Dictadura y democracia.

En los años 1212, 1213 y 1214 se sucedieron en España y Francia tres batallas decisivas en la historia de los dos países y de Inglaterra. “Una hora con la Historia”.https://www.youtube.com/watch?v=5EtnypaFskA …

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P. Todos sus datos y argumentaciones se estrellan, para la mayoría, ante el hecho de que el franquismo fue una dictadura. Y todo el mundo prefiere o dice preferir la democracia.

–Aquí la confusión es gigantesca. Parece que todo el mundo es demócrata, desde la ETA al PP, pasando por los comunistas de Podemos o Izquierda Unida,  PSOE, los separatistas en pleno, o Ciudadanos. Y ninguno discute a los demás que lo sean. Este simple hecho demuestra que ninguno lo es, tal como la mera composición del frente popular revela que no había allí un solo demócrata. Y estos demócratas han impuesto o apoyado leyes totalitarias, liberticidas, como las de memoria histórica o las de género, han rescatado a la ETA y pretenden ir más allá actualmente. La postura de izquierdas y separatistas es, como siempre ha sido, liberticida y de orientación totalitaria. En cuanto al PP, podríamos caracterizar su idea política como una  crony democracy, por emplear, por un momento,  el término referido a una forma de capitalismo. Es decir, piensan en una “democracia de amigotes”, de “amigachos”, que diría Azaña, para repartirse el poder y el dinero y “sin ninguna idea alta”… con la particularidad de que los demás partidos no se prestan a ser amigotes del PP, al que ven, por lo demás falsamente,  como una herencia del franquismo. Al final, para ellos ser demócrata significa ser antifranquista más o menos fanáticos. Y por eso hay que preguntarse qué es la democracia.

P. Pero todo el mundo sabe qué es la democracia, la propia palabra lo indica.

–Sí, es una confusión ya antigua, que viene ya de Grecia y que nunca existió. No existe nunca poder del pueblo, porque el poder se ejerce necesariamente sobre el pueblo y tampoco existe un pueblo con unos intereses únicos y homogéneos, salvo los de subsistencia como tal pueblo, nación o cultura. Por eso todos los partidos tienden a considerarse automáticamente representantes del pueblo, y hasta como el pueblo mismo organizado. Todas las sociedades humanas son naturalmente conflictivas  y el poder debe ejercerse sobre ellas para que los conflictos no hagan imposible cierto orden y convivencia. En La guerra civil y los problemas de la democracia he hablado bastante de esto y no voy a extenderme ahora. La democracia consiste en un método de selección de oligarquías mediante el sufragio universal, lo cual implica al menos otras dos cosas: libertades políticas y respeto a los otros partidos u oligarquías. Respeto basado en una idea general de un bien común, si lo queremos llamar así (patriotismo, libertad, etc.). Es lo que suele llamarse democracia liberal, o democracia a secas. Sin esa idea general, el interés de partido se vuelve absoluto y desgarra a la sociedad o impone una tiranía.  Una selección de oligarquías mediante el voto tiene muchas ventajas, pero también muchos inconvenientes y riesgos. Por  eso se han inventado otras fórmulas que han funcionado mal. Todas ellas emplean el término “democracia” por el prestigio que le da su equívoco significado, y la matizan  como “popular”, “orgánica”, “socialista”, etc.

P. Por lo que se refiere al franquismo, se ha definido a veces como democracia orgánica

–La democracia orgánica, como otras formas, se basa en la idea errónea de que los conflictos sociales se pueden eliminar o resolver fácilmente si se prescinde de partidos e ideologías. Se argüía que en las “sociedades naturales” como el municipio, la familia o el sindicato, había una comunidad de intereses que facilitaba la solución razonable de los problemas, y que sobre esa base se podía erigir piramidalmente un poder igualmente razonable. El franquismo fue poco dado a teorías, pero uno de ellos, Fernández de la Mora, intentó teorizar la idea. Según él las ideologías vienen a ser sistemas filosóficos degenerados y triviales, opuestos a la razón, y por eso degeneran en partidos fanáticos y causan solamente conflictos y problemas sin salida. Él intentó crear un sistema filosófico, que llamó razonalismo, que viene a ser  una exaltación de lo que podríamos llamar la razón técnica. A mi juicio, las ideologías descienden de una exaltación de la razón muy parecida a la de Fernández de la Mora, y demuestran que la razón nunca llega a conclusiones universalmente válidas, sino a concepciones diversas, contradictorias íntimamente y entre sí. Creo que esta es una de las claves de la historia europea desde la Ilustración. Y me parece inevitable que su razonalismo conduciría a alguna forma de sociedad totalitaria. La razón (o la ciencia) no pueden evitar ni atenuar el conflicto, salvo acabando con la libertad.

