Carta abierta a unos jueces infames

Ruego a mis lectores y oyentes difundirlo del modo más amplio y reiterativo posible:

Ustedes saben perfectamente que el sujeto que aspira a profanar la tumba de Franco es un falso doctor. Es decir, que ha estafado a la universidad, a la opinión pública y a la democracia. Lo saben ustedes, entre otras cosas, porque ese  sujeto amenazó con acciones legales a quienes pusiesen en duda su doctorado, amenaza que no fue capaz de cumplir. Un estafador y profanador de tumbas, aupado además al poder por los grupos más totalitarios y separatistas, no puede gobernar una democracia sin causarle los mayores perjuicios.

Dicho Estafador se apoya en una llamada ley de memoria histórica, y ustedes saben perfectamente que esa ley es a su vez una estafa a la democracia. Porque solo en regímenes totalitarios tipo Corea del Norte se impone desde el poder a los ciudadanos la historia que deben creer.

Ustedes saben además que esa versión de la historia es falsa. Lo prueba el mero hecho de que precise imponerse desde el poder  y de  forma totalitaria, tiránica. Es una Ley de la Estafa Histórica.

Ustedes saben bien, porque es su obligación como jueces, que dicha ley amenaza las libertades de opinión, expresión, investigación y cátedra. Amenaza que el citado Profanador y su gobierno intentan desarrollar en persecución abierta a quienes defendemos la verdad de la historia.

Asimismo saben ustedes de sobra que dicha ley pretende convertir en mártires de la libertad a los asesinos, torturadores y chekistas que, abandonados por sus jefes, fueron juzgados y fusilados al terminar la guerra. Por tanto, los autores de la Ley de Estafa Histórica se solidarizan precisamente con tales “mártires de la libertad”; y, como estos antaño, tratan hoy de privar de libertad a los españoles.

Ustedes saben perfectamente que el pretexto invocado por el Estafador, de que una democracia no puede admitir  un monumento que honre a un “dictador”, es tan falso como el doctorado o la ley en que se apoya el desmán.

Ustedes saben que una institución importante de la democracia española es la monarquía, y que la misma se debe a Franco, por lo que la profanación de los restos de este es un ataque evidente a la monarquía. Y a la democracia.

Ustedes saben que Franco salvó a la Iglesia y la cultura cristiana del exterminio genocida a que la sometían aquellos “demócratas” con quienes se identifican el Profanador y su ley. El ultraje a los restos de Franco humilla así a la Iglesia y agrede de nuevo a la raíz cultural de España y de Europa. Muchos pueden fingir indiferencia, ustedes como jueces no pueden.

Ustedes saben que el paso del franquismo a la democracia se hizo en referéndum de 1976 “de la ley a la ley” por abrumadora mayoría. Es decir, se hizo DESDE el franquismo y CONTRA las pretensiones rupturistas de antifranquistas similares al Estafador. Y se hizo así porque la vasta mayoría del pueblo español tenía memoria inmediata y real del franquismo, opuesta a la  memoria-estafa que intentan implantar hoy ¡por ley!

La memoria del franquismo era entonces la de un régimen que había vencido a un Frente Popular salido de elecciones fraudulentas, el cual había asesinado al jefe de la oposición y a cientos de personas más, que se había entregado, con el oro, a Stalin, organizado las chekas y llevado a varias regiones al borde de la secesión. Después, el franquismo había mantenido a España al margen de las atrocidades de la guerra mundial, había derrotado al maquis comunista, había reconstruido el país sin depender de nadie, había vencido a un delictivo aislamiento internacional, había presidido la época de mayor desarrollo económico vivido por España antes o después y había creado una sociedad próspera y políticamente moderada. Los votantes en el referéndum de 1976  querían precisamente una democracia fundada en los logros anteriores, de ningún modo una vuelta a un viejo pasado añorado solo por demagogos irreconciliables y a menudo alucinados como el Profanador.

 Ustedes saben muy bien que ninguna democracia funciona en sociedades de miseria, grandes diferencias sociales y plagadas de odios políticos, como fue la república. Y saben que el franquismo creó las condiciones para una democracia estable y no caótica, y que por eso el pueblo decidió esa evolución. Y también por eso el Profanador y sus huestes, y los separatistas que añoran un pasado nefasto, se retratan en toda su sordidez  moral al intentar vengarse ultrajando los restos de un gran estadista.

En cambio, ¿qué debe la democracia a gentes como el Estafador y su partido? Les recordaré algunos de sus “méritos”, que no deben olvidarse. Empezaron con la gravísima ilegalidad de la expropiación de Rumasa, madre de mil corrupciones,  y con la declaración de la muerte de Montesquieu, es decir, de la independencia judicial. Esto debieran tenerlo ustedes muy en cuenta, por lo que les atañe y nos atañe a todos. La corrupción se extendió como una mancha hasta institucionalizarse en alguna región. Ese partido ofreció a la ETA la “salida política” reconociendo así sus crímenes como actos políticos, contra la Constitución y el estado de derecho. Tal medida no impidió al mencionado partido practicar el terrorismo de estado en un bandazo que no excluía el anterior. Su primera experiencia de gobierno se saldó con tres millones de parados y una grave crisis económica. Y su segunda experiencia fue peor: llegó a los cinco millones de parados, rescató a la ETA de la ruina a que la había llevado el gobierno anterior, primer gobierno que desde la transición había aplicado el estado de derecho a los etarras,  promovió los separatismos como nunca antes, reconociéndoles una soberanía práctica, promovió el islam y una inmigración salvaje, entregó ilegalmente soberanía a la burocracia de Bruselas… Por no seguir: estas son las contribuciones del partido del Estafador a la democracia, contribuciones continuadas por el partido teóricamente opositor.  Julián Besteiro, un socialista demócrata –rara avis–  reconoció que el poder de los suyos se había asentado en “un Hilamaya de falsedades”. Ese himalaya opresivo  y venenoso ha vuelto a cubrir en gran parte el clima social de España.

