Formación del Imperio español / Generación gibraltareña / “Antisionismo”

Este domingo firmaré en la caseta 196 de Ediciones Encuentro, en la feria del libro de Madrid. En esta editorial he publicado varios libros, el más reciente Hegemonía española y el comienzo de la Era europea. Anteriormente, la Trilogía sobre la república y la guerra civil (Los orígenes de la guerra, los personajes de la república y El derrumbe de la república y la guerra), que permanece con plena actualidad veinte años después. También he publicado Una historia chocante: Los nacionalismos vasco y catalán, hoy de máxima actualidad. Y otros libros.

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Formación del imperio español

Desde  finales del siglo XV, el imperio español comenzó a forjarse en una triple dirección: contra con el islam otomano en el norte de África y Mediterráneo,  contra Francia en Italia y la propia España, y –lo que lo hace algo nuevo en la historia humana– con los cruces del Atlántico y el Pacífico. Esta triple y simultánea expansión plantea diversos problemas que han solido ser abordados con  poco sistema. Uno de ellos es cómo una potencia que hasta entonces había concentrado todas sus energías  en el doble proceso  interior de la Reconquista y la reunificación, adquiere de pronto tal vigor expansivo. Máxime cuando muy pocos años antes se hallaba en una situación internamente desastrosa, que prometía una península agriamente dividida  y enfrentada entre distintos reinos, al modo de los Balcanes hoy. Aquella división interna hacía muy improbable la reunificación, que se logró, salvo Portugal, y mucho más probable, en cambio, la división en cinco reinos, uno de ellos musulmán, y enfrentados entre sí.

Problema no menor es explicar cómo pudo tener tal serie de éxitos exteriores un país demográfica y económicamente muy inferior a Francia y al Imperio otomano, sus mayores enemigos. También habría sido mucho más probable que España permaneciese un tanto encerrada en sí misma, dependiente en lo exterior de la más rica y poblada Francia  (fenómeno que ya se había dado en algunas épocas de la Reconquista), y librada a una difícil resistencia frente al acoso otomano –que ciertamente fue el adversario más temible y ocasionó muy duras derrotas a los españoles–. La mayor parte de las historias al respecto se limitan a constatar y describir mejor o peor  los hechos, sin analizar los dilemas e improbabilidades de los mismos, o bien concentrándose en cuestiones menores como la expulsión de los judíos o la Inquisición, y extrayendo de ellas conclusiones a menudo disparatadas.

Estos problemas, más adelante los originados en la expansión protestante, y otros derivados, precisan  ante todo plantearse tal cual, superando explicaciones a menudo falsas o que, sin serlo, quedan estrechas y tópicas. Es lo que me he propuesto en Hegemonía española y principio de la Era Europea.

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La derrota infligida a Londres en la ONU abrió paso a una política real de recuperación de Gibraltar. Por desgracia, los políticos de la transición la anularon, por un servil acatamiento a las exigencias de “Europa”. Y por la existencia de cretinos derrotistas siempre dispuestos a esterilizar cualquier política real en nombre de un patriotismo chabacano. 321 – Gibraltar: derrota de Londres en la ONU | Golpe contra la unidad nacional y democracia – YouTube

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La generación gibraltareña

Todo capullo españolete prefiere decir low cost en vez de; fake news o simplemente fake en vez de; break news en vez de; muffins en vez de; look en vez de; shopping en vez de;  kids en vez de ; home en vez de… Y así sucesivamente,  a cientos, sobre todo en los medios y en los negocios. El españolete se siente así más moderno y europeo, ciudadanos del mundo y cosas de esas… Natural. Así sonó Hey jude en la fan zone del Real Madrid“; leo el título de un libro: “Fake news del Imperio Español”.  Creo que el autor va de patriota. Veo una panadería: “Levadura madre Natural  Bakery (qué será eso); y explica “nos gusta lo que hacemos. Hacemos pan”. Les gusta ser cursis. Muy extendido

  Casos entre miles. El el desprecio del español ha llegado a hacerse inconsciente en los españoletes, inflados de capullismo.  La generación servil. Realmente, Gibraltar no solo define la posición real de España en el mundo, es la piedra de toque de la misma. También define la situación interior.

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La Segunda Guerra Mundial: Y el fin de la Era Europea (HISTORIA)

“Antisionismo”

Veo que algunos dicen ser antisionistas, pero no antijudíos.  El sionismo es el movimiento que  ha asentado un estado judío en Israel, un país por lo demás no mayor que una pequeña región española. Ese estado se ha visto acosado desde el primer momento por la población palestina anterior y por los estados musulmanes circundantes, habiendo debido mantenerse en una lucha constante por sobrevivir,  ya que el objetivo declarado de todos ellos es destruir por completo a Israel y, dicho a menudo, exterminar a los judíos. Objetivo que mantienen asimismo los antisionistas, aunque disimulen la idea del exterminio, por lo demás bien implícita.

  Para justificar esa actitud se da al término “sionismo”  unos alcances casi metafísicos, parecidos a los de los nazis, insistiendo en el gran número de judíos en posiciones influyentes en Usa y otros lugares como hecho demostrativo de una dominación mundial o algo así. Y es cierto que la influencia política y cultural de los judíos es desproporcionada con su número, pero también lo es que a menudo se la han ganado con mucho esfuerzo, iniciativa  y desafiando una gran hostilidad. En el plano social, dejando aparte el personal, no tengo simpatía por los judíos, desde el momento en que pretenden ser nada menos que un pueblo especialmente elegido por Dios. Pero no por ello creo que deba perseguírseles y mucho menos arrojarlos desde el río al mar. En cuanto a los antisionistas, no percibo en ellos algo parecido al esfuerzo e  iniciativa cultural y política de los “sionistas”.  

El problema de Israel es, desde luego, muy complicado, porque tanto los judíos como los palestinos tienen sus derechos históricos y culturales sobre aquella tierra, pero ha sido imposible llegar a una avenencia.  Más de un 20% de los habitantes de Israel son palestinos, que disfrutan de mayores derechos que los de los países circundantes, sin que eso cambie seguramente sus sentimientos antiisraelíes. Lo cual revela que el problema no es político-democrático, sino político-religioso, de solución muy difícil.

En cuanto al conflicto de Gaza, creo que Israel está cometiendo graves crímenes de guerra en su respuesta a los crímenes de Hamás. Y creo también que esos crímenes no fortalecerán a Israel, sino al revés, cosa que me resulta preocupante: por lo que concierne a España, Israel no es ninguna amenaza, mientras que el islam lo es, y creciente.

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