El secreto de Europa

Antifranquismo contra democracia. La pesadilla totalitaria: https://www.youtube.com/watch?v=5NmnO7rrSSM

**********

Su libro sobre Europa, después del de Nueva historia de España, ¿trata de  dar realmente nueva luz sobre el ajetreado continente?

Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

Europa ha creado una civilización  muy peculiar. Si la comparamos con otras percibimos  de entrada el enorme dinamismo de la europea, sus sucesivos movimientos culturales y políticos desde la época de los monasterios, su impulso técnico, su vivacidad filosófica, sus dramáticos choques internos, sus guerras… No sé si otras civilizaciones han tenido tantas guerras internas, pero desde luego en Europa ha habido muchas. O su capacidad expansiva hasta cruzar los océanos y hacerse mundial…

Son fenómenos evidentes, pero usted trata de explicarlos sobre un fondo religioso. Sin embargo todos los pueblos, todas las culturas, han tenido su religión. ¿Por qué en Europa habría dado resultados distintos de otras?

–La explicación hoy  dominante de la historia tanto la marxista como la liberal, es la económica, aunque de distinta manera. Yo sostengo, en cambio, que la explicación profunda es la religiosa. En las principales manifestaciones de la civilización europea subyace un fondo cristiano, y lo que diferencia al cristianismo de otras religiones es, aparte de sus creencias particulares, una tensión especialmente fuerte entre razón y fe. Esa tensión introduce a su vez un dinamismo extraordinariamente fuerte y diversificado en todos los ámbitos de la cultura, por supuesto el político, el económico, el literario, científico, hasta musical o las costumbres…. La historia de Europa viene a ser una dinámica desatada por esa tensión, que ha llegado a convertirse en antagonismo entre razón y fe o más propiamente entre razón y cristianismo.

Usted sostiene al mismo tiempo que el hombre es inevitablemente un ser religioso ¿Cómo explicar entonces ese antagonismo?

–Es religioso en la medida en que precisa de alguna fe para sostenerse en un mundo desconcertante y misterioso, a menudo hostil y frustrante y que se le presenta como un caos. Ese mundo incluye, desde luego, la propia sociedad humana, que puede describirse igualmente así. Sin alguna fe, el hombre se derrumba.

Pero acaba de decir que entre razón y fe puede haber un antagonismo.

–Sí, pero la razón no puede destruir la fe, todo lo más crear alguna fe nueva. Históricamente, eso se ve en la Revolución francesa, culminación de la Ilustración en toda Europa, con la parcial excepción de Inglaterra, donde no adquirió ese carácter tan explosivo y violento en buena medida porque ya el catolicismo había sido  casi exterminado sangrientamente. El odio de los revolucionarios al cristianismo y a la religión en general creó una nueva fe, la fe en la Razón, que debía resolver todos los enigmas y proveer a todas las necesidades humanas, descubrir verdades universales inapelables a las que tendría que atenerse necesariamente el ser humano para ser feliz o meramente para sobrevivir.

En su libro destaca usted el papel de la masonería.

–Una historia de la Europa en su época de apogeo, desde la Ilustración y la revolución industrial, no puede prescindir de la masonería.  Se trata de un hecho curioso: socava a base de  “tolerancia” todas las religiones, pero ella misma es una peculiar religión gnóstica, una religión de la técnica, una religión prometeica. Afirma defender e impulsar la democracia, pero ella misma es la contrafigura de la democracia, una sociedad secreta e iniciática. Etc. Es un factor importante en el desarrollo europeo de los últimos siglos, pero no el único ni el determinante. La fe en la Razón es típicamente una concepción prometeica, mucho más amplia que la masonería. Es curioso cómo el mito griego ya alerta sobre esa tentación implícita en la condición humana. También lo hace el mito judío, con otras formas.

 Usted afirma que la Razón no proporcionó verdades universales sino una diversidad de ideologías que decían basarse en ella.

–No es que yo lo diga, está a la vista. Las ideologías reproducían en cierto modo la división del cristianismo en catolicismo, ortodoxia oriental y protestantismo. Todas se basaban, quiero decir, se basan, en la razón, y lejos de aquellas verdades universales e inapelables a las que aspiraban, han conducido no solo a discrepancias, sino a luchas entre ellas, incluso dentro de cada una. Esa dinámica abocó a las dos guerras mundiales en el siglo XX, una primera dentro del liberalismo y una segunda entre liberalismo, marxismo y fascismos. Y con ellas la entrada de Europa en un nuevo período histórico, que se presenta como de decadencia.

 Dado el fracaso de las ideologías, ¿no debería haber resurgido con más fuerza la vieja fe cristiana?

–El cristianismo no ha desaparecido, desde luego, su huella permanece en mil aspectos, pero las ideologías lo han dejado bastante maltrecho. El problema se presentó ya después de los desastres de la Revolución francesa y las guerras  napoleónicas: ¿por qué el cristianismo, especialmente la Iglesia católica, no ocuparon el terreno dejado por la decepción racionalista? No lo lograron, desde luego. Pero el problema se complica porque hoy, después de la II Guerra Mundial, la guerra fría y el hundimiento de la URSS, muchos afirman que las ideologías han llegado a su final, cosa de la que dudo mucho, y se preguntan, ¿por qué no vuelve el cristianismo con plena potencia, a pesar de sus esfuerzos de “aggiornarse”? He aquí un gran problema, un problema de civilización. Hay otro relacionado, y es que la civilización europea, especialmente en su aspecto técnico, se ha mundializado, pero no ha uniformizado el mundo sino que lo ha complicado.