  Ustedes deben saber, por oficio, que no hay libertad ni democracia sin estado de derecho; y ustedes deberían ser los garantes de ese estado contra los abusos, las demagogias y las estafas de personajes como el Doctor y su partido. Ustedes debían elegir entre defender el derecho o defender a los estafadores. Ustedes han optado por defender a estos últimos,  en nombre, para más injuria, del “interés general”. El interés general de los profanadores y separatistas.  Para perpetrar el gran desmán, todos juntos han debido vulnerar la decisión popular de 1976 y las normas más básicas de la convivencia libre y civilizada. De hecho han culminado ustedes la demolición del estado y la legalidad construidos en la transición, rematando de paso a Montesquieu. Han echado ustedes sobre sus hombros una tremenda responsabilidad que no es solo política, sino histórica. Y la historia demuestra que estas infamias no suelen salir gratis a sus autores  ni, por mayor desgracia,  a las sociedades víctimas de ellas.

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Cómo y por qué se descompuso el franquismo: https://www.youtube.com/watch?v=cU815eYcapY

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Un tribunal infame en una democracia fallida /Dilema de VOX

Decía hace tiempo que la última barrera institucional frente al ataque sistemático a la democracia y a España (y de paso a la monarquía y a la Iglesia), era el poder judicial o parte de él. Esa última barrera ha caído con la infamia de un Tribunal Supremo que representa todo lo contrario de la justicia y la independencia,  avalando la profanación de una tumba, y precisamente la del estadista mayor que ha tenido España en siglos.  Un tribunal sencillamente infame, a las órdenes de un Doctor fraudulento que encabeza hoy al partido más corrupto y totalitario. Es natural que el Doctor y su gobierno a tono odien a Franco hasta el extremo de querer profanar sus restos. Ellos se identifican abierta y descaradamente con el conglomerado de totalitarios, chekistas  y separatistas a quienes Franco derrotó. Se sienten solidarios  de la orgía de “canallería y estupidez” que denunciaba Gregorio Marañón, asentada en el Himalaya de falsedades” que denunciaba Besteiro. “Eso”  ha vuelto hoy a desgobernar España. Con el culpable silencio de sus víctimas más inmediatas, la monarquía y la Iglesia. También de los que se llaman demócratas y no entienden de democracia más que el corrupto reparto de cargos y dineros. Pero los demócratas y los que amamos la verdad y a España no seguiremos esa vía de colaboración con el delito. Ellos creen que tienen la partida ganada, pero se equivocan. Como siempre.

   La profanación planeada de la tumba sería un paso más para ilegitimar a la monarquía (traída por Franco), humillar a la Iglesia (salvada del exterminio por Franco) y progresar en el totalitarismo de la ley de memoria histórica,  amenazando y persiguiendo a quienes defendemos la verdad del pasado, pues no tienen otro modo de mantener el “Himalaya de falsedades” acorde con el miserable historial de PSOE y  separatistas.

   Pero la indecencia de unos partidos de izquierda y antiespañoles que no han aprendido nada del pasado, es solo una de las raíces del problema. La otra está en ese magma derechista llamado vagamente democracia cristiana posconciliar, de la UCD al PP (aunque no se presentaran directamente como democristianos). Sus políticos tenían la obligación, desde el principio, de saber claramente quiénes eran los partidos y políticos que iban a tener voz y poder en la democracia, y hacerles aprender de su propio pasado. No tenían que haberles pasado una sola mentira  ni  una sola demagogia sobre la historia reciente. Hicieron todo lo contrario, desde financiarles y facilitarles sus chanchullos con silencio cómplice hasta marginar cualquier resistencia a sus desafueros. En parte era natural. UCD y PP compartían la misma ideología básica que los separatistas vascos y catalanes, se sentían hermanados con ellos, tal como el PSOE sentía un hermanamiento profundo con la también socialista ETA.  Estos juegos de solidaridades ideológicas profundas han funcionado, y mucho, para socavar primero y anular después la  abrumadora decisión popular de 1976, que acordó el paso a la  democracia DESDE el franquismo, desde sus magníficos logros históricos, y no contra ellos, como querían los llamados rupturistas. Y estos por fin lograron imponerse con Zapatero y desde entonces no han cesado de corromper la democracia y perjudicar a España. Hubo también en 1976 unas derechas  que se decían franquistas sin entender el significado histórico del franquismo,  y que atacaban la democracia por el recuerdo temeroso del Frente Popular, sin entender tampoco  la decisión del pueblo español y la necesidad de jugar en las nuevas circunstancias. Así abandonaban la poderosa bandera de la democracia en manos de quienes la alzaban siendo realmente los peores enemigos de ella, y condenándose de ese modo a un aislamiento, fragmentación e inoperancia progresivos.

