PSOE (XI) 1917 (b): ¿Una revolución para entrar en la guerra europea?

Una hora con la Historia: El Cid, ¿héroe o mercenario? https://www.youtube.com/watch?v=v465-dv-HTI

Si junio de 1917 fue el mes de las Juntas de Defensa, y julio el de la Asamblea de Parlamentarios, en agosto el país crujió con una gran huelga revolucionaria organizada por socialistas, anarquistas y republicanos. Los organizadores contaban con la pasividad benévola de otros sectores y confiaban, por diversos contactos con las juntas, en la adhesión o al menos la neutralidad del socavado ejército. Desde marzo, socialistas y anarquistas promovían huelgas y acumulaban armas. El PSOE coordinaba el movimiento pero, creyendo prematura una revolución proletaria, aceptaba la primacía provisional de una república burguesa,  al modo de la revolución rusa de pocos meses antes, más tarde desbordada por los bolcheviques.

Los jefes socialistas querían aguardar, “nos oponíamos tenazmente a declarar el movimiento sin preparación”, explicará Largo Caballero, dirigente de la UGT, en sus memorias. Pero el ambiente les arrastraba: “Existía gran efervescencia política en España. Se habían constituido las Juntas Militares de Defensa; se anunciaba la asamblea de Diputados en Barcelona para fecha muy próxima; las Agrupaciones socialistas y Sociedades obreras se impacientaban: querían ir al movimiento revolucionario” Anarquistas y republicanos hervían por entrar en acción. Marcelino Domingo, republicano, aseguró a los ferroviarios que la asamblea de diputados sería la señal para la huelga revolucionaria, y los obreros pararon los trenes de Levante. La empresa despidió a varios agitadores y la dirección de UGT, alarmada,  trató de zanjar el prematuro conflicto. Pero un dirigente socialista, Anguiano, y los ferroviarios amenazaron con huelga general si no eran readmitidos los expulsados. “Preguntado Anguiano por qué habían tomado semejante acuerdo, contestó que estaba seguro de que el Gobierno se apresuraría a buscar la solución antes de que expirara el plazo legal. Las ejecutivas opinaban lo contrario, temiendo que el Gobierno aprovechase la circunstancia para infligir una derrota a la clase obrera”.

El temor de las ejecutivas resultó justificado, y Dato volvió a acreditar su hábil firmeza, como ante la asamblea de diputados. Dato era el principal valedor, por otra parte, de reformas sociales desde el gobierno, con las que pensaba integrar a los elementos moderados del obrerismo y frenar a los extremistas, como  había hecho Bismarck en Alemania. Alertado por los indicios externos, o tal vez conocedor por confidencias, de los planes secretos de los revolucionarios, prohibió la readmisión de los despedidos. Se dijo después que había forzado adrede la revuelta, antes de que estuviese bien preparada. Si fue así, habría demostrado buena información y sangre fría ante el evidente riesgo del momento. Los dirigentes revolucionarios presentaron después los hechos como una provocación del gobierno contra una huelga pacífica. En realidad, la  huelga fue planteada con carácter netamente revolucionario, y de haber estallado bien preparada habría resultado mucho más sangrienta y conducido a una guerra civil.

Los ferroviarios lanzaron la huelga general y fueron inútiles los esfuerzos disuasorios de la ejecutiva socialista, que hubo de cargar “con la responsabilidad de un movimiento que ninguno queríamos” en aquel momento. Una comisión revolucionaria improvisada, con Largo, Besteiro, Anguiano y Saborit, declaró la huelga indefinida en pro de unas Cortes constituyentes y un cambio de régimen “para la salvación de la dignidad, del decoro y de la vida nacionales”. Los obreros renuentes debían ser forzados a parar y las ciudades quedar desabastecidas. Por titubeos causados por la impreparación de la lucha, o porque esperaban ayudas militares, las instrucciones decían: “Solo en el caso de que la actitud de la fuerza armada fuese manifiestamente hostil al pueblo, deberán adoptarse las medidas de legítima defensa”.

La huelga empezó el 3 de agosto. Hubo choques sangrientos en Barcelona, Madrid, Asturias, Bilbao y otros lugares, se multiplicaron los sabotajes, y un descasrrilamiento provocado causó numerosos muertos y heridos en Bilbao. Los militares, contra  lo esperado por los rebeldes, se pusieron al lado de la legalidad. Suele afirmarse que la represión fue muy dura, y se destacan frases truculentas de algún general, pero los datos indican otra cosa. Oficialmente hubo 80 muertos y 150 heridos, menos que en la Semana Trágica barcelonesa, y Dato subrayó en el Congreso, sin ser desmentido, que el ejército sufrió  más bajas que los revolucionarios.

