Los Tres Grandes deciden en Yalta acabar con Franco. No pudieron, extrañamente, pese a los importantes apoyos que tuvieron en la propia España. 214 – Los tres grandes deciden en Yalta el fin de Franco | El conflicto OTAN-Rusia y España – YouTube
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Ucrania. El panorama militar
Parece que el plan de Putin es conseguir que las regiones prorrusas de Ucrania tengan un peso importante en la política del país, que contrarreste la del gobierno antirruso de Kíef e impida la entrada en la OTAN. Pero si no lo consigue, la guerra es posible.
En un conflicto bélico quien sea muy superior materialmente es quien está en condiciones de amenazar, pero no se deduce de ahí que vaya a ganar necesariamente. Es muy frecuente lo contrario, y la superpoderosa OTAN ha salido de Afganistán con el rabo entre las piernas. Así, es la OTAN la que puede amenazar (y amenaza) a Rusia. De igual modo, Rusia podría amenazar tranquilamente a Ucrania, si no fuera porque esta juega como peón de la OTAN. Rusia puede derrotar a Ucrania, pero todo depende de que sea una guerra rápida y de cuál sea su objetivo: ocupar el país o solo algunas zonas estratégicas, mayoritaria o considerablemente prorrusas. La OTAN no iba a entrar en guerra abierta con Rusia, pero iba a procurar que esta se agotase en Ucrania fortaleciendo al gobierno antirruso de muchas maneras y favoreciendo en la propia Rusia los movimientos separatistas o pro OTAN, tipo Navalni. Si Rusia se atascara en Ucrania, las consecuencias internas serían imprevisibles no solo para Putin, sino para todo su país.
Otra posibilidad es que la OTAN interviniese directamente contra Rusia, pero solo en el escenario ucraniano. Aparte de todo, sería una buena ocasión para comprobar el poder real de las armas de unos y de otros. Pero un conflicto así podría escalar a una guerra total, que sería muy peligrosa máxime por la potencia nuclear de las partes.
Aparte de estas opciones militares a grandes rasgos están las sanciones. Aun si Putin lograse su objetivo mediante una acción militar, tendría que afrontar sanciones que herirían gravemente su economía, por mucho que la asociación con China y los propios intereses comerciales de la UE las aliviaran. El ataque económico debería también en principio fomentar las divisiones internas dentro de Rusia. Pero las sanciones fracasan muchas veces. España tuvo una experiencia con la política de aislamiento combinada con el maquis, que fue derrotada por un gobierno firme.
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VOX ante la OTAN (que no Ucrania)
Abascal ha evitado contestar a la prensa después de su reunión con Orbán y Morawiecki. Ello indica poca claridad en su postura. Pero, tal como la ha querido interpretar la Triple M, resultaría una oposición abierta a Rusia, tratada como culpable del conflicto. Abascal habría cometido ahí un doble error, llevando demasiado lejos sus compromisos con Polonia y oponiéndose innecesariamente a Rusia, en lugar de permanecer neutral.
Hay en esta situación dos cuestiones muy diferentes: quién amenaza a quien en Ucrania, y qué postura debería tomar España. La primera está bastante clara, es Rusia la amenazada. Pero aunque fuera al revés, España no tiene conflictos con Rusia, y solo podría entrar en el de Ucrania como satélite y carne de cañón de potencias con las que sí tenemos conflicto, y muy grave aunque los gobiernos corruptos PP y PSOE quieran hacerse los desentendidos. La única posición admisible para los intereses españoles (aunque no para los de sus oligarquías) es la neutralidad.
Como en otras cosas, España carece desde hace cuarenta años de pensamiento y estrategia políticos, sobre todo en el terreno internacional, que actualmente está inspirada por el Francis Drake Institute, sucursal de Gibraltar. Esto hace que VOX se encuentre también con una laguna en ese terreno, aunque el líneas generales sea correcta su alianza con partidos hispanoamericanos y europeos contrarios a la tiranía LGTBI, que en cierto modo condensa tendencias políticas e ideológicas más amplias.
Y aún en esta estrategia exterior, correcta en líneas generales, debería VOX distinguir la especificidad de España. Morawiecki ha dicho: “O paramos el sueño imperial de Putin o será una pesadilla para la UE”. No es lo mismo el conflicto de Ucrania que los temores polacos, alimentados por una larga historia, y ahora mismo por el asalto de miles de “migrantes” empujados por Bielorrusia, con Putin probablemente al fondo. Pero esas masas de “migrantes” son en definitiva un subproducto de las sangrientas acciones de la OTAN en varios países musulmanes. Polonia y los países bálticos tienen viejas razones para protegerse en la OTAN contra eventuales amenazas rusas, pero la postura antirrusa de Ucrania solo vuelve más actuales unas amenazas hoy por hoy solo potenciales. Por lo demás, cabría contestar a Morawiecki: “El sueño imperial LGTBI va a ser una pesadilla para todos, incluidos los polacos”.
La declaración de Abascal es un error grave, esperemos que pasajero, porque une a su partido con el servilismo pro-OTAN. VOX es un partido que ha ido avanzando y clarificándose ideológicamente, también en política internacional. Pero le falta aún el paso a una concepción clara respecto a “nuestros amigos y aliados”, los amigos de la oligarquía PP-PSOE.
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Tolstói (IV) “Problemas sociales”
Me parece muy importante el comentario de Tolstói sobre la inanidad artística de la literatura que se plantea problemas “sociales”. Tolstói desdeña con ello a una masa ingente de literatura, sobre todo desde el siglo XIX, empeñada en suplir o auxiliar la filosofía y la política. En mi opinión cuando la literatura, en especial la novela, deja de expresar el sentimiento de la existencia y quiere penetrar su misterio como la filosofía, no digamos resolverlo al estilo político, solo puede producir chatarra. Claro que la novela tiene en cuenta forzosamente la situación social e histórica en que desenvuelve su trama –incluso, implícitamente, cuando se trata de pura fantasía–, pero su objetivo es siempre la posición de la persona en la vida, tan contradictoria e incierta. Siguiendo a Omar Jayam, podemos definir la existencia humana como un semimisterio entre dos misterios, el del nacimiento y la muerte. Semimisterio por cuanto el hombre está dotado de los medios para desenvolverse en la vida, pero siempre en medio de sucesos ajenos a su voluntad o cálculo, en una incertidumbre elemental.
Con mejor o peor fortuna, he tratado, tanto en Sonaron gritos como en Cuatro, de alejarme de la literatura desdeñada por Tolstói. Los protagonistas de la primera se desenvuelven en un ambiente bélico que los pone a dura prueba. Luchan a favor de un bando, pero en el relato ese tema queda solo como telón de fondo. El tema real es el de los condicionantes personales y las reacciones correspondientes, que podrían haber sido muy distintas y que, desde luego, lo son en los distintos personajes. En cuanto a la segunda novela, si bien el relato es diferente por completo, plantea también la esperanza de la vida desde distintas actitudes. La salida del sol expresa también la esperanza de los jóvenes ante la vida que comienzan.
La literatura es una de las artes, pero tiene una peculiaridad decisiva sobre otras: se expresa en palabras. La pintura o la música no lo hacen. Y es llamativo que la pintura prescinda del tiempo y la música del espacio.