 Hay otro elemento a considerar para entender la infamia de la derecha tipo PP. La democracia cristiana era y es, con ese u otro nombre, un movimiento internacional, con especial incidencia en Italia y Alemania, los países derrotados en la II Guerra Mundial. Por ello sentían forzosamente una dependencia psicológica directa de Usa e indirecta de la Unión Soviética. Y esa actitud la aplicaron también a España, que había permanecido neutral, se había reconstruido con sus propias fuerzas y había derrotado un criminal aislamiento decretado, casualmente, por los vencedores en una guerra que no fue española, es decir, por un conglomerado de comunistas, democracias y tiranías varias.  De un modo u otros, los gobiernos de los países de Europa occidental, que tan fácilmente habían cedido y tanto habían colaborado con los nazis, parecían sentir la necesidad de que España acompañase a los vencidos. El PSOE  había intentado prolongar a toda costa nuestra guerra civil para enlazarla con la mucho más brutal europea, y siempre han lamentado la neutralidad de España,  porque sus  sórdidos intereses de partido siempre han pesado en  él más que cualesquiera sacrificios y miseria de los españoles. En cuanto a la democracia cristiana española, su dependencia psicológica y política de la europea le  obligó a camuflar vergonzantemente el pasado de sus políticos que tanto habían prosperado  en el franquismo y dentro de su aparato estatal, y finalmente a  condenarlo, siguiendo a los desvergonzados “demócratas”de izquierda y separatista.

    Y aquí estamos ahora, en pleno golpe de estado permanente en Cataluña, en la desmoralización y podredumbre de las instituciones, empezando por el poder judicial, con cuadrillas de golfos que se dicen representantes del pueblo español para entregar su soberanía, fomentar los separatismos, la satelización política y la colonización cultural de España, el aborto, el islam, el multiculturalismo, la inmigración salvaje, atacar a la familia  o imponer leyes totalitarias, amenazando a quienes defendemos la verdad de la historia y la democracia. A esto hemos llegado, y a esto hemos de oponer toda la resistencia necesaria para derrotarlos

Los Mitos Del Franquismo (Historia)

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Lo único nuevo y significativo en el panorama político español es VOX. Y dentro de ello, su relación con el PP. El PP ha sido bastante peor que el PSOE, porque llevaba a cabo la misma política y de paso neutralizaba cualquier alternativa. Ningún partido puso más empeño que el PP en sepultar a VOX bajo una losa de silencio (mientras, con típico maquiavelismo aldeano promocionaba a Podemos),  y lo consiguió en gran medida durante años. Una vez rota la losa, el PP ha debido cambiar de táctica: ahora trata de fagocitar al nuevo movimiento fingiendo un patriotismo y amor a la libertad que jamás ha tenido. El PSOE está llevando, de otro modo, una política similar con Podemas, podemizándose para recuperar sus votos.

   Por lo que se refiere a VOX, si no acierta a diferenciarse netamente del PP, será absorbido o neutralizado. Es necesario señalar que, sí, echar al Doctor es un objetivo importante, pero el Doctor no es el único enemigo de España y la democracia. Lo ha sido aún más el PP, por lo ya dicho, y puede perfectamente volver a serlo si consigue  hacer caer a VOX en trampas grotescas como lo de “España suma”. La España del PP siempre ha sumado con el PSOE y los separatistas, repartiéndose con ellos los dineros y los cargos. Y aspira a volver a a aquella situación, para los “centristas” casi paradisiaca.

  VOX puede ser la alternativa real. Y debe serlo, por interés del país.   

 

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¿Una historia tradicionalista? / Osoro, contra la verdad y la piedad / ¿Por qué contamos nuestras vidas?

¿Por qué se descompuso con tanta facilidad un franquismo que tantos desafíos había afrontado victoriosamente? https://www.youtube.com/watch?v=cU815eYcapY

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Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

En suma, podría decirse que su Nueva historia de España y la de la Reconquista, son versiones tradicionales, contra las salidas del 98 y hoy dominantes, según usted mismo.

–Me sorprende esa interpretación que he oído o leído  a otros. La interpretación tradicionalista habla de una “España eterna” y católica”, dos conceptos contradictorios, el primero pagano.  La cuestión parte de una doble pregunta muy simple: ¿cuáles son los rasgos culturales, religiosos y políticos que caracterizan a la España actual? ¿Cuándo empezaron esos rasgos y cómo se desarrollaron? Empezar la historia de España (y, por cierto, de Europa) por la II Guerra Púnica no es nada tradicional ni tiene nada que ver con los enfoques contrarios hoy dominantes. Definir una nación como una comunidad cultural con un estado propio, fenómeno que atribuyo a Leovigildo y Recaredo,  tampoco se parece a los galimatías habituales sobre el concepto de nación y la importancia o menosprecio con que las historiografías de un tipo u otro tratan a los visigodos. No son los godos, son Leovigildo y Recaredo. Señalar la importancia política del reino de Toledo desde Leovigildo  para la configuración de España y la Reconquista, tampoco es común en las historiografías, exceptuando a García Moreno y algún otro. La concepción de Al Ándalus como un poder despótico basado en un ejército de extranjeros y él mismo, por eso mismo, ajeno a la propia población conversa al islam, tampoco es muy frecuente, aunque algunos, por ejemplo Serafín Fanjul, vayan en esa dirección. Podríamos extendernos. Estos son conceptos de base que, según creo, clarifican una historia habitualmente desenfocada en un sentido u otro.