P. Sin embargo podría argumentarse que la democracia orgánica fue solo un comienzo que podría perfeccionarse.

–Si en casi  40 años no se perfeccionó, y cuando quiso completarse con lo del tercio familiar prácticamente se vino abajo, me parece que las cosas no van por ahí. Descendamos a la práctica: en el franquismo solo funcionaron los sindicatos como relativa democracia, pero totalmente incapaces, por su propia naturaleza, de influir realmente en la política general, aparte de que hay muchos sindicatos con intereses distintos.  Otro tanto cabe decir de los municipios, a los que votaban muy pocos . Y lo de las familias, que se intentó tardíamente, igual. El poder funcionaba totalmente al margen de esos poderes, y no podía ser de otro modo. Además, fíjese en que existe un montón de democracias orgánicas en la sociedad, desde los clubs de montaña, a las sociedades culturales o las comunidades de vecinos. En todas ellas se dan las peleas  más absurdas e irracionales sin necesidad de ideología ni de partidos, aunque se forman y deshacen continuamente partidos y conspiraciones. Y ello hasta el punto de que a menudo nadie quiere ostentar el poder y hay que obligar a ejercerlo rotatoriamente. Tengo la experiencia del Ateneo de Madrid, una democracia orgánica do las haya. Y fíjese en las rivalidades, intrigas y pequeñas conspiraciones en la universidad, entre profesores. Y eso que se supone que allí todos son muy racionales y  tienen un interés común de lo más elevado. Cualquier sistema político debe pechar con la radical conflictividad de la sociedad humana y darle cauces aceptables.  La condición humana es así. Resulta penoso, pero si se pretende acabar con ella, se acaba con la libertad y se intenta crear una sociedad no humana, parecida a la de las hormigas. Eso es lo propio de todas las utopías, y conduce inevitablemente al totalitarismo”.

P. Según su teoría, entonces el franquismo tenía que ser un régimen totalitario o haber fracasado por completo.

–El franquismo fue un caso excepcional en unas circunstancias excepcionales. El poder se ejercía a través de los consejos de gobierno arbitrados por Franco. Y en esos gobiernos estaban representados los cuatro partidos fundamentales del régimen, llamados “familias”, porque parece que cambiando el nombre a las cosas cambian las cosas. Salvo que no se presentaban a elecciones, eran partidos con su propia prensa, sus propias organizaciones juveniles o femeninas o sindicales, con sus propios sectores antifranquistas, con sus luchas por el control de diversas instituciones… En el franquismo había mucha libertad, personal y política para esos partidos, aunque restringida para los que causaron la guerra civil. Ideológicamente, el franquismo resultó una amalgama imposible de nacionalcatolicismo, falangismo, tradicionalismo carlista y monarquismo borbónico. El elemento principal fue el primero, y el Vaticano II le dio la puntilla. Y si todo funcionó fue por el prestigio y la habilidad política excepcional de Franco. En ese sentido fue una dictadura. Pero hay dictaduras y dictaduras, como hay democracias y democracias. Cuando los necios de mala fe comparan a Franco con Hitler hay que recordarles que Hitler dejó a su país en ruinas, y Franco todo lo contrario. Y que la ayuda de Hitler a España contra el comunismo fue una de las pocas buenas cosas que cabe adjudicar al jefe nazi. Muerto Franco, la cosa simplemente no podía continuar y no continuó. Los cuatro partidos del franquismo se disgregaron y solo quedó la alternativa demoliberal. Que no vino por maquinaciones de la masonería y el sionismo, sino por la propia evolución natural del régimen y de las condiciones sociales creadas por él.  El pueblo, es decir, la mayor parte de la población, había vivido a gusto en el franquismo y le dio una nueva victoria en 1976. Después se creó la gigantesca confusión que ha degenerado  a un golpe de estado permanente por unos partidos antidemocráticos. De momento.

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*Lo de los másteres, doctorados y robos en supermercados daría para una buena obra satírica. Reconozco que mi “El erótico crimen del Ateneo” se queda corto. Una vez más, la realidad supera a la ficción.

*Sánchez tendría que aclarar tres cosas: lo del doctorado, lo del puesto desempeñado en la ONU y lo del negocio de la prostitución homosexual de su suegro. Lo más grave es lo tercero.

*Tanto la Cifuentes como la Montó y ahora el Sánchez empiezan por mentir con descaro. Creo que el Sánchez también mintió sobre su puesto en la ONU. Y debiera aclarar cómo no le importó el negocio de la prostitución homosexual de su suegro, o si lo considera un orgullo familiar.

*¿Le parecía bien al Sánchez el negocio de la prostitución homosexual de su suegro? ¿Un motivo de orgullo, quizá? En Usa, los medios lo denunciarían sin tapujos y el sujeto sería expulsado de la política inmediatamente.

*Ir a la Sexta es como ir a un burdel.

*Allende arruinó a su país. Cuando vio que los militares le impedían continuar, se suicidó.

*Otras opiniones hasta ahora: *Los discursos de Crevi suenan demenciales…Y son los que hoy vende la izquierda. *Escacharrante la gresca entre el detective Bofarull i Bofarull y los separatistas gallegos y el Buen Basko. *Mierda de novela reaccionaria.https://www.amazon.es/El-er%C3%B3tico-crimen-del-Ateneo-ebook/dp/B07GD83ZN8/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1534250734&sr=1-1&keywords=er%C3%B3tico+crimen+del+ateneo …

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Una superioridad moral y política improductiva.

Europa (Historia)Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))La Reconquista Y España

P. Plantea ud posibles políticas generales partiendo de su tesis de que el franquismo dotó a España de una superioridad política y moral con respecto al resto de la Europa. Pero al mismo tiempo afirma que la España actual es muy poco productiva y que la del franquismo tampoco fue una maravilla.

