El año de Franco y del PSOE. O tiranía o nuevo régimen
**Caído el régimen del 78, se abre un período incierto, en que, o España involuciona a una tiranía más o menos a la venezolana, o se impone un nuevo régimen con una Constitución democrática que corrija los serios errores de la anterior. Sería el sexto régimen político desde la Restauración.
**El año 2025 puede (debería) ser el de Franco y del PSOE. El de la verdad histórica sobre uno y otro. Y la verdad, reivindicada sobre la farsa, debería poner fin a un PSOE históricamente enemigo de la libertad y de la integridad nacional de España.
**El arma mejor contra el PSOE es la verdad histórica. Por eso han impuesto leyes para impedirla
**A los principios esenciales de unidad nacional y democracia que defiende VOX habría que añadir la neutralidad de España en la guerra europea que planean las oligarquías de la UE.
**La posición histórica y geopolítica de España es muy particular, y aunque VOX entre en los movimientos europeos contra la degeneración antidemocrática, woke, lgtbi y belicista en Europa y en Usa, y colabore con ellos, creo que debería mantener una clara independencia: Trump es un nacionalista o imperialista useño, y sus intereses de fondo no coinciden con los de España, algo que debe tenerse en cuenta.
**Alice Weidel está políticamente muy bien, pero no me parece que sus inclinaciones o costumbres familiares sean para airearlas como un mérito. Los niños no son mascotas, y su primer derecho es a un padre y una madre reales
**No es ninguna paradoja que las feministas simpaticen tanto con el islam: lo que odian y desprecian es ante todo la condición femenina, no al varón, como parece.
**Hay una derecha que no distingue entre Dios y el César, y que se cree predilecta de Dios, aunque Dios no parece muy convencido de ello.
*******************************************
O. Jayam: El yo y el cuerpo
Los términos “yo”, “persona”, también “alma” o “psique” o “consciencia”, vienen a ser sinónimos en este comentario. En cambio rechazamos la noción de individuo, es decir “indivisible” o “átomo” de la sociedad, usado mucho más generalmente. Al igual que el átomo de Demócrito no existe, ya que de existir daría lugar en la naturaleza a una simple acumulación gigantesca de materia homogénea y el así llamado es compuesto y divisible, algo semejante ocurre con la noción de individuo como supuesto elemento constitutivo de la sociedad. Cada “individuo” es un mundo muy complejo, y las no menos complejas relaciones entre ellos dan lugar a fenómenos muy variados en el momento y en tiempo.
La imposibilidad del concepto se aprecia ya en la relación entre el yo y el cuerpo. Con un materialismo al estilo de La Mettrie, podríamos reducir el alma al cuerpo, teniendo a la primera por un fantasma ilusorio que desaparecerá al morir el cuerpo. Sin embargo, dentro de los rasgos comunes que hace humano a un cuerpo, existe una enorme diversidad de tipos, y así ocurre con el “fantasma”. Hay, además, una relación doble entre el yo y el cuerpo. El yo se declara propietario, por tanto distinto, del cuerpo y de cada parte de él, y así dice “mi cabeza”, “mi mano”, etc. Sin embargo podríamos invertir la propiedad: el cuerpo, que funciona internamente al margen del yo, de la consciencia, sería el amo del yo, al que obliga a realizar mil acciones para satisfacer sus exigencias, empezando por las de nutrición y reproducción. Además, el cuerpo marca límites, elásticos pero insuperables, al poder del yo.
Aun aceptando esos límites y esa interdependencia, la relación entre el yo y el cuerpo nunca llega a ser del todo armónica o satisfactoria. El malestar personal en la cultura, en la sociedad, puede extenderse al cuerpo: el yo puede sentirse incómodo o desdichado en su cuerpo, puede llegar a odiarlo y hasta a destruirlo destruyéndose a sí mismo en el suicidio. Y puede maltratarlo, consciente o inconscientemente, con hábitos o consumos perjudiciales. A su vez, el cuerpo, por maltrato o por enfermedad o malformación, puede volverse un martirio doloroso para el yo.