Pero en el concepto mismo de la Reconquista, usted sigue la historiografía tradicional.

–Hasta cierto punto es cierto, porque la Reconquista existió, efectivamente, y negarla es estúpido. No somos islámicos  ni culturalmente parte del Magreb, ni nos expresamos en árabe, ni hablamos de Al Ándalus, sino de España. Y la palabra reconquista, surja cuando surja,  define bien el proceso que  ha permitido que llegáramos a ser lo que somos. En este sentido, la historiografía tradicional reconoce la verdad evidente, mientras que la contraria  tiene que forzar y desnaturalizar la evidencia para contarnos cuentos extraños, como los de Américo Castro u otros peores.  Pero la concepción misma de la Reconquista es en mis libros muy diferente de la tradicional. Para empezar, no es una empresa primariamente religiosa, sino política. Si fuera religiosa, sería una empresa euro-occidental, pero fue netamente española. Con intervención exterior, desde luego, sea franca o borgoñona o papal, ocasionalmente inglesa;  pero esa intervención perturbó o desnaturalizó parcialmente su carácter hispano, es decir, reconquistador.

No obstante,  aquel proceso nunca logró recuperar la España visigótica, sino que conformó un buen número de reinos poco amigos entre ellos.

–Las circunstancias impusieron fuertes tendencias disgregadoras, y a decir verdad, parece muy razonable que ellas se impusieran disgregando políticamente la península al modo de los Balcanes. Esto es lo que una persona realista habría pensado que ocurriría. Pero solo ocurrió en el caso de Portugal. Porque, evidentemente, junto a las tensiones disgregadoras existían otras integradoras,  inspiradas en la historia anterior a la invasión musulmana, y que terminaron prevaleciendo, con la excepción dicha. Hay una historia tradicionalista que apenas tiene en cuenta estas cosas. Por cierto que los actuales separatismos no dejan de tener una de sus tres raíces en la exaltación romántica de la llamada Edad Media, cuando España estaba dividida  en cinco reinos hostiles entre sí. Quieren volver a aquella “maravilla”.

Pero en definitiva, muchos dicen que la empresa se debió a la imposición de Castilla, cosa que resienten otros antiguos reinos.

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 Es otra distorsión habitual, en un sentido u otro. También es demasiado castellanista la versión tradicionalista corriente, aunque existan otros tradicionalismos separatistas. Ortega,  Sánchez Albornoz y otros muchos coinciden en destacar el papel de Castilla. Pero los orígenes y carácter político de la Reconquista no se deben a Castilla, sino a Asturias-León. Castilla nace precisamente en disidencia con ellos. La que suele considerarse primera declaración de derechos europea y las primeras Cortes o parlamentos, no son castellanos, sino leoneses. La “invención” del sepulcro de Santiago, de tan crucial proyección religiosa, política y cultural, parte de Galicia. Solo a partir de cierto momento, ya bastante avanzado, Castilla asume los valores  de León y se convierte en el principal motor del proceso, aunque obsérvese que si Castilla recobró Toledo, hecho de tan enorme valor simbólico, fue al mismo tiempo impulsora de una influencia borgoñona-papal bastante perturbadora. Castilla llegó a configurarse como la gran impulsora de la Reconquista ya tardíamente, debido a su posición central, a su impulso demográfico y económico, a un feudalismo con mayor libertad (porque fue esencialmente feudalismo) y a que, junto con ello asumió con mayor empuje la influencia italiana, que al revés que la francesa no tuvo ningún coste importante para España. No fue una imposición sobre los demás, sino un desarrollo derivado de los factores dichos. Así el castellano se convirtió en el español de comunicación y finalmente común a todas las regiones. Fue un proceso bastante tardío. Quiero decir que ni fue tan importante como se le ha atribuido ni fue realmente impositivo sobre los demás.

Obviamente, las regiones de origen aragonés pueden no estar muy de acuerdo.

Bueno, hay andaluces que quieren sentirse andalusíes, y en una red social tuve algún debate con un leonés muy resentido con Castilla, y conozco gallegos para quienes todo lo que va más allá del Padornelo es tierra enemiga. Son pintoresquismos, intelectualmente nulos, aunque puede llegar a ser peligrosos. Lo que usted dice sobre Aragón, es decir, Cataluña y últimamente Valencia y Baleares, es más que pintoresco, porque  dispone de una gran financiación, ya desde los gobiernos centrales y de sus partidos. Históricamente, y es importante tenerlo en cuenta, la Reconquista definió pronto dos España, la cantábrica, independiente, y la pirenaica, creada por los francos y sometida por un tiempo a ellos. Para los francos, la idea de Reconquista carecía de importancia. Aquellos condados, origen de Aragón y de Cataluña, estaban por así decir incómodos con la dominación franca, de ahí una tensión paralizante que  les volvía renuentes y en cierto modo menos reconquistadores que los propios francos, pues estos aspiraban a llevar la marca hasta el Ebro (tantos siglos después, Napoleón quería llevar hasta allí la frontera francesa). El feudalismo era también allí mucho más férreo.  Por ello la España pirenaica se incorporó bastante más tarde a la Reconquista, y aun en el siglo XIII tuvo tentaciones de desentenderse de ella y dedicar sus energías a extenderse por el sur transpirenaico, recordando en cierto modo a la Narbona visigótica. En todo caso, esa tentación no prevaleció.  La Reconquista marcó una orientación de gran aliento y a largo plazo, pero sería sumamente irreal creer que se mantuvo firme y clara en todo momento. Tanto la España cantábrica como la pirenaica oscilarían a menudo entre tentaciones u orientaciones contradictorias. No obstante fue una la que prevaleció. Y esa es la historia real, que tantos botarates lamentan y quieren sustituir por sus ilusiones arbitrarias.