–Ahí está el problema. El franquismo se desarrolló sin una verdadera doctrina. Su visión de la historia y de la cultura, española y en general, era muy sumaria. En lo esencial era correcta, y sus frutos están bien a la vista de quien quiera verlos; pero era muy poco elaborada, en gran medida emocional y cayendo a veces en lo folklórico y pedestre o en una retórica hinchada, cosa que han explotado a fondo sus enemigos. Para que España pueda tener una política acorde con su propia historia y espíritu, es preciso un gran esfuerzo de elaboración de su pasado, tanto del inmediato franquismo, que fue un gran período para nosotros, como del lejano Siglo de oro. Observe ud que el regeneracionismo multiplicaba sus dicterios contra el Siglo de oro, “un imperio de mendigos y de frailes aliñado con miseria y  superstición”, como resumía Azaña. La réplica a aquellas sandeces de aire tan rimbombante fue muy floja. Defender aquel pasado contra la leyenda negra es esencial, pero si se hace con las peores frases de Menéndez Pelayo sobre la identificación de España con la Iglesia, el martillo de herejes y similares, no llegaremos lejos. Ni tampoco si nos limitamos a exponer los hechos sin analizarlos ni entrar en la cuestión de la decadencia.  Azaña recogía  toda la propaganda de la leyenda negra fabricada por Inglaterra, Francia y los protestantes partiendo de las calumnias de un fraile español. Un fraile, por cierto. Ni España es el catolicismo ni el catolicismo es una doctrina política.

P. Ha hablado de un “espíritu de España”, como dando valor al romanticismo del volksgeist que hoy casi nadie toma en serio.

–¿Existe un espíritu nacional? A mí me parece evidente, aunque teorizarlo resulte peligroso. Ud pasa a Francia, o de Francia a Inglaterra o a Alemania y percibe inmediatamente un aire, un estilo muy diferente en la construcción, en los hábitos, aparte del idioma, cosa fundamental. Es algo tan evanescente como el sentimiento que hace que nos encontremos a gusto con unas personas y a disgusto con otras. Y en la historia se percibe igualmente ese espíritu, y en la literatura y el arte, a pesar de que encontramos movimientos culturales comunes a gran parte del continente, desde el románico a la ilustración y sus ideologías resultantes. ¿Por qué el marxismo caló profundamente en Alemania, y luego el nazismo, y en cambio solo lo hizo ligeramente en Inglaterra o Usa? O bien observe las diferencias entre la novela francesa, la inglesa y la rusa del siglo XIX. Son diferencia de espíritu, muy fuertes y sin embargo difíciles de concretar… Sí, existe un espíritu de los pueblos, que puede ser creativo o no. El de España perdió su originalidad en el siglo XVIII y no la ha recuperado. Hubo un intento de recuperarlo muy  interesante en el franquismo de los años 40 y que está por estudiar en serio, pero pronto se frustró.  Todo eso exige un gran esfuerzo intelectual con un reenfoque en profundidad, pero hoy predomina una especie de vagancia, que quizá indique una decadencia ya irreversible.

P. Supongo que ud se excluye de esa vagancia que dice.

–Naturalmente que me excluyo. He hecho un enorme esfuerzo en este último cuarto de siglo, partiendo de un hecho tan particular pero tan revelador como la revolución de octubre del 34, hasta una aproximación a la historia de Europa, cosa inexistente en la ultraeuropeísta España, lo que ya indica mucho.  Sin embargo ese esfuerzo no ha calado. He propuesto numerosas iniciativas para que las desarrollen otros, pero no hay manera, no hay debate, no hay vida en ese terreno. Por una parte están los herederos del regeneracionismo, que incluyen al PSOE y al PP, y por otra la navegación en círculos sobre la barca del tópico obsesivo, más o menos patriotero e integrista. Tendría que surgir una escuela que se plantease estas cuestiones en el terreno de la historia y de la cultura en general. No lo veo en perspectiva. El PSOE recoge toda la basura de la leyenda negra, ese partido es la mayor desgracia que ha caído sobre España en el siglo XX y lo que va del XXI. Pero incluso ha sido peor en el siglo actual una derecha radicalmente vacua de ideas, que “mira al futuro”, es decir, a la nada, o no sale de cuatro topiquillos, y que por una vía u otra, ha hecho el caldo gordo a todos los males condensados en el PSOE. Ni siquiera existe, aparte de mis estudios,  un examen o  teorización mínimamente serios sobre la evolución de los últimos cuarenta años, lo que tenemos ante nuestras narices. Casi todo lo que uno puede leer al respecto son vulgaridades. Como sobre Europa. Como sobre nuestra historia y cultura en general.

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Involución permanente, con Luis del Pino: Carta abierta al Papa. Algo sobre “El erótico crimen…”: https://esradio.libertaddigital.com/sin-complejos/involucion-permanente.html :

El erótico crimen del Ateneo: La novela negra como la vida misma que arrasa en el mundo de [Moa, Pío, Moh, Ul-Sih]Adiós a un tiempo: Recuerdos sueltos, relatos de viajes y poemas

https://www.amazon.es/El-er%C3%B3tico-crimen-del-Ateneo-ebook/dp/B07GD83ZN8/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1534250734&sr=1-1&keywords=er%C3%B3tico+crimen+del+ateneo

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*No hay nada más antieuropeo que los despóticos gobiernos LGTBI, multiculturalistas y anticristianos que hoy mangonean el continente.