Bien, ahí tenemos el surgimiento de China, y antes de Japón: acogen y desarrollan, incluso con originalidad, la técnica europea o de origen europeo, pero sus culturas y aspiraciones son muy distintas. En China se presentan incluso como enemigas de Europa. Y veremos en India o en el islam…

europa: introduccion a su historia-pio moa-9788490608449

–Esa, la cuestión de la expansión de la técnica europea y sus efectos culturales, creo que es la  que aborda Díez del Corral en su libro El rapto de Europa, pero ya hablaremos de ello. Ahora quiero decir algo más sobre el final de las ideologías. En España lo ha tratado Fernández de la Mora en El crepúsculo de las ideologías. Sin embargo creo que su análisis es contradictorio. No ve que las ideologías son básicamente exaltaciones de la razón, y como remedio propone más razón todavía, una razón básicamente tecnológica. Incluso creó un sistema filosófico, el razonalismo (para distinguirlo del racionalismo), que admite vagamente límites al poder de la razón, pero en el fondo viene a ser una nueva exaltación de ella. Bien, el problema, que por cierto preocupaba mucho a Juan Pablo II y a Ratzinger, era ese: por qué el vacío, la decepción creada por el fracaso de las ideologías, no ha propiciado que la gente se vuelva al cristianismo, sino que ha provocado una mucho mayor descristianización de la sociedad,  un divorcio creciente entre el evangelio y la cultura, como ya veía Pío XII.  Entre paréntesis, no creo que Pancho I de la Pampa  comparta esas preocupaciones de sus antecesores, él tiene la respuesta, la ideologización de la Iglesia. Me recuerda mucho a Zapatero.

¿Por qué se ha dado esa situación?

Tengo el interés por el tema, pero no la respuesta. Ante todo conviene una descripción adecuada del fenómeno.  El final de las ideologías, se dice, ha dado lugar a unas sociedades descristianizadas, ateas en la práctica, que algunos consideran un fenómeno históricamente nuevo, o lo  enfocan como un nuevo paganismo. Yo creo que ni una cosa ni otra. Ni las ideologías se han derrumbado, solo algunas y parcialmente,  ni se trata de paganismo, pues este tenía un agudo sentimiento de lo sagrado, que hoy parece haberse esfumado, sustituido por una cultura obsesiva del entretenimiento. Y tampoco me parece demasiado nuevo, ha existido siempre y de manera más intensa en algunas situaciones, como la Roma de la decadencia. El dicho “comamos  y bebamos, que mañana moriremos” parece concentrar la filosofía dominante en las sociedades actuales, que giran obsesivamente en torno a la  preocupación económica. A eso se refería también Fukuyama  con “el fin de la historia”. Y podría interpretarse como la roca a la que quedó encadenado Prometeo, hablando en términos míticos. Pero ese dicho  ya lo citaba San Pablo. Hoy la Iglesia no ofrece una respuesta ni un discurso convincente sobre estos asuntos. Quiero decir convincente para la gran mayoría, y en mi opinión tampoco intelectualmente. Ha hecho grandes esfuerzos, ya digo, por aggiornarse, para hacer su mensaje espiritual más inteligible e influyente, pero de momento ese esfuerzo parece estar resultando un tanto demoledor para la propia Iglesia.

 

Creado en presente y pasado | 11 Comentarios

España, bajo el Doctor / La composición del hombre

**Dicen el Doctor y su pandilla que una democracia no puede tener a un dictador enterrado en un monumento. Como si esa banda de corruptos, déspotas totalitarios y separatistas representasen la democracia.

**El Doctor no tiene mayor talla moral o intelectual que un chulo de discoteca. O de sauna. Y está ahí, mandando en España. Herencia de Rajoy, precisamente.

**Decía Gregorio Marañón que a los frentepopulistas les distinguía “la estupidez y la canallería”. En el Doctor la canallería disfraza su estupidez de listillería.

**Por despreciable y detestable que   política y humanamente resulte el fraudulento Doctor, quienes le sirven lo son más todavía.

**¿Quién es más despreciable, el Doctor o los farisaicos  ”príncipes de la Iglesia”?

**Dicen los beatos que el estado de derecho exige acatar y cumplir las leyes. ¿También las que atacan escandalosamente al estado de derecho? En esto es experto el PP.

**El franquismo dejó por primera vez un país próspero, moderado y reconciliado, apto para una convivencia democrática en paz y libertad. Nunca se los perdonaron sus totalitarios, corruptos y separatistas enemigos.

**Unos partidos y políticos que votan y cumplen leyes totalitarias como la de memoria histórica, no son demócratas, son los peores enemigos de la libertad y el estado de derecho.

**El Doctor ha sacado un vídeo sobre la democracia española que él pisotea a diario con el gran título en inglés Everybodys land.  Quiere convertir a España en una gran sauna anglosajona.

**Casado dice que hay que hacer del inglés lengua de comunicación en España. Habrá que reformar la Constitución para eso: España no es un  país bilingüe angloespañol, fórmula con que PP, PSOE y C´s quieren desplazar el español a lengua familiar.

