Hitos en el golpe prolongado
El referéndum de 1976, que nadie quiere recordar, decidió por absoluta mayoría popular la democracia desde la legitimidad del franquismo. El franquismo significó, históricamente, la continuidad de España como unidad nacional y como sociedad occidental antisoviética, de libertad personal y cultura básicamente cristiana. Solo sobre estas bases legadas por el régimen de Franco sería posible una democracia real.
La democracia vino desde el franquismo y no podía ser de otro modo, pues la oposición a él nunca fue democrática. Sin embargo, muy pronto comenzó el socavamiento de ella, en la que cabe señalar varios hitos:
1.- El protagonismo otorgado desde muy pronto a socialistas (“cien años de honradez” del partido más corrupto de la historia de España) y a los separatistas, ocultando su historia, con la pretensión de que democracia equivalía a antifranquismo.
2.- La inclusión en la Constitución del término “nacionalidades” y de unas autonomías que podían profundizarse indefinidamente en contra de la declaración taxativa de la unidad nacional. Ya en su momento el desmán fue advertido por personas tan distintas como Julián Marías o el propio Torcuato Fernández Miranda, artífice del referéndum.
3.- La asunción de la “salida política” para la ETA, reconociendo implícitamente sus crímenes como una manera de hacer política, basada en su antifranquismo.
4.- La declaración de muerte de Montesquieu, es decir, de la independencia judicial, por el PSOE. La liquidación de esa independencia, bien decidida entonces, ha sido una política constante y progresiva del PSOE y los separatistas.
5.- La condena, por el PP, del alzamiento de julio de 1936, que permitió derrotar la alianza de sovietizantes y separatistas del Frente Popular. Este fue un hito radicalmente crucial, pues otorgaba de derecho a los separatistas , PSOE y comunistas, la legitimidad democrática que de facto les venía otorgando la UCD desde poco después del referéndum.
6.- El rescate de la ETA por el PSOE de Zapatero después de que, con Aznar y por primera vez, se hubiera prescindido de la “salida política” para tratar a los asesinos como tales. PSOE y ETA son ideológicamente partidos liberticidas hermanos.
7.- La ley de memoria histórica, de por sí totalitaria y que coronaba la condena del 18 de julio por el PP de Aznar. Esa ley deslegitimaba el referéndum del 76, la democracia salida de él, las libertades políticas y la monarquía. Lo que ha venido después ha sido solo un desarrollo de este hito, clave con la condena del 18 de julio.
8.- Unos nuevos estatutos de autonomía que profundizaban el proceso de disgregación nacional hasta dejar en residual la presencia del estado en varias regiones.
9.- Unas leyes “de género” antijurídicas e histerizantes que intentan llevar la “lucha de clases” marxista a lucha de sexos.
10.- El referéndum de secesión de los golpistas catalanes, que intentó frenar el discurso del rey, cuyas consecuencias fueron saboteadas por el gobierno del PP, integrándolo en el golpismo permanente, algunos de cuyos hitos hemos expuesto.
11.- Con el actual Doctor al mando, en un nuevo frente popular de totalitarios y separatistas, el golpismo se ha acelerado, como consecuencia de todo lo anterior, y de la colaboración del PP (horro de formación histórica e ideológica). El problema que se plantea no es de medidas parciales, sino general: recuperar la democracia, asegurar la unidad de España y meter en la cárcel a los golpistas. Es la gran tarea del momento, en la que es preciso acertar.
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El enamorado de la Osa Mayor
Quiero hacerte dos sugerencias: ¿por qué no intentas desarrollar tu idea de las generaciones intelectuales (cada quince años aproximadamente) en el franquismo y la democracia, tal como se ha hecho de las generaciones anteriores desde finales del siglo XIX? Sería muy sugestivo, también ver en qué generación incluirías tus obras. En segundo lugar, ¿por qué no explicas la relación entre tus novelas y El enamorado de la Osa Mayor” que tanto has alabado?
Qué gusto te da cargarme de trabajo… Yo doy la idea, pero para que la desarrollen otros, porque mi tiempo es limitado. Claro que me pregunto: ¿por qué no se ha aplicado el método de las generaciones al franquismo y posteriormente, como se hizo hasta la guerra. Es cierto que tiene mucho de arbitrario, pero no es absurdo creer, como decía Julián Marías, que cada cierto tiempo, pueden ser quince años, más o menos, hay una renovación o al menos un cambio de estilo o de espíritu en los medios culturales. Aunque cada escritor se salga por un registro u otro. También habría que ver las influencias extranjeras, que por ejemplo están claras en Cela, aunque él las calle. Y se necesitaría una crítica literaria o de pensamiento que vaya más allá de los gustos o los prejuicios ideológicos de cada crítico, cosa difícil.