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Píldoras contra el mareo

**Dice el arzobispo Osoro, el de Peace with no borders, que la  profanación de la tumba de quien salvó a la Iglesia del exterminio solo compete al gobierno y a la familia, no a la Iglesia. Una vez más, la estupidez y la canallería.

–Hagamos circular al máximo la denuncia de la canallada de Osoro y compañía. Si no tienen vergüenza, al menos que se vean en la picota. .

 –Dicen algunos que al Doctor la profanación de la tumba de Franco solo le interesa electoralmente. Al revés, carece de importancia electoral. La tiene, e inmensa, política, histórica y simbólica. Por eso la Iglesia, y la monarquía se hacen los locos.

–La profanación de la tumba de Franco se hace en nombre de la ley de memoria histórica. Una ley que ha demostrado la profunda degradación antidemocrática y antiespañola de los actuales partidos y gobiernos. Y de la universidad.

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¿Por qué hablamos de nosotros mismos?

Adiós a un tiempo: Recuerdos sueltos, relatos de viajes y poemas de [Moa, Pío]https://www.amazon.es/Adi%C3%B3s-tiempo-Recuerdos-sueltos-relatos-ebook/dp/B075L82G5B

“…Permítame que insista sobre sus memorias o fragmentos de memorias. Y por qué las llama “Adiós a un tiempo”. Usted nos cuenta cosas de su vida, nos explica por ejemplo cómo se hizo marxista y por qué lo abandonó, cómo era la vida en Vigo cuando usted era niño, aventuras de cuando estaba en el Grapo o se salió de ahí,  recuerdos de algunos de sus camaradas, en fin, andanzas diversas, y las cuenta  para los demás y yo pregunto:  ¿por qué? ¿Considera que ellas son ejemplares para los demás, que los demás podemos  aprender algo, que deberíamos admirarle?  No piense que se lo digo por fastidiarle, porque la misma pregunta se puede hacer a todos los que hacen lo mismo.  Pero cada uno contará su vida, o cosas de su vida, por una razón u otra o con una intención u otra. Usted dice que todo el mundo cuenta su vida por lo menos a los familiares y a los amigos y que casi siempre la disfraza. Ha hablado de los novios. Los novios se cuentan sus vidas para conocerse porque quieren vivir juntos, es un motivo claro. Los políticos para justificarse, se entiende bien la cosa, otros por puro exhibicionismo,  por narcisismo como usted mismo admite, algunos artistas o gentes del mundillo del corazón, pues lo hacen por ganar unos dinerillos a costa de la tontería de sus fans. Qué sé yo. Entiendo que habrá quien lo cuente para desahogarse de una crisis personal o algo de eso, pero entonces ¿lo publicaría?  Hay mil razones para escribir una autobiografía. Usted no la ha escrito para sí mismo eso va  de suyo. La ha publicado. ¿Entonces qué? ¿Entiende lo que quiero decir?…”  Julio González.

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La ley de memoria histórica debe ser desafiada y derogada. La triple M debe ser derrotada. Esta tarea compromete a cuantos respeten la verdad y la libertad.  El programa “Una hora con la Historia” quiere ser una palanca para derribar esa ley, y necesita que sus oyentes lo difundan y apoyen económicamente. Necesitamos 300 personas que ordenen a su banco ingresar diez euros al mes en esta cuenta.  Únase usted a la resistencia:

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Catolicismo y España / 3gm Temas II Guerra mundial/ El lado oscuro

Catolicismo,  España e ideologías

De sus tesis cabe deducir que el catolicismo sería un elemento secundario en la historia de España

–No cabe tal cosa. Pero la historia de España es ante todo una historia política, enormemente agitada, dramática y cambiante como es la política, y limitada a un país concreto, mientras que el catolicismo abarca mucho más que España. Además, el catolicismo, como doctrina, apenas tiene historia pues los dogmas, ritos y normas morales que lo caracterizan permanecen con pocos cambios siglo tras siglo, aunque sus empeños por universalizarse sí tienen una historia compleja. Habría también una historia dramática del catolicismo en sus contienda con las herejías, con el  islam y con el protestantismo. En esas contiendas España desempeñó el papel decisivo a favor del catolicismo en los siglos XVI-XVII (la Reconquista tuvo un carácter más localizado); fueron los siglos de mayor auge de España en todos los sentidos, y por eso se ha querido identificar a España con la Iglesia. Pero luego vino una larga decadencia. En el XVIII  el país fue satelizado en gran medida, política y culturalmente, por la vecina Francia, que por entonces era otra gran potencia católica. Y desde principios del siglo XIX, la decadencia se profundizó mucho más, a pesar de que el país seguía siendo socialmente católico, pero sin capacidad para contrarrestar ideas y políticas contrarias. Y ya hemos visto el resultado que dio al franquismo su excesiva identificación con la Iglesia.

¿Tendría el catolicismo, pese a todo, la virtud de renovar las mejores energías de la sociedad española, visto que la descatolización del país está dando frutos tan poco satisfactorios?