*El “Real Instituto Elcano” es una agencia de la colonización cultural y política de España por Inglaterra y la OTAN. Debería llamarse “Francis Drake Institute”

*O el macarra y sus tiorras que gobiernan ilegítimamente terminan entre rejas o terminaremos entre rejas los demócratas. Las cosas se están poniendo así.

*Mi programa con Luis del Pino se titula “Involución permanente”. La involución empezó con ZP, siguió con Rajoy y no ha dejado de pudrir la democracia hasta los ya muy graves peligros actuales, con golpe de estado permanente.

*Los separatistas se lo deben todo al PP y al PSOE. Incluso más al PP que al PSOE. Y no acaban de darles las gracias.

*El Estado no va a “recuperar” bienes que actualmente posee la Iglesia. Es el gobierno delincuente y antidemocrático quien roba bienes de la Iglesia. Como en la desamortización.

*Franco hizo enjuiciar y fusilar a los chekistas y torturadores del Frente Popular, abandonados por sus jefes. Y solo a la mitad de ellos. Para los herederos de los chekistas hoy en el poder, se trata de “víctimas”.

*¿Qué pasa con el doctorado del Sánchez? ¿Se ha sabido algo? ¿Y con su cargo en la ONU? ¿Y con su vinculación familiar al negocio de la prostitución homosexual? ¡Todo son enigmas!

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El pasado próximo de España justifica una nueva política

P. Una de sus tesis  más llamativas es que  la España del franquismo resulta moral y políticamente superior al resto de Europa occidental. La idea puede hacer reír a muchos.

–En España hay muchas risas, las risas del tonto. Es hoy el país del  jijí-jojó. En Los mitos del franquismo he expuesto esa tesis, implícita también en Años de hierro. Cosa que ha provocado réplicas molestas y pretendidamente burlonas en algún autor inglés “experto” en cuestiones españolas, o en otro useño, Seidman. Pero es irrebatible. El mantenerse  fuera de la Segunda Guerra Mundial ya supuso para España verse libre de las tremendas atrocidades de ella, cometidas por todos los bandos. Eso es ya un tanto moral de la mayor importancia. La “Europa” tan paletamente admirada por nuestros europeístas se hundió entonces, como en la anterior guerra europea, en un verdadero abismo político y moral, y de él salió en una ruina no solo económica y que dura.

P. También puede decirse que con ello usted iguala a todos los contendientes, como si los anglosajones, los nazis y los soviéticos fueran lo mismo.  Pero hoy todo el mundo o casi, al menos en Europa occidental y en España, está de acuerdo en que la buena causa era la de las democracias anglosajonas.

– Las versiones sobre aquella guerra son, de modo muy determinante, las de los vencedores. Entonces lucharon las potencias, cada una por sus intereses. Empezó con una alianza de facto entre los nazis y los soviéticos, ambos totalitarios aunque de forma y distinta, no deben equipararse por las buenas, igual que no debe equipararse el fascismo italiano y el nazismo. Y continuó con una alianza entre los totalitarios soviéticos y los anglosajones. El que estos últimos y los países liberados del oeste fueran o se titularan democráticos, no significa gran cosa en relación con lo que tratamos. Por poner un ejemplo, la represión de posguerra en las democracia italiana y francesa fue terrorífica, a base de asesinatos, mientras que en la “fascista” España, se hizo judicialmente. Para nosotros ninguna de las causas en pugna era buena. Inglaterra invadía nuestro país, y Usa nos había despojado de los restos del imperio, y lo  había hecho recurriendo a provocaciones indecentes y luego en Filipinas a un verdadero genocidio. Pero hay otro factor más profundo: los siglos XIX y primer tercio del XX en España, como en Hispanoamérica, habían sido siglos “ingleses”,  de enorme influencia inglesa, de imitación política de Inglaterra y cultural de Francia, y el balance se resume en decadencia, inestabilidad, empobrecimiento cultural  y guerras civiles, cuando en los tres siglos anteriores España había sido uno de los países internamente más estables de Europa. Y lo mismo su imperio. No teníamos por qué alinearnos con ellos, ni tampoco con los otros.

P.  Pero se dice que al no haber intervenido, España se condenó al aislamiento. Si hubiéramos intervenido aunque fuera al lado de Hitler,  nos habríamos evitado cuarenta años de dictadura, aunque fuera un precio elevado.