Conocer lo que fue el franquismo es esencial para mantener la democracia y la unidad de España:

Los Mitos Del Franquismo (Historia)

**Entender la transición: https://www.youtube.com/watch?v=1If68u97b1A

***********

TARSICIO:  Deja  las cabras y la zambomba, torpe Salicio, y ven aquí, ahora que todavía no han llegado los demás pastores, que yo te ilustre un poco para que no sueltes majaderías y quedes en ridículo delante de la gente. Vamos a ver, ¿qué es el hombre? Seguro que ni te lo has planteado en tu miserable vida, y ahora igual me dices: “pues el hombre es tierra, nace de la tierra y vuelve a ella”. A que sí. Pues no, brutillo. El hombre no nace solo de la tierra, nace también del sol. Sin el sol, la tierra sería un pedrusco estéril. ¿Lo entiendes? El sol fecunda a la tierra, y de ahí salimos. Así que no es tan sencillo, a ver si vas espabilando. Y fíjate ahora, ¿qué nos distingue de los animales? Lo mismo me dices que el habla, y sí, pero eso es secundario. Lo importante es que andamos verticalmente, que somos verticales, y ahora atiende: ¿qué significa eso? Pues que tenemos los pies en la tierra, pero nuestra cabeza está en lo alto, se orienta al sol. ¿Está claro? Pero no es lo mismo una cosa que la otra. No nos podemos separar de la tierra,  la tierra nos alberga y nos alimenta,  mientras que el sol está lejísimos de nosotros, ni siquiera podemos mirarlo de frente solo sentimos su luz y su calor, que son tan distintos de la solidez de la tierra, ¿o no? Y hasta del aire y el viento. Pero su luz nos permite mirar hacia arriba y hacia lo lejos. Eso no lo hacen los animales. Unos miran al suelo, otros miran más allá, pero solo para buscar comida o escapar de un peligro. El hombre no, Salicio. Puede que no sea tu caso, pues siempre te veo mirar en torno por la comida o por buscar alguna cosa útil. Pero créeme, otros hombres miramos porque sí, miramos  al paisaje, miramos a las estrellas, aunque no nos den qué comer ni nos puedan albergar, y nos preguntamos cosas. Eso, zoquete, es lo que se llama el espíritu. ¿Vas entendiendo? Somos hijos de la tierra y del sol, y nos interesan muchas más cosas que las que nos dan de comer o dar la tabarra con la zambomba. Pero prosigamos, a ver si entra algo en tu caletre: estamos compuestos de tierra, cierto, y pegados a ella, como quien dice, ¿y qué te dice eso? ¡Calla, seguro que saldrás con  alguna gracieta mema! ¡Piensa un momento! No estamos en la tierra, estamos solo  sobre su superficie, sobre su superficie sólida. Pero ¿qué hay debajo de ella? Apenas sabemos nada, pero desde luego hay unas fuerzas oscuras, terroríficas. No tienes más que pensar en los terremotos, la lava y esas cosas. El que aquí, en Porriño, no haya nada de eso no significa que no exista en muchos sitios menos privilegiados. ¡Piensa en las montañas, en las serranías!: ¿Quién ha arrugado la superficie de ese modo? Pues esas fuerzas ocultas debajo de nosotros, que el día menos pensado nos dan un buen susto o algo peor.  ¿A que nunca te has parado a pensarlo? Pues piénsalo un poco, cabezón. Así pues, la tierra nos crea, con el sol, ya quedó dicho, pero también nos liquida si le da por ahí, a ella o al sol, supón que le da por no evaporar agua del mar y no llueve… En fin, pero eso no es demasiado importante, lo que importa es lo que voy a intentar aclararte: si estamos hechos de tierra, seguro que en nosotros, en nuestro cerebro, en lo que llaman nuestra psique, reproducimos a la tierra, reproducimos esas fuerzas oscuras. Porque, dirás, supongo, que de los animales también nos distingue la consciencia. De acuerdo, pero ¿qué es la consciencia? Pues que nos damos cuenta, mejor o peor, de la naturaleza y de nosotros mismos, podemos razonar y tal y tal. Bien, vale por el momento. Pero reflexiona, tío: ¿estamos siempre conscientes? Por el contrario, nos tiramos la tercera parte de la vida, fíjate ¡la tercera parte! perfectamente inconscientes. Nunca se te había ocurrido, ¿verdad? Así que ya no tenemos tanta consciencia como presumimos. Y  esas fuerzas oscuras del interior de la tierra se reproducen también en el interior de nuestro caletre, y de pronto, inesperadamente, ¡¡bum!! nos salen tremendos terremotos: cólera irreprimible,  agresión, asesinatos. Guerras y revoluciones, si la cosa es colectiva. ¡A que nunca te lo habías planteado! ¿Has leído a Freud, ignaro? Hasta él, los tíos de la Ilustración habían insistido en la consciencia, la razón y todo eso, todo parecía claro y sencillo como una llanura bien regada. Pero llega Freud empezamos a ver que por dentro de nosotros había esas fuerzas que provocaban seísmos y montañas, si te vale la metáfora. ¿Y te has preguntado por qué la literatura se ocupa tanto de los crímenes y delitos? Si la gente los cometiera solo porque tiene algunas neuronas estropeadas, no habría literatura, solo un poco de medicina, como cuando uno cojea. Pero la literatura le da a esos temas, a esas  cosas que nos parecen anormales, porque ahí hay conflictos entre el sol y la tierra dentro de nosotros.  El sol nos engendra en la tierra, el sol y la tierra  parecen muy amigos,  muy amantes, pero al mismo tiempo se odian, te lo digo yo. ¿Vas cogiendo la idea, pastor simplón? Por eso estamos siempre haciendo barbaridades, y eso no tiene vuelta de hoja…

Creado en presente y pasado | 54 Comentarios

Ante una declaración de guerra / Teoría de la novela

Antifranquismo contra democracia. La pesadilla totalitaria: https://www.youtube.com/watch?v=5NmnO7rrSSM

**************

Dice usted que la exhumación de Franco es una declaración de guerra. ¿En qué sentido debe interpretarse? 

