Me dicen que hace unos días, en “El gato al agua”, Pedro Insua paró los pies a la cotorrilla Ayuso, que lleva el PP para la Comunidad. La cotorrrilla, que charlaba por los codos, se explayaba sobre las maravillas del inglés, e Insua le recordó que España no es un país bilingüe español inglés, que el inglés se debe enseñas como lengua extranjera y no en igualdad, de hecho en superioridad, con el español, y que lo que hace el PP es impulsar una verdadera colonización y desplazamiento del español como lengua de cultura. Así me lo han contado. Me alegro muchísimo. Llevo unos quince años hablando de estas cosas y daba la impresión de que los políticos han logrado volver a los españoles serviles e indiferentes o despreciativos hacia su propia lengua y cultura. Parece que empieza a haber una reacción. A ver si cunde.
La ideología de la UE recuerda la advertencia del gran teórico liberal Tocqueville sobre el “despotismo democrático”. Vale la pena citarlo: “Un poder inmenso que busca la felicidad de los ciudadanos, que pone a su alcance los placeres, atiende a su seguridad, conduce sus asuntos procurando que gocen con tal de que no piensen sino en gozar (…) Un poder tutelar que se asemejaría a la autoridad paterna si, como ella, tuviera por objeto preparar a los hombres para la edad viril; pero que, por el contrario, sólo persigue fijarlos irrevocablemente en la infancia”. Esta clase de tiranía, sin precedentes en la historia, es compatible con formas democráticas, pues no se presenta como un poder brutal e impositivo, sino melifluo, incluso ñoño y tutelar, y la gente llega a creer que lo ha elegido ella. Tal absorbente totalitarismo anularía la libertad con mil regulaciones y más eficacia que las tiranías abiertas. Y por ello llegaría a despojar al ser humano de sus atributos.
Las instituciones burocráticas de la Unión Europea y los mayores gobiernos se empeñan en regular hasta los sentimientos. Y elaboran leyes inventando “delitos de odio”, no solo opuestos a la libertad de expresión, sino contra la más íntima autonomía del ser humano, que va más allá de los totalitarismos clásicos, limitados al control del pensamiento. No es solo que al perseguir unas manifestaciones de odio promueva inevitablemente las contrarias, sino que la misma concepción de tal “delito” es tan inaudita y opuesta a las tradiciones civilizadas, que asombra ver cómo se vienen imponiendo sin apenas resistencia; aunque eso esté cambiando.
Objetivo favorito del despotismo melifluo es la intromisión en la vida sexual de la gente, sobre todo promoviendo la homosexualidad y el aborto. No se trata del respeto a una persona al margen de su orientación sexual, sino del fomento activo del “amor estéril”, equiparándolo, hasta como causa de orgullo, al amor normal entre varón y mujer; y negando el derecho elemental de los niños a tener un padre y una madre.
En cuanto al aborto, solo puede definirse como destrucción de vidas humanas en el seno materno… que ha pasado a glorificarse como “derecho de la mujer” (y los derechos deben practicarse), despreciando el dato de que esas vidas corresponden en un cincuenta por cien al padre. Esa negación del padre constituye una criminal aberración sobre otra. El abortismo se flanquea con campañas insidiosas contra la maternidad, expuesta como un penoso mal y grave causa de “desigualdad”, pretendiendo no la igualdad ante la ley, sino la negación de las diferencias complementarias, físicas y psíquicas, que permiten la continuidad de la especie. Las mismas insidias atacan al varón, estigmatizándolo implícitamente como agresor natural de la mujer y negándole el principio jurídico de igualdad. Estas ideas alienadas fundamentan leyes despóticas, ensalzadas, con clásica perversión del lenguaje, como “inclusivas”, “liberadoras”, “igualitarias”…
Tales imposiciones socavan la familia, destruyen la atracción y confianza entre los sexos y alimentan un malestar social generador de frustraciones y violencias, a un tiempo denunciadas y favorecidas; y una histeria bien visible en manifestaciones agresivas para acallar cualquier disidencia y condenar a muerte civil al discrepante. Mientras, el aborto en la UE supera el millón anual y en torno a cien mil en España. Y no precisamente porque se trate de poblaciones pobres e ignorantes. Estas cifras tienen evidentes efectos demográficos, que se quieren compensar con una inmigración masiva so pretexto de que los recién llegados pagarán las pensiones de una población europea envejecida… sustituyéndola y desplazándola de paso.