–El aislamiento nos lo impusieron y lo derrotamos. La intervención de España, con unos o con otros, habría supuesto sacrificios que habrían dejado chiquitos los de la guerra civil, aunque a esos “demócratas” cientos de miles de muertos parecen importarles un comino si es por una supuesta libertad para ellos  e impuesta por los tanques y bombardeos useños. Imaginar tal cosa es no entender nada de la dinámica interna de España en el siglo XX. Además, se da por sentado que los Aliados anglo-soviéticos habrían ganado la guerra, lo que no era muy seguro cuando Franco decidió la no beligerancia. La caída de Gibraltar habría ocasionado muy graves perjuicios a los ingleses y quizá cambiado el curso de la contienda en 1940-41. Y luego habría sido imposible la Operación Torch. La estrategia inglesa se basaba en resistir hasta que Usa interviniese, pero Usa podría muy bien haberse abstenido si los desastres ingleses se sucediesen interminablemente. De hecho fue Hitler quien declaró la guerra a Usa, y de no ser por las derrotas alemanas en Rusia, la invasión por Normandía no se habría producido. En cualquier caso, el precio de la victoria habría sido enormemente más alto para los anglosajones, y para nosotros un desastre total con nuevas guerras civiles.  Pero las especulaciones sobran. Sabemos lo que ocurrió y a eso nos atenemos. Tuvimos una dictadura, si queremos llamarla así, pero resultó enormemente fructífera, curó muchos de los males que arrastrábamos desde el siglo XIX, agravados desde el 98, y mantuvo nuestra independencia. Desafiamos las amenazas y provocaciones de unos y otros y salimos vencedores. Según los analistas, España solo podía empobrecerse brutalmente, y salió lo contrario.

P. De todas formas, ¿qué consecuencias prácticas podría tener esa superioridad moral y política que usted dice?

–La superioridad sobre el resto de Europa fue política y moral, pero no ideológica, lo he explicado muchas veces. Eso quiere decir que España podía mirar, no por encima del hombro pero sí con frialdad, a aquellos arrogantes países que no se debían a sí mismos ni la democracia ni la prosperidad.  España está de siempre en Europa, no debería haberse humillado ni siquiera pedido la entrada en la CEE-UE. Crecíamos muy bien fuera de ella y podríamos haber seguido. Y no debimos haber entrado nunca en la OTAN, o salido tras la caída de la URSS. Y debíamos haber seguido presionando a fondo sobre Gibraltar y llevado una política independiente en relación con Hispanoamérica y África… En cambio nos hemos satelizado indecentemente a los mismos que invaden nuestro territorio y nos presionan desvergonzadamente para que nos metamos en operaciones bélicas de interés ajeno, bajo mando ajeno y en idioma ajeno, y nos están colonizando culturalmente como nunca. En otras palabras, España tenía todas las bazas para tratar de tú a tú a los demás, pero nuestros políticos la han reducido a un papel subalterno, de lacayo. Quiero decir que España puede ser un país independiente con mucha más razón que el resto de Europa, lo que exige una política ad hoc. En cambio los actuales partidos han hecho todo lo contrario. Son los partidos del Frente Popular con el PP de mariachi…

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La Reconquista y el franquismo

En los años 1212, 1213 y 1214  se sucedieron en España y Francia tres batallas decisivas en la historia de los dos países y de Inglaterra.Una hora con la Historia”. https://www.youtube.com/watch?v=5EtnypaFskA

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P. Ha pasado sin casi pena ni gloria el trece centenario de la batalla de Covadonga, y ello resulta muy significativo. ¿Escribió ud su libro pensando en tal aniversario?

–A decir verdad, no, los aniversarios casi siempre se me pasan,  incluso el mío. Pero ha sido una buena coincidencia la salida de mi libro. Dice ud que es significativa la casi ausencia de celebraciones, pero ¿en qué sentido lo es? A mi juicio revela la escasa conciencia que tiene el español medio actual de su historia y de su cultura. Y esa falta de conciencia proviene de una labor muy intensa desarrollada por prácticamente todos los partidos y medios de masas contra la idea misma de España durante cuarenta años. El pretexto ha sido el franquismo, demonizado brutalmente, y demonizado precisamente por haber reivindicado la historia de España contra los separatistas, internacionalistas y similares. El ataque al franquismo encubre el ataque a España, y lo más demostrativo es que se realiza a base de la falsificación sistemática del pasado.

P. Ud habla de los partidos y medios de masas como si se hubieran puesto todos de acuerdo, pero eso parece imposible.

–Parece imposible y lo es. Por una parte quedan algunos opuestos, pero por ahora son muy minoritarios. Y por otra parte se trata de actitudes, más que de ideas. Ya dije que en la transición se confundió muy pronto antifranquismo con democracia, esa fue una carta que supieron jugar muy bien las izquierdas y separatistas ante la inanidad intelectual y oportunismo barato de la derecha. Eso ya desde Suárez. Hubo un órgano de expresión, El País, que fue el principal instrumento de la campaña, con un éxito extraordinario, seguido por el ABC de Ansón. Lo he tratado en Los mitos del franquismo. La historiografía española es tan mala que incluso las cosas más evidentes se le escapan o no sabe valorarlas.

P. Pero seguimos en las mismas: ¿por qué tuvo tanta influencia El País?  Puede decirse que estaba en el aire de la sociedad española, que esta lo necesitaba.