No está claro por qué los revueltos militares defendieron entonces el orden, haciendo fracasar la intentona. Quizá porque sus fines, bajo frases regeneracionistas, eran puramente corporativos. Alcalá-Zamora apunta otra causa de mayor interés: “Mi impresión, confirmada por cuanto después he oído a los caudillos socialistas, es que en aquella huelga entró solo como pretexto el problema social. En el fondo de aquellas oscuras aguas hubo un movimiento intervencionista (en la guerra europea). Precisamente por eso no  prevaleció; porque contra sus esperanzas de coincidir con la otra agitación simultánea del ejército, este, que presintió la tendencia, combatió la huelga y ayudó a vencerla a un gobierno al que volvería a mirar con desdeñosa hostilidad tan pronto como pasó aquel peligro”. Muchos, en efecto, creyeron que el objetivo oculto de la revolución era arrastrar a España a la Gran Guerra, deseada por pocos militares y, desde luego, por muy poca gente en general. Pues  la impresión prevaleciente es que en ella no se perdía nada a España, ni gustaba la perspectiva de servir de carne de cañón para intereses ajenos y nunca respetuosos con el propio país.

Para entender el contexto debe recordarse que, aunque el PSOE se proclamaba por las buenas representante de los obreros, la gran  mayoría de ellos no parecía estar de acuerdo, de modo que el “purismo” obrerista del comienzo había ido dando paso a una táctica más híbrida de alianza con los burgueses republicanos. Los cuales, después de la desastrosa experiencia de la I República y estar próximos a desintegrarse, iban recobrándose, sobre todo en Barcelona, de la mano de Lerroux. Esta alianza socialista-burguesa permitiría al PSOE tomar vuelo. Iglesias, Largo Caballero y García Ormaechea eran ya concejales por Madrid desde 1905, y el primero de ellos lograba el primer escaño parlamentario del PSOE en 1910, poco después de la Semana Trágica de Barcelona, en la que había llamado a la huelga general (sin éxito). Entre republicanos y  socialistas alcanzaron en 1914 los  34 escaños  (sobre 408), aunque los socialistas propiamente nunca pasaron de siete. Seguía siendo un partido con pocos miles de afiliados, pero su influencia aumentaba considerablemente porque su sindicato, la UGT,  pasaba de los 100.000 en 1917, lo que ya suponía una fuerza considerable.

En segundo lugar, la necesidad de reunir el máximo de fuerzas con vistas al derrocamiento de la monarquía empujó al PSOE a entablar negociaciones con la anarquista CNT,  con la que, a lo largo de los años, mantendría una rivalidad intensa y a veces sangrienta, ya que también los cenetistas decían representar a los trabajadores y consideraban a los socialistas y su dictadura del proletariado  una variante de la opresión ancestral sobre los pueblos.  Los anarquistas participarían, en efecto, en la intentona revolucionaria, pero con menor protagonismo que el PSOE-UGT.

Por otra parte, la política socialista varió significativamente en los meses previos a la rebelión. Primariamente  se trataba de “una transformación completa de la estructura económica y política del país”, es decir, la toma del poder por “el proletariado”, o sea por el propio PSOE. Creían muy propicia la situación general porque, decía Besteiro. “En el proletariado hay ya una conciencia revolucionaria”. Besteiro era por entonces muy exaltado y se proclamaba “profesional del proletariado revolucionario”, aunque él tenía muy poco de obrero. Sin embargo, en el seno del partido había otras ideas, que se impusieron pronto. Según la doctrina marxista, solo en los países ya muy industrializados,  como Alemania, Francia, Inglaterra o Usa podría aplicarse una revolución socialista, pero en España era precisa una fase en la que  el papel del partido “proletario” consistiría en colaborar con los republicanos, empujarlos a tomar el poder para que  realizaran las reformas conducentes al socialismo en una segunda fase. Con esa  escolástica rompió Lenin (a quien faltaban varios meses para llevar a cabo su revolución): utilizando teorías liberales sobre la internacionalización del capital, que supuestamente impediría nuevas guerras, Lenin afirmó que esa internacionalización creaba una “cadena imperialista” susceptible de romperse por su  eslabón más débil, que resultaría ser Rusia. Pero la idea no se les ocurría a los marxistas del PSOE, los cuales se lanzaron a la gran huelga con idea de entregar el poder a los republicanos radicales.

