada, en todos los actos hay cuatro o cinco banderas de la URSS o el PCE y no juntarán más de medio centenar de personas).
El PP está muy a favor de los separatistas, tanto en Vascongadas como en Cataluña. Ahora, el Archivo de Salamanaca.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/26/castillayleon/1335464686.html
¿qué sentido tiene que el PP se inmole de este modo? ¿No se dan cuenta de que pateándole el hígado a los españoles con ideas de derecha sólo van a conseguir perder votos como incluso ocurrió en las generales? ¿no se dan cuenta que si sólo van de buenos gestores, de la mala economía que dejaron los otros y de lo sabios y preparados que somos nosotros, en cuanto acabe la crisis o no puedan arreglarla ya no son necesarios?
Lo dicho, un suicidio. Más pronto que tarde el PP se va a pegar un batacazo incluso peor que el de 2004.
LA PÉRDIDA DEL SUBJUNTIVO (¿INFLUENCIA ANGLOSAJONA?)
“Pensé que cuando ganó las elecciones cambiaría de actitud”. En el cole me habrían dicho que la frase no está bien construida, que debería ser “Pensé que cuando ganara las elecciones cambiaría de actitud”
Saludos, Kufisto, tu blog sigue siendo excelente.
Gracias, Mescalero, tu opinión siempre es importante para mi, he escrito algo en agradecimiento a Pío. Era lo justo:
http://elblogdekufisto.blogspot.com.es/2012/04/buenos-dias.html
["Anti-subjuntivitis"...y "sunjuntivitis"]
Mescalero en 12:47:
“LA PÉRDIDA DEL SUBJUNTIVO (¿INFLUENCIA ANGLOSAJONA?)”
…y francesa, también, pues en francés, aunque existe el subjuntivo en las conjugaciones, su uso en el idioma de cada día es exótico. Además, en francés tampoco se utiliza el pasado lejano (como tampoco hacen muchos hispano-americanos; v. gr. “estuve”) sino el pasado próximo (“he estado”), aunque estén hablande de hace 40 años; así la frase citada sería, en francés (traducido al español):
““Pensé que cuando ha ganado las elecciones cambiaría de actitud”.
A un extranjero, por muy bien que hable el castellano, le costará utilizar el subjuntivo; así, dirá:
“Cuando tú vienes, te enseñaré el libro”
Yo tenía un compañero de trabajo holandés que hablaba perfectamente el español, pero no utilizaba nunca el subjuntivo. Esta “anti-subjuntivitis” se puede comprobar continuamente.
NOTA. Por el contrario, un error típico de muchos españoles no vascos y no cántabros, así como de los hispanos, es la “subjuntivitis”, es decir, la utilización del doble subjuntivo:
“Si yo hubiera estado allí, hubiera protestado”,
en vez del correcto:
“Si yo hubiera estado allí, habría protestado”,
La forma vasco-cántabra (y del norte de Burgos), sería:
“Si yo habría estado allí, habría protestado”.
El modo condicional también se utiliza mucho en francés.
lead, en la película francesa Entre les murs unos alumnos le dicen a su profesor de lengua que no tienen el menor interés en aprenderse el subjuntivo, porque no lo utiliza nadie.
http://www.youtube.com/watch?v=Gqqup0SqXRM&feature=related
¿Motivos del PP? Son sencillos: mantener ”tranquila” a ETA. En estos momentos, lo que menos le interesa a Rajoy es que se le abra un nuevo frente, con los que hay ya tienen de sobra.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA RESTAURACIÓN.
Durante 1917 (año de la revolución rusa) España vivió una etapa de crisis muy fuerte, cuatro crisis con origen en Barcelona (económica, militar, constitucional y obrera) que pusieron en riesgo al régimen político de la Restauración. La crisis militar fue provocada por la creación de las Juntas de Defensa que actuaban como grupos de presión que amenazaban al mantenimiento del régimen constitucional a través de una posible organización de un golpe de Estado. La debilidad del Gobierno favoreció su definitiva legalización.
La crisis constitucional provocó la suspensión de las Cortes durante un largo período de tiempo de 1917 ya que el Gobierno no se atrevía a convocar elecciones. Los Catalanistas, republicanos y otros grupos de oposición se constituyeron en Asamblea de Parlamentarios y demandaron la aprobación de un Estado de Autonomía para Cataluña y la convocatoria de Cortes Constituyentes. La crisis obrera fue provocada por el descontento ante la escasez de los productos de primera necesidad. La huelga general contó al principio con la simpatía de la Asamblea de Parlamentarios, además de la UGT y la CNT.
Entre 1919 y 1921 se produjo una reacción por parte del partido conservador, favorecida por el temor burgués a la revolución obrera, los reveses coloniales y el pistolerismo. En 1921 el Ejército sufrió el Desastre Annual en el que se perdió el territorio conquistado en los últimos años en Marruecos. En Cataluña la conflictividad laboral fue extrema: huelgas, pistolerismo, etc.. En estas circunstancias Alfonso XIII y la mayor parte de los políticos apoyaron la dictadura de Primo de Rivera.
Existe cierto paralelismo con la crisis actual, que también es económica, social y política (aunque no militar).
¿Entonces cuando cierre “unos cuantos frentes” volverá a aplicar el Estado de Derecho, a no tratarlos de forma diferencte y complaciente con respecto a otros criminales, volverá a combatir a la ETA y a no burlarse de las víctimas?
Lo dudo.
Existen motivos para pensar que al PP, a pesar de imitar la política de Zapatero con la posible intención de aplacar a la ETA, se le abre ahora mismo un frente más peligroso, un desafio mayor, empleando las palabras de Mayor Oreja, que sacarnos de la crisis.
El PP se ha dado un tiro en el pie.
Nos engañamos si creemos que España ha pasado ya por una crisis igual a la actual. La diferencia con respecto a 1917 es que España crecía económicamente a pesar del desasosiego político y el conlficto social. Ahora nos enfrentamos, por primera vez desde la Guerra de la Independencia, a una situación de empobrecimiento y recesión nunca vistos. Es como dar marcha atrás a nuestro progreso. Si alguien no lo nota así es porque la globalización y el progreso hacen que ahora se tenga “más de todo” como dice Velarde, pero la situación es de retroceso.
Ya hemos hablado sobre la subida del IVA, si es más justa o no que subir los impuestos. Las medidas a tomar, según ha dicho hoy De Guindos, me parecen bien dentro de lo que hay. Era necesario bajar los costes laborales, bajar las cotizaciones y cubrir esta baja con el consumo, incentivando el empleo. Lo mejor sería que no subieran el IVA, que bajaran las cotizaciones y que con parte de la recaudación por IVA se cubriera parte de la caja de la Seguridad Social. Con lo que está ocurriendo, subir el IVA es inevitable. Es mejor que si yo quiero comprar algo, consumir por decisión propia, me gaste mi dinero en el bien que adquiero. Pago el IVA y listo. Pero con la subida de impuestos ya me están robando mi dinero desde el bolsillo, sin que yo decida nada, sin contar conmigo y encima me quitan sobre un porcentaje de mi sueldo que es mayor cuantía a la que yo pudiera gastar con la subida del IVA al adquirir un bien.
La reforma estaria mejor si encima me bajaran los impuestos y me devolvieran el dinero que me empezaron a robar en febrero. Tal vez yo consumiría más y ellos recaudarían más pasta. Seguro que sale el demagogo del PSOE protestando y hablando de la Derecha retrógada y otras estupideces. En España no existe ni la derecha ni la izquierda. Tenemos dos garndes partidos socialdemócratas. Uno más moderado y el otro más radical que destila un discurso del siglo XIX.
Ahora que supriman Ayuntamientos, Juntas, Diputaciones y Cabildos, que hagan una reforma de la energía apostando por la nuclear y saneen el sistema financiero procurando que no nos cuesta más pasta de nuestros impuestos. Eso para empezar; para seguir hay que echarse para atrás y coger un mayor impulso aún. No queda nada por hacer amigos mios.
“El Gobierno prevé que la tasa de paro será mayor en 2015 que en 2011″
Así es la noticia que da El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/27/economia/1335519360.html
Es toda una invitación a emigrar. Eso sí, los etarras pastando en el presupuesto.
Más sobre corrupción universitaria: http://vozpopuli.com/blogs/765-los-chiringuitos-universitarios-entre-bastidores
“El gobierno prevé que la tasa de paro será mayor en 2015 que en 2011″
Así es la noticia que da El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/27/economia/1335519360.html
Es toda una invitación a emigrar. Eso sí, los etarras pastando en el presupuesto.