No solo la relación entre el cuerpo y la persona hace imposible identificar más que parcialmente a uno con la otra sino que, pasando a la propia persona, al propio yo, encontramos algo muy diferente de un “individuo”. En el yo, la psique, percibimos varios estratos, por así llamarlos, que parecen guardar cierta analogía con el mundo en que se desenvuelve: subsuelo, superficie y cielo o éter. La observación más elemental nos presenta además la gran diversidad de yoes y por tanto de su composición, en la que no solo entran las actitudes conscientes, sino otras oscuras, instintivas, o las que dan lugar a las actividades que suelen considerarse superiores, tales el pensamiento, el arte o la ciencia, cuyas aspiraciones encuentra Jayam ilusorias. Y observamos también los “demonios internos, en otros y en nosotros mismos, impulsos oscuros al crimen o al sacrificio, a odios o amores incontrolables, etc. Más en general, lo característico del yo en relación con el mundo se expresa en deseos y aspiraciones. Pero los deseos son multiplicables indefinidamente y a la vez contradictorios, lo que obliga al yo a elegir entre ellos, con riesgo de equivocarse, ya que su capacidad de previsión es limitada; y hace de la frustración una presencia permanente en la vida.
Estas observaciones sumarias indican que el término “individuo” aplicado al yo sea un absurdo, del que nos ofrecen una especie de fotografía. Pero si aplicamos el tiempo a la fotografía, el resultado es la irreductible peripecia vital de cada yo. Una vez arrojada a la vida, a cada persona le espera una andanza vital cuyos pormenores y pormayores no pueden prever ni ella ni su entorno más que muy parcialmente o incluso nada en absoluto. Cada uno llega al mundo con unas dotes o cualidades particulares que no ha elegido, producto de azares irreductibles, y con las que ha de desenvolverse, al modo del reparto en los juegos de cartas. En las incidencias que le esperan se mezclan de modo inextricable esas capacidades (fuerzas de voluntad, de sentimiento, de razón o inteligencia, incluso físicas en proporciones uy diversas), pero los azares no desaparecen al entrar en el mundo, sino que permanecen presentes. Y lo que complica más aún la andanza vital es la limitada capacidad del yo para prever las consecuencias de las decisiones y actos que sin embargo realiza obligatoriamente.
La peripecia vital se apoya en un fundamental impulso de supervivencia, que viene dado al yo, y que le lleva a esforzarse o luchar continuamente frente a la naturaleza y a la sociedad, a superar o intentar superar frustraciones y fatalidades, aunque ese esfuerzo termine en la muerte por lo común no deseada. Añadamos que la evidente distinción entre la persona y su cuerpo alimenta la idea y deseo persistente de que el yo, el alma, sobreviva a la muerte física.
***********************************
Una hora con la Historia: 345 – Peligros e intrigras de la transición | Ante el año de Franco – YouTube
**************************************
Reconquista y nueva era.
**La Reconquista fue posible por la previa existencia del reino hispanogodo. Y a su vez hizo posible el cruce del Atlántico y el Pacífico por barcos españoles, inaugurando en la historia humana una nueva era que terminaría con la SGM:
**No hay progre que no odie la Reconquista y que deje de ensalzar a Al Ándalus. Aunque casi ninguno hable árabe. Ni es casual que quienes fomentan la inmigración ilegal masiva, protegen a Marruecos y odian a España, detesten la Reconquista y hasta prohíban su nombre… ¡por motivos “científicos”!
**La Reconquista no solo enfrentó a cristianos contra musulmanes, ese fue el aspecto religioso; pero políticamente enfrentó a España contra Al Ándalus. Son dos facetas que no deben confundirse como a veces se hace. Cristiana era toda Europa occidental pero la Reconquista fue un fenómeno netamente español.
**En el aspecto religioso, la Reconquista terminó con la toma de Granada; en el político, con la reincorporación de Navarra.
**Para la Iglesia era esencial la expulsión del islam y recristianización de la península, pero la reunificación política lo era bastante menos. La secesión de Portugal debió bastante a Roma.
**Un aspecto poco atendido de la Reconquista fue la influencia francoborgoñona, que en parte la enriqueció y en parte la distorsionó.
**En todas las sociedades pugnan tendencias integradoras y disgregadoras, que en la Reconquista alternaron repetidamente. Que triunfara mayoritariamente la integradora se debió a la memoria e influjo del reino hispanogodo. Sin él no habría habido España, sino Al Ándalus o taifas cristianas.
**********************************