Finalmente tiene mucho interés el dato de que esa visión revolucionaria coincidiera con los intereses francoingleses, muy deseosos de arrastrar a España a la guerra.  Como vimos, tanto el PSOE como los republicanos eran muy probelicistas, y hay pocas dudas de que todo iba junto y mezclado. La revolución de febrero (o marzo) en Rusia, había tenido vasta repercusión internacional y desde luego había animado e inspirado a los enemigos de la Restauración en España. El zarismo había sido derrocado, y lo mismo debía ocurrir con la monarquía española, pese a ser esta muchísimo más liberal que la rusa (El zar Nicolás II se había mantenido fiel a Francia e Inglaterra por un equivocado sentido del honor, contra los intereses rusos y al final contra los suyos personales: le sería rechazado el asilo en los dos países,  lo que abocaría a su asesinato y el de toda su familia por los  bolcheviques). La revolución rusa no interrumpió la colaboración con los Aliados, cosa que el PSOE vio con gran simpatía. Cuando la revolución comunista cambió drásticamente la política rusa, el PSOE lo vio como una traición o poco menos. Paradójicamente, sería esa colaboración con los Aliados lo que llevaría a la revolución bolchevique.

    La historia habitual de la huelga revolucionaria de 1917 en España pasa casi siempre por alto esta faceta del asunto. Que es posiblemente la más explicativa. 

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P. Los personajes de la república… es un libro que ud mismo suele mencionar poco o nada. ¿A qué se debe?

–Es el segundo, y en realidad el primer tomo de la trilogía sobre la república y la guerra. El segundo (primero publicado), es Los orígenes de la Guerra Civil. Lo menciono poco porque posteriormente he publicado otros muchos, pero es uno de los que considero mejores. Entre otras cosas porque introduce una metodología nueva en España y posiblemente fuera: se trata de contrastar las memorias y explicaciones de los principales protagonistas entre ellos y con los datos reales conocidos. Es algo extremadamente revelador. El método tiene el mayor interés, a mi juicio, porque el historiador tiende a menudo incluso de modo inconsciente, a suplantar a los verdaderos protagonistas interpretándolos de acuerdo con sus propio prejuicios o intereses ideológicos. Pero una ventaja de la historia desde hace mucho tiempo, es que los protagonistas suelen dejar sus memorias y otros documentos.

P. Pero es bien sabido que los políticos y no solo ellos, mienten mucho en sus memorias.

–Unos más que otros, pero aquí lo importante es ver cómo juzgan los mismos hechos unos y otros, cómo se contradicen entre sí y a menudo a sí mismos. Porque es verdad que casi todas las memorias son justificativas, pero de todos modos, cuando uno escribe sobre sí mismo dice siempre más de lo que él supone, por mucho que trate de ocultar o modificar a posteriori sus puntos de vista. Es un ejercicio por otra parte apasionante. En todos los libros utilizo en mayor o menor medida el método, pero en este es la investigación misma. Lo que permite vislumbrar algo que en los libros corrientes de historia apenas aparece o no aparece en absoluto: el personaje detrás de sus hechos, y sus juicios a posteriori comparados con los que podía haber hecho y hacía (la prensa es esencial en esto) en el momento mismo de la acción….

 

 

 

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34 Respuestas a PSOE (XI) 1917 (b): ¿Una revolución para entrar en la guerra europea?

  1. Pío Moa dice:

    Puede que algunos entiendan las alusiones:

     

        La voz le salió aflautada y gallosa.

     

    –¡Condones!

     

        Carraspeó, nervioso, y repitió con más fuerza:

     

    –¡Condones!

     

       Fue como si a  cuantos llenaban a rebosar el salón de actos se les hubiera alargado el cuello en un impulso súbito. Cientos de ojos se clavaron en Crevillente, el cual, desde el escenario, respondió con una mirada complacida. A su lafo, Arturo Tinajas, lumbrera intelectual a quien los envidiosos motejaban de oficialista y vendido, y los demás de espíritu valeroso e independiente; hombre que, por motivos estrictamente filosóficos, concordaba habitual e incluso sistemáticamente con las posiciones del gobernante Partido de la Ética Honrada. Tinajas iba a disertar  sobre el futuro europeo visto desde el ángulo de la filosofía. Asistían a su conferencia varios dirigentes políticos cuya cultura y afición  al pensamiento hondo y progresista eran notorias, incluyendo ministros y embajadores, aparte del Gejotaerre. Una densa bandada de periodistas y fotógrafos cubría el acto.