Más sobre corrupción universitaria: http://vozpopuli.com/blogs/765-los-chiringuitos-universitarios-entre-bastidores
Eso de que en noviembre de 1936 cuando los nacionales llegaron ante Madrid el gobierno de Largo Caballero estaba en condiciones de destruirlos es increíble, con muchísima dificultad pudo impedir que tomasen la ciudad pero de destruirlos nada. Si acaso en julio de 1937, en la batalla de Brunete, si el ejército popular hubiese sido mucho mejor dirigido de lo que lo fue hubiese podido crear una gran dificultad a Franco, dificultad que este hizo imposible en breves dias trayendo fuerzas y aviación del Norte, pero esa fue la única ocasión en la que los nacionales estuvieron en verdadero peligro en toda la guerra pues en el Ebro la ofensiva, aun triunfando, era estratégicamente estéril entre otras cosas por que el ejército popular carecía por completo de una masa de maniobra con la que explotar la ruptura y es muy posible que Vicente Rojo plantease la operación como una cortina de humo para enmascarar su convicción de que no había nada que hacer ya en la guerra.
Lo cierto es que este artículo de Don Pio es un resumen de la Guerra Civil que te deja sin palabras. Una capacidad de síntesis apabullante.
Cualquiera sabe lo difícil que es resumir temas tan complejos. Habitualmente te enredas, te vas por la tangente, cuando revisas lo que has escrito te has perdido, has dedicado cinco páginas a un tema menor, has ido abriendo paréntesis que no cierras… un lio.
El artículo de hoy es “cum laude”. Enhorabuena y gracias.
Estaré de puente de Mayo estos dias y me perderé el blog. El que algo quiere algo le cuesta.
lead
Don Pio no ha dado su opinión. Seguiremos en ello.
Coincido con Escali. Nada hay que añadir a lo dicho por Moa.
Con resoecto a lo que dice Manuelp, creo que Moa se refiere, y yo también lo creo, a que el potencial del ejército popular en noviembre del 36 defendiendo Madrid tenía la fuerza suficiente para haber destrozado a las tropas de Franco. Otra cosa es que no haya sido así por la dirección militar o por las caracteristicas de su formación, o por el poco arte guerrero o combativo de los milicianos que lo componían, pero potencial yo creo que si tenían. El material de todo tipo que habían recibido (tanques, aviones, ametralladoras, artilleria, etc…) más el número de tropas, unos 80.000 en todo el frente Centro contra unos 28.000 de Franco, eran ingredientes suficientes como para haber hecho mucho daño a Franco, no sólo paralizarlo a las puertas de Madrid.
Leyendo a Salas Larrazabal y a Bande, opino que lo que determinó los éxitos militares de Franco fue que disponía de tropas mejor preparadas y más combativas, con una mejor dirección y saber hacer desde el principio, donde el orden, la racionalidad y el mando fueron fundamentales, a pesar de estar escasamente pertrechadas, con lo que la practicidad y el rendimiento de todo esto las hizo mucho mejores a las del Frente Popular. Cuando estos factores se equilibraron entre los dos, más o menos, es cuando la guerra se alargó y Franco lo tuvo más dificil. Aún así, el Frente Popular fracasó en conseguir las virtudes que tenían los nacionales. Se acercaron algo pero no fue definitivo. Contribuyó también el material recibido por el Frente Popular para alargar la guerra.
Hegemon
Precisamente yo contradigo lo que dice usted y Moa de
Se me fue
… que el potencial del ejército popular en noviembre de 1936 en Madrid podría haber destrozado a las tropas nacionales. ¿Que potencial era ese?, ni siquiera numericamente era demasiado claro, las columnas desorganizadas que venían retrocediendo desde el límite de Estremadura no valían apenas nada y las brigadas mixtas de nueva creación apenas podían entrar en fuego todavía, las dos brigadas internacionales que entraron en línea rindieron un servicio enorme en la contención del alud nacionalr pero a cambio de su propia cuasianiquilación y sólo el esfuerzo que hicieron los frentepopulistas de arrojar al combate hasta el último hombre y el último material disponible unido a la falta de reservas de Franco obligó a este a suspender la ofensiva el 23 de noviembre.
Manuelp:
En el verano-otoño del 36 nadie pensaba en una guerra larga como la que se dio. Cuando en septiembre se aprobó el envío del oro a la URSS por parte de los gobernantes socialistas se hacía no con la esperanza, sino con la casi seguridad de que la crisis iba a acabar ahí. La ayuda soviética sería tal que la guerra acabaría con victoria y no tardanmucho. Esa era la idea esa: la situación se había complicado y todo había ido demasiado lejos, pero ahora con la URSS todo iba a acabar bien, aunque costando caro económicamente.Con la ingente ayuda soviética que se esperaba, los rojos no esperaban solamente detener a duras penas a los sublevados y alargar la guerra hasta el 39. Esperaban derrotar y rápido. Se fue calculando que para octubre ya iría llegando el armamento, las brigadas internacionales, etc.. y como todos sabían que el momento cumbre habría de ser la batalla por Madrid, el frente popular quería estar bien preparado para ese momento.
En el imaginario comunista -y socialista-, la batalla por Madrid que se preparaba tenía paralelo con la batalla por Petrogrado en 1919, momento en el cual, derrotado Chudenic, comenzó el canto del cisne de los ejércitos blancos en la guerra civil rusa.
Y la realidad animaba a un gran optimismo:”Madrid será la tumba del fascismo”. Lo decían en serio. Los sublevados se enfrentaron a fuerzas que los triplicaban o casi, con mejor armamento por parte defensora. Pienso sinceramente que si la guerra no acabó poco después y con derrota de los sublevados fue aparte de por su profesionalidad, por la enorme moral de combate que traían desde Sevilla, la cual compensó otros factores.
Un saludo.
ramosov
Insisto, ¿diganme en que consistia la enorme superioridad de las fuerzas frentepopulistas el dia 7 de noviembre de 1936 en el frente de Madrid?. El ataque- el dia 29 de octubre creo- de los nuevos tanques T-26 rusos recibidos en Seseña, anunciado a bombo y platillo y que iba a dar un cambio a la situación se saldó con un fracaso más y únicamente la entrada en combate de los aviones Polikarpov I-15 “Chatos” e I-16 “Ratas” fue algo positiva al disputar el dominio del aire a la aviación nacional.
En el libro de Martinez Bande “La marcha sobre Madrid” se da un estado pormenorizado de las fuerzas militares de ambos bandos y se ve que la superioridad del bando frentepopulista se limitaba a lo cuantitativo y en un grado escaso para contrarrestar la superioridad enorme cualitativa del bando nacional. Vamos que hacían falta lo menos cinco o seis batallones de peluqueros, camareros u oficinistas para igualar apenas a uno de los tabores de regulares o una bandera de la legión de que estaban compuestas la mayoría de las diez columnas que atacaban Madrid.
Por supuesto que la superioridad material y num´´erica y estrat´´egica del Frente Popular en noviembre del 36 en Madrid era apabullante. Ellos eran conscientes del asunto, y diseñaron tres maniobras para envolver a los nacionales por retaguardia, aunque Koltsof se queja de que eran poco ambiciosas para lo que era posible en aquel momento. Las maniobras, estaban en conjunto bien diseñadas, pero fracasaron por la mala direcci´´on y la resistencia de los nacionales. Algo que se reptir´´ia otras muchas veces, en Brunete, Belchite, etc. Estaban en condiciones materiales de aplastar a los nacionales, pero no siempre Dios ayuda a los malos cuando son m´´as que los buenos. Muchas veces eso no ocurre.
Precisamente en el libro de Bande “La marcha sobre Madrid” uno se da cuenta que la progresión de las tropas franquistas hacia Madrid fue seguida por varias contraofensivas de los frentepopulistas en diferentes puntos. No muy bien llevadas pero con mayores medios, dentro de lo que fue en un principio la mediocridad en material de nuestra guerra. Es decir, si no hubiera sido por la profesionalidad de las tropas de Africa, clave de la punta de lanza de las tropas de Franco, la cosa hubiera estado más igualada.