–Efectivamente, hay algo de eso: un cambio de régimen produce una tendencia fuerte hacia el extremo contrario. Por otra parte El País se presentaba como una forma de regeneracionismo, reivindicaba a Ortega, etc. Y además era un periódico mejor hecho técnicamente que los demás. Daba impresión de mayor modernidad, de mayor relación con las corrientes vivas del extranjero, frente a la “casposidad” de la prensa, todavía importante por entonces, que trataba de mantener otra línea. Debo insistir en el papel  sencillamente nefasto, política e intelectualmente, de la Iglesia progresista, mal compensado con el sector minoritario más o menos integrista. Lo “facha” quedó identificado rápidamente con un estilo entre patriotero e integrista, desde luego antidemócrata y que a la mayoría de la gente le resultaba pesado y opresivo, y falto de humor salvo para el chascarrillo. Y ha sido cultural e intelectualmente muy poco creativo.  Era bastante agudo para señalar los fallos del sistema que se iba formando, pero como alternativa no podía atraer a casi nadie. Se le oponía una España “moderna” de rasgos difusos, “europea”, “democrática”, que no quería saber nada del  un pasado “enfermo”, “anormal” como lo consideraban tantos desde Ortega o Costa.  Y la Reconquista era precisamente el paradigma de ese pasado “oscuro” frente a un Al Ándalus progresista, liberal y culto. Como ha dicho algún chiflado “progresista”, Pelayo era el Franco de su tiempo. Y hay algo de verdad en ello si le quitamos el tono peyorativo. En general todo eso es extremadamente estúpido, pero ha venido calando precisamente porque, como digo,  se presentaba y se presenta con esas etiquetas de “europeo”, es decir, implícitamente no español, “democrático”, es decir, antifranquista, y “moderno” contra el pasado “anormal”. Estas son cuestiones muy serias e interrelacionadas, y he  tratado de analizarlas en mi libro. De todas maneras, la historia da muchas vueltas y los ambientes sociales cambian.

P. ¿Confía ud en que estemos al final de la época antifranquista y “moderna”?

–No puedo decirlo. De momento tenemos una ofensiva aún más radical que la de Zapatero, y prácticamente sin oposición, intelectual ni política, salvo algunos islotes y francotiradores como yo mismo, y una resistencia popular difusa y confusa, pero que va a más. La actual democracia no es tal cosa, es una auténtica basura. Recuerde cómo Felipe González cayó entre un clamor de regeneración democrática. Aznar subió al poder y en lugar de hacer algo al respecto se apresuró a pasar página. Porque si en realidad la izquierda es antidemócrata y de querencia totalitaria, la derecha es a-demócrata, piensa en una “democracia de amiguetes” que se entienden entre sí al margen de cualquier otra cuestión. Y así ha ido emputeciéndose todo hasta la actualidad.  Vox me parece bien, pero políticamente es insuficiente e intelectualmente un tanto roma. Como es tradicional en la derecha, la cultura le importa poco. Por decirlo de otra forma: todo esto viene de los movimientos políticos e intelectuales generados por el 98 que han dado lugar a los frentes populares. La oposición a ellos ha sido siempre más instintiva y más apoyada en la inercia de un pasado que no puede borrarse así como así, que en un movimiento ideológico algo potente. Durante todos estos años la historia de España la han escrito fundamentalmente sus enemigos, y lo mismo la historia del franquismo. He tratado de cambiar ese panorama, pero un tanto en vano. A la mayoría de los “franquistas” les bastan con cuatro tópicos más o menos conspiranoicos para sentirse a gusto con ellos mismos y con la historia. En fin, ya veremos… como dijo el ciego.

Europa (Historia)Nueva historia de España: de la II guerra púnica al siglo XXI (Bolsillo (la Esfera))La Reconquista Y España 

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Un tal Omar G. Encarnación ha escrito en la New York Review of Books un artículo perfectamente demencial sobre el franquismo, con motivo de la delictiva amenaza de Sánchez de profanar los restos del Caudillo. En él recoge, muy agravados, todos los disparates de Preston. Son cosas ya muy rebatidas y no voy a detenerme en ello. Lo significativo es que aparezca en una publicación presuntamente seria y sesuda.

   Tengo la esperanza de que pronto salga en inglés Los mitos de la Guerra Civil, cosa que debiera haber ocurrido hace mucho tiempo. Por extraño que resulte, los prejuicios y la censura sobre esa cuestión son mucho más fuertes en Usa, Francia o Inglaterra que aquí. En todos ellos prácticamente la versión propagandística de izquierda y separatistas es, más que dominante, única. Estuvo próxima a salir la traducción al francés, e incluso fue anunciada, en la prestigiosa editorial Tallandier, pero a última hora reconsideraron su “oportunidad”. En Inglaterra domina la escuela de Preston hasta el punto de que citarme por algunos historiadores algo distintos  se ve como una herejía peligrosa. Etc.

   Creo que, en el fondo, en todos esos países escuece el hecho de que el franquismo y la independencia de España se mantuvieran contra todas las presiones, chantajes y amenazas al terminar la guerra mundial. Y que, contra todos los análisis y profecías de  unos y otros,  España se reconstruyese sola y prosperase espectacularmente, con unos grados de libertad muy apreciables y sin deber nada a Usa o a Stalin.   