     

       “Una jornada histórica”, musitó Crevillente. La expectación creada por sus primeras palabras disipó su nerviosismo con más efectividad que la coca y las copitas de dulce licor de bellota –le encantaba—con que se había preparado, y ahora pasaba la vista con majestuosa autoridad sobre el auditorio, hasta sobre la primera fila de butacas, ocupada por las personalidades. Había organizado cuidadosamente la puesta en escena. Desde que la gente empezó a acomodarse había estado sonando la Sinfonía Heroica de Beethoven, subiendo gradualmente su volumen hasta atronar en el momento en que los dignatarios se arrellanaban en sus sitios. Momento aprovechado por Crevillente para entrar en el escenario, conduciendo del codo al conferenciante cuya presentación debía hacer. Los abultados vendajes subabdominales dotaban a Crevillente de una silueta extravagante, como de un niño anormalmente grandes y deforme, en pañales y le forzaban  a andar como un jinete resuelto a ignorar la ausencia de su caballo. Tal estampo no dejó de provocar comentarios. “¿Será de tanto hacerse pajas?”, reflexionó la ministra de Defensa, conocida por sus aficiones masturbatorias.

     

       La música se había interrumpido bruscamente  casi sobrenaturalmente, cuando el secretario, con elegante ademán,  había atraído a sus labios un vaso de agua. Crevillente consideraba que semejantes efectos especiales tenían que causar inmejorable impresión en los dignatarios. “Cultivar, dominar las técnicas de imagen” era su lema. “¡Vivimos en la era de la imagen!”.

     

    –Ahora y siempre, ¡condones!

     

       Hizo una nueva pausa y volvió a recrearse  en su poder sobre el aturdido público. Con su voz estridente, aunque ya segura, prosiguió:

     

      –¡Pues no se oponían los reaccionarios de siempre, los que por modo perenne se han alzado contra cuanto significase cultura, emancipación, bienestar, esas bien conocidas cohortes, tristemente conocidas, a los condones que, amén de salvar vidas humanas, tanto aportan a la batalla permanente contra las rémoras y por la cultura! Mas nada han valido trucos y artimañas. ¡El condón es nuestro salvador! Nuestros ministros y nuestras ministras han sabido, con valor y ludicez, mantenerse en sus trece. Porque cuando está en juego la profilaxis, no caben claudicaciones. Y se preguntarán ustedes: ¿a qué viene este prólogo a una conferencia filosófica acerca de Europa y su noble futuro, que nos ofrece el doctor Tinajas, una de las primeras autoridades intelectuales de España y me atrevería a decir que de parte del extranjero, incluso de Europa entera?

     

        El insigne intelectual sonrió modestamente y esbozó un encantador gesto –casi todo el mundo, aunque por desgracia no todo,  concordaba en que era un hombre encantador–, como si espantase una mosca.

     

       –Pues viene, excelentísimos señores, excelentísimas señoras, damas y caballero, viene a algo que, estoy seguro, la mente despejada de Arturito Tinajas habrá captado al vuelo: ¡Es que los que se oponían a la opción de modernidad que es Europa, se oponían también a la apoteosis del preservativo, enarbolando las viejas y sucias n banderas ya barridas por la marcha de la historia!

     

       Del público surgió un grito entusiasta: “¡Dales caña, Crevi, dales caña!”

     