Teniendo en cuenta que antes de llegar a Madrid en la lucha se utilizaban como mucho morteros, escasas piezas de artilleria de diversos calibres, fusiles, pistolas y ametralladoras (la aviación era de reconocimiento y los blindados como dinosaurios en tiempos modernos), lo más importante para vencer era el buen hacer de los soldados. A las puertas de Madrid entraron, sobre todo en el bando frentepopulista, material que hasta ahora no había ocupado lugar alguno en la lucha. Un mando y unas tropas adiestradas y bien mandadas hubieran puesto en muchos aprietos a Franco, pararlo y luego realizar un contratataque. Lo que permitió a Franco afrontar ese reto, que él mismo vio, fue que las tropas del frentepopular no estaban preparadas para parar a sus tropas a pesar de la inferioridad numerica y material. Al final eso cambió. Rojo lo indica en “Así fue la defensa de Madrid” lo que durante 3 meses se estuvo destruyendo tuvimos que rehacerlo en menos de dos semanas. En parte lo consiguieron.
El libro de Bande “La marcha sobre Madrid” termina con la ofensiva sobre Madrid parada por la buena disposicón de las tropas en la Casa de Campo y el aporte en amteralladoras y soldados frentepopulistas, si no recuerdo mal, donde los legionarios fueron diezmados.
Moa y Hegemon
Cuando me indiquen la correlación de fuerzas de la “apabullante” superioridad del ejército frentepopulista en Madrid en noviembre de 1936 lo debatiremos, hasta ahora no dicen más que opiniones.
Hegemon si tiene el libro .vea el orden de batalla de ambos bandos y digame en donde estaba la superioridad
Parece que el señor Moa sigue sin eliminar el virus que infecta su ordenador.
Las batallas, y las guerras, las gana quien consigue los objetivos buscados en ella. Así por ejemplo en Vietnam EEUU ganó todas las batallas pero perdió la guerra porque no consiguió sus objetivos políticos, algo parecido le ocurrió a Napoleón en España. La batalla de MAdrid la ganó el ejército rojo porque obtuvo su objetivo: conservar Madrid, mientras que los nacionales la perdieron porque no alcanzaron su objetivo estratégico: la captura de la capital y el fin de la guerra. Las batallas raramente acaban en eso que llaman tablas porque siempre hay un bando que toma la iniciativa y al defensor con un empate le vale. En la misma guerra civil la batalla de Brunete fue una victoria nacional, porque el ejército rojo no consiguió su objetivo de envolvimiento del ejército nacional ni su objetivo estratégico de evitar la caída del norte…no hubo tablas
Las razones de la derrota nacional son varias: disparidad de fuerzas, el ejército rojo era muy superior numéricamente al nacional que llegó a la capital agotado y el plan nacional no fue muy brillante, atacó la capital por el peor sitio, por el oeste. Para los que no conozcan MAdrid, el ejército nacional tenía que atravesar primero la Casa de Campo (una zona boscosa), cruzar un rio, y luego atacar el llamado balcón de Madrid, las colinas sobre las que se asienta la ciudad de Madrid, el Parque del Oeste, la Universidad, la Dehesa de la Villa, es decir tenía que enfrentarse a accidentes geográficos que perjudican al atacante y favorecen la defensa.
En cuanto al material es indiscutible que los tanques rusos armados con cañones eran muy superiores a las tanquetas italianas y a los primeros carros alemanes armados con ametralladoras. Los cazas rusos eran también superiores a los cazas alemanes e italianos de la época. por otro lado en ese momento los nacionales se enfretaron por primera vez a un ejército, y no a grupos más o menos organizados de milicianos apoyados por fuerzas de orden público y unidades regulares. De la guerra de columnas se pasó a la guerra moderna
En resumen con independencia de quien fuese mejor o peor soldado, la batalla por Madrid fue una victoria roja. El Frente Popular mantuvo la capital y toda su carga simbólica hasta 1939
El plan de operaciones del general Varela- a cargo del mando táctico de las diez columnas nacionales- preveía una primera fase de conquista de una posicion de partida para el ataque definitivo, esta posición de partida estaba al norte de Madrid- que es la situación más favorable para tomar la ciudad. Pero las columnas nacionales se presentaban por el Oeste que era su punto de llegada- por las carreteras de Extremadura y Toledo- y por ahí solo les hacían frente como fuerzas coherentemente organizadas las del coronel Escobar con su 19 Tercio de la guardia civil sobre la carretera de Extremadura y las fuerzas de Asalto sobre la de Toledo recogiendo las milicias en desbandada que retrocedían apresuradamente.
Por tanto la táctica nacional era coherente y la única posible y estuvo en un tris de dar el resultado buscado, solo el volcado de todas las fuerzas disponibles y el buen desempeño del batallón de la guardia presidencial en el puente de los Franceses y el sacrificio de la XI Brigada internacional en el parque del Oeste los dias 8, 9 y 10 de noviembre, más la entrada en línea de las cuatro primeras brigadas mixtas formadas a todo correr y la acertada centralización de la artillería soviética recibida haciendo fuego desde el Retiro al mando de oficiales profesionales sobre las columnas de ataque nacionales evitó in extremis la caida de la ciudad.
Ordenes generales de operaciones numeros 15 y 16 del general Varela para la ocupación de Madrid.
IV. Idea de maniobra. Atacar al enemigo en el frente comprendido entre el Puente de Segovia y el Puente de Andalucía, desplazando el núcleo de maniobra hacia el N.O. para ocupar la zona comprendida entre la Ciudad Universitaria y la Plaza de España que constituirá la base de partida para avances sucesivos en el interior de Madrid.
http://www.madrid1936.es/madrid/orden.html
III. Misión general. Ocupación total de Madrid, exceptuando las barriadas extremas. Se desarrollará en tres Fases, llevándose a cabo, como mínimo, cada una de ellas en un día.
IV. Idea de maniobra. Avance por saltos sucesivos, coordinándose la acción de todas las Columnas, para alcanzar líneas que garanticen la posesión de la parte de población ocupada y sirvan de base de partida para la Fase siguiente. El esfuerzo principal se llevará por las Columnas Nº 1 y 3.
V. Zona de acción.
A) Columna Nº 1. Límite Norte: Calle de Fernando el Católico – Eloy Gonzalo – Martínez Campos – Diego de León. Límite Sur: Travesía de Conde Duque – Noviciado – San Vicente – San Mateo – Fernando VI – Bárbara de Braganza – Goya. Dirección del esfuerzo principal: Calle de Alberto Aguilera – Carranza – Sagasta – Génova – Plaza Colón – Goya.
B) Columna Nº 3. Límite Norte: El Sur de la Columna anterior. Límite Sur: Calle Leganitos – Plaza de Santo Domingo – Callao – Preciados – Tetuán – Aduana – Peligros – Alcalá – Plaza Castelar – Antonio Maura – Paseo de la Argentina (Retiro) – Plaza de Honduras – Paseo de Venezuela (Retiro) – Calle de Alcalde Sáins de Baranda (incluidos). Dirección del esfuerzo principal: Gran Vía – Alcalá – O´Donnell.
C) Columna Nº 2. Límite Norte: El Sur del anterior. Límite Sur: Campillo de las Vistillas – Plaza de los Carros – Plaza de la Cebada – Calle Maldonadas – Encomienda – Esgrima – Jesús y María – Lavapiés – Plaza de Lavapiés – Calle de Argumosa – Calle del Hospital – Santa Isabel – Plaza del Ministerio de Fomento – Calle del Pacífico (incluídos). Dirección del esfuerzo principal: Calle Mayor – Plaza Mayor – Calle de Atocha – Paseo del Pacífico.
D) Coluna Nº 5. Límite Norte: El Sur de la anterior. Límite Sur: Manzanares – Plaza de Italia – Paseo de Ronda. Dirección del esfuerzo principal: Calle del Ferrocarril – Glorieta de Santa María de la Cabeza – Calle de Bustamante.
http://www.madrid1936.es/madrid/orden.html
IV. Idea de maniobra. Atacar al enemigo en el frente comprendido entre el Puente de Segovia y el Puente de Andalucía, desplazando el núcleo de maniobra hacia el N.O. para ocupar la zona comprendida entre la Ciudad Universitaria y la Plaza de España que constituirá la base de partida para avances sucesivos en el interior de Madrid.
