Día de los inocentes: el artículo adecuado, de Jaime Alonso:
https://elcorreodeespana.com/opinion/340219748/Inocentes-Por-Jaime-Alonso.html
********************************
Farsa y vileza dela “Tercera España”
Releo la colección de ensayos Historia y literatura, de J. M Cuenca Toribio, en torno a la influencia mutua de la historia y los escritores de ficción, en especial los novelistas españoles entre la época de Juan Valera y mediados del siglo XX. Me ha interesado especialmente su ensayo Poesía y política: la crisis española del siglo XX en Salinas-Guillén. Ambos poetas exponentes de la “tercera España”, pacífica, progresista y humanitaria, autosituada por encima de los bandos de la guerra civil, manchados de sangre y locura, al parecer. Los terceristas habrían optado por el exilio, exterior o “interior”.
El más interesante, por su radical antifranquismo es Salinas, mientras que Guillén resulta por lo menos ambiguo. Los dos se “exiliaron” a Usa durante la guerra civil, pero no dejaron de visitar ocasionalmente su patria, prueba de lo evitable de su exilio, pues habrían podido volver cuando quisieran: muchos autores que habían simpatizado con el Frente popular o se habían exiliado en el primer momento, escribían libremente en España, ganaban premios o figuraban en diversas instituciones, hasta en la Real Academia. El caso más notorio fue sin duda el de Buero Vallejo, condenado a muerte en la primera posguerra. Pero a pesar de su libertad para escribir, con una anecdótica censura que nunca impidió ninguna gran obra, bastantes de ellos adoptarían, sobre todo en la transición, la pose del “exilio interior”. Hay que saber adaptarse a las circunstancias.
Salinas fue partidario de la república, luego del Frente Popular por encima de críticas circunstanciales. Para él, el bando vencido representaba a España, la cual “con su heroica locura está ganándose su vida”, abandonado por las “demás” democracias. Es decir, un bando quienes luchaban por la sovietización y/o la disgregación de España, representaba a esta… Con mucha locura, desde luego, pero ningún heroísmo, pues casualmente los actos heroicos correspondieron a los finalmente vencedores. En todo caso, Salinas, desde su “exilio”, no mostró la menor intención unirse a la lucha de aquel pueblo “heroico”, si no en el frente, al menos como miliciano de la cultura al modo de Miguel Hernández o en plan más cómodo, como Alberti.
Claro que a Salinas no dejaban de escamarle las tropelías, demasiado inocultables, de la revolución, ni la ínfima categoría política y personal de los líderes exiliados, por lo que solo veía salida en la intervención inglesa y luego useña: “No queda más esperanza que Inglaterra (…) Del triunfo de Inglaterra depende (…) el futuro de España y la posible convivencia entre españoles”; lo mismo esperaba de Usa. Y vino la decepción, después de Potsdam: “Esa invitación a un pobre país agarrotado por el ejército y la policía a que se libere él solo, pero ¡mucho cuidado! sin guerra civil”, lamentaba. Así, la “liberación” de España dependería de una invasión con el indudable acompañamiento de una guerra civil, o bien de un estrangulamiento económico que generase una hambruna suficiente para provocar, nuevamente, una guerra civil, siempre aprovechable para la invasión. Nada de esto preocupaba a lo “pacíficos, humanitarios y progresistas” tercerianos: la cosa era “liberar” a España, por más que el pueblo no diera el menor síntoma de desear tales liberaciones.
Pero, en fin, Salinas, buen ejemplo de la farsa, expresaba su gran deseo: “La única solución no criminal sería salir del fascismo evitando la revolución. Es decir, lo mediocre, lo mezquino, lo antitrágico. Y sin embargo ¡qué maravilla sería, vivir, convivir en España sin matarse! (…) (Pero) en política española, lo no criminal es utópico”. Nada hay más sencillo que expresar buenos deseos arbitrarios, para acusar a otros de hacerlos imposibles. En la realidad, la “liberación” suponía la invasión y la guerra civil, pero la culpa la tenían los españoles, a quienes solo la tutela anglosajona podría meter en vereda.