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Involución permanente, con Luis del Pino: Carta abierta al Papa. Algo sobre “El erótico crimen…”: https://esradio.libertaddigital.com/sin-complejos/involucion-permanente.html :

El erótico crimen del Ateneo: La novela negra como la vida misma que arrasa en el mundo de [Moa, Pío, Moh, Ul-Sih]Adiós a un tiempo: Recuerdos sueltos, relatos de viajes y poemas

https://www.amazon.es/El-er%C3%B3tico-crimen-del-Ateneo-ebook/dp/B07GD83ZN8/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1534250734&sr=1-1&keywords=er%C3%B3tico+crimen+del+ateneo

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Teoría de los tres frentes populares.

P. Volviendo al tema del Valle de los Caídos, ha sorprendido a algunas personas que el profesor Bárcena no le citase.

–Bárcena está haciendo una labor importante aclarando la verdad sobre el Valle, aunque lo haga desde posiciones un tanto integristas. Que no me citase es algo  chocante, porque desde que empezaron las asechanzas al Valle de los Caídos me esforcé en contrarrestarlas, en artículos explicativos, en mi blog en Libertad Digital, que era entonces el más leído de ese diario. Incluso escribí un manifiesto de historiadores, que fue publicado en varios periódicos: Hasta ahora [marzo de 2010] han dado su firma al manifiesto sobre el Valle de los Caídos los historiadores Ricardo de la Cierva, Jesús Palacios, Miguel Platón, José Andrés -Gallego, Serafín Fanjul, Jesús Salas Larrazábal, Ángel D. Martín Rubio, David Gress, José Luis Orella, Dominique Venner, Salvador Fontenla, Juan Blanco, José M. Manrique García, Juan Ernesto Pflüger, Santiago Velo de Antelo, José Pla Blanch,  Ángel Maestro, Lucas Molina Franco, Guillermo Rocafort Pérez, Teodoro A. López López, Alberto González Rodríguez, Carlos Gregorio Hernández, César Ramos, Antonio Manuel Barragán-Lancharro, Carlos Caballero Jurado, César Alcalá, y Pablo Sagarra Revuelta. También se han adherido intelectuales como Fernando Sánchez Dragó, Aquilino Duque y otros (la firma sigue abierta). En otras palabras, si alguien se movilizó entre los primeros, en primera línea y movilizó a otros muchos, fui yo.

P. ¿Atribuye ud esta falta de cita a una campaña de ninguneo o cosa por el estilo?

Puede que lo de Bárcena haya sido un simple olvido, porque hablando se improvisa y no es raro que pasen esas cosas. Pero en otro sentido, viene siendo muy común. Cuando escribí Los orígenes de la guerra civil me costó encontrar editor, incluso entre editores muy de derecha, porque estaban literalmente acojonados. Me decían: “El libro está muy bien, pero búsquese otra editorial”. Solo por casualidad di con Ediciones Encuentro, que se atrevió. Hoy se ha olvidado un tanto que por entonces, finales de los 90, la partida parecía totalmente ganada por las versiones de izquierda y las políticas correspondientes, según las cuales los nacionales eran los malos, que gracias a la ayuda de Hitler habían arruinado la brillante experiencia democrática de la república. Solo Ricardo de la Cierva mantenía en alto la bandera de la verdad, pero había sido reducido a un verdadero gueto, ninguneado y desacreditado por todos y especialmente por los señoritos del PP, que ya escupían descaradamente sobre las tumbas de sus padres y abuelos.  Naturalmente, en aquel estanque podrido mis libros sucesivos, en especial Los mitos de la guerra civil, cayeron como otras tantas pedradas que lo removieron todo. Yo creí que era el principio del final del imperio del embuste y de las políticas derivadas,  pero en gran medida me equivoqué, porque la universidad seguía en sus manos, los medios de masas también, y sobre todo porque la derecha fue uniéndose al boicot que me declararon enseguida las izquierdas. Con todo, se había abierto una brecha, y entonces bastantes que antes se mantenían asustados y como en escondrijos empezaron a publicar o a decir cosas que antes no osaban. Pero lo hacían casi siempre sin citarme. Bueno, la intelectualidad española es así, qué se le va a hacer. En El erótico crimen del Ateneo la represento en el Ateneo mismo, y su cultura en el plan de crear un burdel “ilustrado”.

El erótico crimen del Ateneo: La novela negra como la vida misma que arrasa en el mundo de [Moa, Pío, Moh, Ul-Sih]

P. Hoy es ud quien más vuelve a remover  ese estanque de que habla y de nuevo en relación con Franco y el Valle de los Caídos. ¿Teme que le pase lo mismo que la vez anterior?

–Eso ahora mismo no me preocupa. Yo remuevo el estanque porque considero que nos amenaza un peligro que ya se vuelve inminente. Que amenaza a las libertades, por tanto a la democracia y a la misma España, y que ese grave peligro tiene sus raíces en una versión falsa de la historia. Demoler esa versión es esencial, cosa que no quieren ver muchos necios que se hacen los virtuosos hablando de “mirar al futuro”,  como si en el futuro hubiera algo que mirar, y sandeces por el estilo. Otros lloriquean porque “no acabamos de superar la guerra civil”. Y no acabaremos hasta que no quede claro entre quiénes se libró y por qué.  Y a esto se resisten todos, las izquierdas y separatistas porque tienen que defender con  uñas y dientes la falsedad de la que tanto beneficio político han sacado, las derechas porque les han imitado demasiados años y les es muy difícil volver atrás. Y porque de esas versiones derivan unas orientaciones políticas que ahora mismo amenazan todos los valores en que se basa la continuidad de la  democracia y de la misma nación.