Efectivamente el peor sitio para entrar por Madrid, si uno se pone en el Puente de Segovia y mira hacia el Noroeste lo que ve es primero el rio que salva el puente. El Manzanares discurre de noroeste a sudeste. Ddespués una gran pendiente hasta llegar al Palacio Real y Catedral de la Almudena, Cuesta de la Vega, el campo del Moro, la Cuesta de San Vicente. A partir del inicio de esta calle esta la actual estación de Príncipe Pío, si uno sube, digo bien sube, por la Cuesta de San Vicente llega a la Plaza de España primer eje al que se refiere la Orden de Operaciones del General Varela, si seguimos hacia el Oeste hacia la Ciudad Universitaria, tenemos la gran subida que nos lleva primero al Templo de Debod, donde en 1936 se encontraba el Cuartel de la Montaña, a su izquierda (desde el punto de vista del asaltante) empieza el PArque del Oeste que culmina en el PAseo de Pintor Rosales…la subidita se las trae, así llegamos al Paseo de Moret que es otra señora cuesta que llega hasta el inicio de la zona de MOncloa, donde se encuentra actualmente el Arco del Triunfo y en 1936 la Carcel Modelo…. e inicio de la Ciudad Universitaria. Pero desde aquí hay que seguir subiendo primero hasta el Clínico (máximo avance nacional) luego toda la zona de los actuales colegios universitarios, subidita fina hasta la Avenida de Reina Victoria. En el extremo izquierdo de la Ciudad Universitaria, donde se encuentran las facultades de ciencias y Telecomunicaciones comienza otra montañita: la Dehesa de la Villa….en fin a lo mejor no le quedaba otra al General Varela pero la zona elegida era la mejor para la defensa y la peor para el ataque.
http://maps.google.es/
En el mapa no se aprecian los desniveles pero toda esa franja verde que ven tras cruzar el Río Manzanares son colinas
No era ninguna zona elegida, era donde estaban las fuerzas, y desde donde tenían que partir los ataques, las fuerzas de la Sierra estaban inmovilizadas y por allí no se podía atacar. Despues del fracaso inicial trataron de atacar por la carretera de la Coruña pero inicialmente el único sitio para hacerlo era el que era, la plaza de España fue el limite de penetracion de los atacantes y yo ahora me voy a zampar una mariscada en ella por que estoy de visita en mi pueblo.
También es cierto que dada la escasa fuerza de maniobra de los nacionales y su eje de avance no podían hacer una maniobra envolvente. El sitio más fácil para atacar Madrid es por el este, donde no hay obstáculos naturales de importancia. Un eje de avance desde la carretera de Valencia hasta la de Barcelona sería lo mejor, pero eso requería muchísimas fuerzas para asegurar el flanco izquierdo del avance y mantener la presión por la zona oeste. Desde la carretera de Andalucia hasta la de Valencia, donde se libraría la Batalla del Jarama, tampoco es un terreno muy apto para un avance.
Desde luego lo más sencillo hubiese sido que las columnas del norte hubiesen descendido sobre Madrid desde el Alto de los Leones o Somosierra, pero desgraciadamente fueron detenidos
El mejor sitio para atacar Madrid es por donde atacó Napoleón, por el Norte que no presenta ningún obstáculo y además tiene la ventaja de la superioridad de altura de cota. El ataque desde el Este es mucho peor pues el rio Jarama proporciona una linea de defensa bastante buena.
Efectivamente desde el norte es lo más fácil, siempre que superes el Sistema Central cosa que no es fácil, así en la Guerra Civil se convirtió en una buena línea de defensa. Por el este pasa algo parecido, una vez superado los obstáculos geográficos más fáciles de vencer que el Sistema Central, la entrada a Madrid es sencilla
Lo más fácil para llegar a Madrid es por el valle del Tajo, que es por donde vinieron los nacionales, pero esa dirección te conduce a una trampa justo a las puertas de la ciudad.
Evidentemente era una baza que tenía que jugar los nacionales
Por cierto el eje de avance elegido por los italianos no era ninguna tonteria, de la meseta de Guadalajara desciendes por la Nacional II, la carretera de Barcelona, hacia Madrid y accedes a la capital por una zona muy fácil.
En mi opinión la batalla de Madrid fue una victoria propagandística del frente popular, que iba de teórica víctima. Pero militarmente no fue así. No ganaron tampoco los atacantes militarmente porque tomar Madrid en aquellas circunstancias era demasiado arroz. A los atacantes les acompañó la aureola de vencedores que traían desde hacía más de 3 meses, y esa moral unida a mayor experiencia, profesionalidad y la rapidez de los alemanes en aportar la legión cóndor hizo que se mantuviesen invictos y seguiesen contando con la iniciativa.
Los nuevos carros de combate T-26 fueron un fiasco, eso es cierto, debido a que no se adaptaban en combate a la orografía española. También jugaron una mala pasada al frente popular las prisas por ponerlos en danza, pues estaban muy necesitados de golpes de efecto.
ramasov
Si un bando quiere tomar una ciudad, no solo por tomarla sino con el objetivo estratégico de terminar victoriosamente una guerra, si no toma la ciudad, ha perdido la batalla y la ha ganado el defensor tanto militar como políticamente.
En cuanto a la aportación alemana fue una respuesta a la rusa que llegó antes. Los t-26 eran mejores carros que los empleados por los nacionales pero no fueron usados inicialmente de forma correcta.
ramosov
Los carros T-26 eran con mucho los mejores tanques existentes en noviembre de 1936. Cuando entraron en combate en Seseña a finales de octubre el terreno donde operaron era de lo más idóneo y al mando del capitán Paul Arman y del coronel Krivoshein, arrollaron todo a su paso hasta Esquivias y Borox donde tuvieron que darse la vuelta porque la infanteria de acompañamiento no les siguió, en parte por incompetencia en parte por falta de una doctrina coherente de operación de armas combinadas que sin embargo ya había desarrollado el ejército soviético, aunque de forma incompleta. Fueron los regulares los que atacándoles con botellas de gasolina, que se llamaron cócteles Molotov a partir de entonces, en las estrechas calles de los pueblos de Esquivias y Seseña hicieron fracasar a los T-26.
http://forum.paradoxplaza.com/forum/showthread.php?208398-La-batalla-de-Sese%F1a-(1936)
Impecable análisis de Moa, debería enseñarse en las escuelas.
Ya que estamos puestos, también, en cuestiones de Gramática, una observación, se dice:
”Esta (la Falange), aunque con peso considerable, nunca tuvo un papel semejante al del partido fascista italiano o del nazi alemán, y solió llevar las perder en sus roces o choques con otros sectores como los católicos o los militares”.
Entiendo que el pretérito perfecto simple no existe para el verbo soler, sino que se debería utilizar el pretérito imperfecto en la forma de “solía”.
Efectivamente, LeonAnto, el verbo “soler” es defectivo; la forma *solió no existe.
En la Guerra de España, como indicó Guderian, no se emplearon los blindados como luego se utilizarian en la Segunda Guerra Mundial. Nuestra Guerra no aportó nada ni se pudo aprender nada que sirviera luego de aplicación en la contienda mundial. En noviembre del 36 el ejército popular contaba con una compañia de tanques T-26 (que yo recierde que puede que sean más) suficiente para romper el cerco de Franco en algún punto. Apenas fueron utilizados en movimiento y sólo en operaciones muy cortas, de apoyo a la infanteria pero nunca para romper cercos y progresar en profundidad como luego se haria en Europa.
En el Jarama algunas veces aparecian uno, dos o tres tanques pero progresaban de forma limitada y lenta, mezclados con la infanteria siendo presa fácil para la artilleria. En fín….
La relación de fuerzas en noviembre del 36 que yo recuerde de lo que leí a Larrazabal, era que los nacionales presentaron unos 28.000 efectivos contra unos 40.000 sólo en el frente de Madrid. En el resto del frente de Madrid, a las órdenes de Pozas se podía llegar a unos 40.000 más, en total 80.000. En cuestión material, como digo antes, los populares formaron una, por lo menos, compañia de tanques T-26 soviéticos, recibieron ametralladoras soviéticas y también francesas, nuevas en su mayor parte. Varias armas automáticas de asalto, fusiles y munición, varias baterias de artilleria y los aviones, cazas y bombarderos, soviiéticos que le dieron el predominio en el aire. También es cierto que el desorden y la confusión y las rivalidades entre unos y otros, como indica Bande, significó para muchos de los hombres del frente alimentarse mal, apenás tenían ropa de abrigo y otras medidas logísticas básicas que no se cubrían.