    –…Un paralelismo, pues. Europa significa lo bueno. ¿Podemos imaginarnos siquiera fuera de Europa?, y… y lo bonito y barato. Más artículos de consumo y más baratos. ¡Como el condón! He aquí el inicio de una tecnología de punta que salvará a miles de víctimas del sida, las purgaciones, la sífilis, la blenorragia, la gonorrea… ¡Oh prodigioso instrumento  que abre un mundo nuevo! ¡Y hay que ver, señores, la insensibilidad, la dureza de corazón de esos que demuestran no tener entrañas, cuando en tanta gente ha hundido sus garras el sida! ¡Pues como en Europa! Existe incluso una proposición, no voy a pelear aquí por la autoría, nada de rivalidades extemporáneas que enturbiarían el ambiente de unidad… Pero existe y hay que decirlo: que se incluya en el escudo de Europa un condón  y una píldora anticonceptiva, bien sea en el centro de círculo de estrellas, bien sea coronando, por así decir, cada estrella o cubriendo una de sus puntas… Son alternativas que ya debatirán los expertos heraldistas y vexilólogos. Porque el condón encierra una profunda filosofía de progreso y emancipación, que no debe echarse en saco roto… Y en esto, permítaseme anticiparlo, se da  congruencia con el profundo discurso que sin duda nos deparará nuestro gran Arturito… La filosofía que subyace en las hábiles campañas de nuestros dirigentes políticos, equiparables a las campañas de alfabetización y vacunación si bien, me atrevo a pronosticarlo, con efectos incluso más salutíferos y progresistas. Y replicando a aviesos ataques retrógrados, como ya dijo la ministra del ramo, esto del condón es un tema de cultura, de auténtica cultura, de elevada cultura. Y digo yo: ¡pues como en Europa, coño! Habría que estar ciego para no verlo.

     

        La leve sonrisa de Tinajas podía disimular turbación o manifestar conformidad. En la primera fila, el Gejotaerre alternaba fruncimientos de ceño con rápidos cambios de impresiones, en murmullos, con algún ministro o embajador.

     

    –…Y Europa lo es todo para nosotros. Pues no hay que olvidar que gracias al bikini que, por supuesto, venía de Europa, fue posible en España salir de la dictadura. ¡Otro punto de inflexión histórica! Y yo pregunto, ¿se da cuenta la ciudadanía de todas estas cosas? Por no hablar de la minifalda, de la explosión laica de los cuerpos en las playas, del último tango en París, del famoso estritís barcelonés o el reciclaje de antiguas congregantes de María, que irrumpían valerosamente aplastando el atraso y la miseria. Eso nos exportó Europa, como ahora el condón con motivo del sida. ¿Habríamos llegado a la democracia por nuestra cuenta? ¡Seamos realistas! Somos un poco brutos todavía los ciudadanos den Estado español…

     

       El Gejotaerre, inquieto, cortó, bien audible: “A mí que no me identifiquen con estas últimas palabras. Los ciudadanos del Estado español no somos brutos! Que luego los periodistas, y lo digo sin acritud,  con espíritu de cordialidad, ponen en mi boca palabras…”

     

    –¡Ah…! Me expresado inadecuadamente, me temo. Quería yo indicar que si no es por el preservativo, nuestro partido del bikini, digo de la minifalda y los cuerpos explosivos y laicos por las playas… vamos, que Europa y sus condones… –Crevillente se aturrullaba—Por modo natural, si no espabilamos perdemos… como con la revolución industrial, si recuerdan ustedes, y toda la cuestión aquella de la modernidad, y todo eso, que, como siempre ¡llegó aquí tarde, demasiado tarde, cuando ya maldita la falta que nos hacía…! Y ahora… pues que no pase lo mismo con los preservativos…, y como siempre, la cultura y… y…

     