–Yo no sé si podría o no. De momento no se aprecian indicios de que pueda. Y la experiencia histórica debe ser examinada, tanto como el análisis crítico de los retos del siglo XXI. Esto no puede hacerse a base de tópicos superficiales.  Y una cosa es denunciar ciertos males y otra presentar alternativas que valgan la pena. Hay además otro hecho, al que he aludido en Nueva historia y en Europa: las violencias y atrocidades de la Revolución francesa y las subsiguientes guerras napoleónicas podrían haber servido de experiencia que validase el Antiguo régimen. Sin embargo no ocurrió nada de eso: no hubo vuelta atrás,  la nueva situación resultó irreversible,  y aunque no pudo imponerse por completo, el propio catolicismo tuvo que ir amoldándose a ella. El problema es de lo más complicado, salvando la evidencia de que en todas las empresas humanas lo bueno y lo malo vienen mezclados. También en el Antiguo régimen confesionalmente católico.

No obstante, usted ha criticado fuertemente las ideologías.

–He tratado de analizarlas. Mi tesis, expuesta en los dos libros, sobre todo en el de Europa, es que las ideologías son religiones sucedáneas cuya fe es en definitiva la abolición de la moral, por cuanto el ser humano sería bueno por naturaleza y solo echado a perder por unas malas circunstancias sociales nacidas de la ignorancia y la impotencia técnica. Al negar la maldad implícita en el ser humano, buscan crear sociedades-guarderías, aniquilando la libertad y la responsabilidad personales. Esta es mi tesis. La expansión de las ideologías ha ido acompañada de una expansión gigantesca de la ciencia y de la técnica, pero también de convulsiones extremas culminadas en la II Guerra Mundial, la guerra de las tres ideologías. Derrotado el nacionasocialismo y luego el comunismo soviético, pareció llegado el triunfo aplastante e inevitable de la democracia liberal, y hoy vemos cómo esta ha provocado guerras que ha perdido  y surgen nuevas superpotencias, en particular China… Pero, en fin, no quiero divagar. Mi tesis es esa: el ser humano es un animal moral, por tanto un animal de fe, un animal religioso. Las ideologías pretenden afirmarse en la razón y la ciencia, pero inevitablemente generan ideas contradictorias y necesitan sus propias fes, que depositan en una especie de nuevas divinidades. La historia de las ideologías debe ser examinada con especial atención. Yo solo he presentado algunos esbozos.

Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

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La ley de memoria histórica debe ser desafiada y derogada. La triple M debe ser derrotada. Esta tarea compromete a cuantos respeten la verdad y la libertad.  El programa “Una hora con la Historia” quiere ser una palanca para derribar esa ley, y necesita que sus oyentes lo difundan y apoyen económicamente. Necesitamos 300 personas que ordenen a su banco ingresar diez euros al mes en esta cuenta.  Únase usted a la resistencia:

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Paradojas de la SGM

   Si se contempla la II Guerra Mundial en su conjunto, se observa como su máximo efecto general el paso de Europa a una profunda decadencia: de ser algunas de sus potencias  poco menos que las dominadoras del mundo, a quedar dividida en dos protectorados, soviético y useño. Esta consecuencia estaría quizá implícita en el juego de fuerzas mundiales, pero  resultaría completamente inimaginable para quien viviera en 1939,  dentro o fuera del continente.

La guerra comenzó con un pacto entre soviéticos y nazis. Suele recordarse, por su profundo significado; pero se recuerda menos que continuó hasta el final en una estrecha alianza de comunistas y democracias anglosajonas. Y esto es también significativo, pero se ha pensado menos sobre ello.

Tras la I Guerra Mundial, Max Weber se lamentaba de que los anglosajones hubieran prevalecido en Europa sobre los alemanes, pero al mismo tiempo lo creía un mal menor comparado con “el látigo ruso”, del que Alemania habría salvado al continente.  En la II Guerra Mundial, paradójicamente, fueron los soviéticos quienes, al derrotar a los nazis, obligaron y permitieron a los anglosajones el desembarco en Normandía, evitando que una parte del continente cayera en manos soviéticas.

Por otra parte fue la resistencia alemana la que impidió que el ejército soviético llegara al Canal de la Mancha o incluso traspasara los Pirineos. Este es también un tema digno de reflexión.

Puede (y debe) decirse que el único país de importancia que se libró tanto de los nazis como de los soviéticos o de la hegemonía anglosajona fue España. Hasta el punto de ser capaz de desafiar y resistir las presiones y amenazas conjuntas de los vencedores en la guerra mundial. Es otro tema digno de reflexión.

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¿Por qué la muerte de Franco supuso el final de un régimen que había afrontado y vencido tantos retos históricos? ¿Y por qué no consiguió renovarse en las nuevas situaciones históricas creadas precisamente por él?  En  “Una hora con la Historia”: https://www.youtube.com/watch?v=qyAbrra2F3k

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El lado oscuro de la psique

“Acerca de su novela  “Sonaron gritos”  y de “Adiós a un tiempo”.  De la primera poco que decir. A unos les gusta, a otros no, pasa como con todo. Lo que me interesó fueron las comparaciones con otras literaturas, con “El Jarama” o con la “Odisea”. ¿No podrían seguir por ahí? ¿Tiene usted una teoría de la novela?  Sobre sus “toques autobiográficos” y siguiendo lo que sugiere “Lector”, para mí los recuerdos más interesantes son el primero “Flan con nata” y el de “La noche quedó atrás”.  ¿Por qué? Pues porque revelan algo de eso que a usted le obsesiona tanto, esas profundidades de la condición humana que se imponen a la conciencia. No sé por qué, lo relaciono con algo que he leído sobre internet: además del internet abierto y accesible a todo el mundo existe un “internet profundo”, oscuro, en el que funciona el mal, la delincuencia, y que, es mucho más amplio que el “superficial”. Usted titula, si mal no recuerdo, una parte de la novela como “El mayor misterio para el hombre es el hombre mismo”. Es terrible, y así es.