Claro que los carros T-26 eran los mejores que habia en España, pero entre la incompetencia y la propia dinámica de una batalla a la defensiva por parte del frente popular, no pudieron sacarles el partido esperado. La aviación rusa era superior, los cazas más veloces, y numéricamente los defensores eran entre 40000 y 50000 contra unos 20000 atacantes. El punto a favor de los atacantes es que seguían tirando de tropa de élite, pero en un batalla de posiciones defensivas bien atrincheradas, este dato cualitativo se nota menos. Mi opinión es que si antes de que se llegara a mayores movilizaciones de cuerpo de ejército, los rojos hubieran podido encadenar un par de ofensivas bien dirigidas contra el ejército de Africa -pues tenían gente y medios-, podrían haber dejado la guerra bastante inclinada a su favor.
Aunque los rojos vendiesen aquello como una victoria, no creo que para sus adentros estuviesen muy satisfechos por el resultado, pues estoy seguro de que esperaban bastante más.
La Legión Cóndor -que no eran aviones únicamente- fue una aportación que se hizo por parte de Alemania en tiempo récord, acordándose al final de octubre,y llegando ya en noviembre, precisamente cuando Franco vio a lo que se enfrentaba. Es decir, Franco comprobó la superioridad material de la que el frente popular disponía a fines de octubre y primeros de noviembre, y la comprobó precisamente por el anuncio que Largo Caballero hizo de la ofensiva de Seseña-Esquivias, al ver los T-26, etc.., lo cual le hizo pedir ayuda a Alemania, ayuda que si no hubiera llegado tan rápido, las cosas se podrían haber puesto muy feas para los sublevados.
La batalla de Madrid no fue victoria de nadie. El objetivo de los nacionales era tomar la capital y terminar la guerra. Esto último, terminar la guerra, podría ser dudoso porque la toma de Madrid, en mi opinión, no hubiera sido condición suficiente para que el Ejército Popular se rindiera.
Desde el punto de vista de los nacionales, la toma de Madrid fue el final de su progresión hacia capital, la unión de las dos partes de España que estaban en su poder y afianzar su posición para el resto de la guerra después de un golpe fracasado. En eso yo creo que los nacionales vencieron, no de forma completa pero si muy importante.
Por parte de los frentepopulistas, en mi opinión, fue una derrota no definitiva. Si queremos, una situación de empate. Al final pudieron parar a los nacionales, que desde agosto venían progresando de victoria en victoria y ellos retrocediendo hasta pararles en Madrid, su punto final en la primera parte de la guerra. El objetivo de hacer fracasar el Golpe, derrotar al ejército de Franco y aflojar la presión sobre Madrid para luego, con los medios disponibles, pasar a la ofensiva y hacerlo retroceder y derrotarlo no fue posible. Es decir, no pudieron hacerlo con lo que la victoria no se puede considerar. Pero todo esto es cuestión del color de las gafas con las que se mire. Alguno puede decir que algo ocurrió igual ante Moscú con los alemanes. Si, pero los soviéticos pudieron efectuar contratacas y hacer retroceder a los almanes, producirles perdidas y situarles en una posición muy delicada. Franco no padeció nada parecido ante Madrid. Sólo pasó de atacar en un frente para pasar a otro.
Ramosov:
Pues los T-26 capturados en Seseña fueron enviados a Alemania para su estudio. Eran mejores tanques que los que habían construido los alemanes y mejores que los tanques entregados a Franco por los italianos y germanos. Franco paró a los rojos con los medios disponibles hasta entonces, en su gran mayoría españoles. Algunos aviones Fiat italianos y artilleria si que se empleó en Madrid pero no fue un material tan importante, en mi opinión, como el disponible por los frentepopulistas. En cambio, los T-26 capturados por Franco pasaron a formar compañías de tanques muy importantes y útiles para los nacionales. Los T-26 capturados por Franco y por Queipo de Llano en Andalucía. En sus memorías el general se lamenta porque Franco le pidió los 25 o 30 T-26 que había capturado en Andalucía y con los que había formado una o dos compañías blindadas. Compañías que le hubieran sido muy útiles en la toma de Málaga y que envió a Madrid a regañadientes pero consciente de cumplir con las órdenes. 25 0 30 tanques T-26 en nuestra guerra eran una fuerza muy considerable y potente. Otro cantar fue cómo se emplearon.
Parecía imposible que alguien pudiera hacer bueno al nefasto Rodríguez, pero hete aquí que Rajoy ya lo está haciendo bueno en algunas cosas como por ejemplo en la traición a su propio electorado. El primero no llegó a tanto.
Ahora Rajoy no quiere celebrar el debate sobre el Estado de la Nación. Parece que tiene prisa por acabar con la Nación.
Menos mal que no voté al PP. Ahora andaría cabreado también conmigo mismo.
Desde el inicio de la rebelión la toma de la capital era el objetivo prioritario. Solo después del fracaso en Guadalajara, Franco comprendió que la guerra había que ganarla en otro frente y comenzo acertadamente por el norte. La unión de las dos zonas nacionales, se había logrado rápidamente en Extremadura.
El avance del Ejército de África desde Sevilla siguió la ruta más lógica desde el punto de vista militar. Avanzo por el camino más corto y más rápido hacia Madrid, por Extremadura para posteriormente remontar el valle del Tajo, con mi flanco izquierdo protegido por la frontera portuguesa y al mismo tiempo consigo la unión de las dos zonas. Las escasas fuerzas nacionales lo que se encuentran es a grupos de milicianos cohesionados por fuerzas de orden público y unidades regulares, nada parecido a un ejército, por lo que su avance es espectacular. Es lógico que pensasen que la toma de Madrid era factible, pero se encuentran con dos problemas que impiden la consecución del objetivo
1. El ataque a Madrid se produce por el lugar más complicado y más fácil de defender como he explicado antes
2. Por primera vez se enfrentan a un ejército
Si a esto se une el agotamiento por la marcha ininterrumpida desde julio y su inferioridad numérica es fácil entender lo que sucedió
Para nada el camino más corto y más rápido a Madrid desde Sevilla pasa por Extremadura, como cualquiera con unas mínimas nociones de geografía sabe. En un principio el plan de los sublevados era desembarcar a las unidades del ejército de Africa en Cádiz, Algeciras y Málaga y despues por los itinerarios (Cádiz,Algeciras)-Jerez-Sevilla- Cordoba y Málaga-Antequera-Lucena-Cordoba marchar todas unidas por Cordoba-Despeñaperros-Madrid que si es el camino más corto y rápido.
Pero, primero, Málaga quedó por el gobierno frentepopulista, segundo, el valle del Gualdalquivir entre Sevilla y Cordoba estaba lleno de focos gubernamentales, tercero, sobre Cordoba se cernía la amenaza de una fortísima columna de fuerzas frentepopulistas al mando del general Miaja, cuarto, el paso de Despeñaperros es un obstáculo muy fuerte en caso de resistencia, quinto, en las llanuras de La Mancha las unidades del ejercito de Africa no tenían accidentes naturales en los que apoyar sus flancos exponiéndose a un envolvimiento y sexto, el ejército del Norte del general Mola necesitaba desesperadamente municiones.
Por todas estas razones se eligió el itinerario más largo y lento de Sevilla-Mérida-Talavera-Madrid.
La distancia más corta era por despeñaperros, pero por poco, y sopesando las desventajas que tenía esa vía hubiese sido un disparate elegirla. Aunque las razones que enumera Manuelp son ciertas, la de más peso y pienso que determinante por sí sola, era la de unir las dos zonas de los sublevados cuanto antes. Sevilla provincia en dirección a Extremadura ya estaba más o menos controlada, y por tanto para unir ambas zonas solo mediaban los ciento y pico kilómetros que había de la sierra sevillana al valle del Guadiana. Salieron dos columnas, una en la tarde del 2 de agosto, y otra en el anochecer del día siguiente, y el día 4 ya habían ocupado el primer pueblo de Badajoz, Monesterio. Con la toma de Badajoz justo diez días después ya se consideraban unidas las dos zonas. Ni locos hubieran conseguido un resultado tan exitoso eligiendo la otra vía. Ya le hubiera gustado al pobre de Blanco Escolá, que era uno de los defensores de la vía por Despeñaperros, a la que consideraba mucho mejor…para su bando, claro.
