Segunda carta abierta a Núñez Feijóo
Señor Feijóo:
Su agrio y confuso debate con el doctor Sánchez se ha perdido en diversos temas poco significativos, sin apenas tocar los problemas reales de España. Sin embargo hubo en él algo de verdadera sustancia: su oferta al doctor para que no pusiera obstáculo al gobierno del PP si este ganaba la mayoría, y a cambio el PP no pondría obstáculo al gobierno del PSOE en caso contrario. Lo ha dicho usted afirmando también que lo que trata de evitar son los extremismos. Esto demuestra, una vez más, que el enemigo de ambos partidos es VOX, y yo diría que lo es especialmente de usted, porque el crecimiento de VOX se ha hecho principalmente por votantes desengañados del PP, aunque también, en menor medida, del PSOE.
Usted presenta a su partido y al PSOE como los moderados, amenazados por el “extremismo” de VOX. Pero, ¿en qué consiste ese extremismo que tanto temen usted y del doctor? ¿Qué es lo que pretende VOX? Según se colige de sus discursos, se trata de asegurar o recobrar la unidad nacional y la democracia. Y se debe a que ambas cosas, garantía de una convivencia en paz y en libertad, y de progreso están, según VOX, amenazadas, corroídas y socavadas desde hace varias décadas.
¿Son estas amenazas un alarmismo falso y demagógico por parte de VOX? No lo parece. A la vista de todos, los separatismos se han fortalecido, insuflando el odio a la idea de España en sectores considerables de poblaciones regionales, atacando la lengua común que nos une y acosando despóticamente a quienes se sienten españoles y utilizan su idioma. Así se ha llegado a reducir el Estado a una presencia marginal en varias regiones y al golpismo abierto en Cataluña, como prólogo a acciones más decisivas. Pues bien, nada de esto habría sido posible sin la colaboración del PSOE, y especialmente del PP, en contra de la Constitución, de la democracia y de la paz social, cada vez más envenenada de odios. Usted mismo se ha jactado de despreciar en Galicia el idioma común y mayoritario en ella o se ha mostrado afín al PNV. Como su “barón” andaluz, Bonilla, proclama que solo le interesa su región, promueve la bandera islámica impuesta a los andaluces por políticos “moderados”, y el culto a Blas Infante, un antiespañol exaltado y confeso proislámico. Llamar moderación a semejantes políticas solo puede interpretarse como una burla sangrienta. Pues la unidad nacional es el suelo histórico, social y político sobre el que puede sostenerse la libertad de todos. La experiencia de la guerra civil tendría que estar bien asimilada.
Por otra parte, la Constitución afirma que la soberanía radica en el pueblo español, pero ustedes la están trasladando ilegal y ocultamente, mediante hechos consumados, a la burocracia de Bruselas y a las potencias decisorias de la OTAN, Usa e Inglaterra. Potencias que a su vez amparan a la tiranía marroquí que ya ha perjudicado muy gravemente a España y no oculta su aspiración a ocupar territorio español. Soberanía que trasladan asimismo al plan 2030, decididamente extremista, diseñado y promovido mediante grandes sumas de dinero por una oscuras oligarquías hipermillonarias, que no ha votado nadie y que pretende “hacernos felices” despojándonos de todo, como ha resumido uno de sus siniestros gerentes. Por no mencionar la doble política de dicha “agenda”, que vienen ustedes practicando de tiempo atrás: una inmigración masiva y sin control junto con una promoción también masiva del aborto. Nuevamente, la “moderación”.
Ustedes, los “moderados” PSOE y PP, han impuesto las totalitarias leyes antijurídicas llamadas de género contra la igualdad de derechos, que implícitamente denigran como inferior a la mujer mientras pretenden lo contrario, siembran la desconfianza entre los sexos y socavan a la familia, con la consecuencia evidente de una creciente inestabilidad familiar y violencia doméstica. A la vista de todos, el PSOE ha impuesto leyes de falsificación de la historia, cargadas de odio, para legitimar políticas actuales como las mencionadas. Su falsedad queda de relieve en su incapacidad para sostener su versión histórica en un debate racional y democrático, por lo que necesita imponerse tiránicamente, al modo soviético, contra las libertades más elementales de la democracia. Y usted ha aceptado y practicado este ataque brutal a la libertad.
Podría seguir mucho espacio explicando en qué consiste su moderación y la del PSOE, siempre aliñada de corrupción, sin excluir relaciones con el narcotráfico o con la prostitución homosexual… Por exponer un caso especialmente sangrante, el PSOE rescató el aparato político de la ETA cuando esta se hallaba al borde del abismo, según confesión propia. Y lo hizo mediante tratos clandestinos ocultados al pueblo español teóricamente soberano. Fue colaboración con banda armada al mayor nivel hasta entonces. Y su partido, señor Feijóo, ha aceptado y continuado esa política. Es natural que vea al PSOE como un socio. También en esa doble política de fomentar una inmigración masiva y sin control, y al mismo tiempo un aborto asimismo masivo.
No, señor Feijóo, ni VOX alerta de peligros falsos ni usted ni el Doctor, ni sus partidos son moderados. Usted tiene la habilidad, que por desgracia engañará a bastantes, de presentar con buenos modales y palabras suaves de concordia y “centralidad” unas políticas cuyo siniestro historial y designios extremistas tratan de ocultar a un pueblo teóricamente soberano del cual se burlan sistemáticamente. Es natural que vean en VOX un “peligro tenebroso”. También es natural que muchos veamos en ustedes ese peligro, que lo denunciemos y tratemos de que el pueblo reaccione en su propia defensa.
(Como siempre, animo a los lectores a difundirla al máximo)
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Una hora con la historia:
