Este fin de semana comienza la Feria del libro de Madrid. El sábado firmaré de 19 a 21 en la caseta 94, de “Encuentro”. Los libros De un tiempo y de un país, Por qué el Frente Popular perdió la guerra, Galería de charlatanes y la novela Cuatro perros verdes, se encontrarán de preferencia en la caseta 205, de “Actas”.
***
La voluntad de Stalin
“A las dos guerras mundiales puede encontrárseles un fondo político común: la irrupción de Alemania como gran potencia con aspiraciones hegemónicas en un orden europeo y mundial… ¿Podría haber alcanzado Alemania la hegemonía sin que se hubiese llegado a la guerra? Esto parece muy poco probable(…) “De haber tenido Hitler las manos libres contra Stalin sin temor a un doble frente, sus posibilidades de ocupar Rusia habrían sido mayores, si bien todavía no seguras. De haber tenido éxito, Alemania se habría alzado como la potencia superior en Europa y la perdedora, Rusia, habría sufrido un destino cruel en extremo. No fue solidaridad con la URSS lo que movió a Churchill y Roosevelt a impedir el plan de Hitler, pero eso fue lo que sucedió (…).
“El objetivo de Churchill de aplastar a Alemania a toda costa no estuvo lejos de terminar en el aplastamiento de la propia Inglaterra. Su cálculo de salvarse mediante la beligerancia de Roosevelt se vio largo tiempo defraudado, pero tuvo el auxilio poco previsible de Franco, no por simpatía hacia Inglaterra, sino por otras consideraciones (…)
” Roosevelt calculó correctamente que su potencia industrial y su posición estratégica invulnerable le permitían alimentar indefinidamente la lucha de los ingleses y la suya propia, y ayudar a los soviéticos, y simultáneamente poner sus economía a pleno rendimiento superando la depresión anterior. Además entraba en liza cuando la potencia alemana había mostrado claramente sus límites ante Moscú…
“¿Pudo haber superado Rusia los tremendos reveses iniciales sin la voluntad absolutamente férrea de Stalin? Este aspecto es incalculable, pero cabe dudarlo: al parecer todos los jefes soviéticos entendieron que sólo él podía salvar al país de una catástrofe total
(…) “Los cálculos de Mussolini no tenían, razonablemente, por qué haber fallado. El deslumbrante triunfo alemán sobre el ejército francoinglés parecía augurar un nuevo orden al que sin duda le convenía sumarse (recuérdese que la ocupación nazi en los países del oeste encontró más colaboración que resistencia). Y tampoco, dada la enorme desproporción numérica, tenían por qué haber sido repelidos los italianos en Libia por tropas ingleses mucho menores y no especialmente eficaces, como demostraría poco después Rommel”. (La Segunda guerra mundial y el fin de la Era Europea)
_____
“Después de la batalla de Kursk, el ejército soviético era imbatible para cualquier enemigo. Stalin exigió para él la conquista de Berlín, cosa por otra parte inevitable, dada la diferencia entre los avances soviético y de sus aliados después de Bagratión. En los tratos de Yalta sobre el nuevo orden mundial pesó tanto como Roosevelt y bastante más que Churchill, y salió con un inmenso prestigio internacional. El balance no pudo ser más positivo para él. Su poder se extendió a un tercio de Alemania, a Polonia, países bálticos, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania y Albania, neutralizadas Finlandia y Austria. Yugoslavia, también comunista, escapó en cambio a su control. En Grecia, los comunistas estuvieron próximos a ganar una guerra civil. Rendido el Reich, el Ejército rojo derrotó fácilmente al japonés destacado en Manchuria, con Japón ya al borde del derrumbe. Quedó bajo poder comunista media Corea, más adelante medio Vietnam, y solo cuatro años después la inmensa China. Del socialismo en un solo país se había saltado al socialismo sobre una gran porción de la humanidad, con regímenes policíacos extremadamente opresivos. Seguramente le pesaba a Stalin su fracaso en España. La neutralidad de esta la había librado de invasiones, deportaciones y bombardeos masivos, pero no del intento de derrocar a Franco mediante el aislamiento y la guerrilla comunista o maquis. En dicho intento colaboraron la URSS, las democracias y varias dictaduras. El aislamiento pudo causar una hambruna, pero fue desbaratado por el régimen franquista, junto con el maquis” (“La II Guerra Mundial y el fin de la Era Europea“)
**********************************
Sucesores de la ETA
**¿Puede gobernar VOX en solitario? Todo depende de hacer comprender a los españoles que está en juego la supervivencia de la nación y la libertad. Y de que la mafia PPSOE no realice maniobras como la de Rumania con apoyo de la UE. Es el gran reto político del momento.
**Mucho lelo se empeña en que PP y VOX tendrían que ir juntos. Pero no van a convencer al PP, que prefiere ir junto con el PSOE y separatistas, pues comparte todas sus políticas fundamentales. Con VOX, el PP no coincide en prácticamente nada, y lo que desea el PP es arrasarlo.
**Losantos, Espinosa y compañía, empeñados en que VOX debería unirse al PP, no en que el PP debiera unirse a VOX. ¿Es que ignoran que las políticas del PP son las mismas que las del PSOE y los separatistas? Lo saben perfectamente. Por eso…
**Muchos votantes del PP saben que su papeleta refuerza finalmente al PSOE y los separatistas, pero se sienten impresionados por la propagada brutal del PP, el PSOE y los medios contra VOX. Hay que superar esos temores.