–Es una declaración de guerra en el sentido de que vacía de contenido la democracia decidida por abrumadora mayoría en 1976 y lo hace  atacando precisamente al estadista que la hizo posible. Y que ilegitima a la monarquía y de hecho a la Iglesia. La jerarquía eclesiástica  ha perdido la sindéresis, la capacidad moral,  hasta el extremo de contribuir al ultraje a quien la salvó del exterminio y colaborar con quienes se sienten herederos de los exterminadores. Se trata, desde luego de un hecho del simbolismo más profundo, pero no meramente simbólico, pues sus efectos políticos son igualmente profundos. La victoria de Franco salvó la unidad de España, la cultura católica y muchas cosas más. El ultraje a su memoria culmina un proceso contrario de disgregación y totalitarismo comenzado hace mucho, pero impulsado especialmente con Zapatero y Rajoy. La declaración de guerra está ahí y debe reconocerse. La gran cuestión es saber si la sociedad será capaz de aceptar el desafío.

¿Propugna usted una insurrección o cosa así?

–Esta gente, PSOE, comunistas y separatistas,  nos vuelven a llevar a la guerra civil, como en 1934 y 1936. El proceso puede detenerse de todas formas, en primer lugar reconociendo el hecho, en segundo lugar recobrando la memoria, y en tercer lugar atacando con todos los medios disponibles, por ahora los de la razón y la palabra, a los guerracivilistas. Debe quedar muy claro que algunos, ignoro si muchos o pocos por ahora,  no estamos dispuestos a aceptar la disolución de España y de nuestra libertad en función de las aspiraciones cada vez más enloquecidas de PSOE, separatistas y comunistas. Si se da impresión de debilidad en este sentido, el proceso guerracivilista se agravará hasta degenerar probablemente en violencia general.

 ¿Concretamente?

–Yo no tengo poder para imponer una línea de acción a otros,  pero puedo decir lo que vengo haciendo desde hace mucho tiempo,  que es la recuperación de la memoria histórica frente a la burla grotesca antidemocrática y antiespañola que es esa ley. Esa recuperación es un elemento fundamental para reaccionar.  Los guerracivilistas entendieron muy bien desde el principio la importancia de la memoria para ir falseándola,  apenas decidido el referéndum del 76,   y  socavando la democracia acordada popularmente,  al mismo tiempo que la unidad y soberanía de España. La derecha no ha entendido nada por práctica ausencia de  sustancia intelectual, es una derecha de señoritos atentos a su bolsillo ante todo, y que creen que el dinero los resuelve todo. Quizá mi papel ha sido el de Casandra, espero que no. En todo caso investigar y defender la historia frente a la falsificación sistemática que venimos sufriendo, y en concreto el significado de Franco y el franquismo, es algo que seguiré haciendo e invito a unirse a esa defensa a cuantos entiendan su importancia.  Por otra parte, ha aparecido un fenómeno nuevo que es VOX. Le faltan cosas pero por ahora es nuevo, quiero decir, ya no es la basura política que llevamos soportando desde hace tantos años.

¿Qué debería hacer VOX, en su opinión?

–De momento, algo muy simple: convertir la profanación del Valle de los Caídos y de la tumba de Franco en un eje, quizá no el único pero sí un gran eje de la campaña electoral y después de ella. La fechoría de los guerracivilistas no debe olvidarse en ningún momento. Si finalmente consiguen profanar la tumba debe declararse sin ambages que los restos de Franco deben volver al Valle. No a la Almudena, al Valle. Y que el Doctor y los jueces prevaricadores deben ir a la cárcel. Esto no va a conseguirse fácilmente ni de la noche a la mañana, pero debe ser un punto bien claro e insistido. Porque se trata de un delito gravísimo, y no solo ni principalmente contra el derecho de las familias, sino contra la convivencia en paz y libertad de los españoles. Es preciso también insistir con máxima energía en el carácter criminal del PSOE.

¿Se supone que todos los socialistas son criminales?

–Vamos a ver, es obvio que entre los socialistas los hay decentes y demócratas, cada vez más horrorizados por los rumbos de su partido, como Besteiro en los años 30. Pero es evidente también que son pocos y carecen de poder. Luego está la masa de los socialistas, que generalmente no saben nada de nada, empezando por la historia real de su partido. Simplemente “se sienten socialistas” porque creen que ese partido “representa a los trabajadores” o al “progreso” o a lo que sea. Es preciso que la masa de la población, o al menos una parte muy amplia de ella, entienda lo que es ese partido y la amenaza que siempre ha sido para la paz y la libertad de los españoles. Solo con eso podrían los besteiros neutralizar a los largocaballeros de hoy y civilizar al PSOE. Naturalmente, ello supone la denuncia del PP como auxiliar y cómplice del PSOE y los separatistas. No olvidemos que fue Aznar quien condenó oficialmente el alzamiento de julio que libró a España de tantas desgracias y miserias, incluida una guerra mucho peor, la mundial, a la que aspiraba con todas sus fuerzas el Frente Popular, con idea de salvarse él a costa de un nuevo río de sangre y probable disgregación del país.   

Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

******

Dice Solzhenitsin que la literatura  debe “luchar contra los conceptos equivocados, contra las imágenes falsas, contra el mito, contra la ideología hostil al hombre, luchar por la memoria. Y usted ha citado a George Steiner cuando habla de la literatura como una lucha heroica por introducir el orden en el caos de impresiones de la vida. ¿Coincide usted con esas apreciaciones? ¿Diría usted que sus dos novelas pretenden eso?

–Las palabras de Solzhenitsin creo que se refieren más bien a una labor ensayística o historiográfica, y lo mismo las de Steiner. Sin embargo incluyen la literatura, me refiero a la literatura artística. Pero la incluyen de otro modo. La historia y el ensayo se hacen con la razón, mientras que la novela se hace con otras facultades, el sentimiento y cierto don que suele llamarse inspiración, la voz de las musas. Creo que esto último es muy real, sobre todo en las obras realmente grandes. Si Cervantes o Shakespeare  hubieran sabido la repercusión universal e interpretaciones de sus obras seguramente se habrían sorprendido mucho. “¿He querido yo decir todas esas cosas que me atribuyen? ¿Esas ideas a menudo contradictorias están en mis escritos? Pues debe de ser así”. 