El beato servilismo anglómano es muy frecuente en los terceristas, despreciadores de su propio pueblo, en el que no ven más que “cainismo”, estupidez e ineptitud política. Pero es en esos críticos implacables donde pueden observarse mejor las taras que ellos, desde su pretendido olimpo, adjudican a sus compatriotas; en particular la estupidez. Debe recordarse el muy fuerte apoyo de estos intelectuales a una república caótica y luego a un frente criminal popular antes de “desengañarse” a medias. ¿Por qué obraron así? Por una mezcla de frivolidad, ignorancia sobre su propio país, esnobismo y tontería de señoritos. Ellos contribuyeron a traer los males y luego quisieron hacerse los desentendidos a base de condenas altisonantes y retóricas a diestra y siniestra. Algunos, como Marañón, expusieron cierta autocrítica, pero han abundado más en este gremio los Salinas.
No es cierto que los españoles quisieran matarse. Fue una parte de ellos, o sus dirigentes, los que quisieron matar a los demás, y estos los que se resistieron a morir y finalmente lograron imponerse y producir la paz más duradera que haya vivido España desde principios del siglo XIX, y una de las más largas de Europa. Y que aún dura, amenazada por un gobierno de delincuentes que recuerda cada vez más a los del Frente Popular.


***********************
Una de las mayores hazañas del franquismo fue, después de mantener a España al margen de la guerra mundial, afrontar y vencer los delictivos chantajes, presiones, aislamiento, guerrilla e intentos de resquebrajar al régimen por dentro, a los que intentó someter a España la ONU, cuando parecía que el mundo entero estaba contra Franco. Fue su tercer reto mayor, después de la guerra civil y la neutralidad. En Una hora con la Historia (seguirá): https://youtu.be/czYekoXYPX8
![Los mitos del franquismo (Historia) de [Pío Moa]](https://m.media-amazon.com/images/I/51JZ+V6SBCL.jpg)
***Tras un 2020 lleno de dificultades y el 2021 a la vuelta de la esquina, los planes de HazteOir.org para seguir defendiendo la vida, la libertad y la familia necesitan de tu apoyo antes de cerrar el año. Nuestras posibilidades de éxito dependen de nuestra capacidad para llegar a las millones de personas que comparten nuestros valores, una voz que los censores de la clase política y las élites de los medios no quieren que tengamos. No nos perdonan nuestro éxito, y por eso el propio ministro de Interior, Grande Marlaska, de su puño y letra, firmó la orden que nos revocaba la condición de organización de utilidad pública , lo que sin duda nos ha perjudicado. Por eso también nos acosan desde los tribunales, con querellas contra nuestra valiente portavoz Teresa García-Noblejas, con multas de 60.000 € en Barcelona, y en el extranjero con la persecución legal y mediática de nuestras directoras de campañas Ann Kioko (África) y Caroline Farrow (Reino Unido). Esta última arrastra una carísima batalla judicial que parece no tener fin dirigida por una activista transgénero de extrema izquierda que la quiere meter en la cárcel.
Las chiringuitos subvencionados por el Gobierno, los conglomerados de medios de comunicación y las multinacionales de entretenimiento masivo tienen presupuestos que ascienden a miles de millones de euros. Hazte oír depende de sus socios y simpatizantes, de su actividad y de su apoyo económico, que necesitamos con urgencia ante el nuevo año. Correo hazteoir@hazteoir.org
***”Alto y Claro TV” envía este mensaje: “Aún nos faltan 11.650 € para conseguir el presupuesto del año. Para publicar 1 vídeo semanal hacemos una sesión de grabación bimensual (8 entrevistas) con un coste de 2500€ c/sesión. Este coste engloba el alquiler del plató, la contratación de un par de cámaras, luces, sonido, maquillaje, etc. además de otros gastos menores. Al realizar 6 sesiones en el año, implica un presupuesto de unos 15.000 € /año. Al día de hoy hemos conseguido 3.350€. solo a través de la suma de gestos de compromiso y generosidad es posible potenciar la independencia y las capacidades de Alto y Claro TV en su contribución a favor de la familia, la vida, la educación y España. Podéis enviar una transferencia puntual o permanente a la cuenta de Banco Caminos: ES54 0234 0001 0890 3226 9758 (Banco Camino)