       “¡Ah. Sí! ¡Permítaseme! Permítaseme exponer una crítica. Crítica constructiva, bien entendido, con lo de la cultura. Y es esto: a mi juicio no se ha reparado en que la cultura es cosa ardua: estudios, dedicación, coherencia ¡y sobre todo ejemplo! ¡Hay que dar ejemplo! ¡Los que mandan! Concédaseme licencia  para mencionar aquí, de pasada, que en el Ateneo hemos elaborado un proyecto que me atrevería a calificar de avanzado, de revolucionario incluso, en estos terrenos… Lo señalo como primicia, de pasada, un proyecto que pide apoyo, esponsoreo… Pero ya lo trataremos luego, quizá al terminar este trascendental acto. Con todo el respeto, excelentísimas señores, excelentísimos señores,  hombre y mujeres, mujeres y hombres, ustedes no se han percatado aun plenamente de que vivimos en la era de la imagen y, o nos adaptamos o palmamos. ¿Y cómo nuestras autoridades  han olvidado dar ejemplo, utilizando para ella el poderoso instrumento de la pequeña pantalla? Con lo del condón, me refiero, cuando se trata de  algo tan difícil como la cultura? ¿Por qué ese mísero recurso a muñequitos sodomitas y alusiones, como si la vida de los seres humanos, el progreso, esas cosas, no demandaran actitudes firmes y decididas? ¿Qué pasaría, si los señores excelentísimos ministros y las excelentísimas ministras, el Gejotaerre, dejándose de remilgos de señorita beata, salieran en televisión a explicar sus experiencias sexuales, que tan fructífera y provechosas serán para todo el mundo… ¡Con audacia, insisto! ¡Sin falsos pudores! Explicando cómo gracias a la tecnología condónica se habían librado del sida, la blenorragia, los picores… Cómo se salvaron de innúmeros embarazos no deseados… ¡Fuera mojigaterías, señoras y señores! Y si las autoridades dichas entrasen en acción ante la cámara, l´dicamente, poniéndotelo-poniéndoselo con elegancia, para que las gentes atrasadas… ¡Que quedan muchas, damas y caballeros, no hay que pecar de triunfalismo, que todo el país no es como la distinguida concurrencia aquí reunida!… En fin, hay que explicar con detalle y ejemplo la puesta del condón, porque sin ejemplo, la gente no acaba de creérselo… En fin, ¿se dan ustedes cuenta de lo que supondría su ejemplo vivo y actuante? ¿Lo que supondría para salvar vidas y emancipar a las masas? ¡Qué altura moral! ¡Qué consecuencia en la actitud! ¡Qué ética! ¡Qué donosura y despiporre y qué belleza de formas! ¿No superaríamos así, de una tacada, siglos de atraso? ¿No nos haríamos más europeos? Considérenlo, se lo ruego. Porque lo avanzado siempre choca al principio, pero después se vuelve natural ¡La utopía debe guiarnos, como siempre!

     

        “Y además, el primer país cuyos dirigentes  pusieran práctica la idea que desde esta histórica tribuna , desde este foro del pensamiento, les brindo, ese país país iba a ponerse en vanguardia e ingresar unos royalties de órdago. Piensen en la venta de vídeos, de películas, por todo el mundo ¡Quién iba a dejar de adquirir esos documentos únicos! Porque el primero en abrir brecha será el ganador. Las imitaciones tendrán después interés muy escaso. Un filón. Un auténtico filón. En el Ateneo, ya lo he dicho, tenemos el proyecto… Pero dejémoslo para luego. ¡Ah, y otra idea! ¿Por qué no instituir títulos, medallas, premios en torno al preservativo, que inciten a la masa a seguir la senda e incorporarse a esta cultura? Títulos como “Gran Condonero mayor” o algo así.  Y puesto que ya estamos en Europa y que sería una cosa internacional, cosmopolita, se darían en inglés, la orden del Bij Condon Máster o cosa por el estilo, ya me entienden. Y concluyo, esperando no haberles aburrido, con un sentido ¡Viva Europa! Y, si se me permite ¡Viva el condón!…

     

       “En lo que respecta al conferenciante que nos va a deleitar e instruir a continuación, es un astro del pensamiento, ya lo he señalado. Es asombrosa la cantidad de pensadores y pensadoras, filósofos y filósofas, que han surgido en el Estado español en los últimos años bajo el gobierno de Partido de la Ética Honrada! ¡Y las cosas que piensan, madre mía, que pensamos porque me incluyo! Dicen cosas que le dejan a uno tutrlato, vamos, de alucine. ¡El terreno que hemos recuperado en tan poco tiempo! Pues bien, entre ellos me parece justo señalar el primero a nuestro Arturito Tinajas. Su curriculum lo conocen ustedes sobradamente, por lo cual ¿qué podría yo añadir? Muchas gracias a todos y sean bienvenidos a este venerable y querido caserón”

     

     

     

  2. Odiseus dice:

    La Sra. Nuria Gutiérrez de Madariaga. Abogada del Bufete de Abogados Nuria De Madariaga.
     
    El lunes presentará en Ceuta una demanda penal contra los 602 “migrantes” que el día 27 de julio de 2018 asaltaron la valla de Ceuta armados y con mucha violencia hiriendo a varios agentes, algunos de gravedad.
     
    Presentará cargos penales contra estos delincuentes, y solicitará prisión preventiva y deportación para todos ellos.
     
    NECESITAMOS MÁXIMA DIFUSIÓN Y ADHESIÓN A ESTA CAUSA.