¿Lo ha buscado usted en sus obras?

–Aquí hay dos aspectos. Tengo la seguridad de que mis libros de historia son mejores que los que se han venido escribiendo en España o sobre España  desde hace mucho. Esto es algo que puede probarse con criterios objetivos. Pero para la literatura no hay tales criterios: vienen del sentimiento y se analizan siempre a partir del sentimiento. No puedo decir que mis dos novelas sean mejores que cualesquiera otras,  aunque puedo decir que son originales en el sentido de que se distancian mucho de las abundantísimas que hoy se escriben. Pero la originalidad no es por sí sola un valor. La mayoría de las originalidades son solo eso, a menudo cosas estrafalarias. A algunos, El erótico crimen les ha parecido eso, un ejercicio estrafalario. De Sonaron gritos… nadie que yo sepa lo ha dicho. Pero yo no podría valorarla, inevitablemente serán otros quienes lo hagan y realmente no podría contradecirles más allá de mostrarles algunas claves en ella. En cambio con los libros de historia sí puedo contradecir, a los críticos, que prácticamente no los ha habido con un poco de lógica.

Las palabras de Solzhenitsin contra los mitos contrastan con lo que usted ha dicho de ellos.

–Sí. La palabra mito se emplea en doble sentido, como embuste artificiosamente construido con propósitos generalmente ideológicos, o como lo que entendemos al hablar de los mitos religiosos. En este segundo caso, la literatura desciende claramente del mito, y crea nuevos mitos, sobre todo la gran literatura. Maeztu hablaba de los tres grandes mitos literarios del Siglo de oro, la Celestina, el Quijote y Don Juan. Estoy de acuerdo y lo he razonado un poco en Nueva historia de España. Porque la literatura, la gran literatura, tiene mucho de religioso. No obstante, esos mitos literarios no proceden de un trabajo intenso de investigación y cálculo, al modo de los libros de historia o ensayos u obras de pensamiento, como he dicho. El  “yo” del escritor resulta en cierto modo disociado de su obra.  Alguien me preguntaba si  tenía una teoría de la novela. Esto puede servir como esbozo.

Sonaron Gritos Y Golpes A La Puerta (Ficción Bolsillo)

*************

 

 

Creado en presente y pasado | 24 Comentarios

La banda del estafador vuelve a declarar la guerra / La Hispanidad/ Abascal y el aborto

Antifranquismo contra democracia. La pesadilla totalitaria: https://www.youtube.com/watch?v=5NmnO7rrSSM

*************

Me han preguntado a veces si creo posible otra guerra civil en España. Respondo que me parece muy improbable, pero que solo personas muy frívolas e ignorantes de la historia la darían por imposible.

Observen cómo se produjo la anterior: el partido del actual Estafador  declaró la guerra civil en 1934  junto con los separatistas. Tras derrotarlos, el débil gobierno de derecha no los ilegalizó,  apenas los castigó y fue incapaz de contrarrestar la campaña sobre los imaginarios “crímenes de Asturias” con que los guerracivilistas envenenaban la conciencia de la gente. La misma alianza de totalitarios y separatistas falsificó las elecciones de febrero de 1936, verdadero golpe de estado, y destruyó a continuación los restos de legalidad republicana en una orgía de asesinatos, incendios y abusos tiránicos, hasta provocar una justificadísima reacción nacional. En último extremo, la guerra civil llegó por “la estupidez y canallería” del PSOE y los separatistas, como decía Gregorio Marañón, “padre espiritual de la república”. Por aquellos partidos que transformaron en antagonismos las naturales tensiones  en toda sociedad, asaltaron el poder y arrasaron  la legalidad republicana, que, con sus muchos defectos, debía garantizar cierto equilibrio entre las distintas tendencias.

   Y la estupidez y la canallería han vuelto, particularmente desde Zapatero, y de mano de los mismos; esta vez con la complicidad del PP.  El mismo partido que entonces propició y organizó la guerra civil aliado con separatistas y comunistas, ha impuesto leyes tiránicas, ha pisoteado sistemáticamente la Constitución y no oculta su designio de avanzar hacia la disgregación de España combinando el impulso a los separatismos con la disolución de la soberanía y la cultura españolas en el magma multicultural propiciado por la casta burocrática de Bruselas. Es decir, están acabando de destruir, sin apenas resistencia hasta ahora, la legalidad democrática decidida DESDE los históricos  logros del franquismo en el referéndum de diciembre de 1976. Decisión que tratan de  olvidar los actuales delincuentes de la política. De ese referéndum provienen la monarquía, la conservación de cierta cultura cristiana y sobre todo la democracia, una democracia de cuya bandera se han apoderado sus mayores enemigos para cometer una fechoría tras otra.

 Les ha llevado mucho tiempo borrar la memoria de los españoles, convirtiéndola en una grotesca parodia de la realidad. Su designio de volvernos a las  miserias de la república y los crímenes del frente popular, ha culminado en el plan de profanar y ultrajar la tumba de Franco, con ayuda de la “muerte de Montesquieu” certificada por unos jueces prevaricadores.  Se trata de una auténtica declaración de guerra, y todos debemos ser conscientes de lo que supone tan inaudita profanación. Y deben tener y tendrán guerra, una resistencia y oposición sin concesiones, y solo cabe esperar que no degenere en violencia generalizada.

