Cuando la guerra mundial se acercaba a su fin, las amenazas y peligros de invasión de España se hacían más y más inminentes y motivaban dentro del propio franquismo intrigas y vacilaciones. Los comunistas decidieron adelantarse con una inteligente estrategia: tratar de unir a las fuerzas del exilio, incluso a algunos monárquicos, en un órgano político común, y al mismo tiempo crear un ejército guerrillero. De esta manera, a la hora de la caída del franquismo ellos serían la fuerza decisiva, a tener las armas amparadas por una supuesta legalidad interna e internacional 170 – España ante la invasión | ¿Por qué salvó Franco a miles de judíos? – YouTube
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Crónica: El PP debe hundirse
**Si uno repasa objetivamente la política del PP (y de UCD) respecto a los separatismos, constata que siempre los apoyó, los alentó y los financió desde el estado. Siempre. Otorgándoles a menudo más de los que lo que pedían o esperaban. Uno podría sospechar ahí conjuras masónicas, pero no: eran precisamente conjuras democristianas. El PP los apoyó incluso en pleno golpismo, saboteando la intervención por el 155 en Cataluña mientras fingían lo contrario. Ello aparte, el PP ha seguido asimismo la política del PSOE socavando la Constitución, la democracia y la unidad de España. Siempre, de nuevo. Disimulando con críticas inanes o “pellizcos de monja” ante los ingenuos. No hay la menor exageración en valorar al PP como un auxiliar del PSOE y los separatismos. Su auxilio ha consistido, precisamente, en dejar sin voz a millones de españoles y traicionar sistemáticamente su voto. Hasta llegar al golpe de estado permanente. Ese partido es la mayor rémora a cualquier intento de rectificar esta larga deriva que lleva al abismo. Es un partido de clásicos señoritos incultos, cutres y mangoneantes. Si le quedara un mínimo de decencia, debería disolverse como la UCD. Pero no: ven en VOX su enemigo principal y tratan de asfixiarlo por todos los medios –los medios del manejo por la espalda, la insidia y el bulo–. Es natural, VOX está quitando al PP los votos de los que se ha alimentado y a los que ha traicionado tantos años. Hay que estar muy ciego para pensar que VOX y el PP deban ir unidos. Si VOX cayera en esa tentación, se estaría atando al cuello una rueda de molino.
** En Portugal está surgiendo un partido semejante a VOX, llamado Chega (Basta). Si ustedes ven cómo es presentado en la wikipedia comprobarán hasta qué punto suelen estar viciadas y manipuladas las informaciones políticas en la wiki: partido de “extrema derecha”, etc. Es la misma táctica de los comunistas con su “fascismo”, usada ahora por la gran Triple M, curiosamente orientada por multimillonarios.
**El Doctor en fraudes ya está preparando el electoral en Cataluña, por imitación de Biden: pide el voto por correo, que puede volcar el resultado
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Los barcos rusos de Fernando VII.
Un caso aparentemente zanjado en la historia es el de los barcos comprados a Rusia durante las guerras de independencia de América para transportar tropas contra los rebeldes, y que supuestamente estarían inservibles para navegar, acerca de lo cual se ofrecen muchos datos. No obstante cabe sospechar que si llegaron desde el Báltico a Cádiz, alguna capacidad de navegación tendrían. Además incluso barcos seriamente dañados en combate o por tormentas, solían ser reparados en los astilleros. Al mismo tiempo que se los suponía incapaces de navegar, se decía que podían ser aptos para mares fríos como el Báltico, pero no para mares cálidos… ¿Se trataba de bulos? A menudo se han inventado en la historia bulos que se han extendido y dado por ciertos, es algo que ocurre constantemente y basta ver la cantidad de libros “documentados” sobre la guerra civil y que no son más que bulos desarrollados hasta el final, partiendo de que el Frente popular representaba la democracia. En todo caso hay motivo para la sospecha.
El hecho es que después de la batalla de Trafalgar, España contaba aún con una poderosa flota de guerra de casi 70 barcos entre navíos, fragatas y capturados a los franceses. Pero los mismos se dejaron pudrir en puerto. Por lo tanto, el envío de tropas a América contra las rebeliones se convirtió en un serio problema, máxime cuando Londres y París querían impedirlo, y de ahí la compra de los barcos rusos, única potencia dispuesta a suministrarlos, y de manera camuflada, para evitar la oposición inglesa. Debe entenderse que Inglaterra, que había sido el aliado más indeseable posible contra Napoleón, precisamente se benefició de la ruina de España y la aprovechó para avanzar decisivamente en uno de sus grandes objetivos estratégicos: destruir el Imperio español y hacerlo comercial y financieramente dependiente de Londres. Sus ataques de frente habían sido rechazados en Cartagena de Indias y en el Río de la Plata (adonde se dirigía Wellington antes de venir a España), pero ahora tenía la mejor posibilidad mediante maniobras de otro estilo: apoyar a los rebeldes en América. Estos “libertadores” eran masones, funcionaban con logias más o menos secretas y recibían ayuda inglesa, incluso abiertamente militar. El “Precursor” había sido directamente agente pagado de Londres.
Si el ataque directo había fracasado, el indirecto por estos medios terminaría triunfando, como es sabido. Una parte de él consistía en dificultar al máximo el traslado de tropas de la península a América, y en ese contexto debe entenderse la cuestión de los barcos rusos, que, de ser tan malos, no se intentaron reparar a fondo, como tampoco los españoles. Durante décadas, España dejaría de construir buques de guerra. Y en todo caso, la cuestión quedó resuelta por el pronunciamiento de Riego, que ya impidió el embarque, se solidarizó con los rebeldes de América y dio lugar de paso al caótico “Trienio liberal”. Casualmente, Riego era masón, y uno de los legados de la guerra de independencia por parte inglesa y francesa fue la penetración de la masonería en el ejército español. De las logias –también de Gibraltar– salieron muchos pronunciamientos. Como quiera que sea, tanto de la Guerra de independencia, que dejó a España arruinada, como de la pérdida del imperio americano, la gran beneficiada fue Inglaterra, y la masonería fue un gran (o el gran) instrumento de ello. No se le puede reprochar que atendiera a sus intereses, tan bien servidos por muchos españoles.
De acuerdo con la mayoría de los informes, los barcos rusos, que no eran viejos, eran inútiles y un pésimo negocio, mal orientado por Fernando VII, sin suficiente asesoramiento técnico y con corrupción –algo ya viejo en España–; pero tampoco tenía muchas opciones: podía haber tratado de reparar parte al menos de la flota española abandonada y medio podrida, pero parece que a nadie se le ocurrió, y Rusia era la única posibilidad externa. Sin duda Fernando VII fue un pésimo rey, un socialista avant la lettre, cabría ironizar, pero sus enemigos no eran mejores.