  3. Odiseus dice:

    Las guerras mundiales y el marxismo y el comunismo siempre han sido embrollos franco-anglosajones. Los embrollos franco-anglosajones han dirigido la política mundial desde que se confabularon para acabar con el Imperio Español, que por eso les interesaba tanto hacerlo.

    Por supuesto los franco-anglosajones solo son unos usurpadores que se limitan a saquear todo lo saqueable, como les corresponde en su papel de raterillos circunstanciales, esperemos que pronto periclitados.
     

  4. jaquejaque dice:

    Odiseus: Te quedas sólo con tu extraordinario poder analítico. Incluso literalmente, por lo que veo.
    Se le está quedando anoréxico el blog, señor Moa.
    Tendrá que retrasar el asalto a Gibraltar…

  5. Manolo dice:

    El intermedio de la Leyenda del beso, de Reveriano Soutullo y Juan Vert

    https://youtu.be/l_v-w9uHNbs

  6. Lasperio dice:

    Las gallinas no ponen huevos en Venezuela por culpa de los científicos 

  7. Lasperio dice:

    De Tuira

     

  8. Lasperio dice:

    Hasta que los tipos de Starbucks ponen el nombre de los pastelillos y eso en español.  

  9. Personalmente, jamás dejaré sólo a Don Pío, y menos en lo de Gibraltar…

  10. Manolo dice:

    El Adios a La Patria, de Oginski. La polonesa que ha dejado D. Pio.

  11. La marcha de Cádiz pudo ser el himno nacional, en un momento dado…
    https://www.youtube.com/watch?v=nY8tQRB-jkE

  12. ¡Arriba España, y abajo los frentepopulistas, y también los ingleses (menos Los Beatles…)!

  13. Manolo dice:

    Cuando dice “menos Los Beatles” se refirará a estos, ¿no?

    https://youtu.be/TQD1MZE3N10

  14. Pío Moa dice:

    Fíjense en el primer comentario a la canción. Es sencillamente maravilloso en su melancolía: https://www.youtube.com/watch?v=70kz4FZI2xk&feature=fvst 

  15. Lasperio dice:

    All my romantic nostalgia for things that never were…

    Ese es el primero que me sale. No le veo la gran cosa, la verdad.

  16. Lasperio dice:

    Su libro de Europa lo vi hace rato que pasé a la librería morada. Los chicos de la Esfera hacen bien su trabajo.

  17. Proby dice:

    Comparar a los Beatles con los Manolos es como comparar a Raquel Welch con Manuela Carmena. 

  18. NIKITO dice:

    MA desengañate el himno de España es muy bonito…y ajustado a lo que debe ser un himno…elegante, sencillo, sobrio, es una maravilla la canción que pones es muy muy bonita pero…es una canción….como la italiana….

  19. NIKITO dice:

    Ya ….pero Carmena no esta nada mal…..

  20. NIKITO dice:

    Don Pio si algún día vuelvo a la Francia, sous le ciel de paris, nada de nada…..

  21. NIKITO dice:

    Me recuerda a la marcha Radesqui o como se escriba…..

  22. NIKITO dice:

    Pero Lasperio comprastes el libro?

  23. No, si a mí me parece muy bien, nuestro actual himno, e incluso no soy partidario de ponerle letra, simplemente era un dato…

  24. NIKITO dice:

    viendos estas canciones de los Manolos…..¡como se nota la sencillez y alegría de virvir de España…..sin complejos sin grandes apreturas inteletualoides….!

  25. NIKITO dice:

    A mi se me gusta con letra y la de Peman es otra maravilla….aunque la del otro día la de Francisco no estaba nada mal…..la que no me gusta nada de nada es la de la chica….que es sobrina de Alfredo Kraus….

  26. NIKITO dice:

    Ma pon justos la canción de Slavianka y el himno de España y veras lo que quiero decir…

  27. Manolo dice:

    Dejo aquí un enlace con información detallada sobre la Zarzuela Cadiz. La marcha famosa parece que ya existia anteriormente y era conocida como Himno de Prim.

    https://lazarzuela.webcindario.com/RES/r_cadiz.htm

  28. Manolo dice:

    Gloria de Mastropiero (tangum), por Les Luthiers

    https://youtu.be/5xVklm9o7GM

  29. Pío Moa dice:

    Nuevo hilo

  30. Proby dice:

    Carmena sólo estará bien cuando la embalsamen. 

    Y Marta Sánchez es AHIJADA de Alfredo Kraus, no sobrina.