Simultáneamente la UE busca destruir las identidades nacionales forjadas en siglos y presentadas arbitrariamente como focos de guerra (naturalmente que ha habido guerras entre naciones, pero los mayores focos bélicos de los siglos XIX y XX han sido casualmente las ideologías supranacionales). Se impondrían así sociedades multiculturales, muy alabadas, cuando no pueden significar otra cosa que una gradual difuminación de la cultura europea en una amalgama más fácilmente manejable por aquel “poder inmenso y tutelar”, presentido como una pesadilla por Tocqueville.
¿Puede ser detenida esa deriva? Hoy crece la resistencia a ella en varios países, en particular Polonia y Hungría, más sensibles al totalitarismo por haber combatido al soviético. Quizá el gran error de la UE consista en el intento de saltar de la unidad de mercado (CEE), beneficiosa en general, a una unidad política poco compatible con la realidad de un diversidad nacional hondamente asentada en la historia.
España dispone de una posición moral y políticamente privilegiada, al ser casi el único país libre de las atroces guerras mundiales y de las inmensas deudas contraídas por Europa occidental con el ejército y las finanzas useñas e indirectamente con Stalin; y al disponer de un vasto espacio cultural extraeuropeo. Esto debería permitirle una voz autorizada e independiente frente a los peligrosos impulsos tiránicos de la UE. Voz que solo podrá sonar si el país supera la discordia interna que amenaza su misma existencia.
************** El inmenso y desvergonzado fraude de las “fosas del franquismo” nos obligan a pagarlo a todos. Es una mentira “norcoreana”, que no debiera existir en una democracia. “Una hora con la Historia”, dedicado a combatir la “memoria antihistórica” no está subvencionada. Depende del apoyo voluntario de sus oyentes: escúchelo y difúndalo https://www.youtube.com/watch?v=8uprMK8nvi4

Para difundir en las redes sociales
*VOX cometería un grave error si se defendiera de las insidias que le califican de “extrema derecha”. Por el contrario debe atacar con contundencia: “¿Quiénes lanzan esas acusaciones? Los corruptos, los amigos de la ETA, los financiadores de los separatismos, los que elevaron el desempleo a cinco millones, los que regalan la soberanía de España a burocracias exteriores…” Este es el mensaje que le ha permitido romper el muro de silencio de los corruptos. Si ceja en él, se desinflará.
*Responder a las acusaciones de los corruptos enemigos de España sería darles una autoridad moral de la que carecen. Por el contrario, debe hacerse ver a todo el mundo esa carencia.
*Después de muchos años en que PP y PSOE se repartían poder, cargos y dineros, apoyaban a los separatismos, convertían a España en satélite político, económico y cultural de las mismas potencias representadas por Gibraltar, hay una reacción. VOX ha adquirido una enorme responsabilidad y debe estar a la altura.
*Tanto en relación con España, como con la democracia, la UE, la Hispanidad, la OTAN, la inmigración, los feminismos histéricos, etc., es preciso un discurso nuevo, sólido y coherente contra las falacias de esas ideologías.
*El feminismo odia aún más a la mujer que al hombre. En su histeria igualitaria odia la maternidad, por desigualadora, lanza continuas campañas contra ella, promueve el aborto y la homosexualidad. Realmente es una ideología contra la especie humana.
*Al Sánchez hay que referirse siempre mencionando su título de Doctor, con mayúscula, porque no es un doctorado como los corrientes.
*Parece que entre Casado y el Doctor han llegado a acuerdos bajo la mesa: vosotros no mencionáis mi doctorado y nosotros olvidaremos vuestros másteres. Hiena no muerde a hiena.
*No debe olvidarse que Podemos no es solo una agencia de Maduro, sino también una promoción especial del PP.
*Muchos quieren hacerse los locos ante el designio del Doctor de profanar la tumba de Franco. La cuestión de Franco es la clave de la democracia: de su regeneración o de su disolución, con la de España aparejada. La reacción tiene que estar a la altura del desafío de los delincuentes.