P. El franquismo decía oponerse a “la antiEspaña”, declarando antiespañoles a cuantos no comulgaran con sus ideas.

La Reconquista Y España

–A mí me pareció durante muchos años que eso de la Antiespaña  era un pretexto totalitario. Pero es la realidad: ni uno solo de los partidos que defienden el ultraje a Franco y al Valle de los Caídos, o se hacen los locos ante el ultraje, ninguno de ellos  siente o defiende a España. Unos tratan de disgregarla en pequeñas nacioncitas  fácilmente utilizables por potencias externas; otros piensan en disolverla progresivamente en el magma LGTBI, multiculturalista y economicista  de la Unión Europea, mientras intentan erosionar la misma idea desde el origen de la historia. Solo tiene que ver lo que se viene diciendo sobre la Reconquista, negándola o denigrándola, lo trato un poco en mi libro. O lo que han hecho con Gibraltar… No acabaríamos. Son enemigos de España, el Frente Popular se componía de enemigos de España o indiferentes a ella, como los partidos actuales.

P. Ud. habla precisamente de un nuevo Frente Popular.

–Ese conjunto de partidos e intereses tomaron forma política y hasta cierto punto orgánica en el Frente Popular de 1936, que empezó dando un golpe de estado falsificando las elecciones e instaurando un verdadero estado de terror. Ese frente popular fue vencido militarmente por Franco en 1939.  Tras la muerte del general, volvió a amalgamarse una gran variedad de grupos, juntas y plataformas se llamaban,  semejantes a los derrotados en la guerra, que querían la ruptura con el franquismo para enlazar con aquella “democracia” derrotada. Y este nuevo y difuso frente popular fue derrotado  cívicamente, en el referéndum de diciembre del 76. Podría decirse que Franco había vuelto a vencer después de muerto. Por lo tanto, aquellos partidos tuvieron que adaptarse políticamente, pero sin renunciar a sus estúpidas, por no decir delictivas intenciones. Entendieron bien el valor de la falsificación de la guerra y el franquismo, no tuvieron resistencia cultural, en las ideas, y con Zapatero ya volvieron a las andadas, con sus leyes totalitarias que trataban de destruir el legado de Franco, la complicidad abierta con la ETA y los separatistas, etc. Un tercer frente popular de hecho, apoyado, y eso es una novedad histórica, por el PP, por la derecha. Por entonces me moví cuanto pude contra aquella peligrosa deriva, denunciando su origen y sentido, hay que decir que en vano. Y ahora, con el macarra, el peligro se ha hecho de verdad inminente y por fin parece despertar alguna resistencia, sobre todo popular. Y hay que volver a derrotarlo, y esta vez de forma definitiva. Es mi teoría de los tres frentes populares. La primera vez perdió militarmente, la segunda perdió cívicamente, y esta vez tiene que perder culturalmente. Aquí, como ya he señalado, se libra una batalla política y legal, pero para ser definitiva tiene que librarse ante todo en e terreno cultural, del que han sacado fuerzas todos estos años para resurgir, como la hidra famosa. En otras palabras: debe clarificarse de una vez la historia, debe acabarse con el imperio del embuste. Han planteado clara y abiertamente la batalla en ese terreno, amenazando de paso todas las libertades, y hay que librarla ahí. Creo que por mi parte he hecho lo suficiente, si se quieren utilizar a fondo sus materiales.

P. Resulta sorprendente, en efecto, cómo una y otra vez resurgen esas fuerzas.

–Porque se apoyan en el terreno cultural, algo que la derecha nunca ha entendido. Creo que puede datarse  su origen en el “desastre del 98″, como una especie de daño colateral. Entonces tomaron auge movimientos internacionalistas como el PSOE o los ácratas, para quien antes de ellos solo había habido opresión y explotación, que presuntamente iban a remediar. Esto era común en toda Europa. Pero tomaron también auge los separatismos, hasta entonces insignificantes, basados  en un racismo irrisorio que les hacía creerse superiores a los demás españoles. Y aún más grave fue, a mi juicio, el regeneracionismo, que infectó a la intelectualidad y a partidos de toda índole. Según ellos, la historia de España había sido una verdadera enfermedad, una anormalidad en Europa, y el país debía europeizarse para hacerse “normal”. Y como tampoco tenían la menor idea clara sobre Europa, su europeísmo consistía en exagerar los problemas  de  España para los que no tenían solución algo sensata. Se limitaban a denostar, como decía Menéndez Pelayo, “todo lo que España ha hecho grande en el pasado”. En la práctica, sus “soluciones” abocaron a una república caótica y a la guerra civil. Entre todos esos movimientos había rivalidades y odios a veces tremendos, pero se entendían contra un enemigo común:  el régimen liberal de la Restauración, la Iglesia y la propia España. Ya en 1917 lograron cierto grado de unidad en la intentona revolucionaria de ese año, fue el primer esbozo de esa antiEspaña o frente “popular”. Y ya es hora de entender el pasado y pasar a una etapa histórica más fructífera.

Europa (Historia)

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