La ley de memoria histórica debe ser resistida y derogada. La triple M debe ser derrotada. Esta tarea compromete a cuantos respeten la verdad y la libertad. El programa “Una hora con la Historia” quiere ser una palanca para derribar esa ley, y necesita que sus oyentes lo difundan y apoyen económicamente. Necesitamos 300 personas que ordenen a su banco ingresar diez euros al mes en esta cuenta. Únase usted a la resistencia:
BBVA “tiempo de ideas”, ES09 0182 1364 3302 0154 3346
*************
Píldoras contra el mareo
**VOX es el único elemento nuevo y serio en la política española. Todos van a estar contra él y él debe estar contra todos, con claridad y serenidad y sin arredrarse. Debe tener en cuenta las asechanzas típicas del grupo Bruselas suma.
**Para entender al PP solo hay que atender a las declaraciones de Feijoo, Alonso o a las del alcalde de Madrid. Han sido, son y serán lo mismo en esencia: Podemos, PSOE, PP, C´s y separatistas: Bruselas suma.
**Las peleíllas entre C´s y PP por hacerse con la capotura de la derecha carecen por completo de relevancia.
**VOX, si sabe mantenerse e ir desarrollando una política exterior, tiene el futuro por delante. Los demás solo tienen el pasado. Un pasado infame.
**Cualquier resbalón que dé VOX será aprovechado exhaustivamente por la maquinaria de la triple M (Medios de Manipulación de Masas) al servicio de la corrupción.
**La denuncia permanente del Doctor y su cuadrilla no debe servir de pretexto para poner en segundo plano los problemas reales de España y de la democracia.
*************************
La frustración, compañera de la vida
Diversos filósofos y psicólogos han incidido en el fenómeno de la frustración que impone la realidad a nuestros deseos e intenciones. Sería interesante un estudio más a fondo, considerando la frustración como una compañía permanente de la vida humana. Y de la vida en general. Leí en algún sitio que solo un 20% de los ataques de los leopardos tiene éxito, y me pregunto si eso será en algún sentido una norma general, parecida a la sociológica según la cual el 80% de las cosas las hace solo un 20% de la gente. Pero, como sea, el problema no es solo sociológico o técnico, sino más propiamente filosófico: por qué existe ese desajuste entre nuestros deseos y la realidad, y cómo son concebidos los deseos en nuestra psique. En el plano animal, una frustración continuada lleva a la muerte. En el plano humano, la sociedad evita a menudo la muerte, pero no puede evitar daños o heridas psíquicas muy dolorosas, hasta la demolición anímica o la locura. ¿Qué grado de frustración puede soportar el ser humano manteniendo al mismo tiempo la serenidad y el ánimo? Obviamente, depende mucho de cada persona, pero hay límites generales evidentes.
Hay otro problema en ello: ¿qué es la realidad? Es fácil decir la palabra, pero muy difícil definir algo que está en perpetuo cambio. La realidad de hoy no es la de ayer ni la de mañana. Y no solo cambia como conjunto, sino que en el interior de la realidad el cambio y choque de minirrealidades es asimismo permanente.
***********
Un europeísmo estéril
En consecuencia, partiendo de su Nueva historia, ¿la europeización es perjudicial para España?
– Para bien y para mal, España es europea con la misma naturalidad que Francia, Alemania o Inglaterra. Se “europeíza” desarrollando su propia cultura sobre bases en gran parte comunes con los demás. Pero desde hace mucho se ha entendido “europeizarse” como prescindir de la propia cultura e historia, consideradas como un “error” o una “enfermedad” en palabras de Ortega, Azaña y otros, que solo exponían abiertamente lo que muchos otros pensaban, si pensar es el término adecuado. Se trataba de promover al máximo nivel influencias exteriores con las que acabar de tapar la cultura propia y curar la “enfermedad”. Así lo entendían los regeneracionistas, así se entiende hoy con más ímpetu que nunca. Ya le dije que el franquismo fue un intento de crear una cultura autóctona, sobre nuestras mejores raíces. Por eso hoy todos los partidos son antifranquistas, porque son “europeístas” y entienden eso como un intento de mimetizarnos con lo que llaman “Europa” y que casualmente hoy busca a su vez cercenar las raíces de lo europeo. Por eso he escrito, precisamente Nueva historia de España o la introducción a la historia de Europa. Para examinar estas cuestiones, que nadie quiere examinar y tratar de aclararlas. Todo esto es muy nuevo en la historiografía y el ensayismo español.
Pero la preocupación por España y Europa es cualquier cosa menos nueva desde Ganivet por lo menos. Usted no puede negar esa corriente densísima.