Conocer lo que fue el franquismo es esencial para mantener la democracia y la unidad de España:

Los Mitos Del Franquismo (Historia)

**Entender la transición: https://www.youtube.com/watch?v=1If68u97b1A

**********

La Hispanidad

En la fiesta nacional, que es también la fiesta de la Hispanidad, debemos recordar que España no solo descubrió América, también el Pacífico y al mundo entero como conjunto, poniendo en relación por mar a todos los continentes. El historial naval español es el más importante de la historia humana, mucho más que el inglés, y sin embargo es aquí olvidado o despreciado. Como herencia de aquel tiempo está la Hispanidad, pero debemos plantearnos si hoy existe. Creo que permanece, aunque en crisis, y resulta de todas formas difícil apreciar sus rasgos, aparte del idioma, ciertas tradiciones y un sentimiento  de apego histórico,  contrapesado por una demagogia estrafalaria sobre una América pre hispánica que nunca existió al margen del aspecto geográfico. Cuando no echada a perder  por un deseo suicida de que la colonización no hubiera existido, o no hubiera sido como fue, o que la hubieran realizado otros pueblos europeos  –cuyas empresas ultramarinas por entonces y en bastante tiempo apenas sobrepasaban el nivel de la piratería y el tráfico negrero–. España descubrió América geográficamente y la construyó culturalmente. El gran vicio que pone en permanente crisis esa enorme construcción cultural es el empeño de negar la evidencia e inventar arbitrariamente motivos de rivalidad y distanciamiento. Quienes se empeñan en secar sus propias raíces cavan su tumba. En Nueva historia de España termino: “Hoy por hoy, España carece de ímpetu cultural para orientar una evolución creativa, y tampoco se perciben otros países de Hispanoamérica capaces de hacerlo. La potencia espiritual demostrada por España en otros tiempos podría servir de acicate  para un renacimiento  en los actuales. Los indicios no son muy alentadores, pero todavía más catastrófica parecía la situación previa a los Reyes Católicos. Todo reto puede encontrar su respuesta, toda crisis encierra los factores de superación, y el futuro nunca está escrito”. Pero, hay que insistir, de momento, los indicios son poco alentadores. (Hace ocho años en LD. Nada esencial que añadir)

Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

************

Abascal y el aborto

Creo que Abascal ha ganado muchos miles de votos con su intervención televisiva reciente. Tal vez sonrió un poco de más, quizá para desarmar a los de la “extrema derecha”, aunque eso es peligroso. Estuvo bien o muy bien en general. Sobre el aborto creo que conviene un discurso más contundente. Algo como esto:

Para nosotros, el feto es una vida humana, para ustedes no. Para ustedes se trata del cuerpo de la mujer, nosotros lo consideramos otro cuerpo  en su seno. Lo miren como quieran, el aborto destruye vidas humanas. Nosotros queremos restringirlo a caso de grave necesidad, ustedes los promueven precisamente con sus argumentos. Y fíjense  en las consecuencias: actualmente se practican en torno a cien mil abortos al año en España, lo que supone destruir una proporción muy alta de embarazos. Eso priva al país de una verdadera multitud de españoles, al paso que contribuye a envejecer a la población. Y un país con muchos viejos y pocos niños y jóvenes es un país sin futuro. Pero además ese déficit se pretende complementar con una inmigración igualmente masiva y salvaje. Observe la política que hoy sigue la dictadura progre y la derecha cómplice: promueven el aborto masivo y la inmigración masiva. ¿Debo explicarle cuál es la consecuencia?”.

Un pequeño discurso como este acabaría de poner las cosas en su sitio. 

************

De cara a las elecciones, es preciso poner en la picota constantemente a los profanadores. Podría ser útil un vídeo con un título como “Este personaje gobierna España”. Saldría el Doctor limpiándose una mano después de darla a un inmigrante,  entrando delante de su mujer en la acogida a Merkel y su marido, quedándose al lado del rey en la recepción o saludando a este con una mínima y despectiva inclinación de cabeza al “prometer” su cargo, amenazando con acciones legales a quienes dudaran de su doctorado, los titulares de prensa sobre su relación familiar con la prostitución homosexual y similares, sus relaciones con los separatistas y etarras, con Maduro junto con Zapo, etc. No tendría que ser largo, y con pocas explicaciones.   Otro vídeo podría recoger frases demenciales de Machicalvo y  otras ministras en relación con el feminismo, lo del “maricón”, etc. Es preciso que la gente entienda la clase de embrutecimiento a que ha llegado la política,  a ver si reacciona.

 

 

Creado en presente y pasado | 49 Comentarios

Vídeos / Quién fue Franco (y II), entre los militares europeos.

De cara a las elecciones, es preciso poner en la picota constantemente a los profanadores. Podría ser útil un vídeo con un título como “Este personaje gobierna España”. Saldría el Doctor limpiándose una mano después de darla a un inmigrante,  entrando delante de su mujer en la acogida a Merkel y su marido, quedándose al lado del rey en la recepción o saludando a este con una mínima y despectiva inclinación de cabeza al “prometer” su cargo, amenazando con acciones legales a quienes dudaran de su doctorado, los titulares de prensa sobre su relación familiar con la prostitución homosexual y similares, sus relaciones con los separatistas y etarras, con Maduro junto con Zapo, etc. No tendría que ser largo, y con pocas explicaciones.   Otro vídeo podría recoger frases demenciales de Machicalvo y  otras ministras en relación con el feminismo, lo del “maricón”, etc. Es preciso que la gente entienda la clase de embrutecimiento a que ha llegado la política,  a ver si reacciona.

