Personajes literarios / Vindicación de Franco / Sois flojos, no valéis.

Ucrania, Israel y España: 361 – Ucrania, Israel y España | Política de burdel

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Personajes literarios

Una novela o drama expone las peripecias de algún o algunos personajes por medio de tramas y escenas. Su valor depende fundamentalmente de la fuerza y agudeza con que dibujan los personajes como encarnaciones de la condición humana.  Condición compleja, a menudo contradictoria y misteriosa en el fondo. Podemos decir que una novela o drama tienen mucho o poco valor en la medida en que consiguen penetrar y reflejar  esa condición en los personajes, alejándose de convencionalismos sociales o ideológicos.

Lo percibimos bien comparando la literatura de la España hegemónica  con la posterior. Maeztu destacaba las figuras de Don Quijote, Don Juan y la Celestina. Claro que Don Quijote no debe separarse de Sancho, la Celestina es también Melibea y últimamente el padre de esta, y Don Juan como personaje infernal (doblemente infernal, diríamos). Pero no les son muy inferiores otros, como Lázaro de Tormes o, en un género opuesto Guzmán de Alfarache (identificar a ambos como picaresca parece excesivo)… Personajes por así decir eternos.

Creo que la literatura española posterior no ha producido, ni de lejos, personajes de talla semejante. Tampoco en la “edad de plata” así llamada  por Mainer, sin por ello descalificarla: tiene su mérito, aunque no llegue a la de “oro”. Recientemente ha estallado una polémica (mínima)  en torno a la calidad de las abundantísimas letras españolas actuales. Yo creo que  es una calidad muy baja, sin penetración ni  originalidad, vacíos que se encubren a medias con tramas entretenidas y sucesos chocantes. Las causas de este descenso deberían despertar interés, pero no lo despiertan.

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Vindicación de Franco

1. ¿Por qué debemos vindicar a Franco? Ante todo, porque él representa la continuidad histórica de la nación española tras derrotar a sovietizantes y separatistas. Sin esa continuidad, volverá el caos de la república y del frente popular, como amenaza volver ahora. Incluso una nueva guerra civil.

2. En segundo lugar, porque supo mantener a España al margen de la guerra mundial, y siempre independiente. Un mérito especialmente actual cuando las oligarquías OTAN-UE planean una nueva gran guerra europea

3. En tercer lugar porque supo hacer frente a las asechanzas de los triunfadores en la guerra mundial para imponer al país un régimen tutelado, y derrotó un aislamiento criminal  combinado con el maquis, diseñado para hambrear al país

4. En cuarto lugar y resumen, porque reconstruyó un país destrozado no solo económica sino también moral y anímicamente, y lo hizo apto para una convivencia en paz y libertad, para una democracia no convulsa, que nuevamente está arruinando el antifranquismo PPSOES (“s” final de separatistas)

5. Hay una quinta razón para vindicar a Franco: sus enemigos PPSOES (“s” final de separatistas) son los partidos más corruptos, antinacionales y antidemocráticos. Y eso es precisamente lo que les hace odiar la memoria de Franco.

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“Sois flojos, no valéis…”

“Permanecería en Rusia la décima parte de la División. Lo explicaron sin florituras: “Dispuestos a morir sin otro premio que la gloria”. No dijeron “la guerra está perdida”, pero se dejaba entender. Unos pocos dieron un paso al frente, Paco entre ellos. “¿Tú te vuelves a España?”, me preguntó. Dudé. Los que aceptaban quedar nos causaban a los que retornábamos una aguda incomodidad moral, como si nos dijeran: “Sois flojos, no valéis lo bastante”. Yo era consciente precisamente de eso, de que ya no estaba a la altura. “No podría seguir aquí, qué le vamos a hacer — y le pinché– ¿No eras tú el más crítico con los alemanes, por cómo trataban a la gente y por su intención de adueñarse de Rusia?”. “¿Y qué? Ya no podrán hacer nada de eso. Han perdido la guerra. Así que me quedo. Han sido buenos camaradas y si ellos caen, los rojos llegarán hasta España. Prefiero no tener que verlo”. Yo sabía que su explicación era falsa. O mejor dicho, que no era la única. “Berto –añadió–, yo no sé qué decirte. No sabes cuánto me tortura el daño que hice a Iliena, a ti y a Irina. Es una culpa insoportable, está acabando conmigo”. “Lo hecho, hecho está –le repliqué– y tú lo decías: nadie es completamente dueño de sí mismo”. “Sí, el destino. Confiaba en él, pero se trenza con demasiadas sogas. Verdaderamente he sido un estúpido toda mi vida”. Mi ánimo no estaba mucho mejor que el suyo. El oficial dio orden de formar a los que había aceptado su reto, seis o siete, menos de un pelotón. Cargados con los pesados arreos militares, cubierta media cara con el pasamontañas, componían una estampa entre heroica y patética. El pequeño grupo partió, tratando de mantener el equilibrio sobre la carretera helada. Los contemplamos alejarse y disminuir de tamaño en la distancia. Al fondo, el camino torcía entre los abedules deshojados,y los hombres se perdieron de vista”. En Sonaron gritos y golpes a la puerta.

Sonaron Gritos Y Golpes A La Puerta (Ficción Bolsillo)

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