**Las maniobras de la banda del Saunas para “matar” las investigaciones de la Guardia Civil son crímenes sucesores de los de la ETA
https://www.amazon.es/Sonaron-gritos-golpes-puerta-Historica-ebook/dp/B007UQCJNI
******************************
El empresario quejica
El empresario quejica nos interrumpió enojado; –¿Estáis chiflados? Estamos rotos de tanto andar, en cualquier momento pueden descubrirnos, ¡y vosotros con filosofías…! Sus palabras me hicieron gracia, quizá por efecto del coñac. Estaba sentado a mi lado y le pasé una mano por el hombro. –Venga, camarada, un buen lingotazo de coñac hará de ti un filósofo de tomo y lomo. Alguno se rio, pero a él le aumentó la histeria. –¡Camarada! –gritó– ¡Vosotros no sois lo que parecéis! ¡Estáis jugando con nosotros y vais a entregarnos después de quitarnos los cuartos! Hace tiempo que no vamos en la dirección buena, lo sé por la estrella, ¿o me creéis tonto? La fatiga le había perturbado. O el mal de la montaña. Paco le increpó: –Por si no tenemos bastantes líos,ahora va a aumentarlos este idiota. ¡Deja de chillar, cabrón, que te van a oír hasta en el cuartel de carabineros! Mi buen humor también se trocó en furia. Guardé el frasco de coñac y saqué la pistola. –¿O callas o te pego un tiro” –dije, acercándole el arma a los ojos. No pensaba hacer tal cosa,pero solo se me ocurrió esa forma de calmarle. El pobre quedó paralizado. Paco habló, indignado: –¿Alguno tiene dudas de nosotros? Porque entonces juro que os dejamos aquí para que os las apañéis por vuestra cuenta. — No, hombre, –respondió el cura flaco– ¿Cómo íbamos a dudar? Si quisierais entregarnos ya lo habríais hecho sin tanta molestia. Lo que pasa es que Joan tiene los nervios destrozados, debéis comprenderlo. Yo le hablaré. Y el pobre Joan estaba histérico de verdad. Le notaba temblar a mi lado. –Tranquilízate, Joan, dentro de muy poco estarás a salvo –le dije con amabilidad– ¡Un útimo esfuerzo, hombre, no lo estropees cuando tocas la libertad con la mano! Él sollozaba en voz baja, estremeciéndose. El cura acabó de tranquilizarlo con buenas palabras, y él se separó unos pasos y vomitó. Pidió perdón a todos. –Muy interesante vuestra conversación –dijo el otro cura– Lástima que no haya ocasión de continuarla. Me cuesta creer que siendo tan jóvenes razonéis así. Probablemente nadie había oído los gritos en aquellas soledades, pero por si acaso nos distanciamos aprisa del lugar” (Sonaron gritos y golpes a la puerta)
“Hacía años que no veía a Carmen y, pese a mi penoso estado mental, me fijé mejor en ella: tenía dieciséis años, casi la misma estatura de su hermano, alta para una chica, y era delgada, de cabellos largos y oscuros, ojos color de miel y rasgos regulares de expresión a un tiempo dulce y resuelta. Las duras circunstancias le habían hecho madurar rápido. Me pareció guapa, sin ser una belleza, y vivaz y muy atractiva. Traía un paquete con chocolate, manzanas, pan, lentejas, leche un trozo de carne… “Estas exquisiteces ya no se encuentran en las tiendas –comentó mientras las desenvolvía– ¿Y sabes por qué? Por la revolución. La revolución consiste en que la comida escasee cada vez más. En cambio los cánticos, los carteles y letreros están por todas partes. Sustituyen a los estómagos vacíos. Siempre vengo con miedo por esas callejuelas, de que alguien huela la comida y me asalte” “¿Tan mal está todo?” “Según para quienes. Para la mayoría, sí” “¿Y tanta gente defiende la revolución estando peor que antes?” “Porque no solo de pan vive el hombre, esa es una gran verdad. Viven también de una esperanza grandiosa, aunque ni siquiera la entienden. Y eso les justifica sus crímenes”. Me deslumbró tan elaborada explicación, inesperada en una muchacha tan joven. “Eres como tu hermano”, le dije, admirado. “Bueno, él me lo ha explicado” “Aun así, lo has dicho muy bien… ¿Vas a comer ahora?”. “Yo ya comí en el hotel” (…) “Tu hermano me contó algo de lo de vuestros padres y vuestra casa. No entendí muy bien por qué no volvéis con ellos”. Adoptó un aire inquisitivo. “¿Qué te dijo de nuestros padres?” “Que son comunistas y que no se llevan bien entre ellos ni con vosotros”. “Pues entonces ya sabes todo lo necesario –Quedó un momento pensativa– Paco podía esperar a que yo viniera, pero siempre anda así, a salto de mata” “¿Te llevas mal con él?”. “Al contrario –vaciló– Pero es un truhán, siempre lo ha sido. Siempre con las chicas, engañándolas, y con la mujer de la vida esa… Ni siquiera intenta redimirla –la idea me hizo gracia– Lleva una vida indecente. Pero dejémoslo, ya te explicará él lo que le convenga. Sois muy buenos amigos, ¿no? A veces me hablaba de ti. Decía que eras el único compañero con quien tenía conversaciones interesantes” (“Sonaron gritos y golpes a la puerta”)