*******************

**Sin entender la transición no se entenderán las derivas políticas actuales: https://www.youtube.com/watch?v=1If68u97b1A

 

La mejor campaña contra los profanadores habría sido una masiva difusión de lo que significó históricamente Franco y su régimen y su legado. Lo propuse públicamente, he expuesto artículos y comentarios en el blog, pero muy pocos se han sumado a la tarea. Previamente había publicado Los mitos del franquismo, que tuvo a su vez  poca difusión. Unos porque ya tenían formada la opinión antifranquista y no querían saber más; otros porque ya creían saberlo todo  (y solo sabían cuatro tópicos); y casi todos porque no entendían la transcendencia política actual del problema. La profanación del Valle de los Caídos y de la tumba de Franco es un avance esencial en la demolición del régimen de la transición. Recuérdese que los rupturistas nunca lo reconocieron realmente, por lo que todo su empeño ha consistido en demonizar al franquismo, del que viene la democracia, para intentar enlazar con el Frente Popular o la caótica república. Labor que han venido realizando con ayuda del PP.  Otra pequeña contribución son estos dos artículos sobre “Quién fue Franco”, el primero de ellos publicado aquí el 30 de septiembre (https://www.piomoa.es/?p=11316):

Conocer lo que fue el franquismo es esencial para mantener la unidad y democracia de España:

Los Mitos Del Franquismo (Historia)

Franco entre los militares europeos de su tiempo

   Las acciones bélicas del Caudillo ocupan diez años en África, una breve intervención en 1934, la guerra civil y los años del maquis. También a otro nivel, las pequeñas guerras de Ifni y norte del Sahara español. En cuanto militar, Franco ha sido juzgado a menudo desfavorablemente, hasta como una nulidad  incapaz de manejar más que un batallón (Preston,  Blanco Escolá y tantos otros). La evidencia de que siempre venció a sus contrarios, caso realmente insólito, pone de relieve la necedad de tal valoración. También como “buen táctico y mal estratega”. Opiniones más matizadas y atendibles lo catalogan como “buen profesional” si bien alejado de la brillantez y más aún de la genialidad. Así le han considerado incluso Ramón Salas Larrazábal o Stanley Payne y Jesús Palacios en su reciente biografía del personaje.

   Creo que el juicio solo puede nacer de una apreciación de la guerra civil, pues la de Marruecos y las demás, de rango menor,  no permiten evaluar su calidad de estratega. La guerra de España sí entra en las de gran envergadura del siglo XX, la mayor entre las dos guerras mundiales después de la civil rusa. Fue un conflicto largo (casi tres años), de masas (cada bando movilizó a más de un millón de hombres), complejo, con difíciles operaciones de movimiento, batallas campales, intervención del armamento más moderno de la época y actividad naval nada desdeñable. Contienda de arduas alternativas y problemas  tácticos y estratégicos, amén de los de reclutamiento y entrenamiento a la intendencia, complicados con la reorganización del estado y del propio ejército. Esta triple tarea simultánea, que solo algunos líderes revolucionarios como Mao Tse-tung o Ho Chi-min debieron acometer, ya lo sitúa en un plano particular con respecto a los generales europeos o americanos  del siglo XX, por lo común limitados a sus tareas específicas. La misma triple tarea militar, organizativa y política  afectó al Frente Popular, que la  cumplió con eficacia inferior a la de los nacionales.

    Algunas críticas a Franco expresan opiniones arbitrarias sobre cómo debiera haber actuado en tal o cual oportunidad. Lo cierto es que toda operación bélica comporta graves riesgos, casi siempre lleva aparejados errores y sus jefes han de tomar decisiones disponiendo de menos información que los analistas a posteriori; por ello, el criterio de valoración es justamente la victoria o la derrota: sean los que fueren los errores parciales, el acierto fundamental se manifiesta en el buen resultado, y los aciertos parciales pueden quedar en nada por algún error decisivo. Se estiman mucho más, lógicamente, las victorias alcanzadas en inferioridad numérica y material, porque en ellas sobresale el espíritu, por así decir: la destreza, el valor y la imaginación.

    Muy en síntesis, la guerra de España puede dividirse en tres partes. Los primeros  cinco meses hasta la batalla de noviembre-diciembre en Madrid, con perspectiva de guerra corta mediante la acción de pequeñas columnas irregulares en gran parte voluntarias. La inconcluyente batalla de Madrid dio paso a una etapa de guerra larga (casi dos años), que obligó a los dos bandos a esfuerzos extremos, reclutamiento en masa, mayor ayuda extranjera  y vastas operaciones (Guadalajara, Jarama, Vizcaya, Santander, Brunete, Belchite, Asturias, Teruel, Alfambra,  y otras menores), sin resultado decisivo hasta la batalla del Ebro terminada en noviembre de 1938. A partir de ahí se abre la etapa de derrumbe del Frente Popular en cuatro meses y medio.

    Pues bien, la primera etapa comenzó para los nacionales con una inferioridad de medios abrumadora: el dinero, el número, la industria, el grueso de la aviación, de la marina, de las fuerzas de orden público… casi todos los factores que en principio  determinan el curso de un conflicto bélico habían caído del lado del Frente Popular. Semejante panorama habría disuadido de proseguir la lucha a la gran mayoría de los militares de cualquier país. Franco no lo hizo: contaba con las tropas de Marruecos, excelentes, pero escasas y aisladas por el estrecho de Gibraltar, vigilado por la flota enemiga. Hubo de resolver el problema de pasar fuerzas a la península  y lo hizo de modo sobresaliente con un arriesgado paso por mar y un puente aéreo, al parecer el primero de la historia, iniciado con los pocos aviones españoles disponibles. También consiguió aviones italianos y alemanes que incrementaron luego el volumen de las tropas transportadas, siempre pequeño. Con sus exiguas columnas de legionarios, regulares y voluntarios, asentó la Andalucía occidental,  derrotó sucesivamente a columnas enemigas superiores en número y artillería, unió la zona nacional, antes dividida en dos, remedió la penuria de municiones de Mola, y en cuatro meses se plantó ante Madrid, cuya conquista habría determinado con toda probabilidad un pronto final de la lucha. Son éxitos realmente extraordinarios, compensando la  inferioridad material con visión estratégica y excelente conducción operativa.