En cuanto a la novela de Sergiusz Piasecki. Se la comenté hace tiempo a Aquilino Duque, y me dijo que el novelista Luis Berenguer la consideraba una de las mejores novelas del siglo, valoración en la que coincido, aunque Aquilino no ha llegado a leerla entera, dudo que le gustara tanto. A un amigo, Carlos Pla, no le ha gustado, no podía pasar de la cuarta página, a pesar de que su padre tenía mucho mejor criterio y la estimaba como Berenguer. He encontrado bastantes otras personas incapaces de apreciarla. Trata las aventuras al margen de la ley de contrabandistas entre Polonia y la Unión Soviética en los años 20, burlando a los guardias, bajo las provocaciones de los chivatos, las caídas y las intrigas de otros rivales. Esa incapacidad para apreciar ese tipo de acción se muestra en la propia novela, en el diálogo del protagonista con un antiguo compañero de andanzas y peligros por los bosques:
“¿No sientes nostalgia de la frontera? Piensa que ahora es la estación de oro, el oro se derrama por todos los senderos de la frontera (se refiere al otoño y las hojas caídas, también a las ganancias). Las noches son oscuras, negras, los muchachos andan bajo las estrellas y después descansan y se divierten bebiendo y cantando. Cada día hay algo nuevo, cada día sucede algo”. Hablé así largo rato y de pronto noté la mirada interrogadora de Pedro. Entonces callé, porque comprendí que él no sentía lo que yo. En cambio dijo:”¿Entonces tú, en serio…?. No lo hubiera creído. Por mi parte quiero quedarme aquí, en paz con los míos. ¿Qué tenía de interesante aquella mala vida que llevábamos?”.
Un tanto acostumbrado a la literatura algo enfermiza del siglo, con personajes retorcidos y en el fondo insignificantes, o una “crítica social” casi siempre impostada, o embrollos psicológicos mejor o peor tejidos, la novela de Piasecki me pareció un oasis en medio del desierto. Como dice el protagonista, Qué duro y arriesgado es el oficio del contrabandista. Pero (…) me atraen nuestros misteriosos viajes nocturnos (…) el juego con la muerte y el peligro. Me gustan los retornos a casa tras expediciones lejanas y arduas. Y después: el vodka, las canciones, el acordeón, las caras felices de los muchachos y de las muchachas… que nos quieren por nuestra audacia, por nuestra alegría. La historia tiene una derivación melancólica: un malentendido causado por el orgullo le aleja de la mujer de la que se ha enamorado; los odios y vilezas entre contrabandistas degeneran en bandidaje; los amigos van muriendo o alejándose y finalmente llega la completa soledad en los bosques, cuando su último compañero enloquece y trata de volver con su familia. A pesar de todo deja una profunda impresión de nostalgia. ¿En qué se parece a mis novelas? En nada preciso. Quizá en cierto estilo de los protagonistas.
Según veo, no es una novela de aventuras al uso, como La isla del tesoro, que suelen terminar bien. También “Gritos y golpes” puede entenderse como un relato de aventuras, y tampoco termina bien. Y los “perros verdes” pasan también una jornada de aventuras particulares, con un final raro, ambiguo, no sabe uno a qué carta quedarse.
Así pasa con la vida: no sabe uno a qué carta quedarse.
Me gustó más la primera, más redonda. Empieza con un hecho traumático que lleva al protagonista al borde de la locura, y termina con otra conmoción relacionada con aquel y que también sugiere algo parecido a la locura. Como periplo vital sería inverosímil, si lo hubieras situado fuera de una época tan turbulenta.
Hay alguna otra semejanza: en Sonaron gritos y en El enamorado, los protagonistas, sin ser criminales, prefieren igualmente vivir al margen de la ley, y la paz, con sus mil lazos, reglas y obligaciones, les resulta poco soportable…
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Crónica. La España zascandil
**Bien aprendiste la lección, macho alfa: / quedará siempre quien caiga / en el timo más sobao de la estampita.
**¿Te pintarás, neomacho /los labios, las uñas y los ojos / para dar en el morro a los machistas?
** Para políticos, voceras y plumillas / democracia es la mágica palabra/ que abre las puertas a sus bellaquerías.
**¿Nunca te habías fijado en el detalle? Algo bueno hubo de tener Franco, si le odian asesinos, ladrones y corruptos.
**La monarquía siente su origen / como un mal que le deslegitima / Pretende que se olvide: sueño alucinado.
**Aspiran los obispos / a que les perdonen / los herederos de sus exterminadores.
**Fueron unos liberales dogmáticos e ignaros o condenadores de la realidad histórica de España los que trajeron la república, contra otros liberales. Por su ignorancia se vieron arrastrados al y por el Frente Popular. Asustados, algunos se pretendieron una “tercera España”: la España de los zascandiles.
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*Sr. Moa, su soneto está mal hecho: Varios de sus versos tienen una sílaba de más. ¿Es a propósito?... L. C.
Me ha parecido que un dodecasílabo ocasional da mayor empaque al verso. No, realmente es que no me di cuenta, guiado por la sonoridad y tal.
Los gloriosos años 40 Una guerra sin igual: 164 – La División Azul devuelve la visita a Stalin – II / Ideología anglosajona – YouTube