La distancia Madrid Sevilla por la N-IV, Andalucia o la V, carretera de Extremadura es casi idéntica. En realidad el camino más corto para ir a MAdrid desde Sevilla, es subir a Córdoba, y en Montoro desviarse de la N-IV, cruzar Sierra Morena y subir por Ciudad Real y Toledo, no por el actual trazado de la carretera de Andalucia sino más hacia el oeste. Actualmente hay una carretera nacional que te permite hacer ese trayecto e incluso había una autopista proyectada
La diferencia entre una ruta y otra son los accidentes geográficos, asegurar el flanco izquierdo y unir las dos zonas. Era más lenta la ruta de Despeñaperros, sitio ideal para la defensa. Mucho má rápido y eficaz subir por el Tajo
Como dice Manuelp y Ramosov, el ir por Extremadura, en vez de por Depeñaperros, fue impuesta por las circustancias. A favor de esa ruta, que no es la distancia corta, existían otras circustancias que obligaron a tomar esa dirección.
En realidad la via de Sevilla a Mérida tiene casi tanta dificultad como la de Cordoba-Despeñaperros pues en ambas se interpone la Sierra Morena. Por ejemplo en Monesterio se tiene una posición ideal para la defensa pero cuando el dia 4 ocupó el pueblo la columna del teniente coronel Asensio Cabanillas sólo había sufrido cuatro bajas desde su salida de Sevilla y no encontró alguna fuerza enemiga medianamente organizada hasta Los Santos de Maimona ya en terreno llano. Sin embargo en las proximidades de Cordoba estaba la furte columna Miaja con 3.000 hombres que se podían hacer fuertes en Despeñaperros.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ofensiva_de_C%C3%B3rdoba#La_Columna_Miaja
Actualmente yo si desde Madrid tengo que ir a Sevilla, no se me ocurre pasar por Badajoz. Tampoco se me ocurrió pasar por Badajoz cuando en el 2000 fui de Cadiz a Oviedo pasando por Sevilla. Supongo que en el 36 pasaria lo mismo.
Con menos hombres que los 3000 de Miaja, Franco al llegar a la zona de Gredos, ocupó los pasos del sistema montañoso para cubrir su flanco izquierdo. Otra decisión que se discute es la de ir a liberar a Toledo. A mi me parece muy acertada porque aparte de la ayuda propagandistica y moral que obtuvo fue una decisión lógica para cubrir su flanco sur.
Hegemon
Desde Madrid a Badajoz o Cordoba hay 400 kilometros. Pero desde Cordoba a Sevilla hay 130 o así por terreno llano y desde Badajoz a Sevilla hay 215 o así por terreno accidentado en buena parte.
Manuelp:
Desde luego, la autopista de Sevilla a Cordoba es llana, fácil y apenas accidentada. Si se va a buen ritmo cubres la distancia cómodamente.
La ocupación del puerto del Pico y el enlace don las fuerzas del ejercito del Norte no se realizó sólo con fuerzas de Franco. Del ejercito de Africa participó la columna del teniente coronel Delgado Serrano con los tabores II y III del Grupo de Regulares de Alhucemas nº 5, pero el ejército del Norte aportó la columna de caballería del coronel Monasterio con nueve escuadrones de sables y tres de amatralladoras que salió de Avila.
Pues la Guia Campsa la recomienda como vía más rápida
http://www.guiarepsol.com/MapasRutas/Ruta/mapa.aspx#X=-5.044274&Y=38.918178&z=6&0|Txt=|Madrid-MADRID|&0|X=-3.702290&0|Y=40.416282&0|Z=19&0|Loc=Madrid&1|Txt=|Sevilla-SEVILLA|&1|X=-5.996919&1|Y=37.388194&1|Z=19&1|Loc=Sevilla
Evidentemente no se pasa por Badajoz, se desvía uno en Mérida. Muchos madrileños cuando van a Sevilla escogen esta ruta. En todo caso no estamos hablando de ir de viaje, estamos hablando de mover un ejército. Por supuesto que las circunstancias impusieron esa ruta, nada sucedió como estaba previsto, se tuvo que improvisar una guerra que no estaba prevista en los planes. Pero una vez concentrados en Sevilla y tomada la decisión de ir a Madrid, había dos opciones, valle del Guadalquivir, Despeñaperros, la Mancha Madrid, o Badajoz y subir por el valle del Tajo. Esta última era la más lógica desde el punto de vista militar y político, la que más beneficios ofertaba al ejército rebelde
Por cierto que llevo casi quinientas páginas leídas de la novela del sr. Moa y me parece que el subconsciente le ha traicionado pues a pesar de sus protestas negándolo le encuentro a la novela una estructura temática muy parecida a “La paz empieza nunca” de Emilio Romero por más que él rechaze esa similitud o influencia.
Una vez llegados a Madrid, los nacionales podían haber explorado la posibilidad de en lugar de realizar el asalto por donde lo hicieron, la zona más accidentada y complicada de Madrid, intentarlo por la zona del Puente de Toledo- Legazpi, a la derecha de su eje de avance. Es una zona mucho más fácil una vez que cruzas el Manzanares
El general Varela y su estado mayor estudiaron perfectamente las posibilidades de ataque y extenderse hacia el Sureste- dirección Vallecas- desde los puntos de llegada de las columnas por las carreteras de Extremadura y Toledo suponía extender mucho el frente por un terreno llano para lo cual no tenía fuerzas suficientes por lo que en su orden de operaciones señalaba como misión a las columnas de Barrón y Tella fijar al enemigo en el puente de Segovia y en el de Toledo mientras las columnas de Asensio y Delgado Serrano trataban de conquistar una base de partida en la Ciudad Universitaria y la Plaza de España y las de Castejón y de caballería de Monasterio protegían los flancos y Varela guardaba tres columnas como reserva general.
No hubiese sido necesario extenderse hasta Vallecas. Yo creo que lo podían haber intentado por la zona de Puente de Toledo. En fin esto es hablar por hablar, ellos sabrían lo más adecuado en ese momento que para eso eran buenos militares profesionales, luego las cosas suceden de forma diferente a lo planeado porque influyen factores que no se pueden prever
Vicente Rojo tuvo la gran suerte de que la orden de operaciones de Varela le fuese llevada en la tarde del dia 7 de noviembre al haber sido recogida del cadáver de un oficial de carros nacional, según versiones en la carretera de Extremadura o en el puente de Toledo.
Rojo pensaba que el ataque principal se desarrollaría por el Sureste y por ello tenía sus mejores fuerzas desplegadas en el sector Vallecas-Vicálvaro, al ver que el propósito de Varela era hacer el esfuerzo principal en la Casa de Campo, trasladó a los dos batallones disponibles de la XI Brigada internacional a primeras horas de la mañana del domingo dia 8 por el paseo del Prado desde Vallecas al parque del Oeste, estacionó allí también un batallón escogido de la Guardia de Asalto y ordenó a Galán atacar desde Húmera y Somosaguas el flanco izquierdo de los nacionales.
Eso es lo que hizo que los nacionales no entraran en Madrid el dia 8 o 9 de noviembre. En el momento más crítico la única reserva de que disponía Rojo eran unos 50 hombres montados en 4 o 5 camiones estacionados en la plaza de Cibeles.
Lo que dice el líder anarquista Garcia Oliver en sus memorias “El eco de los pasos” de que su consejo- dado a Rojo- de taponar las entradas de las alcantarillas desde el Manzanares con ametralladoras es lo que salvó a Madrid, me parece una chorrada que no he leído en ningun otro sitio.
[Caracterización de la lucha de 1936-1939]
Escali en 23:01 del 27/4/12 acerca de la caracterización con un par de términos (si ello fuera posible) de los dos bandos en nuestra Guerra Civil:
“Don Pio no ha dado su opinión. Seguiremos en ello.”
Una vez hemos tratado de los inadecuadas dicotomías “democracia frente a fascismo”, “revolución frente a reacción”, “revolución — contrarrevolución”, queda por encontrar otra más afortunada y ajustada a la versión de ese período de la Historia de España en línea con la síntesis que aquí, en este hilo, nos ofrece Moa, coherentemente con sus libros sobre la materia.