Adiós a un tiempo: Recuerdos sueltos, relatos de viajes y poemas de [Moa, Pío]https://www.amazon.es/Adi%C3%B3s-tiempo-Recuerdos-sueltos-relatos-ebook/dp/B075L82G5B

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4ch La frustración, compañera de la vida / Europeísmo estéril / Un premio

La ley de memoria histórica debe ser resistida y derogada. La triple M debe ser derrotada. Esta tarea compromete a cuantos respeten la verdad y la libertad.  El programa “Una hora con la Historia” quiere ser una palanca para derribar esa ley, y necesita que sus oyentes lo difundan y apoyen económicamente. Necesitamos 300 personas que ordenen a su banco ingresar diez euros al mes en esta cuenta.  Únase usted a la resistencia:

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Píldoras contra el mareo

**VOX es el único elemento nuevo y serio en la política española. Todos van a estar contra él y él debe estar contra todos, con claridad y serenidad y sin arredrarse. Debe tener en cuenta las asechanzas típicas del grupo Bruselas suma.

**Para entender al PP solo hay que atender a las declaraciones de Feijoo, Alonso o a las del alcalde de Madrid. Han sido, son y serán lo mismo en esencia: Podemos, PSOE, PP,  C´s y separatistas: Bruselas suma.

**Las peleíllas entre C´s y PP por hacerse con la capotura de la derecha carecen por completo de relevancia.

**VOX, si sabe mantenerse e ir desarrollando una política exterior, tiene el futuro por delante. Los demás solo tienen el pasado. Un pasado infame.

**Cualquier resbalón que dé VOX será aprovechado exhaustivamente por la maquinaria de la triple M (Medios de Manipulación de Masas) al servicio de la corrupción.

**La denuncia permanente del Doctor y su cuadrilla no debe servir de pretexto para poner en segundo plano los problemas reales de España y de la democracia.

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La frustración, compañera de la vida

Diversos filósofos y psicólogos han incidido en el fenómeno de la frustración que impone la realidad a nuestros deseos e intenciones. Sería interesante un estudio más a fondo, considerando la frustración como una compañía permanente de la vida humana. Y de la vida en general. Leí en algún sitio que solo un 20% de los ataques de los leopardos tiene éxito,  y me pregunto si eso será en algún sentido una norma general, parecida a la sociológica según la cual el 80% de las cosas las hace solo un 20% de la gente. Pero,  como sea, el problema no es solo sociológico o técnico, sino más propiamente filosófico: por qué existe ese desajuste entre nuestros deseos y la realidad, y cómo son concebidos los deseos en nuestra psique.  En el plano animal, una frustración continuada lleva a la muerte. En el plano humano, la sociedad evita a menudo la muerte, pero no puede evitar daños o heridas psíquicas muy dolorosas, hasta la demolición anímica o la locura. ¿Qué grado de frustración puede soportar el ser humano manteniendo al mismo tiempo la serenidad y el ánimo? Obviamente, depende mucho de cada persona, pero hay límites generales evidentes.

   Hay otro problema en ello: ¿qué es la realidad? Es fácil decir la palabra, pero muy difícil definir algo que está en perpetuo cambio. La realidad de hoy no es la de ayer ni la de mañana. Y no solo cambia como conjunto, sino que en el interior de la realidad el cambio y choque de minirrealidades es asimismo permanente.

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Un europeísmo estéril

En consecuencia, partiendo de su Nueva historia,  ¿la europeización es perjudicial para España?

Para bien y para mal, España es europea con la misma naturalidad que Francia, Alemania o Inglaterra. Se “europeíza” desarrollando su propia cultura sobre bases en gran parte comunes con los demás.  Pero desde hace mucho se ha entendido “europeizarse” como prescindir de la propia cultura e historia, consideradas como un “error” o una “enfermedad” en palabras de Ortega, Azaña y otros, que solo exponían abiertamente lo que muchos otros pensaban, si pensar es el término adecuado. Se trataba de promover al máximo nivel influencias exteriores con las que acabar de tapar la cultura propia y curar la “enfermedad”. Así  lo entendían los regeneracionistas, así se entiende hoy  con más ímpetu que nunca. Ya le dije que el franquismo fue un intento de crear una cultura autóctona, sobre nuestras mejores raíces. Por eso hoy todos los partidos son antifranquistas, porque son “europeístas” y entienden eso como un intento de mimetizarnos con lo que llaman “Europa” y que casualmente hoy busca a su vez cercenar las raíces de lo europeo. Por eso  he escrito, precisamente Nueva historia de España o  la introducción a la historia de Europa. Para examinar estas cuestiones, que nadie quiere examinar y tratar de aclararlas. Todo esto es muy nuevo en la historiografía y el ensayismo español.

Pero la preocupación por España y Europa  es cualquier cosa menos nueva desde Ganivet por lo menos. Usted no puede negar esa corriente  densísima.

Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))

–No la niego,  ni que decir tiene. Pero encuentro en ella una desviación esencial: todos consideran la mejor y más creativa edad de España, aun admitiéndole muchos méritos,  como una desviación o algo peor, en función de algo que podría haber sido mejor y que no existe más que en su imaginación, una imaginación, esa sí,  desviada o enferma . Fíjese en Ganivet “El Siglo de Oro de las artes españolas, con ser tan admirable, es solo un asomo de lo que  hubiera podido ser (…) Si la fatalidad histórica no nos hubiera puesto en la pendiente en que nos puso, lo mismo que la fuerza nacional se transformó en acción, hubiera podido mantenerse en nuestro territorio  encerrada en nuestro territorio (…) y hacer de nuestra nación una Grecia cristiana”. Es decir, si España no se hubiera convertido en primera potencia europea y descubierto y conquistado medio mundo, habríamos sido… lo que a cualquiera de ellos se le hubiera ocurrido. Esto es poco más que simple estupidez. Y va ligado a un entusiasmo pueril por las comunidades de Castilla y similares. De ahí han salido todas estas enormes botaratadas de denigración de nuestra historia en virtud de arbitrarios juicios sobre lo que habría “debido ser”, según esas ilusiones pueriles.

¿Usted condena, entonces toda esa tradición intelectual que tiene más de un siglo?

– No la condeno, simplemente me  parece irrisoria, en cierto modo muy paleta,  en lo que se refiere a la historia de España y de Europa y a la relación entre ambas. Es preciso un enfoque no ya más equilibrado, sino más racional, sin arbitrariedades nebulosas como las que han predominado.

 Pero también existe una corriente contraria, la que se inspira en Menéndez Pelayo, la que intentó el primer franquismo, y a usted no parece hacerle mucha gracia.

–Ninguna gracia, no me  parece una alternativa. Se basa en la identificación de España con el catolicismo, una especie de integrismo a la manera musulmana o judía, que identifica la política y la religión como una misma cosa. En contra, por cierto, de lo que dijo Jesucristo y de otro modo San Pablo. Como he explicado en Nueva historia, España se conforma como comunidad cultural antes del cristianismo, aunque este le dé una nueva y más fuerte cohesión, pero dentro del Imperio romano. Y se conforma como entidad política por el designio justamente político de un arriano, al que sabotea un hijo católico, aunque el otro hijo, también católico, complete la tarea. Pero saltemos al pasado reciente, a la experiencia  del franquismo.  Franco creía en esa identificación de España y el catolicismo, aunque realmente su régimen fue muy poco integrista en la práctica, bastante liberal más bien. Y ya hemos visto el resultado.

Pero según usted, el balance del franquismo fue excelente

Fue mucho mejor de lo que dicen sus propios partidarios. Y por eso Franco tuvo que sentirse absolutamente desconcertado cuando desde el centro mismo de la Iglesia empezaron a sabotear su régimen y a promover los separatismos, incluso el separatismo terrorista, incluso el marxismo. Entre las divagaciones “regeneracionistas” y “europeístas” por una parte, y las pretensiones integristas por otra, es obvio que no vamos por buen camino. Y por todo ello el franquismo debe reestudiarse en profundidad. Fue, como dije, un intento en gran parte fructífero de reconcentrar las fuerzas espirituales y culturales de España, consiguió logros extraordinarios y derrotó a todos sus enemigos internos y externos… excepto al Vaticano cuando este se le puso en contra. Y aun así consiguió evitar un derrumbe que habría sido catastrófico, y orientar el país hacia una transición  razonable, aunque  casi inmediatamente saboteada a su vez. Hoy estamos de nuevo en el “europeísmo” regeneracionista, que desde luego no se puede combatir a base de integrismos y malas interpretaciones del franquismo. Es preciso algo nuevo, y en estos tres libros, Nueva historia, Europa y Los mitos del franquismo he tratado de reinterpretar todo esto, de modo que sirva de base para una nueva visión de lo que España puede ser y hacer en las condiciones del mundo de hoy, tan diferente en tantos aspectos de las del pasado, pero cuyos retos no pueden abordarse desde bases falsas o de la mentira hoy dominante acerca del pasado.

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Un premio.

Acabo de leer sus memorias y reflexiones “sueltas”. Magnífico.  Le sugiero un concurso entre sus lectores sobre cuál de esos recuerdos le ha parecido más interesante o más logrado…”. Lector

 ¿Más logrado en qué sentido? Según leo en las únicas dos opiniones que ha suscitado en los lectores en Amazon, uno valora el libro por su nostalgia y melancolía, y otro también lo valora muy alto, pese a atribuirme “incapacidad de persistencia pero reconociendo errores”, y de paso rechaza mis poemas como flojos y sobrantes.  ¿Cuál sería el criterio? Y de paso, ¿cuál sería el premio del concurso? ¿Podía sugerirlo usted?

Adiós a un tiempo: Recuerdos sueltos, relatos de viajes y poemas de [Moa, Pío]https://www.amazon.es/Adi%C3%B3s-tiempo-Recuerdos-sueltos-relatos-ebook/dp/B075L82G5B

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¿Por qué la muerte de Franco supuso el final de un régimen que había afrontado y vencido tantos retos históricos? ¿Y por qué no consiguió renovarse en las nuevas situaciones históricas creadas precisamente por él?  En  “Una hora con la Historia”: https://www.youtube.com/watch?v=qyAbrra2F3k

 

 

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