   Pero los revolucionarios hicieron un esfuerzo ímprobo por defender la capital, pusieron en pie un nuevo ejército, regular, más centralizado y dotado de material moderno superior al contrario, con fundamental ayuda de Stalin. El sovietizado ejército “popular” fue capaz de vastas ofensivas y contraofensivas,  la guerra se hizo entonces irremediablemente larga y fue preciso adaptarse a ella.  Franco hubo de abandonar Madrid y atacar la zona izquierdista del norte cantábrico, afrontando el riesgo de perder lo logrado en torno a la capital. Triunfó en una difícil campaña de siete meses, desbaratando de paso los contraataques cerca de Madrid y en Aragón. Su victoria en el norte le dotó por primera vez de superioridad material y numérica, si bien pequeña, y de una importante base industrial, comercial, ganadera y minera. A continuación se volvió de nuevo sobre Madrid, aunque a aquellas alturas la capital ya no tendría el carácter decisivo de 1936; pero el bando rojo movilizó nuevas quintas y contestó con una contraofensiva por Teruel. Franco cambió de plan, reconquistó Teruel y desde allí avanzó hasta el Mediterráneo por Castellón, cortando en dos la zona contraria. Pareció inminente el derrumbe del Frente Popular, pero este fue aún capaz de una magna  ofensiva por el Ebro. Franco decidió destruir allí al adversario en una batalla frontal, la mayor de la guerra. Venció y con ello la guerra quedó por fin solventada.

    Sobre estos casi dos años de lucha cabe hacer varias observaciones: Franco fracasó ante Madrid, pero no fue derrotado y retuvo la iniciativa, reaccionó con flexibilidad a cada desafío y  convirtió cada ofensiva de sus enemigos en un desastre para ellos. Se le ha acusado de prolongar innecesariamente la lucha, y él mismo habló alguna vez de ello, pero al decirlo hacía de necesidad virtud. El ejército rojo supo rehacerse una y otra vez de sus reveses y organizar  peligrosas ofensivas. Imaginar que Franco hubiera podido acortar o alargar la contienda a voluntad supone creer militarmente irrisorio al bando contrario; error típico de estrategia de café, que él nunca cometió.

    La batalla del Ebro fue el canto del cisne del Frente Popular. Después, el ejército nacional derrumbó con facilidad la resistencia roja en Cataluña. Aún quedaba por conquistar el centro-sureste de la península, casi un tercio del país con buenos puertos, defendido por más de medio millón de soldados y una potente  escuadra. Ello hacía posible una resistencia a ultranza durante varios meses, y así lo querían los comunistas y los socialistas de Negrín, esperando enlazar con la anhelada guerra europea. Por el lado contrario, la aplastante superioridad material de que ya disponía Franco le habría permitido aniquilar a sus enemigos, y así lo habría hecho de poseer el carácter sanguinario que le atribuye la leyenda comunista o prestoniana. Pero percibió signos de descomposición entre las izquierdas y en lugar de lanzarse en tromba contra ellas, esperó a que culminase su desmoralización. Por fin el coronel Casado, el anarquista Cipriano Mera y el socialista Besteiro se alzaron contra Negrín y el PCE, dando lugar a una guerra civil entre ellos. Poco después, los nacionales ocupaban la zona enemiga sin disparar un tiro. No ha solido darse el valor que tiene a esta campaña final de Franco, con máxima  economía de fuerzas y, por así decir, elegancia estratégica.

    Considerando lo visto, reducir la talla militar de Franco a mera profesionalidad   suena inapropiado. Él resolvió con sobriedad y acierto los numerosos y variados problemas tácticos, estratégicos y organizativos que se le presentaron. No perdió casi ninguna batalla, aunque fracasara a veces y,  lo que es más esencial, ganó la guerra. Esto no puede decirse de ningún conductor militar europeo o americano del siglo XX. La II Guerra Mundial tuvo una escala mucho más vasta,  sobre todo en el frente ruso, pero un carácter  semejante en lo esencial. Los generales alemanes (Rundstedt, Manstein, Guderian…) fueron seguramente los mejores por su habilidad para manejar grandes unidades, maniobrar en condiciones difíciles, resistir en inferioridad de condiciones  y por su aplicación de la blitzkrieg en la primera fase de la contienda. Pero nunca  debieron afrontar al mismo tiempo la organización del ejército y del estado, ni partir de una inferioridad de medios como la que hubo de remontar Franco. Y sus espectaculares victorias terminaron en terribles derrotas. Los ingleses y useños (Eisenhower, Montgomery…) sí pueden clasificarse como buenos pero no brillantes profesionales, pues gozaban de tal ventaja material que sus éxitos toman un tono gris. Los soviéticos contaron con jefes de gran nivel, siendo Zhúkof, probablemente, el general de cualquier país que acumuló más victorias, pero aún así fracasó o fue derrotado en varias ofensivas, una de ella la de Krasni Bor, ante la División Azul. Y la disposición soviética a no ahorrar sangre de sus soldados difiere mucho del cuidado de Franco.

    La palabra “genio” es muy subjetiva, difícil de calibrar. Napoleón, a quien nadie niega el título, cosechó tantos reveses como victorias y perdió sus guerras. En cualquier caso, no parece inadecuado ponderar al Caudillo como el militar español más destacado en al menos dos siglos, y uno de los más brillantes entre los europeos del siglo XX. 

********

 

Creado en presente y pasado | 25 Comentarios