Mientras esperamos esa matización de Moa, te recomiendo eches un vistazo a la pregunta 29 “¿Construyó Franco un régimen fascista?” del libro ” 40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil” de Stanley Payne. Como señala éste en la pág 368, una vez aclarado que el fracaso del Golpe del 18 Julio 1936 hizo imposible el plan original de Mola de una “rectificación de la República” mediante una “dictadura republicana”:
“La Guerra Civil se había tranformado en una lucha entre revlucionarios y contrarrevolucionarios, y Franco no tardó en comprender que la verdadera contrarrevolución su ponía mucho más que una simple vuelta atrás en el tiempo. Seguramente no había leído a Joseph de Maistre, peri sí era consciente de las palabras de aquél: ‘La contrarrevolución no es lo contrario a la revolución, sino una revolución contrapuesta’”
Por eso, y teniendo en cuenta la pluralidad ideológica y sociológ¡ca del bando nacional (los carlistas, los falangistas, la “derecha” de la CEDA, los católicos con la Iglesia como líder militante, los militares, es decir, los representantes de ideas tales como “nación”, “tradición”, “religión”, modernidad social,…” justicia social”) propuse en mi post en el hilo “Héroes y víctimas” la contraposición “revolución roja” contra “revolución blanca” (o “azul”), es decir, una forma de “revolución conservadora” (en línea con las propuestas de la alemana de la época de la República de Weimar) con grandes dosis de legislación socializante aportada por los falangistas (antiguos y sobrevenidos como el cedista Serrano Súñer, el “cuñadísimo”)
Bueno ya he terminado la novela de Pio Moa “Sonaron gritos ….”. Me reafirmo en lo que dije, la última parte con la destrucción de los maquis mediante una falsa entrega de armas en camión me parece- hablo de memoria- que es totalmente análoga a la que aparece en el libro “La paz empieza nunca” de Emilio Romero.
En cuanto a la novela está bien. No es que estremezca ninguna de sus partes como cuando se lee en “Guerra y Paz” la descripción de la linea que separa-física y psicológicamente- al principe Andrei Volkonsky del ejército francés antes de empezar la batalla de Austerlitz o cuando el mismo principe Andrei expira a resultas de sus heridas en la batalla de Borodinó con un supremo gesto de desencanto ante la inanidad de la vida.
Tampoco existe ninguna sensación heroica como al leer la marcha a través de los campos de las masas de mineros en huelga de “Germinal” de Zola para terminar en el asalto a la mina Jean Bart o una escena que despierte el sentimiento de piedad que se experimenta al leer la escena de “Los hermanos Karamázov” en que el disoluto Dimitri se humilla- lo que le cuesta más que la muerte- para que el agonizante niño Iliushenka pueda experimentar orgullo por su deshonrado padre.
Como narrador de aventuras político-militares tampoco puede igualar las novelas de Jean Larteguy, trabadas con una sólidez argumentativa, militar y política insuperables y sus personajes femeninos – sobre todo Iliena- resultan algo esquemáticos.
Pero a Moa le salva su enorme capacidad de síntesis que hace que las piedras de su construcción narrativa, aunque sean un tanto imperfectas queden muy bien soldadas en el conjunto del edificio de la novela.
Lo que menos me gusta de la novela es la indulgencia en el tratamiento de ciertos personajes comunistas. Yo no creo que en los movimientos revolucionarios (o pretendidamente revolucionarios) la “calidad” humana de sus componentes fuese mucho más elevada que la del común de las personas, aunque el dogmatismo y la falta de reflexión pudiese dar la impresión de que sus militantes estaban hechos de una pasta especial lo cierto es que creo que se veían arrastrados por las circunstancias y los acontecimientos más que otra cosa.
¡Ah! y el enamoramiento súbito que experimenta el protagonista de la novela -Alberto- por Iliena es idéntico al descrito como “rayo” en la novela “El Padrino” de Mario Puzo por el que Michel Corleone queda fascinado instantáneamente por Apollonia al verla y también son parecidas las trágicas muertes de las dos mujeres.
Pues yo he empezado a leerla ayer mismo. No puedo hacer una critica literaria porque no soy de letras. Sólo puedo hablar desde los impulsos que me produce su lectura. Compararla con otras obras similares que traten sobre el mismo tema y periodo no lo puedo hacer salvo por su su lacónica narración que me recuerda a otra novela que leí cuando era adolescente. Era una novela de edición bolsillo que por casualidad encontré en una mesita en casa de mi abuela. Sorprendido porque mi tio, poco aficionado a lectura de cualquier tipo, tuviera un libro en la mesita y más si este trataba sobre un republicando que sale de la cárcel y se encuentra con la nueva realidad de la sociedad española de finales de los años 40, principios de los 50, muy diferente al idealismo de la guerra.
Lo que puedo decir, de momento, es que la novela me parece una novela descriptiva más que narrativa, casi una crónica novelada. Lo importante es que su lectura incita a seguir la historia, para nada es un pestiño como alguno ha escrito, y crea interés y curiosidad por seguir su entramado. No obstante se trata de unas memorias de Alberto al descubrir una foto. ¿Acaso Alberto tiene mucho del propio Moa?
Eso de ser de ciencias o de letras en un poco absurdo. Mi novelista preferido, Pio Baroja, era doctor en Medicina y escribió novelas muy interesantes.
Es posible que Alberto tenga mucho de Moa, pero creo que es en la urdimbre de la narración, luego en la trama se deben de mezclar muchos otros personajes conocidos o leídos por él, cosa que es muy característica de las primeras obras de autores (de novela) noveles.
Si, la novela se puede leer y para gente no muy puesta en la historia de nuestro país puede resultar muy aclarativa.
Por favor, no destripen demasiado la novela, que por no hacer, ni siquiera me la he comprado todavía.
LeonAnto
Je,je no se preocupe que por lo que lea aquí no va a enterarse de la trama. También el sr. Moa podía haber recurrido a la libertad literaria para meter hechos sugerentes e incluso exóticos, por ejemplo aprovechando lo de la Division Azul podía haber hecho relatar a algún personaje alemán que supuestamente lo hubiese vivido la heroica carga de dos escuadrones del 18º regimiento polaco de ulanos de Pomerania al mando del comandante Eugeniusz Swiesciak contra un grupo de la 20ª División de infanteria motorizada del Teniente General Mauritz von Wiktorin el primer dia de la guerra en Krojanty.
http://ramonrealbernal.blogspot.com.es/2012/02/asl-43-into-fray.html
Aqui una recreación del hecho.
http://www.youtube.com/watch?v=sL6l_vMhukg&feature=results_video&playnext=1&list=PLBECFCA3B34E64EBB
Lamento conunicarles que el amor entre un hombre y una mujer no existe, es una mera ilusión, es un rayo de luna, como decía Gustavo Adofo Bécker en una de sus leyendas (el rayo de luna); es una falsa impresión emotiva que la sagacidad de la mujer sabe poner en el cerebro del hombre antes de iniciar el acoso y derribo que lleva a muchos incautos ante el altar.
EL AMOR ES UN RAYO DE LUNA.
La siguiente leyenda nos cuenta la vida de un hombre, Manrique, muy encerrado en sí mismo que era un noble que apreciaba la soledad mucho. Le encantaba la poesía y por ello su carácter solitario le permitía pensar y poder remover su mente. Una noche cálida de verano vio como una mujer bellíima se dirigía al monasterio de los Templarios, él la siguió e intentó alcanzarla y hablar con ella, pero a pesar de todos sus intentos no consiguió alcanzarla hasta que llegó a la que él supuso que era su casa. Pero cuando tocó la puerta y preguntó que quién vivía allí, la persona que le abrió le dijo que era la casa de Alonso de Valdecuellos que era el montero mayor del rey y que vivía solo. Pasado un tiempo volvió a verla desde su balcón y la volvió a seguir pero mucho más de cerca y así pudo darse cuenta de que lo que veía era un rayo de luna por el medio del bosque, al que le daba voz el viento que chocaba contra los arboles. Esto llevó a nuestro protagonista en una gran melancolía pensando que la vida era un engaño y el amor era un simple rayo de luna.
¡¡Leñe!!, a ver si va a resultar que el azote de masones y liberales va a salir ahora del armario también.
Ah, perdón que no habia visto la continuación…
Estimado Sr. Moa:
He tenido oportunidad de leer algunos de sus libros y de oír algunas de sus intervenciones, especialmente en el programa “España en la Memoria”. Me pongo en contacto con usted para preguntarle si considera a José Antonio Primo de Rivera como un personaje de la historia de España que pueda merecer un trabajo de investigación por su parte, y dedicarle un libro donde se exponga su pensamiento, su obra, las causas de su muerte y especialmente, qué es hoy y qué representa en la actualidad José Antonio Primo de Rivera y el falangismo. Estoy seguro que elaboraría un libro muy interesante.