–No la niego, ni que decir tiene. Pero encuentro en ella una desviación esencial: todos consideran la mejor y más creativa edad de España, aun admitiéndole muchos méritos, como una desviación o algo peor, en función de algo que podría haber sido mejor y que no existe más que en su imaginación, una imaginación, esa sí, desviada o enferma . Fíjese en Ganivet “El Siglo de Oro de las artes españolas, con ser tan admirable, es solo un asomo de lo que hubiera podido ser (…) Si la fatalidad histórica no nos hubiera puesto en la pendiente en que nos puso, lo mismo que la fuerza nacional se transformó en acción, hubiera podido mantenerse en nuestro territorio encerrada en nuestro territorio (…) y hacer de nuestra nación una Grecia cristiana”. Es decir, si España no se hubiera convertido en primera potencia europea y descubierto y conquistado medio mundo, habríamos sido… lo que a cualquiera de ellos se le hubiera ocurrido. Esto es poco más que simple estupidez. Y va ligado a un entusiasmo pueril por las comunidades de Castilla y similares. De ahí han salido todas estas enormes botaratadas de denigración de nuestra historia en virtud de arbitrarios juicios sobre lo que habría “debido ser”, según esas ilusiones pueriles.
¿Usted condena, entonces toda esa tradición intelectual que tiene más de un siglo?
– No la condeno, simplemente me parece irrisoria, en cierto modo muy paleta, en lo que se refiere a la historia de España y de Europa y a la relación entre ambas. Es preciso un enfoque no ya más equilibrado, sino más racional, sin arbitrariedades nebulosas como las que han predominado.
Pero también existe una corriente contraria, la que se inspira en Menéndez Pelayo, la que intentó el primer franquismo, y a usted no parece hacerle mucha gracia.
–Ninguna gracia, no me parece una alternativa. Se basa en la identificación de España con el catolicismo, una especie de integrismo a la manera musulmana o judía, que identifica la política y la religión como una misma cosa. En contra, por cierto, de lo que dijo Jesucristo y de otro modo San Pablo. Como he explicado en Nueva historia, España se conforma como comunidad cultural antes del cristianismo, aunque este le dé una nueva y más fuerte cohesión, pero dentro del Imperio romano. Y se conforma como entidad política por el designio justamente político de un arriano, al que sabotea un hijo católico, aunque el otro hijo, también católico, complete la tarea. Pero saltemos al pasado reciente, a la experiencia del franquismo. Franco creía en esa identificación de España y el catolicismo, aunque realmente su régimen fue muy poco integrista en la práctica, bastante liberal más bien. Y ya hemos visto el resultado.
Pero según usted, el balance del franquismo fue excelente
Fue mucho mejor de lo que dicen sus propios partidarios. Y por eso Franco tuvo que sentirse absolutamente desconcertado cuando desde el centro mismo de la Iglesia empezaron a sabotear su régimen y a promover los separatismos, incluso el separatismo terrorista, incluso el marxismo. Entre las divagaciones “regeneracionistas” y “europeístas” por una parte, y las pretensiones integristas por otra, es obvio que no vamos por buen camino. Y por todo ello el franquismo debe reestudiarse en profundidad. Fue, como dije, un intento en gran parte fructífero de reconcentrar las fuerzas espirituales y culturales de España, consiguió logros extraordinarios y derrotó a todos sus enemigos internos y externos… excepto al Vaticano cuando este se le puso en contra. Y aun así consiguió evitar un derrumbe que habría sido catastrófico, y orientar el país hacia una transición razonable, aunque casi inmediatamente saboteada a su vez. Hoy estamos de nuevo en el “europeísmo” regeneracionista, que desde luego no se puede combatir a base de integrismos y malas interpretaciones del franquismo. Es preciso algo nuevo, y en estos tres libros, Nueva historia, Europa y Los mitos del franquismo he tratado de reinterpretar todo esto, de modo que sirva de base para una nueva visión de lo que España puede ser y hacer en las condiciones del mundo de hoy, tan diferente en tantos aspectos de las del pasado, pero cuyos retos no pueden abordarse desde bases falsas o de la mentira hoy dominante acerca del pasado.
*************
Un premio.
“Acabo de leer sus memorias y reflexiones “sueltas”. Magnífico. Le sugiero un concurso entre sus lectores sobre cuál de esos recuerdos le ha parecido más interesante o más logrado…”. Lector
¿Más logrado en qué sentido? Según leo en las únicas dos opiniones que ha suscitado en los lectores en Amazon, uno valora el libro por su nostalgia y melancolía, y otro también lo valora muy alto, pese a atribuirme “incapacidad de persistencia pero reconociendo errores”, y de paso rechaza mis poemas como flojos y sobrantes. ¿Cuál sería el criterio? Y de paso, ¿cuál sería el premio del concurso? ¿Podía sugerirlo usted?
https://www.amazon.es/Adi%C3%B3s-tiempo-Recuerdos-sueltos-relatos-ebook/dp/B075L82G5B
*******
¿Por qué la muerte de Franco supuso el final de un régimen que había afrontado y vencido tantos retos históricos? ¿Y por qué no consiguió renovarse en las nuevas situaciones históricas creadas precisamente por él? En “Una hora con la Historia”: https://www.youtube.com/watch?v=qyAbrra2F3k