Saludos
Alois
Bueno, yo no soy Pio Moa a quien va dirigido su mensaje, pero me permito intervenir ya que la figura de José Antonio me ha parecido siempre muy interesante. En primer lugar sobre José Antonio ya está todo escrito, no creo que haya nada nuevo que aportar, es probablemente uno de los personajes de la historia de España del siglo XX con más estudios realizados. José Antonio realmente no elaboró ninguna doctrina, no era ningún pensandor y se hizo bastantes líos, aunque no hay que olvidar que murió con 33 años. Entró en política en defensa de la memoria de su padre, y fascinado, como muchos jóvenes europeos, por el fascismo italiano creyó encontrar en él un referente frente a la crisis de la democracia liberal y el capitalismo y la ofensiva comunista. Pero José Antonio no era un fascista de ahí las tremendas contradicciones que se ven en su carrera política. EL fascismo fue un movimiento revolucionario nacionalista italiano y sindicalista o coorporativista, que pretendía crear una sociedad nueva y un hombre nuevo en el marco de una mítica resurrección del Imperio Romano; no tenía el carácter criminal del comunismo y el nazismo, pero era partidario de la violencia como arma revolucionaria. Todo esto chocaba con José Antonio, persona conservadora en el sentido clásico de la palabra. Estas contradicciones las detectó perfectamente Ramiro Ledesma Ramos. En lo económico José Antonio dijo muchos disparates, como su aceptación sin más de las bases económicas del marxismo.
Su obra, la Falange, prestó un gran servicio a España como instrumento de la política social de Franco. Aunque no le corresponde a ella en exclusiva, la política de seguridad social, la vivienda, la legislación laboral e incluso la política en favor de la inserción de la mujer en la vida social del régimen fue su gran aportación. Quizá en breve echemos de menos otra contribución falangista al Régimen: las pagas extras a los trabajadores. En el haber de Falange y por tanto de José Antonio está el haber contribuido a la modernización y progreso de España. En el debe habrá muchas cosas pero eso se lo dejo a sus críticos.
Jose Antonio hoy podría aportar un ejemplo de patriotismo, de amor a España, tan escaso y necesario en nuestra clase política.
Alois
Si lee usted la novela de Moa “Sonaron gritos y golpes a la puerta” verá que en lo político toda la trama se articula en el enfrentamiento entre personajes falangistas y comunistas, el propio protagonista declara que a pesar de no ser falangista se alinea con ellos en la tarea de defensa de la nación española.
De Jose Antonio doctrinario político poco se puede sacar, su actuación pública fue breve y contradictoria e incluso al final, ya en la cárcel de Alicante y a punto de morir pensaba ilusamente en una concordia entre todos los partidos. Pero fue un personaje con carisma- en el sentido etimológico de “gracia”- que iluminó los corazones de muchos españoles aunque luego se impuso la triste realidad de que habían dado “el alma y la vida a un desengaño” como dijo Rafael Garcia Serrano. Su desaparición sumió a la España nacional en una orfandad de transcendencia que indudablemente marcó el curso de los acontecimientos posteriores.
http://www.youtube.com/watch?v=ezZTrkDC9vQ
Lo más paradójico en la vida de José Antonio es que adquirió gran trascendencia nacional una vez muerto. Se convirtió en el Ausente, el caído por excelencia, la propaganda inventó un personaje mítico que no había existido y el que conozca un poco la personalidad de José Antonio sabrá que él hubiese sentido auténtica repugnancia por ese culto a un muerto.
Según Serrano Suñer las especulaciones sobre que si Jose Antonio hubiese llegado a Salamanca hubiese tenido enfrentamientos graves con Franco eran vanas porque su popularidad (la de Jose Antonio) era inmensa en la España nacional.
http://www.youtube.com/watch?v=TDqQpUPe9is a partir del minuto 4:40
No lo tengo yo tan claro, ni si no hubiese tenido graves enfrentamientos con Franco ni si hubiese salido triunfante de ellos, el catastrófico avatar de Manuel Hedilla no inclina demasiado al optimismo, aunque Jose Antonio no era Hedilla sus enemigos dentro de la zona nacional eran poderosísimos y Jose Antonio se movía en un mundo que no se correspondía mucho con la realidad.
Jose Antonio no deja de ser el típico iluminado atrayente de masasa con carisma pero y con un batiburillo ideológico de cuidado. Actualmente el falangismo, como el socialismo, no aportan nada. Su ideología está trasnochada y es inútil. Ya en sus tiempos era dudosa su aplicación y practicidad. El programa de
Por cierto. En España muchas empresas no dan pagas extras a sus trabajadores sino que entregan el sueldo en 12 pagas en vez de en 14. La paga extra no es un salario extra sino que es una retención de la parte proporcional de tu sueldo para dártelo a los 6 meses. De todas maneras, algunas politicas sociales se deben a la Falange y su relativo peso en el Regimen de Franco pero lo que hace progresar a España no son, precisamente, las ideas falangistas en economía.
Cada vez me está gustando más la novela de Moa. La encuentro melancólica. Así me he quedado con el final de la primera parte. Como los protagonistas, no echando de menos la guerra pero si esos tiempos. Muy interesante la sensación que me está dejando su lectura. Apenas encuentras momentos cómicos. La primera parte, como los protagonistas y sus ideologías, además de la situación de la guerra, encuentro anarquismo en las decisiones, no una linea a seguir sino, como dicen Berto y Paco, van por su cuenta, por libre.
Puede ser que Jose Antonio tuviese una ideología trasnochada, como parecería indicar su afirmación de que “a los pueblos nunca los han movido más que los poetas”, pero de lo que no cabe duda es de que era un español cabal de los que la nación nunca ha estado sobrada y que nadie como él supo insuflar un espíritu transcendente lo mismo en intelectuales refinados que en obreros y campesinos sin culturizar.
En su origen las dos pagas extras si fueron un salario extra añadido al normal, el que con el tiempo hayan quedado absorbidas y prorrateadas en el salario mensual no elimina ese hecho.
Eduardo Mendoza en su libro “Riña de Gatos” dibuja un perfil de Jose Antonio que no es malo sino que lo dibuja como un hombre culto, intrépido, con principios y cabal pero idealista lleno de patriotismo con conflictos y amarguras ideológicas. También puede verse qué es el Falangismo. El protagonista, un inglés, cuando va a uno de sus mítines lo expresa muy bien, “una ideología sin mucho contenido realista, con mucha retórica pero con mucha parafernalia y simbolismo”
Bueno lo que dijese un inglés no creo que nos deba de importar mucho, aun si ese inglés es imaginario. Lo del realismo es un argumento muy curioso pues las ideologías más poderosas que han existido- las religiones- dejan mucho que desear en cuanto a realismo por no hablar de un movimiento que fue tan enormemente potente como el comunismo que predicaba como meta algo tan poco realista como “de cada uno según su capacidad, a cada cual según sus necesidades”.
[“de cada uno según su capacidad, a cada cual según sus necesidades”]
manuelp @21;40
Esa meta es tan poco realista que hasta Lenin denunció su inutilidad:
{difícilmente haya una palabra sobre la economía del socialismo en la obra de Marx, aparte de esos inútiles lemas como el de ‘a cada cual según sus necesidades, de cada cual según sus capacidades’}
.
[fin de la cita de Lenin en "La sociedad abierta y sus enemigos", de Karl Popper, pág. 298, Editorial Paidós]
Ayn Rand construyó su largísima novela “La rebelión de Atlas“ (1100 páginas) sobre el absurdo de ese lema de Marx:
“El relato de Ayn Rand permite entender que el aforismo de Marx no sólo no era sentimenta e inútil sino decididamente deletéreo para cualquier economía.”
http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/la-historia-los-libros-y-la-izquierda-pensamiento-histerico-en-ayn-rand-8840/#com1135575
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Si, pero resulta que con esos aforismos “irreales” el comunismo movilizó a millones y millones de personas, mientras que Ayn Rand con su pretendido objetivismo no moviliza a nadie- desde luego cuando uno lee “La rebelión de Atlas” tiene la sensación de que la señora Rand estaba en la última fase de deriva hacia una absurda ilusión de pretender eliminar los sentimientos de la sociedad humana-, y eso es lo que hay en la historia de la humanidad, la sociedad no se mueve por argumentos racionales principalmente sino emocionales, como decía Federico el Grande “si mis soldados se pusieran a pensar, no quedaría ni uno en filas”.